Defensa Arboles  - 9
Protesta el pasado 18 de febrero junto a la aboleda sentenciada por las obras de la Línea 11 del Metro en Madrid Río. Manuel del Valle

Ecologismo
La tala del trasplante, o cómo intentar reírse en la cara de todo el Manzanares

El anuncio por el que la Comunidad de Madrid asegura que frenará la tala de arboles en Madrid Río no plantea novedades al proyecto actual. De hecho, deja claro que las estaciones se construirán en medio de los parques de la Arganzuela y Comillas. No ha cambiado nada, salvo un intento de colar al personal la idea de que ha ganado el movimiento vecinal. Lamentablemente, no ha sido así; aún.

Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @pablorcebo.bsky.social, pablo.rivas@elsaltodiario.com

Vecino del distrito de Arganzuela (Madrid)
21 feb 2023 06:00

Igual son imaginaciones mías, pero creo que a la gente no le gusta que la tomen por imbécil. Diría que es una de las pocas cosas en las que estamos todo el mundo de acuerdo. Y, la verdad, ahora mismo pienso que me están intentando tomar el pelo —y a ti si vives en alguna de las márgenes de ese pequeño río llamado Manzanares o te da por pasear por allí de vez en cuando—. Y no me gusta que me vacilen. De hecho, si pagas impuestos en la Comunidad de Madrid, ahora mismo hay un grupete de gente usando el tiempo que le pagamos para jugar a un juego comunicativo que, por el momento, seguro les está trayendo muchas carcajadas, pero que —quién sabe— se les podría poner en contra políticamente. ¡Que vienen elecciones!

Lo primero, disculpas por el madrileñocentrismo. Somos conscientes de que en la aldea galega más remota a menudo se enteran de la tala de un millar de árboles a pocos kilómetros del Congreso pero aquí no siempre nos enteramos de que allí lo que les plantan son un millar de aerogeneradores, que se cargan bastante más árboles de buen monte. En este diario intentamos no olvidarnos de todas esas cosas, pero somos un medio modesto (cuña publicitaria del mes, cada suscripción es un futuro repor, y aquí los estatutos de la cooperativa no permiten anunciarse ni a Florentino ni al Ibex). 

La cuestión es que aquí está siendo bastante sonado que se van a cargar un millar de árboles —1.027, para ser exactos— por la ampliación de la Línea 11 del Metro. Y se ha liado esta semana. En apenas tres días, vecinos de las orillas rica y pobre del Manzanares se unieron para defender el patrimonio común: sus árboles. En concreto, unos que llevaban ahí desde antes de las faraónicas obras que soterraron la M-30 y bajo los que ya paseaba mi abuelo. Grosso modo, la gente entró en cólera porque de un día para otro vallaron un maravilloso barco pirata, lugar de juegos y delicias de cientos de peques cada tarde, y una aún más maravillosa arboleda de plátanos de sombra y corrió la voz: todo eso se iba a la mierda porque iban a poner una estación de Metro en pleno parque.

Donde pone “trasplantará” debería poner “se intentará trasplantar a pesar de que todo perro pichichi sabe que lo de trasplantar árboles con décadas es una operación que suele acabar en ciao ciao árbol”

Indagando mínimamente, resulta que la boca de metro iba inicialmente a escasos cien metros, pero en la calle, no en pleno parque. El cabreo, obviamente, fue descomunal, y la respuesta, considerable. Sin apenas publicidad ni organización ni tiempo, 2.000 vecinos se plantaron armados de carritos de bebé y bastones para apoyarse y no dudaron en aporrear las vallas de la obra. La Nacional llevó a los caballitos para defenderlas y hasta siete lecheras de antidisturbios para frenar a tan peligrosa turba.

En fin, a la novedad del caso. En la tarde del lunes han ocurrido una serie de acontecimientos que, en cuestión de minutos, han hecho virar el ánimo del personal de la alegría y el triunfalismo a la contrariedad, para acabar directamente en el cabreo. Todo en un ratito.

