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Música
Parquesvr: “Nos encantaría hacer una canción sobre Mario Conde, el Donald Trump español”
Javier Domínguez Márquez, más conocido como Javi Ferrara, vivía en la calle La Bureba, Zarzaquemada, Leganés, Madrid. La que escribe es de la calle Priorato, a seis minutos a paso ligero. Entrevistado y entrevistadora tienen en común ser hijos del extrarradio de Madrid, haber jugado en plazas grises, antaño ni tan siquiera asfaltar, y comprar todo lo que no se encontraba en las tiendas de barrio en el centro comercial Parquesur, epicentro de la clase media de los 90 que ha sobrevivido al comercio electrónico de los dosmiles y alberga y albergaba tardes de cine y de bolos, más allá de las compras. Por eso esta entrevista es como romper el muro que la desigualdad norte y sur, acrecentada en la comunidad más asimétrica en cuanto ingresos económicos, ha hecho que la juventud del extrarradio difícilmente tenga voz en el panorama cultural.
Hoy Parquesvr (con v) no es un centro comercial, es el nombre de la propuesta musical que Ferrara montó junto a cuatro amigos del sur madrileño, Manuel Gavancha (guitarra), Carlos Jiménez (bajo), Santiago Núñez (batería) y Javier Gorostiza, provenientes de bandas míticas del underground madrileño como Sou Edipo, El Páramo o Adrift. Junto a Javi hoy asiste a la entrevista Marco, el último en llegar a este combo, quien pone su sintetizador al servicio de esta idea que proyecta flamenco, rock o reggeatón para darle aliño a unas letras tan irónicas como estudiadas.
La inquietud de Ferrara, que desborda versos en cada tarde de cañas, y la tozudez de Marco, que interrumpe su descanso nocturno cuando llega a su mente el acorde perfecto, son el motor para que este original proyecto, inclasificable pese al empeño de la mayoría de mentes humanas, no descarrile y vaya más allá de una circunstancial viralidad conseguida en Spotify con el tema Lance Armstrong. De esto hace ya cinco años, pandemia mediante, y tras haber recabado un amplio espectro de seguidores, incluidos clubs enteros de ciclismo, continúan llenando salas, la última la madrileña But donde más de un millar de personas coreaban lo que ya son himnos de la pospandemia. En la actualidad se encuentran promocionando Si molesto, os vais, su tercer trabajo, que pasará por Pamplona, Donosti o Santander. Y en Madrid, su cuna, participarán el próximo 11 de enero en el aniversario del Café la Palma. Apenas 140 entradas, que saldrán a la venta el 27 de diciembre y, de seguro, volarán.
He escuchado que el nombre de Parquesvr, que es un centro comercial, es una reapropiación de esta palabra que está en manos de los malos. Cuéntame un poco.
Javi: Sí, es arrebatarles el concepto. El grupo nace con peña que somos todos del sur de Madrid y el concepto de parque es algo muy generacional para nosotros porque nos hemos criado y crecido en él. Entonces Parquesvr es un rollo que nos gustaba mucho y además el rollo de apropiarnos del concepto que da nombre a un centro comercial en Leganés tan famoso, pues nos hacía gracia.
¿Y qué pensáis cuando Isabel Díaz Ayuso nos llama getafenses?
J.: No tengo ningún problema. Getafe, Leganés, Alcorcón, somos el cinturón marrón. Yo creo que Getafe y Leganés son prácticamente lo mismo.
Yo lo decía en el sentido de que no se mira mucho a las periferias y se suelen confundir mucho los municipios, y encima lo hace quien gobierna. Nadie se confunde entre Lavapiés y Malasaña, por ejemplo.
J.: No, y menos con el barrio Salamanca, te sabes todas las calles. El sur de Madrid es un lugar donde históricamente ha habido mucha inmigración extremeña y andaluza, personas que venían a trabajar a Madrid y hacían su vida en el extrarradio. Nosotros somos los hijos de esos inmigrantes y los servicios tardaron en llegar. El asfaltado tardó en llegar. Yo recuerdo que en mi plaza, hasta que no tenía yo 12 o 13 años, no pusieron adoquines, era puro barro. Eran ciudades dormitorio donde la gente iba a dormir y poco a poco se ha ido transformando en otra cosa. De hecho, ahora creo que gobierna la derecha casi prácticamente en todos los municipios.
