Migración
Saberes migrantes para curar una ciudad rota

Apelando a la hospitalidad y el encuentro, el proyecto Un botiquín para mi ciudad reúne a vecinos de aquí y allá para sanar las heridas de una ciudad atravesada por la desigualdad.
Gri gri botiquin
La Comisión social del proyecto: formada por Aboubacar, Ibrahima, Ivana, Milena, Pablo, Babacar, Fodie, Max y Samba. Foto: Oscar Parasiego
12 jun 2021 08:15

La cita es a las 18 en el Reina Sofia. Contará con la presencia de la filósofa Marina Garcés y la activista vecinal, Pepa Torres. Y tendrá forma de picnic: un lugar de encuentro en el que socializar el resultado de un proyecto por el que ha pasado medio centenar de personas, vecinas de aquí y de allá que han pensado juntas qué le falta a la ciudad de Madrid para ser un territorio más habitable, qué remedios necesitaría para ir sanando de sus brechas y hostilidades.

La iniciativa Un Botiquín para la ciudad, consta de “talleres donde estamos recogiendo apaños y ungüentos para curar la ciudad de Madrid, porque entendemos que la ciudad de Madrid está muy rota, tiene muchas heridas abiertas. Son amuletos y recursos en especial para la gente que viene de afuera, gente migrante, que no es tomada en consideración”. Susana Moliner, de Grigri Projets, resume en estas palabras como de andar por casa, en qué consiste la apuesta.

El botiquín “es una forma de generar unos mínimos, unos básicos para poder hacer habitable la ciudad, y esos básicos se traducen en unos mapas en los que hemos marcado los sitios que duelen en la ciudad, los sitios que curan”

Un camino en el que han ido de la mano de SERCADE, espacio de acogida de personas migrantes, que viven en la extraña situación de atravesar el encuentro con la ciudad, sus límites y exclusiones, desde pleno Paseo del Arte, en una zona que expulsa vecinos y llama a grandes inversores y miles de turistas. Pero también se han aliado con las instituciones de arte vecinas, como el Fablab de Medialab Prado, el Reina Sofía y el museo Thyssen, espacios muchas veces ajenos e incluso hostiles a las personas migrantes, percibidos como espacios de exclusión, y que, a través del proyecto, se busca permear, abrir huecos para entrar y apropiárselos como vecinos.

Pero qué invento extraño es esto del botiquín, “es una forma de generar unos mínimos, unos básicos para poder hacer habitable la ciudad, y esos básicos se traducen en unos mapas en los que hemos marcado los sitios que duelen en la ciudad, los sitios que curan, hemos recogido frases amuleto para poder animar a la gente que llega de que tiene que seguir adelante”, una simbología propia que acuda al rescate ante las derivas que la ciudad propicia. Mapas, banderas, cánticos, creados desde la vivencia de la urbe.

Adam es una de las personas que, junto a otras personas migrantes, sobre todo subsaharianas, y otras vecinas de la zona, ha participado de este espacio de reflexión. No es la primera vez que se sienta con otras y otros para compartir saberes y explorar la idea de hospitalidad, o debatir sobre la construcción de futuros compartidos. Proveniente de Chad, tras casi tres años en la ciudad, cuenta cómo una de las experiencias más ricas en el marco de estas conversaciones ha sido poder escuchar a artistas y pensadores africanos: “se invitaron artistas de África, de Marruecos, Niger, Burkina Faso, Mozambique, un poco de todos lados. Personas provenientes de realidades muy diversas”.

En esta ocasión lo que se persigue es “ver donde está herida la ciudad”, cuenta Adam “pensar en otras formas de cuidarla a través del encuentro, de pensar juntos. El botiquín es para curar dónde está dañada, cuidarla por ejemplo de la contaminación, pero también de la falta de confianza hacia las otras personas”. Una confianza que para este joven se construye a través del encuentro, de compartir en el barrio. 

“Lo importante no es de dónde vienes sino dónde estás”

Pero los espacios de encuentro faltan, también el tiempo para estar con otros. “Creo que no es un problema de las personas migrantes, que la falta de estos espacios es un problema para toda la ciudad. La falta de confianza, de posibilidades de encuentro, afecta también a la gente de aquí. En Chad la gente te acoge, te presenta a su familia. “Esta es tu casa”, te dice. Se confía muy rápido, hay otra forma de hospitalidad”.

La hospitalidad entendida como algo más que dar de comer, de ser buen samaritano, algo necesario, comenta Moliner, pero limitado, “creemos que el encuentro y el poder ser vecinas y el poder generar esta conversación no con la persona migrante o racializada, sino con Omar, Mohamed, Jannick o Adama, con historias y caminos concretos, hace que nuestra forma de vivir la ciudad se amplifique, que se transforme y genere cambios también en nuestra manera de vernos”.