Resulta que la Comunidad de Madrid sacaba un comunicado diciendo que “paraliza la tala de árboles”. Guau, los que jamás reculan han reculado. Ayuso ha rectificado algo. Ha dado marcha atrás por una protesta vecinal sin decir que era política ni organizada por la oposición. Insólito. Imagínense el subidón en el barrio. Me ha llegado por cuatro grupos de WhatsApp.

En apenas unos minutos, el madrileñocentrismo actuó y esa idea fue reflejada por chorrocientos medios de comunicación —hay que decir que como no hay dios que entienda semejante arboricidio en pleno siglo XXI en una capital europea, la cosa llegó a salir en The Guardian, que no solo es por ser Madrid, que también se lo han buscado—. En fin, triunfalismo vecinal en vena. Lo hemos logrado, gente.

En esencia, aquí no cambia nada. Sí, nada de nada. Frenar temporalmente una tala inminente para colar el proyecto actual como nuevo e intentar desinflar la legítima protesta ciudadana

Bien. Lo siento, pero la verdad es que no. De hecho, ahora mismo está en entredicho que siquiera hayamos logrado algo —disculpas de nuevo, esta vez por la primera persona del plural, pero es que aquí uno es vecino y usuario de esa sombra que tanto necesita este desierto de asfalto hoy bajo amenaza de tala—. 

Primero. Los míseros cuatro párrafos del comunicado lanzado por el equipo de comunicación de la Consejería de Transportes —bravo, chavales, de momento habéis metido un gol por la escuadra— dejan más dudas que certezas. Para empezar, la estación se va a construir en el mismo sitio, no en la calle de al lado, como pedía la gente y como iba a ocurrir inicialmente. Los árboles siguen sentenciados.

Luego, más interesante aún. Si bien los responsables de Transportes dicen que “modificarán el proyecto constructivo” de las obras, en el primer párrafo del comunicado se apunta a que “en las zonas donde haya afectación de arbolado se trasplantará el mayor número de ejemplares posibles”. Aquí, donde pone “afectación de arbolado” debería poner “ciao ciao, amigo árbol”. Y donde pone “trasplantará” debería poner “se intentará trasplantar a pesar de que todo perro pichichi sabe que lo de trasplantar árboles con décadas es una operación que suele acabar en ciao ciao árbol”.

En el Madrid del 2023, tras el verano más caluroso de la historia —ese de la ola de calor de mes y medio— y en una urbe con una isla de calor que suma hasta ocho graditos extra al horror de julio, se van a seguir cargando árboles

A esto hay que añadir que los árboles con troncos de más de 50 cm de diámetro se despiden de la vida según el proyecto, “considerando la dificultad técnica, el coste económico y las garantías de supervivencia que puede mostrar un ejemplar arbóreo adulto frente a un trasplante”. No, eso no está en los cuatro párrafos mágicos del equipo de Comunicación de la Consejería. Oye, que igual todo esto es obra del mismísimo M.A.R., todopoderoso señor comunicativo del equipo ayusiano, especialista en colar cualquier tipo de sandez a la ciudadanía madrileña, y de paso estatal. Libertad y cañas, gente, que no se nos olvide.

Pero volvamos al comunicado, que el equipo de comunicación de Transportes ha salido a jugar. Aquí se marca otro triple: “La Consejería de Transportes e Infraestructura encargará un análisis individualizado de cada árbol”. Eso para minimizar, dicen, el número de trasplantes. Pero, lejos de quedarse la cosa ahí, aquí viene un punto de esos que igual hace fruncir el ceño a quien lea este textito. Resulta que el proyecto actual ya contemplaba trasplantar los árboles. Y —ahora redoble de tambores— también habla de una ficha individualizada para cada árbol.

