Opinión
Contra la tolerancia

La idea de tolerancia tiene connotaciones paternalistas y, al ser una actitud pasiva, no admite correcciones. Frente a esta existe la deconstrucción, un proceso activo para derribar nuestros prejuicios.
Justicia Para Samuel Sevilla 8
Banderas trans y arcoíris ondean frente al Ayuntamiento de Sevilla Francisco Javier Huete

—Es que no tengo demasiada energía, y menos para conocer gente nueva. No sé si iré.

—¡Claro que sí, venga! ¡Si mis amigas son muy tolerantes!

Son muy tolerantes. Esta frase me la dijo un amigo hace un tiempo con la mejor intención, pero solo consiguió reafirmarme en no ir al plan que me proponía. ¿Por qué? ¿Qué hay de malo en la tolerancia? ¿No es acaso lo que nos hace una mejor sociedad? 

Voy a responder a esto contando cómo me sentí cuando mi amigo me dijo que sus amigas eran muy tolerantes. Él se olía que parte del cansancio que me supone conocer gente nueva fuera de espacios que ya siento seguros viene de mi condición de mujer trans y de que nunca sé cómo van a reaccionar las personas nuevas.

Lo primero, cómo que tolerante. ¿Qué se supone que tienes que tolerar? Yo no digo que tolero el amanecer. El sol sale. Punto. Sale te guste o no. Lo mismo nos pasa a las personas LGBTIQ+: existimos. Y punto. Sin debates, y sin que tú te puedas colgar una medalla por “tolerarnos”.

Este paternalismo me puede fastidiar más o menos, pero el principal problema que encuentro con la tolerancia es que se trata de una actitud pasiva y tiene un límite

Connotaciones paternalistas

La idea de la tolerancia tiene connotaciones paternalistas. La tolerancia se da por una persona superior a otra inferior, a quien se le hace el favor de tolerársele. No es una relación entre iguales. Además, como quien tenía el privilegio se ha “rebajado”, se ha puesto al nivel de la oprimida, tiene cierta superioridad moral.

Un ejemplo fácil: “Yo ayudo en casa”, puede decir un hombre. Y la pregunta es ¿cómo que ayudas en casa? Haces tu parte de las tareas, y ya. Pero no, al decir que ayudas, te estás llevando aplausos por hacer algo que crees que no estás obligado a hacer. Qué buen marido es, que ayuda a su esposa.

Este paternalismo me puede fastidiar más o menos, pero el principal problema que encuentro con la tolerancia es que se trata de una actitud pasiva y tiene un límite. Veamos esto con un ejemplo: “Yo tolero a los gays, pero que vayan con su desfile a la Casa de Campo”.

Aquí, hay una persona que tolera la existencia de quienes se sienten atraídas por su mismo espectro de género siempre y cuando no muestren su orientación en público. Está marcando una línea entre lo que soporta —la existencia de personas homosexuales siempre y cuando pueda ignorar ese hecho— y lo que no —la ruptura de la cisheteronorma en la vida pública, exponerse a esa diversidad—. Y esa línea no la va a cruzar, porque ya está siendo “suficientemente tolerante”.

Esa línea no se replantea de forma activa y, lo que es peor, no suele admitir críticas: “¿Cómo que he dicho algo misógino? Si soy súperaliado feminista”, dicen algunos hombres. Y, claro, como son aliados, como son tolerantes, no les puedes decir nada ya. Parece que llegan hasta ese punto, y ya no se les puede pedir más. Casi parece que hay que dar las gracias a algunas personas porque no te apedreen. 

Esto me repatea en lo personal, por ejemplo, porque unas personas pueden asumir que, como soy trans, estoy “en el cuerpo equivocado”. Y claro, mi cuerpo no tiene nada malo. Es la sociedad la que impuso un género a un amasijo de carne, huesos y músculos que desde luego no venía con esta definición de fábrica.

Con esta narrativa, lo que consigo es pena y paternalismo, en el mejor de los casos; en el peor, se me patologiza

Con esta narrativa, lo que consigo es pena y paternalismo, en el mejor de los casos. En el peor, se me patologiza. Y no puedo corregir a esas personas, porque ya son “tolerantes”, y no puedo pedirles que cojan los límites de su tolerancia y los muevan más adelante.