“Creo que no es un problema de las personas migrantes, que la falta de estos espacios compartidos es un problema para toda la ciudad. La falta de confianza, de posibilidades de encuentro, afecta también a la gente de aquí”

Se trata de politizar la hospitalidad, “no solamente abrimos la puerta, sino que una vez entra la persona ponemos en común cómo gobernamos, a qué damos importancia, generamos esa conversación, un diálogo que pone en crisis muchas cosas”, crisis que para Moliner es necesaria “en este momento en el que estamos en una situación de impasse, bloqueados”.

Para las personas que han participado en esta reflexión “lo importante son las ganas de estar juntas y de poder reencantar esta ciudad que está tan rota. Este botiquín se queda como algo físico y concreto que pueda luego servir para generar dinámicas para pensar sobre la acogida y sobre cómo poder dar lugar a cualquiera que viene a la ciudad. Festejar el hecho de estar juntas desde la diversidad e independientemente del origen de cada cual, porque lo importante no es de dónde vienea, sino dónde estás”, concluye Moliner.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Ayuntamiento de Madrid
Terrazas en Madrid Nuevo revés a Almeida y su Ordenanza de Terrazas: el Supremo no revisará la sentencia que la anulaba
El Alto Tribunal confirma la anulación de la Ordenanza de Terrazas (2022) del Ayuntamiento de Madrid, sentenciada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. La ciudadanía reclama una ordenanza acordada con las asociaciones vecinales.
Granada
Urbanismo 146.574 m² de solares vacíos en Granada por disfrutar
“¿Y si estos espacios no estuvieran esperando al próximo gran inversor? ¿Y si ya fueran nuestros?”. Esta y otras reflexiones sobre la especulación inmobiliaria, en un proyecto artístico exhibido en el Centro José Guerrero.
Derecho a la ciudad
Opinión Celebrando (que nos perdonen) la vida
Las “Tres Mil Viviendas”, ese wild west patrio, son otra vez protagonistas. Tras un tiroteo entre malhechores el sheriff quiere demoler sus guaridas.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El PSOE se mira en el espejo de Canadá
La irrupción de un enemigo exterior poderoso como Trump ha provocado un giro rotundo en las elecciones del país norteamericano, catapultando a los progresistas tras estar al borde de una dura derrota.
Economía social y solidaria
Cooperativismo Economías tejidas por mujeres: feminismo y cooperativismo en Madrid, una genealogía por contar
La Economía Social y Solidaria feminista no ofrece fórmulas mágicas, pero sí un horizonte: uno donde lo productivo y lo reproductivo, lo económico y lo afectivo, dejen de estar enfrentados.

Últimas

Energía
Energía La organización colectiva, el verdadero kit de supervivencia en tiempos de emergencia y caos
Decenas de centros sociales, cooperativas y grupos autogestionados de vecinos en todo Madrid hicieron frente a los embates del parón eléctrico a través de improvisadas iniciativas comunitarias.
La vida y ya
La vida y ya Unas horas sin luz
Edu, un amigo que es conserje en un colegio público, me escribe para contarme que quienes más se angustiaron fueron las familias más vulnerables.
Más noticias
Maternidad
Maternidades Maternar sola, precaria y sin que se note
Actualmente, asistimos a un nuevo modelo de súper madre que es la monomarental, precaria, activista feminista, que hace malabares para que sus criaturas no se enteren de las patrañas que nos rodean sin perder de vista la crianza respetuosa
Argentina
Argentina Argentina encadena su destino al FMI por las próximas generaciones
A corto plazo, el nuevo acuerdo permitirá equilibrar el balance de pagos, pero a costa de que la economía se incline hacia la recesión
Málaga
Lucha por el agua Victoria parcial para la Mesa del Agua
Tras meses de lucha ciudadana, el equipo técnico de la Junta de Andalucía rechaza la concesión de agua al proyecto Transcendence sobre El Llano de Matagallar (Málaga)
Alimentación
Soberanía Alimentaria ¿Cómo hacer más accesible la alimentación sostenible a población en vulnerabilidad?
Existen proyectos en España que están intentado informar, sensibilizar y mostrar buenas prácticas en alimentación sostenible a personas en situación de inseguridad alimentaria, en los barrios o desde la infancia.

Recomendadas

Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Galicia
Galicia Vigo, A Coruña e Ourense mercaron material policial a Israel por medio millón de euros en só catro anos
O alcalde ourensán, Gonzalo P. Jácome, adxudicou un contrato por 70.000 euros días despois do sete de outubro. Abel Caballero asinou outro de máis de 200.000 euros e a alcaldesa da Coruña seguiu a estela cun contrato de 170.000 euros.