Feminismos
No podrán acabar con nosotras

El sábado por la tarde, cuando un manto frío de humedad vestía las duras calles, salíamos con las compañeras de la asamblea 8 de marzo de mi ciudad. No éramos muchas, el tiempo estaba en nuestra contra. Una vecina que paseaba por la zona se dirigió a nosotras y con un “Yo estoy con vosotras y no con Vox”, recargó nuestras pilas para acabar el recorrido.

mariposa
Mariposa de papel en recuerdo a una mujer víctima de feminicidio. Plataforma 8M Toledo.

El miércoles por la tarde andaba revisando las fotos que tengo en la galería del móvil, obligada a limpiar el armario virtual por la eterna falta de espacio. Observaba emocionada la proliferación de carteles, llegados vía whats app, con difentes actos para conmemorar el 25 N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra La Mujer. Pasacalles nocturnos, antorchas en mano, para escenificar el eterno funeral en el que vivimos y para reclamar que las calles también son nuestras y debemos recorrerlas sin miedo sea la hora que sea. Manifestaciones para sembrar las ciudades de descontento en pequeños y grandes rincones de Madrid (y otras comunidades). Obras de teatro y cinefórums. Pegadas de lazos morados, performance y conciertos.

Colectivos y asambleas de mujeres, unidas para poner el foco en la violencia machista como algo a erradicar, abrazaban mi ánimo desde la pantalla del dispositivo. Porque lo que no se nombra no existe y, tras tres años de despertar feminista, este noviembre era más necesario que nunca que las luces sobre este tipo de violencia no se apaguen. De fondo, el monótono sonido de la televisión se colaba avisando de que Vox bloqueaba la declaración institucional contra la violencia machista en la ciudad de Madrid.

El pasado 14 de noviembre, la diputada Alicia Rubio conseguía un abucheo amplificado por indicar que Vox, antes que feminismo, propondría una asignatura de costura en los colegios. “Empodera mucho coser un botón”, clamaba. Las redes se llenaban de puntadas sin hilo, se tejía sarcasmo para recordar que la que hoy había hablado en la tribuna de la Asamblea de Madrid estaba ahí precisamente gracias a que muchas mujeres a lo largo de la historia no se han cosido la boca para reivindicar nuestros derechos. Pero dijo más cosas, muchísimo más tremendas y que pasaron desapercibidas.

Alicia Rubio quería poner la sombra de la duda sobre las mujeres que dan el paso y denuncian para salir del terror.

Esta diputada volvió a jugar en el terreno del negacionismo de la violencia machista aireando el fantasma de las denuncias falsas. Sin despeinarse aseguró que todo el mundo de la sala conocía a alguna mujer que hubiera utilizado esta “artimaña” para “conseguir beneficios en la separación”. Quería poner la sombra de la duda sobre las mujeres que dan el paso y denuncian para salir del terror. Quien intenta torpedear este proceso avivando el rechazo social a la ya de por sí difícil decisión de denunciar a una persona cercana, se convierte en cómplice de la barbarie y su opinión debiera de quedar lejos, muy lejos, difuminada en el destierro.

Lo que hizo la diputada Rubio no es más que levantar las cartas. Ella, encargada de asuntos de género de la formación ultraderechista, es también la artífice del argumentario contra la “ideología de género”. Una serie de falsedades cosidas en las páginas de “Cuando nos prohibieron ser mujeres… y os persiguieron por ser hombres”, ensayo escrito por la susodicha hace ya tres años que no es más que una OPA hostil al feminismo de la última generación y la biblia del negacionismo de la desigualdad y, por ende, de la violencia de género. La obra, difundida en corrillos ultraderechistras, hoy ocupa escaños en muchos ayuntamientos, la mayoría de parlamentos y en el Congreso de los diputados.

