Personas refugiadas
“Cuando las cámaras se apagan, empieza la oscuridad para los refugiados”

Hablamos con el padre de Osman, el niño afgano con parálisis cerebral que llegó al hospital de La Fe (València) desde Grecia tras un clamor popular, en 2016, envuelto en una nube de flashes y que hoy sigue necesitado de ayudas.

Osman, niño afgano refugiado
Osman sufre una parálisis cerebral y llegó a València desde Grecia, país al que llegó con su familia desde Afganistán. El Salto País Valencià

Un clamor popular plasmado en más de 160.000 firmas en change.org y el impulso de organizaciones como Bomberos en Acción trajeron a Osman y a su familia a España en mayo de 2016. Ríos de tinta en periódicos, webs y muchos minutos en televisión y radio recrearon la historia de este pequeño con parálisis cerebral que era traslado a España con el beneplácito del Gobierno para ser tratado en el hospital de La Fe de València.

Osman, sus padres y sus dos hermanos habían abandonado su Afganistán natal, ante la violencia generada por el gobierno taliban, emprendiendo una dura ruta llena de imprevistos. De Afganistán a Irán, de Irán a Turquía y de Turquía a Grecia, en una pequeña lancha hinchable que se hundió en medio del mar con 50 personas dentro.

De Afganistán a Irán, de Irán a Turquía y de Turquía a Grecia, en una pequeña lancha hinchable que se hundió en medio del mar con 50 personas dentro

Mientras Osman fue rescatado por un barco, el resto de la familia tuvo que batirse en duelo con el mar. Cuenta Ata, el padre de Osman, que nadaron tres horas hasta la costa, cada uno con un hijo bajo el brazo. Cuando llegaron a Grecia se reencontraron con su tercer hijo en el campo de refugiados de Idomeni. Bomberos en Acción emplearon todas sus fuerzas para denunciar el estado del pequeño que podría conseguir en España una considerable recuperación.

Al final lo consiguieron y Osman entraba en España entre ruedas de prensa y medallas colgadas del pecho del entonces ministro de Exteriores José Manuel García-Margallo. Hoy, cuando han pasado “dos años y veinte días”-como puntualiza Ata- pocos se acuerdan de su historia y su situación es crítica.

“Estamos mal, muy mal. Ninguna ayuda ya. No teníamos ni tarjetas de transporte. Yo he montado un negocio y hemos tenido problemas para conseguir la licencia. Tuve que vender mi casa en Afganistán para seguir adelante, pero el banco no me deja sacar el dinero. Lo tiene bloqueado. Dice que es dinero negro. Yo tengo todos los papeles de la venta de mi casa. No lo entiendo”, cuenta Ata en un escueto castellano, mientras atiende su negocio en Valencia.

Yo he montado un negocio y hemos tenido problemas para conseguir la licencia. Tuve que vender mi casa en Afganistán para seguir adelante, pero el banco no me deja sacar el dinero

A la familia de Osman les concedieron la protección internacional con la figura del asilo. Los primeros seis meses los pasaron en un centro. Es lo que se conoce como estadío uno del refugiado, durante el cual reciben clases de español y formación para conseguir su autonomía. Luego pasaron a la fase dos, donde los refugiados reciben una ayuda de 260 euros mensuales para alquiler y 200 euros para alimentación. Luego llega el estadío tres, donde ya no reciben nada.

Esta familia afgana consiguió alquilar un piso con mucho esfuerzo y Ata montó un pequeño negocio, envuelto en una maraña burocrática para solicitar una licencia. Mientras, espera que sus ahorros lleguen desde Afganistán. El Banco Caixa Popular tiene bloqueado el dinero porque es un país en conflicto y la normativa SEPBLAC (Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales) no permite que llegue.

Durante la entrevista, Ata rebusca la escritura de compraventa del inmueble certificada por la Embajada de Afganistán. La encuentra, pero de nada vale. Ata se siente solo y desamparado. Su hijo ya no ocupa portadas, pero Osman sigue sufriendo parálisis cerebral y su padre batalla para sacar adelante a la familia.

