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Coronavirus
Residuos y covid-19: cuando la basura duerme bajo el hospital
Bolsas con ropa de habitaciones de pacientes con coronavirus y bidones de material contaminado duermen en los sótanos del hospital Clínic de Valencia, según denuncian fuentes sindicales. En Madrid, tras la lucha sindical, la acumulación de residuos en el Gregorio Marañón o en el Doce de Octubre comienza a solventarse.
Los sótanos del hospital Clínic de Valéncia son un lugar muy transitado por el personal sanitario “para ir a los vestuarios, para ir a firmar papeles, para acudir a las resonancias”. Hoy, esos paseos, se están convirtiendo en peligrosos. Montañas de basura amontonada en bolsas y bidones de residuos descansan “por las rampas, en cada esquina,en todas partes”, en un lugar sin ningún tipo de ventilación según denuncia Marga Marco, delegada de CGT de limpieza en este hospital.
“El personal circula pegado a los cubos” incide Marco mientras describe que hay todo tipo de residuos, desde ropa y sábanas de habitaciones de pacientes con coronavirus acumuladas en bolsas hasta material contaminado en bidones. “Hay residuos covid y no covid. Hay de todo. La empresa que lo gestiona —Consenur, del grupo Stericycle— no da para más; se van llevando los que están delante y van dejando los de detrás. Hay materiales que llevan ahí al menos un mes”, asegura la representante sindical.
Desde CGT alertan de que “ se está incumpliendo la normativa vigente sobre residuos contaminantes” y aseguran que la empresa concesionaria para realizar la gestión de los residuos alega que no dispone de sitio para almacenarlos o destruirlos. Además, señalan que la entidad encargada de la retirada de la ropa sucia, el grupo Amiab Lavandería Industrial, “no suministra los carros suficientes para poder proceder a la retirada de la ropa sucia, lo que supone un riesgo alto de contraer el virus”.
“La legislación establece un margen de estancia de los residuos en función de su clase de entre 24 a 72 horas, pero es que estos llevan ya un mes”
Según la normativa vigente en la generalitat valenciana, los residuos sanitarios infecciosos, que son considerados de clase III, deben de ser trasladados para proceder a su incineración o a la desinfección térmica previa a su eliminación como residuos urbanos. “La gestión de los residuos extracentro lo lleva la empresa privada que es la que se encarga de eliminar los residuos y cuál ha sido nuestra sorpresa cuando las delegadas de prevención de esa compañía se han puesto en contacto con nosotras para denunciar el almacenamiento excesivo e indebido que se está produciendo en diferentes ubicaciones de ese hospital. En todos los sótanos hay residuos”, explica María Ángeles Gómez, responsable de Salud Laboral de la Federación de Sanidad de CCOO País Vàlencia.
Gómez asegura que, tras hacer un recorrido por las instalaciones, lo han puesto en conocimiento de la generalitat y del gerente del departamento de salud del Clínic. “Es el primer responsable de que los residuos tengan un tratamiento ajustado a la norma”, asegura mientras añade que las trabajadoras que se han puesto en contacto con CCOO no habrían obtenido respuesta por parte de la empresa concesionaria y han decidido ponerse en contacto con la delegación sindical. “Es un riesgo para el personal por la exposición a estos residuos, tanto de los que recogen como de los que trabajan en el hospital”, añade Gómez.
“Desde el comité de seguridad y salud tienen que averiguar por qué se ha producido ese exceso de acumulación de residuos en las diferentes dependencias y cuáles son las causas” alerta la representante de CCOO, quien apunta que la legislación establece un margen de estancia de los residuos en función de su clase de “24 a 72 horas”, “pero es que estos llevan ya un mes”.
42.000 BIDONES EN EL DOCE DE OCTUBRE DE MADRID
En Madrid durante el pasado mes de octubre la lucha sindical visibilizó un problema similar que se estaba multiplicando en hospitales como el Doce de Octubre, el Gregorio Marañón, el Hospital de Getafe, el de Móstoles, La Princesa o en el Virgen de la Torre. Hasta 4.200 bidones llegaron a descansar en un patio del Doce de Octubre, según denuncia CCOO. Estas acumulaciones, consideradas “bombas biológicas”, hacían montañas en zonas exteriores a la intemperie y sin señalizar, así como en antiguos mortuorios o en plantas subterráneas.
Ayuso pone en peligro la salud de la ciudadanía madrileña. Mientras se entretiene jugando a la oposición al Gobierno central deja que los residuos sanitarios se acumulen en hospitales como el Gregorio Marañón, en #Madrid @CCOOSanidadMad @carmenmanche #COVID19 pic.twitter.com/VtNSydB53X
— CCOO de Madrid #ActuarEsEsencial (@CCOOMadrid) October 10, 2020
Algunos centros debían usar varias plantas para acopiar el material de desecho. Así, el sindicato MATS denunciaba en redes la existencia de residuos en la planta -2 del hospital de la Princesa “junto al personal de mantenimiento y de limpieza, almacenes y farmacia y camas pendientes de reparar que después usarán pacientes” que llegaban ya hasta la planta -3 “en un recinto con nula ventilación”.
Según la legislación autonómica, los centros están obligados a la retirada de estos residuos en 72 horas. Pero eso no se estaba cumpliendo, tal y como denunciaban los trabajadores. La empresa concesionaria, también Consenur, quien obtuvo la gestión de este servicio por un importe de 112.103 euros tal y como informa UGT, alegaba carecer de capacidad para hacerse cargo.
“La prevención de riesgos laborales consiste en aplicar el sentido común. Debes adelantarte. No previeron que podría haber otro pico. Ahora mismo está controlado pero todo el mundo está pendiente de una posible tercera ola”
“Durante la primera ola no se dio abasto con la gestión de estos residuos, que deben de ir en un contenedor rígido y a incineración. Los contenedores comenzaron a escasear y empezaron a modificar el procedimiento utilizando triple bolsa y cajas de cartón” explica Rosa Muelas, secretaria de Salud Laboral de la Federación de Sanidad de CCOO Madrid. “Durante la segunda ola, antes del repunte, no se barajó ampliar la capacidad de respuesta y la empresa se vio sobrepasada”, explica.
Así, los trabajadores comenzaron a alerta y hacían llegar “imágenes dantescas” de torres de contenedores con el pictograma de peligroso reposando en los patios, en pasillos. “La prevención de riesgos laborales consiste en aplicar el sentido común. Debes adelantarte. No previeron que podría haber otro pico. Ahora mismo está controlado pero todo el mundo está pendiente de una posible tercera ola”, explica Muelas.
Tras dos denuncias ante inspección de trabajo, por la situación del Gregorio Marañón y del Doce de Octubre, la representante de CCOO confirma que la situación ha mejorado. “En Madrid el pico no ha seguido escalando, se han puesto las pilas y ahora mismo ya no existe la acumulación de residuos. Se están retirando. Esperamos que no haya una tercera ola pero si la hay que tengan ya establecidos los procedimientos. Avisados están. Las propuestas están encima de la mesa”, concluye.