Migración
El juego que hay que superar para entrar en la Unión Europea

En Šid, un pequeño pueblo serbio fronterizo con Croacia, viven cientos de migrantes que prueban suerte cada día para entrar en la zona Schengen, pero son pocos los que lo consiguen.

Foto 2 Serbia
Vías del tren en Šid. Sofía Caamaño
20 feb 2019 06:31

Decenas de espaldas cargan con pequeñas mochilas y sacos de dormir en la oscuridad de la noche intentando esquivar los charcos de barro que entorpecen el camino. Caras borrosas, pies lastimados y cabezas agotadas se dirigen a las afueras de la ciudad con esperanza e incertidumbre. “A este recorrido le llamamos ‘el juego’ porque funciona igual que en una consola: nosotros, los jugadores, tenemos que llegar a nuestro destino y si nos cogen volvemos a empezar desde el principio”, explica Manzoor, un joven afgano de 20 años que, a pesar de haber perdido ‘el juego’ varias veces, no se rinde y sigue intentando llegar a su meta: la Unión Europea.En Šid, un pequeño pueblo serbio fronterizo con Croacia, viven cientos de migrantes que prueban suerte cada día para entrar en la zona Schengen, pero son pocos los que lo consiguen. “Es muy frustrante ver cómo se van cada noche y vuelven a la mañana siguiente porque han sido deportados”, cuenta Marie, voluntaria de la ONG No Name Kitchen que trabaja proporcionando ayuda humanitaria a las personas que viven en una antigua fábrica abandonada a las afueras de la ciudad.

Manzoor cuenta que la policía croata los golpeó cuando los descubrió escondidos en el tren intentando cruzar la frontera

Desde No Name Kitchen, además de proveer comida, ropa, agua y electricidad, también elaboran informes de violencia acometida por la policía contra los migrantes. “Es muy frecuente ver heridas y moratones cada vez que vuelven del ‘juego’”, asegura Marie. Manzoor cuenta que la policía croata los golpeó, les robó el dinero y les rompió el móvil cuando los descubrió escondidos en el tren intentando cruzar la frontera.Las personas migrantes no solo utilizan el tren como método de entrada a la Unión Europea, ‘el juego’ tiene muchas modalidades. “Durante el invierno se van sobre las nueve de la noche, caminan alrededor de tres horas y se cuelan en los camiones que se dirigen a Croacia. Por el verano, el buen tiempo permite que puedan cruzar a pie”, cuenta Marie. Los precios a pagar para realizar este viaje destino Europa pueden llegar a costar, tan solo desde Serbia, hasta 3.000 euros. Manzoor describe la peligrosidad de estas travesías: “andamos por la jungla —así llaman ellos al terreno lleno de hierbas altas por el que caminan— durante mucho tiempo y nos hacemos daño porque todo está lleno de espinas y ramas que nos arrancan la piel y en la oscuridad no vemos nada”.