Su hijo ya no ocupa portadas, pero Osman sigue sufriendo parálisis cerebral y su padre batalla para sacar adelante a la familia

“Ante la curiosidad mediática que ha despertado el barco Aquarius, desde Vàlencia és Refugi hemos buscado un caso similar para que la gente conozca qué pasa con estas personas cuando se apagan los focos”, explica Ana Isabel Martínez, presidenta de esta pequeña entidad que se dedica a ayuda a los refugiados en esta ciudad. “Exigimos un seguimiento para este tipo de casos y queremos mostrar las carencias del sistema de asilo”, denuncia.

“El caso de la familia de Osman nos llegó hace poco. Nos dijeron que había una familia afgana que lo estaba pasando muy mal. Cuando entré a la casa me encontré con Osman. Después de que se acabaran las ayudas iniciales, no tenían prácticamente ninguna ayuda gestionada, ni siquiera el informe de discapacidad del niño”, explica Martínez, quien confiesa que sintió una indignación muy grande porque “pensaba que los refugiados que tenían un foco mediático eran privilegiados, pero me di cuenta de que no”.

“No tenían ni tarjetas de transporte. Cada vez que la familia tenía que desplazarse para ir al hospital, Ata pagaba mucho”, ejemplifica la presidenta de la organización para señalar la situación de abandono en la que se encontraban. Desde esta organización están muy preocupados por la madre de Osman. “No sabe español, lleva dos años encerrada en casa cuidando de sus hijos. No ha podido ir a cursos de formación. Nadie les ha facilitado atención para los niños. Una voluntaria está yendo los martes para que la mamá pueda aprender castellano y nosotros vamos a hacer de canguros para que esa mamá salga de casa”, explica.

Familia Osman
Osman sufre parálisis cerebral, es afgano y vino refugiado desde Grecia a València en 2016 El Salto País Valencià

Esta familia ha encontrado a una red de personas que están supliendo las carencias institucionales. “Osman tiene una silla especial, el autobús del cole le dejaba super lejos. Con una llamada telefónica hemos conseguido que le dejen cerca de casa. Empiezan a tener cosas ahora porque un grupo de amigos nos hemos juntados a ayudarles. Lo vamos a seguir haciendo y vamos a seguir denunciando la situación”, asegura Martínez. Mientras, Ata insiste en que no quiere vivir de ayudas. “Yo solo quiero ayuda para Osman, para conseguir mi licencia y para recuperar mi dinero”, repite.

Un sistema poco flexible

Martínez asegura que muchos demandantes de asilo no tienen derecho ni siquiera a acceder a las primeras ayudas. “Hay gente bajo protección internacional que son excluidos del sistema de ayuda. Hemos encontrado solicitantes de asilo durmiendo en la calle. En mi casa tengo un refugiado de dos años al que no le han ofrecido ninguna alternativa. Su mamá y él viven en mi casa porque la única alternativa que les daban era irse a un albergue”, explica.

Jaume Durà, coordinador de CEAR en Valencia cuenta que el sistema de asilo es “un sistema encorsetado”. Las personas que llevan un tiempo ya en España cuando solicitan el asilo no pueden acceder a los dispositivos de acogida. “Es un sistema demasiado rígido, debería ser más flexible”, asegura. Durà explica que conseguir el estatuto de refugiado implica obtener un permiso de trabajo y residencia en España durante cinco años.

“Tienen un tope de 24 meses en el que tienen que hacer un itinerario de formación”, añade. “Para las personas más vulnerables, esto no es suficiente

“Mientras dura el procedimiento, tendrían ciertas ayudas económicas, bastante mínimas. Es un proceso en el que vamos acompañando a las personas hasta que puedan valerse por ellas mismas. Tienen un tope de 24 meses en el que tienen que hacer un itinerario de formación” añade. “Para las personas más vulnerables, esto no es suficiente”, señala.