Marco, ¿tú también eres del sur?
Marco: Yo soy de Burgos. Por eso no digo nada (risas). Llegué al grupo después de la pandemia, se fue el guitarrista, el teclista pasó a tocar la guitarra y yo entré a tocar el teclado.
¿Les conocías de antes?
M.: Sí, claro. Carlos (bajo), al que llamamos “El pelos”, fue mi compañero de piso.
En cuanto pude me fui del barrio porque quería ver cosas y tenía inquietudes. Pero ahora estoy en un momento de aceptación absoluta y muy orgulloso de mis orígenes, la verdad (Javi Ferrara)
Volviendo al tema de los barrios, ¿Javi, crees que en los barrios realmente sí que opera la meritocracia?
J.: ¿En qué sentido?
En el de que si alguien consigue llegar arriba es porque se lo ha currado un montón.
J.: Yo soy de Zarzaquemada y entre las personas con las que iba al colegio hay desde un neurocirujano prestigioso hasta gente que acabó en la cárcel. Entonces creo que sí hemos podido tener ciertas oportunidades. Sí es cierto que no hemos tenido las mismas oportunidades que si hubiésemos nacido en otros sitios, pero no creo que estemos para quejarnos viendo el panorama mundial. O sea, nosotros hemos crecido en un mundo donde nuestras familias nos han apoyado, nos han querido, nos han ayudado.
Sí hemos visto desde muy pequeños la huella de la droga en los 90. Hemos visto el maltrato, la violencia machista, con una naturalidad que ahora sería imposible. Yo vivía en Zarzaquemada, en la calle La Bureba, que era una plaza y estaba rodeada de edificios muy altos. En verano todo el mundo tenía todas las ventanas abiertas y tú estabas en la terraza y escuchabas los gritos de una mujer a la que estaban pegando.
A mí me pasó una cosa que es que cuando salí de Leganés y llegué a la universidad, abrí la boca y todo el mundo me miró sorprendido. Yo no tenía constancia de que hay algo que nos diferencia.
J.: Hablamos distinto, a mí también me pasó. Primero te hacen el chiste del monstruo del Lago Ness. Mítico. Y luego yo era como un payasete, tenía que contar las anécdotas de mi barrio que les hacían gracia. Y es cierto que hablamos más quinqui, hablamos más macarra. Yo he tenido la lucha de rehuir de lo que soy. En cuanto pude me fui del barrio porque quería ver cosas y tenía inquietudes. Pero ahora estoy en un momento de aceptación absoluta y muy orgulloso de mis orígenes, la verdad. Y fíjate que con el grupo constantemente me recuerdan que soy de Leganés y yo estoy muy contento.
M.: Es un barrio que a mí me encanta. Siempre he salido con ellos, nos hemos ido de bares por ahí, a tomar el vermut, a comer… y me lo he pasado pipa. La gente es super cercana.
Algo que pasa en Leganés, hablando de la cercanía de la gente, es que conservamos amistades. O sea, somos grupos que hemos jugado, hemos crecido y nos hemos emborrachado juntos y juntas.
M.: A ellos les pasa. A sus más de 30 siguen siendo íntimos.
J.: Nosotros cada cumpleaños aún lo seguimos celebrando en el mismo sitio, el Bar de Los Conejos, un bar mítico en Leganés. Te das cuenta de que seguimos siendo los mismos, aunque ya nos estamos haciendo viejos.
Vamos con Parquesvr. Marco, ¿qué piensas cuando alguien os coloca en la casilla de un grupo para hacer reír?
M.: Creo que cada uno puede pensar lo que quiera y es libre de pensar lo que quiera y hace bien, porque realmente sí que tiene una parte de mofa el grupo. Hacemos letras que son un poco más de risa, otras que son más para tocar las narices y no las hacen mucho caso.
Yo les escuché en el primer concierto que dieron y me esperaba que iba a ser un grupo de risa, pero musicalmente me peinaron. A partir de entonces me llegaron y estoy seguro que a mucha gente le pasa eso.
Intentas rehuir de esa casilla que te ponen de humorista. En este país está muy denostado juntar el humor con la música
Lo que sí es cierto es que su origen está en el festival Canela Party, en el que hay mucho humor. La idea del grupo surgió cuando volvíais del festival, ¿no?