Olé, olé y olé. Y todos los plumillas escribiendo que Ayuso paraliza la tala (aquí fuimos escuetos y planteamos la duda en la nota, quizá por tardar diez minutos más que la agencia de noticias que nutre a los mass media del Reino patrio). Sí, golazo. Nos lo han colado, porque, en esencia, aquí no cambia nada. Sí, nada de nada. Frenar temporalmente una tala inminente para colar el proyecto actual como nuevo e intentar desinflar la legítima protesta ciudadana. Intentar implantar al personal en la cabeza la idea de que se frena lo de cargarse árboles cuando la cosa sigue igual y lo planteado ya estaba en el proyecto.

En el Madrid del 2023, tras el verano más caluroso de la historia —ese de la ola de calor de mes y medio— y en una urbe con una isla de calor que suma hasta ocho graditos extra al horror de julio, se van a seguir cargando árboles. Lo de la sostenibilidad, el medio ambiente y el cambio climático ya lo dejamos para luego, que aquí entran las constructoras de Florentino y compañía que nos dan de comer (a ellos, entiéndase).

¿De verdad no se pueden hacer estas estaciones donde hay asfalto en vez de cargarse unos pulmones verdes que cada vez son más necesarios?

Así que como nos hemos quedado con cara de gilipollas tras conocer todos los datos reales detrás del comunicado de la “paralización de la tala”, qué menos que decir que no nos gusta que se rían en nuestra cara. Y poner la información sobre la mesa. A ver si por lo menos llega a la gente y se les vuelve un poco en contra (¡elecciones!)

Por cierto, que si esto llega lo suficiente imagino que en vez de desinflarse la protesta vecinal igual se hincha. De hecho, donde el arboricidio va a ser animal es en el barrio Comillas, donde no cuentan con mucha zona verde, dicho sea de paso, y donde dudo que viva algún carguito del PP madrileño. Allí la estación se carga, literalmente, todo un parque. No ha sido tan mediático, pero es aún más bestia: van a a quedar en pie once árboles… de 300. Y es inminente. No tendrán calle para colocar la estación…

Y es que esta idea es la más desesperante. ¿De verdad no se pueden hacer estas estaciones donde hay asfalto en vez de cargarse unos pulmones verdes que cada vez son más necesarios? ¿De verdad? ¿Tan difícil es? Los cuentos técnicos no son muy creíbles. Si se podía antes, ahora también. No nos tomen el pelo.

Un consejo para la mente brillante a la que se le ha ocurrido la estrategia comunicativa y el comunicado de la discordia. Con este tipo de órdagos hay que tenerlo todo atado y bien atado. Si se te pone en contra, igual te cae la del pulpo y le montas un cirio a la jefa. Y a la jefa no le gusta que se le pongan las cositas en contra.


PD: Seguid a Ecologistas en Acción y a las asociaciones vecinales del Pasillo Verde-Imperial y Comillas. Anunciaron apenas una hora después de conocerse el trasplante de la tala que habrá nuevas movilizaciones. El 4 de marzo hay una convocada a las 12 horas en el Puente de Toledo. Allí nos vemos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
Sevilla
Medio ambiente Diez Ayuntamientos, agricultores y colectivos sociales exigen el cese de los vertidos mineros al Guadalquivir
Ayuntamientos y colectivos han enviado una carta al presidente de la Junta exigiendo que haya una moratoria a las minas de Aznalcóllar y la Mina Las Cruces y a los vertidos que pretender realizar al Guadalquivir
Ecologismo
Ecotopías El guardián del páramo
“El guardián del páramo” ha sido uno de los relatos finalistas del II Certamen de relatos ecotópicos de Ecologistas en Acción
Palestina
Genocidio Israel sigue atacando hospitales, la ONU habla del peor momento en los 18 meses de asedio
No hay tregua en Gaza, donde Israel ha recrudecido las matanzas y sigue sin permitir el acceso de alimentos y productos de primera necesidad. La ONU denuncia asimismo el asesinato de más de 70 civiles en Líbano.
Grecia
Grecia Frontex pone de nuevo la mirada en Grecia
En enero de 2025 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acusó a las autoridades griegas de llevar a cabo devoluciones forzadas de manera sistemática.
O Teleclube
O Teleclube 'Sorda' o debut persoal de Eva Libertad chega a 'O Teleclube'
A directora murciana estrea a súa ópera prima ao carón da súa irmá e protagonista, Mariam Garlo.
Crisis climática
Balance climático El Mediterráneo se consolida como zona especialmente vulnerable al cambio climático
Las víctimas de la dana suponen dos tercios de las muertes por fenómenos extremos en Europa en 2024, según un informe conjunto de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial que hace un balance climático del continente el pasado año.
Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
Comunidad de Madrid
Memoria histórica Contra la basura y el olvido: tras la pista de los cuerpos y de la memoria de los brigadistas internacionales
El Salto acompaña a un contingente internacional de políticos, políticas y activistas en una ruta en memoria de los brigadistas internacionales que acudieron a luchar a España contra el fascismo, en un ejercicio inspirador para el presente.