Me arriesgo, incluso, a conseguir el resultado contrario si intento que abandonen esas posturas paternalistas. Si el problema deja de ser mío —estar “en el cuerpo equivocado”— a ser de todas —los estándares sociales y la cisnorma—, se pueden sentir atacados y aumentar su hostilidad. 

Frente a la pasividad de la tolerancia, la solución pasa por la deconstrucción, de que cuando te digan “me estás pisando”, seas capaz de ver que así es y de levantar el pie

Frente a la pasividad de la tolerancia, la solución pasa por la deconstrucción. La deconstrucción no es un estado, sino un camino, una posición activa ante nuestras creencias. Partimos de que, por haber sido criadas de una forma y en una sociedad determinada, somos machistas, racistas, lgbtifobas, capacitistas, etc. Yo misma soy la primera en admitir todas estas taras, y en especial una transmisoginia interiorizada que no me hace ningún bien.

Y no se trata de flagelarse por no ser perfectas. Nuestro punto de partida es el que es. Ahora que sabemos que tenemos estos frentes que mejorar, podemos cuestionar nuestros prejuicios, aprender, deconstruir nuestras actitudes anteriores.

Y la deconstrucción no es un proceso solitario, rodeada de libros y de teorías. También es aceptar las críticas, que cuando te dicen ,“oye, que lo que acabas de decir es un poco racista”, es para mejorar. 

Porque esto es como si le pisaras el pie a alguien. De hecho, has nacido con tu pie encima del suyo. Y no pasa nada por eso; no tienes la culpa de haber nacido con ese privilegio. Pero sí tienes el deber de abordarlo. De que cuando te digan “me estás pisando”, seas capaz de ver que así es y de levantar el pie.

Arquivado en: LGTBIAQ+ Opinión
Sobre o blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Hungría
Actualidad LGTBIQA+ Víktor Orbán prohíbe por ley la marcha del Orgullo LGTBIQA+ en Hungría con multas de hasta 500 euros
La enmienda aprobada el pasado martes en el parlamento húngaro prohíbe “las reuniones que promuevan o exhiban el cambio de sexo de nacimiento o la homosexualidad” con multas de hasta 500 euros.
Literatura
McKenzie Wark “Mi transición fue como un montón de pequeñas ediciones”
‘Amor, dinero, sexo y muerte’ (Caja Negra, 2025) se presenta como un libro de “memorias”, pero no es exactamente eso. La obra recoge una docena de cartas en las que Warck se aproxima a los temas de sus obras anteriores de una forma íntima.
Literatura
Daria Serenko “Mi patria parece un cementerio”
La autora rusa Daria Serenko está exiliada en España desde el año 2023. Es una de las miles de personas consideradas “agentes extranjeros” por el Gobierno de Vladimir Putin. Serenko presenta su libro 'Deseo cenizas para mi casa'.
Sobre o blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas as entradas
Salario mínimo
Salario mínimo PSOE y Sumar intentan llegar a un acuerdo para no perjudicar con el IRPF a los trabajadores con el SMI
La ministra de Hacienda ha confirmado que sería “algún tipo de medida que permita compensar a aquellos pocos trabajadores” en la situación de tener que tributar con el salario mínimo.
Residencias de mayores
Residencias Fondos de inversión y residencias: la mano invisible que retuerce los cuidados
Mientras DomusVi, en manos del fondo de inversión ICG, ya es la empresa con más residencias privadas del Estado, residentes, familiares y trabajadoras explican lo que supone que las prácticas especulativas acunen la vejez de las personas.
Opinión
Opinión Bretón no es un monstruo, ni Martín el nuevo Capote
Frente a la libertad sin peros que defienden unos, la responsabilidad de muchos: la de ciudadanos y librerías que se niegan a comprar o vender, respectivamente, el libro que Anagrama ha tenido a bien materializar.
LGTBIfobia
Manifestación Plataforma Trans planta cara a la transfobia con una manifestación contra el odio
La convocatoria el 29 de marzo denuncia un contexto internacional antiderechos. La organización pide a partidos y sindicatos que se sumen a la marcha porque la transfobia es un problema social, y por lo tanto también político, explican.