J.: De todos los que empezamos quedamos pocos porque es complicado compaginar vida personal con trabajo, responsabilidades familiares y lo que supone tener un grupo. Pero siempre hemos sido todos amigos, nos conocemos todos desde hace la tela de años y por eso nos queremos mucho. Un día veníamos tres de nosotros del Canela Party y uno de nosotros dijo que hacía mogollón que no tocaba y le propuse quedar para ensayar. Yo nunca había tenido un grupo. Empezamos a ensayar, nos lo tomamos con calma y bueno, poco a poco se fueron haciendo canciones.
Yo creo que vais más allá de hacer reír, las letras tienen un poso potente. De hecho me pareció raro que en un reportaje de RTVE os metieran en el saco de Ladilla Rusa u Ojete Calor.
J.: Nos pasa mucho, cada uno nos ve desde el prisma que quiere. Al principio, genial porque viene la gente y se acerca a ti. Y es maravilloso que lo que tú haces le guste a la gente. Increíble. Pero luego intentas rehuir de esa casilla que te ponen de humorista. En este país está muy denostado juntar el humor con la música. Intentamos huir de eso, intentamos hacer canciones un poquito más serias, letras más profundas.
Hay mucha gente que se acerca por la risa, pero cuando nos ve en directo la banda toca muy bien y creo que somos otro rollo. Hay quien nos compara con Ojete Calor, hay quien nos compara con León Benavente o con Camellos…
M.: Hacemos lo que nos da la gana. Cuando hacemos una canción más flamenca, hay flamencos que nos critican porque dicen que no sabemos cantar o no sabemos tocar flamenco. Y hay otros que nos dicen que sus canciones favoritas son las de flamenco. Cada uno percibe la música como quiere y en este grupo que es tan ecléctico…
Mi sensación, además, es que todas tendemos a clasificar las cosas en cajitas. Cuando surge algo inclasificable, nos apresuramos a meterlo en una. Fijaos, os lanzo otra referencia que a mí me viene cuando yo os escucho. Igual no os lo han dicho, pero a mí me vienen los Lendakaris Muertos.
J.: También nos lo han dicho. Y Def con Dos, Siniestro Total… Es que tenemos un reguetón, tenemos un rap de los 90, tenemos canciones súper cañeras, electrónica, flamenco, una rumba, cumbia, rock, punk, post punk. Es decir, tenemos un espectro musical muy amplio.
Sí me he dado cuenta que quien se acerca a Parquesvr se queda con lo que le interesa.
Punk
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M.: Yo, por ejemplo, trabajo en unos locales de ensayo. La gente me pregunta que si tengo un grupo y les digo que sí, Parquesvr. Me preguntan qué música hacemos y les digo: “Escúchalo”. Cuando vuelven dicen “Ya entiendo porque me dijiste eso”.
J.: Metiéndome en Spotify cuando te sale lo de los grupos relacionados, nos relacionan con Biznaga, con Camellos, con Alcalá Norte, con Los Punsetes. Pues porque son los que están ahí y tus oyentes escuchan también. Y al final son la gente con la que tocamos en los festivales y demás.
No hemos tenido problemas porque nadie nos ha dicho nada, pero sí es cierto que sabemos, somos conscientes que en la Comunidad de Madrid estamos vetados, no podemos tocar
Yo considero que la excusa de ser considerados un grupo para hacer reír os pone más fácil introducir temas potentes como los que tratáis en vuestro último disco, donde tenéis canciones como “Faro de Occidente”, que habla sobre el colapso de las grandes potencias, o “Juancarlista” que habla sobre la monarquía, ¿Habéis tenido problemas con alguna de vuestras letras?
J.: Es más fácil y más complicado. Por ejemplo, Biznaga, que son súper afines pero son súper serios. Cada vez que tocamos con ellos hay un contraste, a ellos se les toma mucho más en serio que a nosotros porque tienen ese poso de seriedad y de más punk.
Por otro lado, no hemos tenido problemas porque nadie nos ha dicho nada, pero sí es cierto que sabemos, somos conscientes que en la Comunidad de Madrid estamos vetados, no podemos tocar.
Además, ahora tenemos una letra que hace alusión a lo ocurrido en las residencias y eso a nuestra maravillosa presidenta no le habrá gustado mucho.
