La relación de la marihuana con el deporte no siempre ha sido de la mejor. El consumo de cannabinoides está prohibido por la mayoría de las ligas y competiciones profesionales del mundo, y figura consistentemente entre una de las principales razones de descalificaciones deportivas por doping positivo. Sin embargo, desde el primero de enero pasado, el cannabidiol, o CBD, dejó de integrar la lista de substancias no permitidas por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que está a cargo del testeo de drogas en los Juegos Olímpicos, la UFC (Ultimate Fighting Champion) y otros eventos deportivos. Se trata de la primera vez desde la creación de la lista en 2004 que un cannabinoide se autoriza para muchas de las principales competencias deportivas del planeta.
De acuerdo a la agencia, el CBD no tiene potencial de actuar como un potenciador del desempeño, no representa riesgo de salud para los atletas y no viola el espíritu deportivo: los tres criterios por los que una droga puede vetarse. Por eso en octubre pasado se resolvió que el cannabidiol no sería incluido en la lista a partir del 1 de enero de 2018. “Para revisar la lista, los expertos examinan fuentes como investigaciones científicas y médicas, tendencias e inteligencia recolectada de fuerzas de seguridad y compañías farmacéuticas para mantenerse adelantados a quienes intentan engañar el sistema”, declaró el Director General de AMA Olivier Niggli.
Esto no quiere decir que ahora sea posible fumarse un porro antes de competir en las olimpiadas, dado que el THC, el principio psicoactivo del cannabis, continúa incluido entre las prohibiciones de AMA. El nadador Michael Phelps se enfrentó a un pequeño escándalo a comienzos de 2009 tras la difusión de fotos en las que fumaba marihuana con un bong, a pesar de que fue un hecho privado y alejado de cualquier fecha de competencia.
La condena social y el enojo de sus sponsors lo hicieron pedir disculpas públicamente por algo que, en definitiva, no competía a nadie más que a él y a quien estuviera compartiendo con él los humos. Esta situación no ha cambiado, pero la remoción del CBD de la lista de prohibiciones es un gran paso adelante que ayuda a salir del estereotipo de fumeta y vago que se le asigna a cualquiera que promueva los beneficios medicinales del cannabis. Y cuando se trata de deporte de alto rendimiento, el CBD puede ser un gran aliado para el tratamiento y recuperación de los deportistas.
Hace poco más de un año, el luchador estadounidense de la UFC Nate Díaz fumó CBD de su vaporizador al término de una pelea, argumentando que lo ayudaba con el proceso inflamatorio. “Si lo fumás antes y después de las peleas y del entrenamiento, hará tu vida mejor”, sostuvo Díaz. En la liga de Fútbol Americano NFL, varios jugadores han reclamado públicamente que se les permita consumir CBD legalmente. El motivo es que es que el CBD interactúa con un receptor conocido como TRPV-1, que interviene en la percepción del dolor, la inflamación y la temperatura corporal.
Cabe destacar que, dado que el único cannabinoide permitido es el CBD, es necesario tener un buen control de la fuente del producto que se consuma, dado que suele haber trazas de THC en distintos porcentajes, y la detección de este puede valer una descalificación inmediata. Si tu sueño es ser uno de los próximos héroes olímpicos, más vale tenerlo en cuenta.