Y así, mientras llegaban carteles a mi móvil, iban cayendo los bloqueos de la formación ultraderechista a las declaraciones institucionales contra la violencia de género en diferentes corporaciones municipales, llegando hasta la asamblea de Madrid. Una lluvia ácida de zancadillas, corrosiva y asfixiante. Un asedio a uno de los pocos pactos de Estado que hasta ahora se exhibía en unanimidad, pese a sus carencias.

El sábado por la mañana mi móvil se despertaba lleno de mariposas moradas. Llegaban fotos desde Toledo, ciudad medieval en cuerpo y forma, donde las mujeres de la plataforma 8M habían recordado a las víctimas de la violencia machista colocando estos vaporosos insectos, uno en cada esquina del patrimonio histórico, uno por cada mujer asesinada en 2019.

El sábado por la mañana mi móvil se despertaba lleno de mariposas moradas. En Toledo, la plataforma 8M recordaba así, con mariposas pegadas en las esquinas, a cada mujer asesinada en 2019.

En otro grupo de whats app una compañera comentaba la solemnidad del pasacalles nocturno vivido la noche anterior en Fuenlabrada (Madrid) , donde una marcha de mujeres, antorcha en mano, reclamaba espacios seguros. Repasaba las fotos con la resaca aún de las impactantes imágenes de la noche anterior, en la que otra manifestación bajo el lema “Respondemos todas” paralizaba la Gran Vía con una demostración de autodefensa feminista. Todavía quedaban dos días para el 25N y los actos ya se agolpaban en la memoria de mi modesto aparato.

El sábado por la tarde, cuando un manto frío de humedad vestía las duras calles, salíamos con las compañeras de la asamblea 8 de marzo de mi ciudad, Leganés, a recorrer el centro. Antes de esto en una modesta plaza una asociación vecinal colocaba lazos morados por las víctimas de la violencia machista. No éramos muchas, el tiempo estaba en nuestra contra, pero nuestras proclamas retumbaban en los muros de esta ciudad dormitorio. Gritábamos “Sola, borracha, quiero llegar a casa”, cuando una vecina que paseaba por la zona se dirigió a nosotras, pulgar hacia arriba, y con un “Yo estoy con vosotras y no con Vox”, recargó nuestras pilas para acabar el recorrido.

Y sí, sabemos que intentarán arrancar uno a uno todos los carteles, quemar todas las mariposas, apagar todas las antorchas. Querrán silenciar nuestra voz, apagar nuestros gritos, arrebatarnos la memoria. Pero nosotras seguiremos en pie multiplicadas en cada esquina, en cada calle, en cada plaza. Haremos que nuestros pasos retumben en cada una de sus intervenciones, en cada uno de sus bloqueos, en cada uno de sus desprecios. Hasta que ninguna mujer sea asesinada por ser mujer, aquí nos tendrán, de frente.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Música
Vivir Quintana “Desde la alegría resignificamos la tristeza y la violencia que nos ha estado machacando”
La artista mexicana se encuentra en Madrid, donde marchó junto a miles en la manifestación del sábado 8 de marzo por la mañana. El martes 11 ofrece un concierto en la Sala Villanos presentando canciones de un álbum que estrena en abril.
República del Sudán
Belkis Wille “En Sudán hay milicias practicando violaciones a gran escala contra mujeres y niñas”
Belkis Wille, investigadora de Human Rights Watch, denuncia los abusos de grupos armados como las Fuerzas de Apoyo Rápido en el conflicto sudanés, donde se registran crímenes tanto de esclavitud sexual como de sometimiento mediante violaciones.
Opinión
Opinión De Errejón a Monedero: reflexiones sobre el ciclo del desasosiego
¿Qué pasa cuando quien abusa ha sido o es tu compañero de filas, tu colega, alguien que se consideraba feminista, y no una caricatura facha o un incel de manual? ¿Cómo manejamos la complejidad?
#43663
25/11/2019 21:49

Ni las hembritsas como vosotras acabaréis con el hombre, aunque sea vuestro deseo.
NUNCA, yo los adoro y vosotras los odiáis

6
3
#43670
25/11/2019 23:46

¡Señora, qué si quiere bolsa!