Foto 1_serbia
Pies heridos de un migrante después de haber intentado, sin éxito, superar la prueba Sofía Caamaño
Anna es doctora y voluntaria de No Name Kitchen y desde hace unos meses se encarga, dentro de sus posibilidades, de supervisar la salud de alrededor de 80 personas que viven en esta antigua fábrica abandonada a las afueras de Šid a la que ellos llaman squad. Anna asegura que los intentos de cruzar la frontera son muy peligrosos y que cada vez que alguien es deportado vuelve con heridas y moratones: “una vez un chico se cayó del camión, otro se cortó un dedo con una parte metálica del automóvil, etc.” El problema, según ella, es que no hay lugares limpios para curar las heridas y que sus posibilidades de actuación se ven muy reducidas porque no tiene permiso de trabajo en Serbia y solo puede ofrecer primeros auxilios. “El squad está lleno de barro y una herida, por pequeña que sea, se puede infectar y convertirse en algo grave”, asegura. Además, el acceso al servicio de salud serbio para los migrantes es muy precario. “En los hospitales no los atienden a no ser que se trate de una emergencia, como por ejemplo si alguien se está desangrando”, explica Anna. Martina, otra voluntaria de la organización, asegura que algunas de las experiencias que ha vivido en el ambulatorio de Šid han sido bastante desagradables: “A veces nos dicen que no quieren atender a esta gente —los migrantes— porque son sucios. Tengo grabada en la memoria una ocasión en la que fui a acompañar a uno de los chicos a ponerse una vacuna y vi como el médico se la inyectaba con violencia y me gritaba para que le dijera a la persona que no se moviera”. Anna recalca que es importante tener en cuenta las consecuencias psicológicas que tanto ‘el juego’ como todo el viaje hasta Europa causan en los migrantes. “Cuando vuelven del juego después de haber sido deportados me dicen que les duele todo el cuerpo y en algunos puedo percibir la falta de esperanza”, narra Anna.Namdar es de Afganistán, lleva ocho meses en el squad y ha intentado cruzar a la Unión Europea 15 veces, aunque todas ellas ha sido deportado. “Recuerdo que una vez estábamos un grupo de personas intentando ‘el juego’ desde Bosnia y cuando la policía croata nos vio, nos pegó con un palo”, cuenta Namdar mientras señala las secuelas de la herida que aún tiene en su cabeza. Ahora asegura estar desesperado: “no tengo dinero, no duermo y llevo un año sin poder comunicarme con mi familia”. Esta situación está provocando que se replantee volver a Afganistán. “Me fui de allí porque la zona en la que vivía era muy peligrosa y había ataques de los talibanes y del DAESH constantemente. Estando allí me secuestraron los talibanes y cuando logré escapar, decidí buscar una vida mejor en Europa”, cuenta.
Foto 3 Serbia
Namdar enseñando las fotografías de su familia, con la que lleva sin poder comunicarse un año Sofía Caamaño
A pesar de que la legislación internacional establece que es ilegal deportar a una persona solicitante de asilo, estas prácticas son comunes entre la policía europea en las fronteras. Enrico, otro voluntario de la No Name Kitchen, cuenta que, además, la policía humilla a los migrantes: “En una ocasión un chico me contó que en Croacia lo había desnudado completamente y lo había dejado así durante horas”.Las vulneraciones de derechos humanos en las fronteras de la Unión Europea son constantes. Desde esta ONG han registrado casos de personas que han sido encarceladas durante horas sin agua ni comida por el hecho de estar intentando cruzar a otro país. “Una vez un chico nos contó que lo retuvieron en prisión mucho tiempo y cuando preguntó si le podían dar algo para comer, la respuesta fue que ese lugar no era un restaurante. Además, casi nunca les dan ningún papel que afirme que han estado encarcelados, por lo que es algo muy difícil de probar”, cuenta Marie. Según los informes de violencia fronteriza de esta organización, al principio la policía croata era de las más activas en cuanto a devoluciones en caliente se refiere. Sin embargo, en los últimos meses las fuerzas serbias también han empezado a movilizarse. “Antes la policía de aquí los dejaba pasar sin problema, pero ahora los paran cuando están caminando por la calle incluso antes de llegar a la frontera”, asegura Marie.Desde No Name Kitchen han comenzado hace varias semanas a realizar un turno de vigilancia desde las seis hasta las nueve de la mañana porque, según los voluntarios, a veces la policía serbia iba al squad de madrugada para intentar echar de allí a los migrantes. “En alguna ocasión han quemado las tiendas de campaña de la gente, les han pegado, etc.”, relata Marie.

Entre 8.000 y 10.000 migrantes viven en campos y asentamientos informales en los Balcanes de los cuales más de la mitad son menores de edad

Un informe realizado por la ONG Médicos sin Fronteras establece que entre 8.000 y 10.000 migrantes viven en campos y asentamientos informales en los Balcanes de los cuales más de la mitad —de los que están registrados en campos— son menores de edad. Esta organización asegura que un 76% de los niños que han atendido en la ruta de los Balcanes culpa a las fuerzas de seguridad europeas como las perpetradoras de la violencia que han sufrido. Cuando el sol se esconde en Šid, el frío se intensifica y las carreteras empiezan a llenarse de personas que han huido de la guerra y que ahora escapan de las malas condiciones de vida que tienen que soportar durante meses para conseguir un futuro mejor. Con sus pasos, el ruido de voces que se quejan de la inmigración irregular en Europa se intensifica, pero las vías legales y seguras de entrada siguen sin aparecer.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Tribuna
Tribuna Personas solicitantes de asilo, las grandes olvidadas en la reforma del Reglamento de Extranjería
El nuevo reglamento deja un vacío en el sistema, como forma de disuadir a las personas que quieren pedir asilo en el Estado español y que reúnen las condiciones para ello.
Fronteras
Fronteras Cientos de personas refugiadas, incluidas menores, duermen al raso en la isla griega de Rodas
Organizaciones humanitarias denuncian que unas 350 personas refugiadas, algunas de ellas procedentes de Líbano, están durmiendo a la intemperie sin comida, sin agua, sin baños y sufriendo la violencia de las fuerzas de seguridad en Rodas.
Fronteras
Fronteras Atrapados en Albania
La apertura de los centros de detención italianos en Albania ha puesto el foco en la pequeña ciudad costera de Shengjin, donde estas cárceles para migrantes encerrarán a cientos de personas mientras sus peticiones de asilo se procesan.
Javi
20/2/2019 23:47