Últimas

AGANTRO
Agantro Tatuaxe: terapia e tendencia
Da marxinación á moda, o carácter simbólico e ritual da tatuaxe atópase actualmente erosionado polas dinámicas capitalistas.
Música
Música Pervertidos y puritanos, a los pies de Ethel Cain
Proyectos musicales como ‘Perverts’ de Ethel Cain son capaces de imponer silencio en medio de tanto ruido para pensar en un momento en que las redes sociales son herramientas tendenciosas para la difusión de propaganda de ultraderecha.
Gasto militar
Gasto militar “No nos resignamos a la guerra”: 70 organizaciones rechazan la deriva militarista de la UE y el Gobierno
Más de 70 organizaciones y personalidades de la cultura y el activismo firman un manifiesto que rechaza la escalada belicista y el rearme frente a una posible agresión rusa.
Palestina
Cisjordania Hamdan Ballal, codirector de ‘No other land’, agredido por colonos israelíes
Según los testigos que presenciaron el ataque, el cineasta está herido. Poco antes de las 14h el codirector de la cinta ha anunciado que Ballal ha sido puesto en libertad.
Minería
Minería estratégica en Extremadura La Comisión Europea declara “estratégicos” tres proyectos mineros en Extremadura
Las Navas (Cañaveral), Aguablanca (Monesterio) y La Parrilla (Almoharín) obtendrán financiación, verán facilitados sus procesos de tramitación y se beneficiarán de plazos más reducidos. La mina de Valdeflores no es considerada estratégica.
Más noticias
Obituario
Obituario Jesús Santos, el basurero que se ganó el corazón de Alcorcón
Alcorconero de toda la vida, teniente alcalde, activista social y sindicalista, Jesús Santos hizo que aquellos que le acompañaron en su camino se ilusionaran por la política.
Israel
Genocidio Mercadona vende tampones y patatas procedentes de Israel
En 2024 se produjo una reducción de las importaciones de tampones y patatas israelíes. Mercadona es una de las plataformas que trabajan con estos productos.
Madrid
Madrid La Sareb amenaza con el desahucio a dos jóvenes activistas en Carabanchel
Cadete 7, el bloque en lucha del que el ‘banco malo’ prevé desalojarles de forma inminente este jueves 27, fue el primero recuperado por el movimiento de vivienda de Madrid en 2013 tras haber permanecido deshabitado desde 2008.
Palestina
Palestina Egipto abre la puerta a un nuevo alto el fuego en Gaza con el visto bueno de Hamás y EEUU
A cambio de la retirada gradual de la tropas de Israel en la Franja, serían liberados cinco rehenes cada semana. El Gobierno de Netanyahu no se ha pronunciado y siguen los ataques contra población civil.

Recomendadas

Medio ambiente
Medio ambiente Milleiros de persoas enchen A Pobra do Caramiñal para berrar contra a celulosa de Altri e a mina de Touro
Unha grande multitude por terra e centos de embarcacións por mar esíxenlle ao Goberno de Alfonso Rueda que “recúe” ante o potencial desastre ambiental que sobrevoa Galiza.
Guerra en Ucrania
Guerra en Ucrania Colegios underground en Járkov después de tres años de guerra
La ciudad ucraniana construye escuelas subterráneas, preparadas para aguantar ataques balísticos y nucleares.
Feminismos
Irene García Galán “La memoria feminista hay que construirla desde abajo, desde nuestras casas”
‘Hilaria’ (Errata Nature, 2025) es un libro dedicado a la tatarabuela de Irene García Galán, pero también un ensayo político que navega a través de la memoria feminista, el antipunitivismo y el anarquismo.
Argentina
Estela de Carlotto “Faltan todavía muchos nietos por encontrar”
Al cumplirse 49 años del golpe cívico-militar, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo dialogó con El Salto y apuntó contra el Gobierno de Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que encabeza la represión de la protesta social.