3
5
#43672
26/11/2019 8:35

Esta equivocada cariño, no soy una señora

4
2
#43749
27/11/2019 11:16

Claro, eres un bot voxeneta.

0
3
#43755
27/11/2019 13:14

Tu insulto y la de las como tú me importan tanto como el kg de rábanos en un mercado

3
1
#43805
28/11/2019 11:53

Quiere una bolsa para los rábanos?

0
2
Crisis climática
Informe de la OMM El nivel del mar se disparó en un 2024 que contabilizó el mayor número de desplazados climáticos en 16 años
El balance climático de 2024 de la Organización Meteorológica Mundial resalta datos preocupantes en indicadores clave de la crisis climática y confirma que el pasado fue el año más cálido jamás registrado.
Activismos
Movementos sociais Guerra xeopolítica e loitas sociais: un ciclo de conferencias aborda en Vigo as raíces dun mundo en crise
Poñentes como Xosé Manuel Beiras, Miguel Urbán, Queralt Castillo ou Aurora Moreno abordarán algunhas das cuestións clave para analizar o presente e argallar ideas para o futuro nunhas xornadas organizadas polo grupo de activistas Ecoar.
Crisis climática
Informe España experimentó 28 días de temperaturas por encima de la media en invierno por el cambio climático
València experimentó el mayor número de días por encima de la media (33) y Barcelona vivió la mayor intensidad de la anomalía: 1,4ºC sobre el promedio. Casi 394 millones de personas por todo el mundo sufrieron 30 días o más inusualmente cálidos.

Últimas

Más noticias
Arte
Arte y memoria histórica Un artista renuncia a un premio de la Academia de Bellas Artes Canaria por su defensa del monumento a Franco
Acaymo S. Cuesta argumenta que la posición de la Academia con respecto al ‘Monumento al Caudillo’ de Juan de Ávalos es contraria a los principios democráticos que defiende y no recogerá el galardón.
Análisis
Análisis La hipérbole pasa factura a Vox y deja la mayoría absoluta en manos de Sumar y Podemos
La caída de dos puntos de Vox muestra cómo la izquierda y el PSOE podrían seguir teniendo una oportunidad de evitar un Ejecutivo del Partido Popular con la ultraderecha.
València
Racismo El Aita Mari se querella contra Vox Borriana y un diputado ultra por llamarles “barco negrero”
Un edil de Borriana y diputado autonómico ultra les acusó de ser “barco de negreros” y “cooperador necesario de las mafias de tráfico de personas”. El partido difundió estas declaraciones.

Recomendadas

Medio ambiente
Medio ambiente A Xunta desoe a oposición social e dá luz verde ambiental á celulosa de Altri e Greenalia
O informe da administración galega, gobernada polo PP de Alfonso Rueda, conclúe que a proposta é “ambientalmente viable” e pasa por alto as decenas de miles de alegacións presentadas, así como a contestación social.
Costas
Costa A ría de Arousa, ao bordo do colapso ecosistémico
A principal produtora de marisco de Galiza afronta unha crise sen precedentes; o impacto da contaminación actual e a de potenciais industrias como Altri ou a reapertura da mina de Touro poñen en perigo o sector do mar.
Medio ambiente
Medio ambiente Miles de persoas enchen as prazas galegas contra o ‘si’ ambiental da Xunta a Altri
A Plataforma Ulloa Viva logrou mobilizar decenas de concentracións nos concellos da conca do río Ulla e máis alá para protestar contra a Declaración de Impacto Ambiental aprobada polo Goberno de Alfonso Rueda para a celulosa.
Cine
Vicente Monroy “El capitalismo es un ejercicio de destrucción de la curiosidad”
En su nuevo ensayo, Vicente Monroy convierte la penumbra de las salas de cine en protagonista, tejiendo un relato fascinante que une sus dos grandes pasiones: el cine y la arquitectura.