La Unión Europea se gasta un dineral en seguridad fronteriza...
¿No es mejor emplear ese dinero ese políticas de integración?
Pienso que ya no es una cuestión de economía si no de xenofobia.

0
0
República
Movimiento republicano “Hasta que se vayan”: lema de la segunda Marcha Republicana fijada para 2025
En junio de 2025 la marea republicana se propone llevar a cabo una segunda demostración de rechazo a la monarquía. En la edición de este año se movilizaron miles de personas de distintos puntos del Estado.
Palestina
Palestina “Es nuestra tierra”: colonos israelíes acampan en la frontera con Gaza para lograr un regreso permanente
Envalentonados, un grupo de ultranacionalistas israelíes están acampando cerca de la frontera con la Franja de Gaza para ser los primeros en establecer ahí su nuevo hogar.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.

Últimas

Comunidad de Madrid
La uni se ahoga Ayuso recula ante una comunidad universitaria en lucha: acepta los 169 millones del Gobierno para profesores
El gobierno de Ayuso está planteando una “propuesta alternativa”, que enviará al Ministerio de Ciencia, quien expresaba por carta que “no es comprensible ni explicable” el rechazo a la inyección económica.
Exclusión sanitaria
Exclusión sanitaria Casi 30.000 personas fueron expulsadas del sistema sanitario en los últimos 32 meses
Un informe de Médicos del Mundo detecta casi 70.000 barreras en la sanidad pública, que sufren principalmente las personas en situación irregular. Mientras, la ley para retornar a la universalidad en la atención permanece en trámite.
Más noticias
Violencia machista
Violencia sexual Las artes escénicas de Granada apoyan a las denunciantes de agresiones sexuales en la escuela de teatro
Organizaciones, profesionales y personas vinculadas a las artes escénicas granadinas firman un comunicado donde expresan su apoyo público y sin fisuras a las denunciantes de abusos sexuales por parte del director de La Seducción, Marcos Julián, y señalan la necesidad de protocolos específicos para lograr espacios escénicos seguros
Sevilla
Palestina Dabke: zapateado colectivo para preservar la identidad palestina ante el genocidio
El grupo de dabke Haweia se encuentra realizando una gira por diferentes ciudades del Estado español para “preservar y promover la identidad cultural palestina utilizando el arte” frente al genocidio que está cometiendo Israel en el territorio.
Urbanismo
Opinión Desordenación del territorio de la mano del Gobierno regional de Madrid
La Comunidad de Madrid impulsa, mediante tramitación de urgencia, un proyecto de ley Omnibus que afecta a diez leyes regionales con cambios de calado.
Lobo
Fauna amenazada La última llamada para frenar la desprotección del lobo pasa por Berna
El Comité Permanente del Convenio de Berna relativo a la Conservación de la Vida Silvestre y del Medio Natural en Europa decidirá esta semana si acepta la propuesta de la UE de rebajar el estatus de protección del 'Canis lupus'.

Recomendadas

Melilla
Melilla Encerradas en la ciudad frontera: las trabajadoras marroquíes en Melilla se han cansado de esperar
Desde que en 2020 se cerrara la frontera con Nador, muchas personas marroquíes que hasta entonces podían desplazarse entre ambas ciudades, se han visto empujadas a un callejón burocrático. Un informe documenta las trabas con las que se encuentran.
Literatura
Gabriela Wiener “Me pregunto si es posible hacer libros que cambien el discurrir del mundo”
La escritora peruana afincada en Madrid ha publicado recientemente ‘Atusparia’, una novela que recorre el pasado, el presente y un posible futuro de su país, un territorio de represión pero también de luchas por el territorio y por el porvenir.
PSOE
Congreso Federal del PSOE Sánchez activa el recambio de barones díscolos y compra tiempo sobre la financiación catalana
El 41 cónclave federal del PSOE confirma que Pedro Sánchez no tiene rival en el partido socialista y que varias federaciones en crisis interna, con Madrid a la cabeza, van camino de tensas primarias.