A mí lo que me llama la atención es cuando os escucho una canción de amor. Y tengo que decir que una de mis favoritas es “Muchas flores”, ¿De donde surge la letra? ¿Cómo decidís que va a ser flamenca?
J.: Esa canción empezó porque yo llevé la letra y propuse hacer un rollo Los Chichos. Pero no salió.
M.: Queríamos hacerla algo tipo Triana y tal. Pedí al batería que hiciera un seis por ocho. El chico toca súper bien la batería, pero no sabía lo que era un seis por ocho. Yo realmente soy batería y es un tempo que me encanta y lo utilizaba mucho el flamenco rock. Empezamos ahí, hicimos una línea de bajo y seguimos construyendo la canción. Luego a mitad de canción, propuse hacer un rollo Las Grecas y al final salió así y quedó súper bien. A mí me encanta esa canción, también es de mis favoritas.
J.: Pero creo que se cae en el directo.
M.: Sí, ya no la tocamos porque ya la hemos tocado bastante, ya pasó. “Muchas flores” puede ser una canción para escuchar un domingo por la mañana.
J.: Ahora tenemos “A la luz de la luna”, que es la hermana mayor.
Javi, tú llevas las letras y ellos tienen que poner la música. ¿Cómo les convences para hacer una cumbia?
M.: Él trae las canciones y yo tiro por la música. Muchas veces quedamos él y yo solos. Una vez fuimos a un concierto de boleros y nos propusimos hacer un bolero. Salió “The Last of us” que parece Calamaro.
J.: Queríamos hacer un bolero y nos quedamos en Los Rodríguez (risas).
M.: Pero sí, generalmente lleva la letra y una propuesta de música pero luego cambia todo.
J.: Luego muta un montón. Yo soy muy rapero escribiendo, entonces llevo unos tochos de letra enormes y cuando va evolucionando pues voy eliminando. Está guay porque es una forma de adaptarse.
Hay veces que no, que ha nacido primero la música y luego yo he hecho una letra. Tengo muchísimas letras.
¿Alguna vez has llevado una letra y te han dicho que no valía?
M.: No, pero cuando hacemos la música y le cambiamos la letra yo le veo que se queda totalmente missing y es porque está adaptando la letra que tenía a la música que estamos haciendo.
Tenéis una banda muy buena, a gente que viene de grupazos como Sou Edipo, el Páramo, Toundra, Adrift. Son grupos guitarreros, pero la guitarra no es la protagonista en Parquesvr. ¿Cómo lo llevan?
J.: Al principio fue complicado porque sí es cierto que al venir de un rollo muy roquero nos costó. Cuando fuimos conscientes de que las letras le interesaban a la gente, le dimos una importancia que antes no se la habíamos dado.
En lo musical quien manda es Marco. Yo le veo como le quita los instrumentos a los compis. Al ser el que lleva el peso musical de la banda, creo que los sintetizadores tienen un protagonismo mayor que lo que pueda tener una guitarra.
Explícanos que es un sintetizador, para dummies.
M.: Pues es un piano pero con sonidos electrónicos más gordos y en vez de que el protagonismo lo tenga un acorde bonito, un arpegio, tiene más protagonismo un arreglo bonito. Puedes conseguir que la canción suba simplemente con dos dedos.
Tú en tu cabeza tienes la construcción de todos los temas.
M.: Mi cabeza es una lavadora en constante funcionamiento y a veces tengo insomnio. Entonces me viene una canción, me levanto, grabo la guitarrita, o la hago al bajo y me vuelvo a tumbar. Y estoy pensando en la furgoneta que tenemos que alquilar y que mi madre me hizo una tortilla que estaba buenísima. Todo esto a la vez.
Creo que lo más interesante que podemos hacer los tíos es callarnos la boca, asumir el cambio y sobre todo, intentar cambiar cosas que hemos hecho mal (Javi Ferrara)
Javi, le cantas mucho a la masculinidad tóxica. Reconoces que a veces hay que preparar el satisfayer porque la cosa no funciona. ¿Estás en el camino de deconstruirte?
J.: Lo intento. Soy un tío hetero de 42 años, con todas mis taras, todos mis errores y todas las cagadas que he podido cometer en mi vida. Las asumo y creo que lo más interesante que podemos hacer los tíos es callarnos la boca, asumir el cambio y sobre todo, intentar cambiar cosas que hemos hecho mal.
