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Memoria histórica
Más de 40 entidades se unen para frenar la derogación de la Llei de Memòria Democràtica de Balears
Preocupación, angustia, deriva política. Estos son los adjetivos que se repiten al hablar con algún miembro de la recién creada Plataforma per la Memòria Democrática, que engloba entidades sociales, sindicales, históricas y culturales del archipiélago balear. Su principal objetivo es “hacer todos los pasos legales para evitar la derogación de la Llei de Memòria Democràtica del 2018”, explica Miquel Rosselló, de la Fundació Darder Mascaró. “Tampoco podemos dejar de homenajear a las víctimas de la guerra civil y la represión, como Aurora Picornell, ni permitir que el trabajo de concienciación en los centros educativos se pare”, añade.
El exsecretario de Memoria Democrática del ejecutivo e impulsor de la plataforma, Jesús Jurado, asegura que tanto la dejadez como el secretismo se están convirtiendo en la manera de actuar del gobierno en esta materia. “Están desarrollando el Plan de Fosas sin hacer ruido, no convocan a la prensa ni ofrecen a las familias de las víctimas la restitución pública que necesitan”, afirma el integrante de la plataforma.
Jurado se muestra preocupado por el “retroceso de derechos” y la concepción de memoria histórica que el PP está asumiendo como propia
Jurado se muestra preocupado por el “retroceso de derechos” y la concepción de memoria histórica que el PP está asumiendo como propia. “En la redacción de la propuesta de presupuestos para el 2024, el gobierno declara que la norma aprobada el 2018 promueve el enfrentamiento y la división cuando esto es mentira. La ley no ha despertado antiguos rencores. Las víctimas que se han pasado más de 80 años en un agujero merecen que se las recuerde, como las que se exiliaron o pasaron décadas en las cárceles”. El texto hace referencia también a la unidad de España y el retorno a la concordia, términos que el portavoz considera “copiados del discurso de la extrema derecha”.
Manifiesto
El 10 de diciembre la Plataforma se presentó en sociedad y escogió un espacio simbólico de la lucha contra el fascismo: el monumento a la política, sindicalista y feminista Aurora Picornell (1912-1937) situado en el barrio de El Molinar, Palma. “Picornell es conocida dentro y fuera de Balears”, explica Maria Antònia Oliver, de la Associació per la Memòria de Mallorca, “un referente de las víctimas, una mujer que murió por sus ideales y nos recuerda aquello que muchos no queremos que se repita”. A los pies del monumento que la evoca, los portavoces leyeron un emotivo manifiesto.
Entre otras cosas, el texto defiende que la ley 2/2108, de 13 de abril, de memoria democrática de las Illes Balears “reconoce la represión sistemática contra las organizaciones sociales, profesionales o culturales, los sindicatos, las logias masónicas, el colectivo LGTBI y las estructuras verticales de dominación y confinamiento de las mujeres que han estado operativas hasta hace unas pocas décadas”. También argumenta que no ha creado alarma social alguna y ha impulsado iniciativas como un postgrado de memoria histórica en la UIB (Universitat de les Illes Balears) o la emisión de certificados de condonación de víctimas otorgados a las familias que los han solicitado.
La portavoz de la entidad memorialista recuerda que el Partido Popular presentó enmiendas a la norma y votó a favor de su aprobación
La portavoz de la entidad memorialista recuerda que el Partido Popular presentó enmiendas a la norma y votó a favor de su aprobación. Asegura que “en el Parlament hay diputados del PP que se sienten muy incómodos con el anuncio de la derogación de esta norma” y recuerda que “más de un alcalde de esta formación ha participado en la colocación de una piedra de la memoria en su municipio, el Proyecto Stolpersteine”.
Hechos y actores
Los partidos que se encuentran en la oposición, Psib-Psoe, Més y Podem, también se han adherido al documento. Entre sus filas o su retaguardia, no faltan los que vivieron en carne propia la represión del régimen de Francisco Franco. Uno de ellos es Miquel Rosselló, que ejerció durante más de una década como líder de Esquerra Unida. Pasó por el Parlament y fue conseller de Cooperació Local. Ahora es miembro de la Fundació Darder Mascaró. Mucho antes, sin embargo, en la década de los setenta, había sido detenido y condenado a prisión por el Tribunal de Orden Público por sus ideales comunistas. En las cárceles de Carabanchel o La Modelo se cruzó con víctimas de la Ley de Vagos y Maleantes y fue testigo de coacciones que una parte de la sociedad quiere ocultar. Por esta razón, le preocupa el nivel de agresividad que desde hace cuatro años hay en la cámara balear. “He tenido muchos enfrentamientos dialécticos con miembros del PP y nunca me han faltado al respeto. La violencia de la extrema derecha que veo en los plenos actuales no se vivía ni en los 90 ni a principios de este siglo. Es más propia de una dictadura que de una democracia”, lamenta Roselló.
Desde la plataforma se intentará suplir la inacción del Gobierno, aunque no llegarán a todo. “Con el voluntariado haremos homenajes y continuaremos organizando actos de concienciación, pero hay iniciativas, como la construcción de murales, que no podremos llevar a cabo sin financiación”, afirman.
En los próximos días, la Plataforma se volverá a reunir para definir su organización y las actuaciones inmediatas
Jesús Jurado va más allá y considera que es tan importante que se actúe como que los proyectos los lidere el ejecutivo. “Las fosas pueden exhumarse, pero es necesario que lo hagan las instituciones. Es una responsabilidad de la administración pública. Las familias de las víctimas no pueden cargar a sus espaldas con todos los actos de memoria”.
En los próximos días, la Plataforma se volverá a reunir para definir su organización y las actuaciones inmediatas, entre ellas, un acto para recordar la muerte de Aurora Picornell, fusilada el 5 de enero de 1937 frente al cementerio de Porreres, Mallorca.