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Economía
La OCDE señala la competencia entre países por rebajar los impuestos de sociedades
El organismo internacional destaca en un informe que las rebajas en los impuestos a los beneficios empresariales se han consolidado en la mayoría de países y afectan a las políticas contra la desigualdad.
La competencia entre países para ser atractivos para las empresas sigue alentando la rebaja del impuesto de sociedades en la OCDE, donde, aunque la recaudación se ha recuperado, sigue lejos de los niveles anteriores a la crisis financiera.
Esta es una de las conclusiones del informe presentado hoy sobre las reformas fiscales que se llevaron a cabo en 2016, cuando el tipo medio en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se situó en el 24,7 %, lejos del 32,2 % de 2000. El informe repasa las rebajas fiscales anunciadas o implementadas el año pasado en los 35 países miembros de la organización, a los que se añaden Argentina y Sudáfrica. Según el estudio, la tendencia puede entenderse “como parte de una competición entre países para hacer frente a la debilidad de la inversión”.
El informe considera que, finalizada la crisis, la tendencia a rebajar los impuestos de sociedades se ha consolidado en la mayoría de países estudiados. Doce de los países estudiados en el informe rebajaron en 2016 sus impuestos de sociedades (entre ellos el Estado español, que rebajó el tipo del 28 al 25%). Y ese mismo año otros ocho países anunciaron medidas de rebaja que serán implementadas a partir de 2017. En este periodo, tan sólo Chile y Eslovenia anunciaron medidas para subir el tipo pagado por las empresas.
Los tipos superiores al 30% son ya cosa del pasado en la mayoría de países: entre 2000 y 2016 el número de países que los tenía ha bajado de 20 a sólo cinco
Teniendo en cuenta 2008, el año de comienzo de la crisis económica y financiera internacional, el Estado español se encuentra en una situación intermedia en esta carrera por bajar los impuestos a los beneficios empresariales. Las mayores reducciones, de 10 y 8 puntos respectivamente, las protagonizaron Japón y Reino Unido, cuyas empresas pasaron del 40 al 30% y del 28 al 20%. El club de España, con reducciones de entre el 5% y el 6%, lo integran también Finlandia, Eslovenia y Suiza. Y en perspectiva, los tipos superiores al 30% son ya cosa del pasado en la mayoría de países: entre 2000 y 2016 el número de países que los tenía ha bajado de 20 a sólo cinco. En efecto, sólo EE UU, Argentina, Francia, Bélgica e Italia mantienen su tasa por encima del 30%. España ha pasado en este periodo de tributar el 35% al 25% que se empezó a aplicar en 2016.
Como consecuencia de esta tendencia, la OCDE destaca que los ingresos por impuestos siguen recayendo más significativamente (si bien con grandes diferencias entre países) en otro tipo de contribuciones que no gravan los beneficios empresariales, como los impuestos por patrimonio personal (el IRPF español), las contribuciones a la Seguridad Social o el IVA. En conjunto, en el año 2014 los impuestos de sociedades sólo representaron el 8,8% de los ingresos tributarios de los países de la OCDE, frente al 24% por riqueza persona, 26,2% la Seguridad Social y 20,1% los impuestos sobre el valor añadido. Como consecuencia, señala el informe, las distintas reformas introducidas para mitigar la desigualdad no han evitado un aumento en la disparidad en la distribución del ingreso.