¿Por qué no hay tías en Parquesvr?
J.: Porque somos tíos que no hemos sabido mantener amistades con tías que sean músicas.
M.: A mí me encantaría, de hecho se lo ofrecí a una amiga y me dijo que no. A las mujeres que se lo he ofrecido últimamente cuando ha habido cambios en la banda, generalmente me han dicho que no les gustaba el grupo, que no era su rollo.
J.: Yo creo que sí es cierto que Parquesvr se ve desde fuera como un grupo muy masculino. Entonces eso sí que puede achantar un poco. Pero yo creo básicamente que es porque no tenemos colegas tías que toquen. Tenemos muchas amigas, pero que toquen no.
Vengo de una generación donde desafortunadamente las tías tocaban menos. Y eso ahora está cambiando. Pero claro, yo no le voy a decir a Mariana Guerra, a la que saco 12 años, que se venga a tocar con nosotros.
M.: A mí sobrina que tiene 15 le encanta y eso a mí me da esperanza.
Yo creo que todos, y cuando digo todos es todos, hemos sido en parte las dos cosas: machistas y racistas (Marco)
Pues yo recomendaría a las tías que escucharan Parquesvr, creo que hay cosas valorables, como la canción que más me gusta que es “Pero”. A propósito. ¿Qué sois más, machistas o racistas?
J.: Yo creo que soy más machista. Vengo de una familia muy de izquierdas y mi madre, que es la persona que me ha educado, siempre me ha inculcado respeto para absolutamente todas las personas. Creo que es algo que sigo manteniendo a día de hoy. Pero bueno, hemos tenido una educación basada en el machismo. Mi madre estaba todo el día en casa y mi padre trabajaba fuera. Creo que no he tenido que cambiar tantos comportamientos racistas como machistas.
¿Tú qué crees, Marco?
M.: Yo creo que todos, y cuando digo todos es todos, hemos sido en parte las dos cosas: machistas y racistas.
En mi caso, con respecto al machismo, crecí en una familia abierta, mis padres siempre han sido muy jipis súper abiertos y en casa no he visto el machismo. Sí que lo he visto, por ejemplo, con respecto a mis abuelos paternos. Y en cambio mis abuelos maternos todo lo contrario. O sea, he visto las dos caras en la familia de mi padre y la familia de mi madre. Pero en cuanto a mis padres, jamás lo he visto en mi casa. Es algo que valoro muchísimo. Me encantaría poder inculcar exactamente lo mismo que me han inculcado mis padres, porque es de lo que más orgulloso me puedo sentir de mis padres.
J.: Yo aprendí mucho de lo que era el machismo al tener una empresa con dos chicas, Mar y María. Teníamos reuniones en donde todo se lo habían currado ellas y me miraban solo a mí. Y en cuanto al racismo, nosotros tocamos ahora con Héctor, que es negro, y episodios que a Héctor le han pasado, a nosotros no.
M.: En cuanto al racismo, mi mujer es ecuatoriana. Cuando yo empecé con ella para conseguir los papeles, había que montar un número que yo decía no puede ser que todo sea tan difícil para una persona joven con estudios que quería venir a trabajar. Y como si no tiene estudios, una persona que viene a aportar. Y luego me fui a vivir a Ecuador, estuve tres años viviendo allí, y no sabes tú lo que se me abrió la cabeza y la vergüenza que me daba el cómo aquí veíamos a los latinos.
Es que nosotros somos unos cuñados muchas veces. Entonces el poder reírnos de nosotros mismos nos da la libertad para poder reírnos de los demás
Bueno, yo creo que estamos más cerca de deconstruirnos del machismo, pero que el racismo aún es nuestra asignatura pendiente.
J.: ¿Por qué te he dicho que soy más machista? Porque nos lo estamos mirando más.
Yo preguntaba esto por la canción “Pero”, que para mí ya digo que es mi favorita y es una canción además que me gusta mucho enviar a hombres heteros de izquierdas.