Por otro lado, las organizaciones denuncian que el sistema está “colapsado” y destacan las dificultades para acogerse a las ayudas de emergencia. Desde CEAR aseguran que las 8500 plazas que hay en todo el estado están todas ocupadas, con lista de espera. Cuentan también que hay más de 42.000 solicitudes de asilo pendientes de resolver. “Los procedimientos de asilo tardan un año y el año pasado se denegaron más del 65% de las solicitudes, 2 de cada 3”, asegura el coordinador.

Cuando todas las ayudas estatales se agotan, las organizaciones CEAR, Accem y Cruz Roja, junto con el ayuntamiento de Valencia, gestionan el programa ‘La Nostra Ciutat el Teu Refugi’ enfocado a impulsar y reforzar el trabajo de acogida. “Con este proyecto se dan ayudas puntuales. Aparte de ser un proyecto de sensibilización, ayudamos en la búsqueda de vivienda o en las gestiones con los bancos para abrir una cuenta”, describe Durà, quien explica que prestan ayuda a la familia de Osman a través de este programa.

El fin de la solidaridad

Mientras tanto, los 629 inmigrantes del Aquarius esperan que se resuelva su situación, caso por caso. En estos momentos Francia está valorando qué personas serán trasladadas al país galo. El resto deberá pedir asilo en España. “Nosotros entendemos que tendrían que haber dado algún tipo de protección desde el principio pero no se ha hecho así, se les hadado una autorización de 45 días para que formalicen la solicitud”, cuenta el coordinador de Cear.

Las instituciones decidirán si se les concede el derecho de asilo o si formarán parte de ese alto porcentaje de solicitudes desechadas. Y todo se hará cuando ya las cámaras estén apuntando a otro lado. Los refugiados dejarán de ser noticia y entonces “se termina la solidaridad mediática y muchos de los ofrecimientos que llegan. Llamas a las puertas y ya es más difícil encontrar solidaridad, especialmente en el caso de las administraciones. Cuando están los focos delante parece que vas a tener más ayudas, pero después resulta que no son tantas. Entendemos que las administraciones pueden hacer mucho más en materias como vivienda o empleo”, denuncia Durà.

“El viaje de un refugiado no acaba cuando llegan, es entonces cuando empieza su tramo más complicado. Después de sobrevivir a una pesadilla, cuando llegan aquí se encuentran con una situación que es desastrosa”, cuenta Ana Isabel Martínez de Vàlencia és Refugi. “Veo llorar a Ata todos los días. Cuando las cámaras se apagan, empieza la oscuridad para los refugiados”, sentencia.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Fronteras
Fronteras Cientos de personas refugiadas, incluidas menores, duermen al raso en la isla griega de Rodas
Organizaciones humanitarias denuncian que unas 350 personas refugiadas, algunas de ellas procedentes de Líbano, están durmiendo a la intemperie sin comida, sin agua, sin baños y sufriendo la violencia de las fuerzas de seguridad en Rodas.
Fronteras
Fronteras Atrapados en Albania
La apertura de los centros de detención italianos en Albania ha puesto el foco en la pequeña ciudad costera de Shengjin, donde estas cárceles para migrantes encerrarán a cientos de personas mientras sus peticiones de asilo se procesan.
Sáhara Occidental
Sahara Occidental Interior deporta a la mitad de los saharauis retenidos en Barajas y prevé expulsar al resto en próximos días
Después de más de un mes esperando en situación extrema la resolución de su solicitud de asilo, 16 saharauis han sido deportados a última hora del pasado jueves y devueltos a Marruecos. Dos de ellos están detenidos.
#60612
14/5/2020 20:55

Estoy hastiada, de los q se creen q el mundo es suyo y de los q se piensan q el ser humano es intrinsicamente noble y con buenas intenciones.
Ninguno se centra en lo importante...
La justicia m
no persigue ni condena a las multinacionales, bancos, empleadores y gobernantes q fomentan y permiten el desempleo, la miseria, la explotacion, las guerras, las huidas en masa de millones de personas.

Estoy hasta las narices delas religiones y costumbres q favorecen la desigualdad entre mujeres y hombres, en el grupo LGTBI, fomentan la discordia entre pueblos y el decontrol de natalidad, reproduciendose i discriminadamente y en las peores situaciones.

