Música
¿Por aquí dónde se sale?

Berri Txarrak termina y lo hace por respeto a sí mismos y a quienes les seguíamos. Dicen también, literalmente, que quieren “evitar la nostalgia y el drama”.

Berri Txarrak Berlin
Concierto de Berri Txarrak en la sala Clash, Berlin. Montecruz foto

“Eh, esos de ahí seguro que saben”. Os hablo de cuando no había internet. Seguramente ni móvil. En una ciudad que no era la tuya y con ganas de tomar algo, Google Maps podía fácilmente ser un tío con una camiseta de Berri Txarrak. Ese y su panda te llevaban fijo a un bar potable y seguro. Muchas noches han dependido siempre de avistamientos así.

No ha habido nunca muchas camisetas de Berri Txarrak por la calle, también es verdad. A ver, más que de Zanussi pero menos que de Lendakaris Muertos o Zoo. Hoy, cuando anuncian su parón indefinido y la perspectiva se impone, se hace evidentísimo que tras esa apariencia de trayectoria de perfil medio-bajo lo que hay es una animalada de cuidado.

Agosto de 1994, primer concierto en fiestas de Lekunberri, de su pueblo, aprovechando el descanso de la verbena. Febrero de 2018, concierto número 1.000 en Auckland, Nueva Zelanda. En medio, nada parecido a la magia.

Curro. Mucho curro, puto curro. Desgaste físico, emocional. Escribir, discutir, grabar, repetir, cargar, furgoneta, llegar, probar, tensión, catarsis, vacío. Vuelta. Tratar de mantener a tu banda, tu vida pero también un producto, en el punto más aproximado al que sea tu ideal. Desgaste emocional y físico, como dice Gorka en el comunicado. “Berri Txarrak lega nueve álbumes de estudio, un documental y un recopilatorio. Más de 100 canciones que seguirán vivas cada vez que alguien las escuche o cante, que al fin y al cabo es de lo que se trata”, decía también.


En el bar al que iba habitualmente volaban los minis cuando sonaba “Denak ez du balio”. Quién no se ha cagado en dios con “Zirkua” de fondo. O llorado de rabia con “Maravillas”. O cambiado “Breaking the law” por “Véndemelo”.

Eso por fuera, porque a nivel interno Berri Txarrak simbolizaban el cambio de época sin solución de la música. De la ilusión a grabar discos, a salir de tu geografía a base de cedés originales pero también de muchos Verbatim tostados, a tocar mucho —para mucha gente, como me recuerda la periodista Analía Plaza que le pasa, es el grupo visto más veces en directo—, a encarar cada concierto como si fuera el último —sea para una sola persona como el año pasado en Francia o metiendo 10.000 en el flamante BEC—, a grabar con Albini, a la autoedición. A terminar.

Berri Txarrak termina y lo hace por respeto a sí mismos y a quienes les seguíamos. Dicen también, literalmente, que quieren “evitar la nostalgia y el drama”. Yo, de momento, creo que cumplo, pero no prometo lo inaguantable que puedo ponerme cuando en la gira de despedida empiece a sonar “Denak ez du balio”.

Arquivado en: Música
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Música
Opinión Kneecap, Last Tour y el mercado de la protesta
La presencia del grupo Kneecap en el BBK Live desata un debate sobre la instrumentalización de la protesta política en los macrofestivales y las contradicciones del modelo cultural dominante.
El Salto Radio
EL SALTO RADIO Da La Nota: la música como herramienta de emancipación
El programa musicosocial, nacido en Lavapiés, cumple diez años brindando formación y acompañamiento psicológico a niñas, niños y jóvenes.
Rap
Los Chikos del Maíz “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
berrigusoa
15/12/2018 10:36

Grandes Berri ....menudo viaje mas intenso.
La vida ha sido salvaje y cruda como el grito de la furia.
Gora Berri Txarrak.
Siempre vuestros.

2
0
Altri
Altri Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.
Medio rural
Medio rural A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
O Salto medra contigo
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.
Ourense
Ourense Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
Medio ambiente
Medio ambiente A loita polo monte galego: lumes, eucalipto e ameazas á propiedade común
Galiza concentra un terzo dos incendios forestais rexistrados no Estado. Mentres a Xunta apunta aos montes veciñais, comuneiros e ecoloxistas denuncian unha estratexia política para favorecer a privatización e a expansión da industria madereira.

Recomendadas

Feminismos
Feminismo Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.