J.: Claro. Y te voy a decir una cosa, nosotros somos hombres heteros de izquierda y esa canción nos la cantamos a nosotros mismos. Así que no es un rollo de “Yo no soy esto”. Hay gran parte de las críticas que nosotros hacemos en las letras que nos las hacemos a nosotros mismos. O sea, somos parte de todo esto. Es que nosotros somos unos cuñados muchas veces. Entonces el poder reírnos de nosotros mismos nos da la libertad para poder reírnos de los demás.
Creo que también os reís un poco de vosotros mismos o os ponéis un espejo con canciones como “Debo leer a Baudelaire”.
J.: También, también. Esa sale de una noche de fiesta.
Bueno, sois, o me lo parece a mí, un poco nostálgicos del panorama político de los 90. ¿Es más sexy hablar de Felipe González o Aznar que de Feijóo y Pedro Sánchez?
J.: Es que hay una parte muy de nostalgia en las letras de Parquesvr y yo creo que eso hace que tengamos un público un poco mayor al que somos nosotros. Yo a veces aparento más edad de la que tengo.
Nadie había cantado a cosas como las Olimpiadas o las niñas de Alcàsser o a todo lo que supuso el GAL. Hay tantas cosas que pasaron en nuestra infancia y en nuestra adolescencia que se quedaron sin contar porque había una serie de grupos que eran muy nihilistas, que hacían solo canciones de amor. Nos hemos perdido una cantidad de cosas políticas… A mí me encantaría hacer una canción sobre Mario Conde, es el Donald Trump español.
Pues yo creo que tenéis la plataforma perfecta, porque, como decía yo antes, nadie se ha percatado de que habláis de Lasa y Zabala, por ejemplo. Y mira la que se montó cuando habló Pablo Iglesias sobre esto en el Congreso.
J.: También hablamos de Pablo Iglesias. “Te marchaste, te cortaste la coleta. Ya nadie te ve paseando solo por Vallecas”.
Vaya, yo os iba a preguntar sobre esa letra, quién iba solo por Vallecas.
J.: Pues sí, es Pablo Iglesias. Creo que Podemos representó para una generación unos anhelos y unas esperanzas que poco a poco se han ido frustrando, han ido desapareciendo. Ver dónde está cada uno diez años después, a mí lo único que me hace es posicionarme como un escéptico y preguntarme quién se mete en política y para qué.
Fue tan bonito el movimiento del 15 M, lo vivimos de una forma tan especial, que en cuanto se empezó a institucionalizar y todo aquel desencanto y aquella rabia la acogió Podemos, en el momento en el que se entró en la rueda de lo que es el sistema de partidos, todo aquello fue desapareciendo poco a poco. Sí, parecía que había futuro, pero, no.
Es verdad que hay mucho escepticismo en vuestras letras. En canciones como “Todos menos tú”, mezclas a todo el mundo en una fiesta, a gente de izquierdas y de derechas. Y dices que hay muchas filipinas como cuidadoras.
J.: Sí, eso fue por una fiesta que estuve trabajando, haciendo la producción para unos conciertos de la familia Álvarez de Toledo, la de Cayetana. Eran todos rubios en casa, una aristocracia luciéndose, y había un mogollón de filipinas cuidando a los niños.
Sí, pero metes a gente de izquierdas también en esa fiesta.
J.: Sí, claro. A ver, es que la torpeza es creer que los nuestros son mejores. O sea que los nuestros no se equivocan. El hecho de que seamos personas de izquierdas, lo que nos hace es ser escépticos, que nos planteemos las cosas. Ahora desde la izquierda nos piden creer y yo digo mira, yo soy una persona de izquierdas y voy a seguir cuestionándome todo. No me pidas creer, demostremos.
Marco. Volviendo un poco a la música y todos los palos que tocáis. ¿Alguna vez has dicho, esto no lo puedo hacer, tengo que externalizarlo?
M.: Con temas de flamenco cuando los hemos grabado, lo hemos producido muy bien. A la hora de llevarlos al directo podían quedar fatal. Entonces, pillamos a un guitarrista flamenco amigo nuestro que se llama Ricardo, que toca flamenco que te mueres, pillamos a nuestra amiga Saray, que canta flamenco que te mueres. Y lo hacemos con ellos para que las canciones suban.
Es decir, cuando algo se te escapa un poco de las manos, pues buscas recursos que te ayudarán a que funcione. Pero miedo, ninguno.
