Violencia sexual
La semana de Gisèle: aplausos en el juzgado, rabia en la calle y violadores ante el tribunal

Dominique Pelicot ha reconocido los hechos y ella ha podido mirar a la cara a los acusados mientras declaraban en sede judicial. Con su decisión de un juicio público, Gisèle Pelicot ha conseguido mostrar al mundo la violencia que enfrentan las mujeres en un juicio por violencia sexual.
Gisèle Pélicot
“La vergüenza debe cambiar de lado”, ilustración viral de @brouette_hurlante

Gisèle Pelicot ha mirado a la cara a los hombres que la violaron. Lo ha hecho con la cabeza alta y en sede judicial esta semana, crucial por varios motivos en el proceso que empezó el 2 de septiembre. El primero es que, por fin, Dominique Pelicot, a quien se juzga por haber suministrado sustancias a su mujer para dejarla inconsciente y buscar hombres para que la violaran, ha tenido que comparecer en un juzgado. Sus excusas dejaron de ser válidas el martes 17 de septiembre. Y es que, tras volver a ausentarse el lunes alegando motivos médicos para declarar, tal y como ya había hecho el viernes 13, un equipo de dos médicos dictaminó que el principal acusado estaba en condiciones de acudir al juicio.

La declaración se produjo el martes. Fue entonces cuando Dominique Pelicot reconoció los hechos en un juzgado: “Soy un violador, como todos los acusados en esta sala, que al venir conocían su estado”. No es el único agresor al que Gisèle ha podido mirar a la cara en sede judicial esta semana. El jueves 19 se producía la declaración de varios de los otros acusados. La sesión de ese día incluía el visionado de varios de los vídeos que Dominique Pelicot hizo durante las agresiones. Los vídeos fueron encontrados por la Policía en el ordenador del principal acusado después de que tres chicas denunciaran al hombre por haberlas grabado bajo la ropa en un supermercado.

Gisèle Pelicot ha mantenido esta semana la actitud serena y decidida que ha mostrado desde el principio: ha asistido a las sesiones de los juicios, ha atendido a los medios, se la ha visto sin sus gafas de sol, hablando en el juicio y atendiendo a los medios de comunicación mientras los acusados agachaban la cabeza y se ocultaban con gafas y mascarillas.

Pelicot enfrenta estos días la dura prueba que supone un proceso judicial por violencia sexual para una mujer, un tipo de proceso donde la principal estrategia es poner en cuestión a la denunciante sin importar el sufrimiento que esto pueda suponer para ella

Pelicot enfrenta estos días la dura prueba que supone un proceso judicial por violencia sexual para una mujer, un tipo de proceso donde la principal estrategia es poner en cuestión a la denunciante sin importar el sufrimiento y la revictimización que esto puede suponer para las mujeres. Durante las sesiones de esta semana, se ha puesto en duda que ella estuviera realmente inconsciente y la defensa ha insistido en querer presentar los hechos como “escenas de libertinaje”.

“Desde que llegué a este tribunal me he sentido humillada, me tratan como si fuera una alcohólica y una cómplice”, dijo durante una de las sesiones del juicio. Gisèle Pelicot ha puesto palabras a la violencia institucional que tienen que encarar las mujeres que denuncian violencia sexual: “Hay que tener mucha paciencia para poder soportar lo que estoy soportando yo aquí”.

Y es que lo que ha hecho esta mujer con su decisión de que el juicio sea público no es solo poner sobre la mesa la gravedad de su caso, no solo mostrar de la forma más cruda que el espacio doméstico no es un lugar seguro para las mujeres, no solo abrir un debate internacional sobre las consigna machista Not All Men... Gisèle Pelicot está mostrando al mundo con su decisión lo que le espera a una mujer en un juzgado cuando denuncia violencia sexual.

La declaración de Dominique Pelicot: “Soy un violador”, pero...

“Soy un violador, como todos los acusados en esta sala, que al venir conocían su estado”, dijo el principal acusado en su declaración de este martes. “No pueden decir lo contrario”, siguió Pelicot en referencia a los hombres que reclutaba para violar a la mujer, y que se respaldan en que no sabían que la mujer estaba inconsciente, bajo los efectos de los ansiolíticos, y pensaban que todo formaba parte de las fantasías sexuales consentidas.

Pelicot dijo que “tenía la familia ideal”, algo que “ha arruinado”. Sin embargo, utilizó varias excusas. La primera —ya adelantada por su abogada en los días anteriores— es que él mismo sufrió violencia sexual. Y es que, entre sollozos, el hombre sostuvo haber sufrido abusos sexuales. Además, contó que cuando tenía 14 años presenció una violación.

Además, Pelicot aseguró ser capaz de empatizar con su mujer: explicó que sufría al ver las violaciones, pero que “la adicción era más fuerte”. “Nunca consideré a mi mujer como un objeto, desgraciadamente los vídeos muestran lo contrario”.

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Los acusados: violaciones involuntarias y un perdón

El primer acusado en declarar, Lionel R., se refirió a lo que había hecho como una “violación involuntaria”. “Me siento culpable de violación pero no había la intención”, declaraba, ante el estupor de la sala y delante de Gisèle Pelicot, que asistía a la declaración junto a su hija. “Jamás quise hacerle daño, le pido perdón”.

Pese a reconocer —a su manera— los hechos, el hombre trataba de mitigar parte de la responsabilidad dirigiéndola a Dominique: “Hacía lo que él me decía, el señor Pelicot era una persona que lo dirigía todo”. Lionel repetía constantemente que no quería excusarse al dar explicaciones, puesto que lo suyo no tiene perdón.

Dominique Pelicot reconoció los hechos y uno de los acusados pidió perdón, pero todos han esgrimido en el juicio excusas para mitigar su responsabilidad

El segundo en declarar, Jacques C. negó ser autor de un delito de violación e insistió en una idea: “Tengo un profundo respeto por las mujeres”. Jacques C. también pidió perdón, mientras se describía como una persona respetuosa con las mujeres. “Si mi exmujer estuviera aquí, diría ‘le encantan las mujeres’; por tanto, tengo un enorme respeto por las mujeres”.

Los acusados afirmaron que no se les pidió que usaran preservativos y tampoco que presentaran pruebas que demostraran que no estaban contagiados de VIH, tal y como declaró Dominique Pelicot.

Pelicot Manifestación - 4


La reacción: aplausos en el juzgado y rabia en las calles

Las durísimas sesiones del juicio que han tenido lugar esta semana se producen entre muestras constantes de apoyo a la mujer. El sábado 14 de septiembre, miles de personas salieron a las callesen 30 ciudades francesas y en Bruselas para protestar contra la violencia machista y apoyar a Gisèle Pelicot. “Todos somos Gisèle”, “Violador te vemos, víctima te creemos” o “51 buenos padres” fueron algunas de las consignas en las calles, aunque “la vergüenza debe cambiar de lado”, las palabras con las que Gisèle ha explicado por qué quiere que el juicio sea público, es sin duda el estribillo de esta movilización feminista de alcance masivo en las redes y en la calle.

Gisèle Pelicot ha sido recibida con aplausos esta semana en los juzgados después de movilizar a mujeres en 30 ciudades francesas el pasado sábado

Además, Gisèle Pelicot ha sido recibida con aplausos esta semana. En el Tribunal de Aviñón, docenas de personas le muestran su apoyo en estos días, un apoyo que ella ha agradecido en declaraciones a los medios.

Mientras, las redes siguen mostrando apoyo a Gisèle Pelicot, en un caso que ha despertado el interés internacional y que está previsto que concluya con una sentencia a mediados de diciembre.

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