Últimas

Barcelona
Barcelona Activistas de los derechos humanos piden la retención de un barco dispuesto para armar a Israel
La naviera Maersk está transportando estos días componentes para los cazas F-35. El Estatuto de Roma sobre genocidio contempla acciones legales contra las empresas que favorecen las masacres.
Partidos políticos
CIS de abril La ultraderecha recorta votos al PP arrastrada por el efecto Trump
El barómetro de abril vuelve a situar al PSOE como fuerza más votada. La izquierda española sigue su contienda por todo lo bajo.
Más noticias
El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Comunidad de Madrid
Educación El Gobierno de Ayuso deberá pagar 1.000 euros a una profesora por el exceso de horas lectivas
Según CCOO, hasta 6.500 profesoras y profesoras se podrán acoger a esta sentencia que supone una penalización a la Comunidad de Madrid por el exceso de horas extras que realiza el profesorado.
Ayuntamiento de Madrid
Huelga de basuras Huelga indefinida de basuras en Madrid desde el 21 de abril tras romperse las negociaciones
Los representantes sindicales fuerzan el paro para obligar a las empresas subcontratadas por el Ayuntamiento a escuchar sus propuestas. El Ayuntamiento fija servicios mínimos del 50 %.
València
València CGT denuncia graves incumplimientos del plan de inundaciones en la dana de València
Un informe incorporado a la causa judicial señala la falta de seguimiento de los propios protocolos autonómicos en el día de la tragedia y la víspera.

Recomendadas

Poesía
Culturas Joan Brossa, el mago que jugó con la poesía para reinventar el poder de la palabra
Casi inabarcable, la producción creativa de Joan Brossa se expandió a lo largo —durante medio siglo XX— y a lo ancho —de sonetos a piezas teatrales, pasando por carteles o poemas objeto— para tender puentes entre el arte, la política y el humor.
República del Sudán
Sudán Cara a. Un Sudán en guerra
Se cumplen dos años de una guerra que ya deja más de 13 millones de personas desplazadas y más de ocho millones de sudaneses al borde de la inanición.
Galicia
Galicia La TVG se gasta 839.772 euros en un programa de Miguel Lago y lo saca de parrilla tras hundirse en audiencia
El programa ‘O novo rei da comedia’ apenas llegó a los 36.000 espectadores de media en su estreno y cayó en picado en su hasta ahora última emisión al 3,4% de cuota de pantalla en una cadena que tuvo de cuota media en marzo un 8,1%.
Globalización
Crisis del multilateralismo El terremoto Trump sacude las instituciones del orden mundial y la “globalización feliz”
Muchas de las instituciones que marcaron la vida internacional desde la caída del Muro han entrado en crisis. ¿Todas? No, especialmente aquellas que intentan regular los derechos humanos, de los pueblos y de la naturaleza.