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Medio rural
La ciruela que hace piña
En Nalda, un pueblo de La Rioja donde residen alrededor de 950 personas, cerca de 20 puestos concentraron sus actividades en la plaza de la Tela de Nalda para participar en la Jornada de la Ciruela Reina Pasa.
19 puestos y 19 años después, “tela" de gente se concentró en su plaza. Gente que provenía de Euskadi, Nafarroa, otras provincias y pueblos aledaños.
El domingo pasado el tiempo fue variable, el sol salía y deslumbraba el mercado con su calor; nubes y un viento fino que hacían que la temperatura térmica fuera menor y, al final de la jornada, un breve txirimiri que dispersó a la gente allí congregada. Aún y todo, y entre todos, sacaron el mercado adelante junto a la cooperativa agrícola.
Esta feria comenzó en el año 1999. Es una feria que ha hecho tradición a la usanza, aunque haya ido incorporando nuevos puestos de economía social, para preservar su autonomía popular.
Las dos asociaciones de Nalda que organizan el mercado son PANAL y El Colletero de Nalda. Ambas pertenecen a REAS Rioja, una entidad que lleva desde el año 2009 trabajando por una economía social basada en principios de igualdad, medioambiente, cooperación, compromiso con el entorno y la eliminación del carácter lucrativo.
El mercado transcurre en torno a la ciruela pasa, una tradición popular que lleva haciéndose durante años en el Valle del Iregua. Si bien, en este mercado, la gente del pueblo participa activamente con productos tradicionales como el turrón de capota o turrón de pobre, que está hecho de nuez, pan duro rallado, azúcar y una pizca de canela. Se llamaba turrón de capota puesto que iba recubierto por la envoltura de la mazorca de maíz. El turrón de capota se sigue elaborando; es muy grasiento y la capota absorbe la grasa de la nuez.
La fiesta de la ciruela en Nalda tiene tres mercados en tres épocas diferentes del año, acorde al proceso de maduración y pasificado de la ciruela. La primera de todas es en primavera, cuando el ciruelo está todavía en flor; la segunda fase se realiza en verano, cuando el fruto está en verde, y es ahora, a principios en diciembre, cuando quieren que la gente tome conciencia de la forma de conservación de la ciruela pasa en la que no existe huella de carbono, de manera que no produce gases de efecto invernadero, convirtiéndose así en un producto respetuoso con el medio ambiente.
El pueblo pone en valor su trabajo, sus raíces, su forma de vivir y su tradición, que va ligada a la agricultura. Esa relación mantiene a todos los vecinos y vecinas unidas.
Ciruela reina claudia
La ciruela claudia verde, la variedad que existe en Nalda, es una ciruela con mucha agua y azúcar, por lo que tiene muy buena vejez al sol, conservando de esta forma un buen nivel de agua que hace que sigan estando sabrosas y carnosas.
El secado de la pasa se hace al sol, al aire libre y con paciencia. La ciruela se seca en cañizos trenzados por el método tradicional porque se quiere valorar una transformación sin apenas huella de carbono. Diariamente se acude a la huerta ecológica para quitar las posibles hojas que ha dejado el aire sobre los cañizos, retirar alguna ciruela que haya podido estropearse y darle la vuelta a algunas.
Unos días después se recogen las ciruelas para extenderlas bajo techo, en un espacio bien ventilado, como en los tradicionales altos de las casas de Nalda. Allí estarán aproximadamente un mes. Durante este tiempo no se requiere tanta dedicación como en el secado al aire libre pero hay que tener en cuenta que, al ser un elemento vivo, la cosecha podría apolillarse.
La transformación de ciruela a pasa de Nalda tiene una calificación de 11 pétalos sobre 12 en la huella de carbono. La huella de carbono está controlada por una entidad creada con el objetivo de mejorar la alimentación y el planeta utilizando recursos sostenibles y de manera correcta. Esta institución cuantifica las emisiones de CO2 de una determinada actividad o producto y puntúa, con pétalos, las buenas prácticas en materia ambiental.
Como curiosidad, la ciruela pasa de Nalda se exportaba a Inglaterra a principios del siglo XX. Y es que, sobre el año 1938, un naldense llamado Santiago García conoció que en Inglaterra había una epidemia de colitis y decidió enviarles unas remesas de pasas. Las pasas fueron eficaces y hubo un reconocimiento por parte de Inglaterra al pueblo de Nalda. Desde entonces y hasta los años 50, todas las ciruelas que había en el pueblo se pasaficaban.
En España siempre ha sido muy apreciada también puesto que es un producto que se puede conservar, máxime cuando su maduración es muy rápida.
La figura de la mujer
En esta fiesta, las mujeres tienen tanta o más importancia que los hombres dado que detrás están las asociaciones PANAL y Colletero, lideradas sobretodo por mujeres.
Al grupo motor de mujeres se suman otros compañeros que aportan las migas de pastor, los asados o patatas asadas y todo lo relacionado con la agricultura y el buen saber vivir en Nalda.
Anteriormente, las pasas no eran “trabajo de mujeres”, pero ellas formaban parte del cuidado y, en ese sentido, tenían un papel relevante ya que se encargaban de cuidar con mimo la producción para no desaprovechar nada de la ciruela.
A pesar de eso, la mujer fue invisible durante mucho tiempo y aquello repercutió en su falta de derechos. Actualmente se está luchando por la titularidad compartida, que permite que la mujer tenga derechos como el acceso a la seguridad social u otros asociados a la explotación de fincas.
En Nalda la lucha por la consecución de derechos ligados a las labores de agricultura fue de la mujer: de las madres, las abuelas y actualmente de las mujeres de Nalda que, desde la infancia, tuvieron ese papel.
La participación de las mujeres de Nalda en la agricultura ha sido muy notoria en las explotaciones familiares. Actualmente la mujer trabaja igual que el hombre.
Como dice Raquel Ramírez, miembro de El Colletero, “cuando la gente se une, suelen ocurrir grandes cosas y máxime con 19 años entre pecho y espalda”.
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Gracias, por este artículo, por ver, entender nuestro trabajo como pueblo. Caminamos hacia una Comunidad Cuidadora donde todos somos importantes y todos podemos cuidar y dejarnos cuidar, incluyendo al territorio, al paisaje y las formas de vida rural. !!Un abrazo solidario y de Mujer!!