J.: La única historia es que como yo tengo tanta prisa y tengo tantas letras y el proceso creativo de una banda de rock es tan lento... que a veces yo me canso un montón. Entonces cojo letras y las hago con otra peña.
M.: Él tiende a positivar rápido y yo soy más exigente con eso. A veces ensayamos sin él para que no se agobie y así podemos repetirla ocho veces porque él se aburre.
¿Alguna canción no se puede llevar al directo?
J.: Mi opinión es que “Pero” no les ha dado la gana llevarla.
M.: A mí no me ha dado la gana porque es una canción que no me gusta musicalmente. La base la hizo un colega y no es porque la haya hecho otra persona. Yo al fin y al cabo vengo del punk, entonces me sueltas un reguetón y me cuesta, y eso que me encanta la música latina, pero no reguetón.
En cambio hay otras canciones que ha hecho con otra gente que me flipa la base y las llevamos al directo como “Juancarlista”, “Todos menos tú” o “Arde, quema, duele” .
Colaboréis con grupos como Califato 3x4. ¿Tenéis alguna línea roja o estáis abiertos a cualquier colaboración?
J.: No me gustaría hacer un tema con Taburete, ni creo que a ellos les interese hacerlo conmigo. Creo que no es una cuestión de líneas rojas, creo que es una cuestión de afinidad. No tiene sentido que haga algo con alguien con el que no me llevo bien. Por ejemplo ahora estoy haciendo un tema con El Coleta, pero no me lo voy a hacer con Ajax y Prok. ¿Líneas rojas? Si eres un fascista no voy a hacer nada contigo.
Para acabar, que no os quiero robar más tiempo, habría que hablar de lo inevitable. De repente os hacéis virales con una canción que para mí tiene más parte teatral que otra cosa, que es Lars Armstrong. ¿Cuándo dejaréis de tocarla, cuando os cansaréis de ella?
M.: Nunca. Ya casi no la ensayamos, ya estaba frito de tocarla, pero cada vez que la tocamos en directo me lo paso pipa porque veo a la gente volar y me lo transmite.
J.: Nuestro manager, Alan, vino a un concierto al principio y claro, como yo ya lo había tocado muchas veces, como que bajé la parte teatral y me dijo tío, no puedes hacer eso porque hay gente que te ve por primera vez. Desde ese momento me monto unas películas dentro y cada día hago una cosa distinta. Yo también estoy de acuerdo en que es una canción más teatral que musical.
A mí sinceramente no es de las que más me gustan.
J.: A mí tampoco. A mí la canción que más me gusta de Parquesvr es una que apenas le gusta a la gente que son “Las nubes” y casi ni hablamos de ella.
Bueno, ya sí que lo último, ¿cuándo os distéis cuenta de que lo estáis pensando?
J.: ¿Lo estamos pensando?
Yo creo que sí.
J.: ¿Qué es petarlo?
Pues es que digas el nombre del grupo y que se conozca
J.: Nosotros no vivimos de esto. El grupo empezó como una movida entre colegas y muy de coña que quedábamos y ensayábamos una vez a la semana y nos pasábamos más tiempo en el bar cenando que ensayando. Y tardamos mucho en hacer temas y demás. Pero fue justo cuando lanzas esa canción y se hace la canción más viral de España en Spotify... Y ahí fue cuando nos planteamos tomárnoslo más en serio.
Para mí ha habido dos momentos que han sido súper importantes, que fueron llenar la sala Copérnico y el otro día llenar la sala But, que fue increíble. Con el tema “Alfredo” había 1.200 personas gritando “Alfredo”. Y yo lo que flipo que otros cantantes no digan lo que impresiona. Impresiona un montón que haya tanta gente cantando cosas que tú has escrito. A mí me da un chute. A ver, yo físicamente soy una persona que no soy un deportista y tirarte hora y media cantando sin parar es un esfuerzo físico de la virgen, pues cuando pasa eso, el chute de energía que me da la gente es brutal.
M.: Él es promotor y controlaba más de este tema. Cuando dijo “vamos a tocar en la Sala Sol” y se llenó, flipamos. Al año siguiente lo hacemos en la Copérnico, que ya son 700 personas, y se vendió todo. Ahora igual con la But.
J.: La siguiente sala en Madrid será La Riviera pero dentro de un tiempo, vamos paso a paso.