Asqueada, de los q quieren derechos y niguna obligacion, de los que se apropian de lo ajeno, de los q explotan y de los q permiten todas las desgracias, solo hablan y continuan sirviendo a los ricos o vi iendo en su burbuja

1
0
#19513
28/6/2018 22:20

De donde sacamos la pasta para mantener a todos los que vienen?...yo desde luego no estoy dispuesta a no cobrar una jubilación digna por tener que mantener a todas las personas que quieren venir a España a vivir de ayudas sociales...esto es insostenible....esto es una invasión y lo pagaremos muy caro....

1
2
#19676
2/7/2018 10:15

Tu no vas a recibir una pensión digna porque votarás a ciudadanos, pp, vo o la falange y te las quitaran de todas todas, racista de mierda

0
1
#61101
19/5/2020 16:42

Evidentemente no se puede acoger a todos, ya q las llegadas no se reparten, son muchos los q llegan sin nada y el capitalismo sigue al frente.
Tampoco se condenan a los causantes de la huida de sus paises de origen.
Pensar q todos domos nobles, bien i tevionafos, con derecho a la circulacion sin control alguno es de ser no noble ni solidario, sino ingenuo, insensato e irresponsable.
La solidaridad es ina responsabilidad, q si no se hace eficazmente, habra mas necesidad en los paises de acogida, q vidas resultas.
A base de cama y pan temporal, no se ayuda.
Se necesitan empleo estable, papeles y viviendas al llegar, si no fomentas, la economia sumergida, la marginalidad, la explotacion, las mafias, la mendicidad, la delincuencia, el incivismo, las okupaciones, los asaltos a viviendas y negocios...
Un desastre absoluto

Hay q ayudar, pero ser con papeles, empleo y vivienda, pero ser cautos y no ingenuos, pq el humano indistintamente de su posicion socoeconomica y origen, puede ser noble, loco, malvado, resabiado...
Solo dale poder y dinero al codicioso y se comportara como sus opresores.

Pero si no se condenan a las multinacionales, no habra nada q hacer. Pq estas elites son las q mandan, el capitalismo su forma de vida, es la impuesta...
Quien puede plantarles cara y derrocarlas, para evitar las guerras, hambruna y desempleo?

0
0
#19489
28/6/2018 10:39

Por la noche sale Marlaska, el torturador.

1
1
Opinión
Opinión Non sempre ter moitas luces é sinónimo de intelixencia
Que impacto ecolóxico e social produce a iluminación do Nadal de Vigo? A cidade sofre máis aló da masificación, o caos de tráfico, as molestias á veciñanza, o malgasto ou os recortes en orzamentos de emerxencia social.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto como el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Más noticias
Pontevedra
Ecoloxismo Unha investigación revela alta contaminación por nitratos en augas superficiais da comarca do Deza
Os resultados da análise de Ecoloxistas en Acción, con máis de 80 puntos de mostraxe, reflicten concentracións xeneralizadas e moi altas de NO3. Só o 19% das augas superficiais analizadas están “fóra de toda sospeita”.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el estado español.
Comunidad de Madrid
Violencias machistas Huelga en la red de atención a la violencia de género de la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid el próximo 25N
Las trabajadoras de ambas redes se unen para reivindicar mejoras laborales y de atención a las mujeres víctimas en un paro de 24 horas. “Te sientes impotentes porque no puedes ayudar como deberías”, explican.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Opinión
Opinión La eclosión del autoritarismo reaccionario y otras nueve tesis sobre la victoria de Trump
La victoria del candidato republicano nos ha demostrado que estamos en una nueva era: la del neoliberalismo autoritario, en donde el camino del mal menor propuesto por los Demócratas ha sido la fórmula más rápida para llegar al mal mayor.

Recomendadas

Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Redes sociales
Redes sociales Bluesky, la red social donde se libra la batalla por el futuro de internet
Ni es descentralizada ni está fuera de la influencia de los ‘criptobros’ que han aupado a Trump a la Casa Blanca, pero ofrece funcionalidades útiles para recuperar el interés por participar en redes sociales.