Los productos con cannabis comestible con un aspecto parecido o similar al de las golosinas o caramelos dejará de comercializarse en California para evitar accidentes o experimentos de menores de edad con la sustancia. De esta forma, la ley establecere que los comestibles con cannabinoides, como THC o CBD, deberán de tener formas geométricas básicas, y no tener forma de muñeco, persona, animal o fruta, entre otras, que alienten a los más pequeños a despertar la curiosidad sobre el comestible.
Los comestibles de cannabis se están convirtiendo en una de las formas más usuales de ingerir cannabinoides en el país, desde que se legalizara la venta de cannabis recreativo en el estado. Desde 2014 puedes ir a cualquier dispensario y comerte alguno de los productos que pueden llegar a contener hasta 10 miligramos de THC, una dosis que puede ser mortal en menores.
Desde 2014 comenzaron a registrarse intoxicaciones en menores por las golosinas con cannabinoides
En el mismo año en el que se legalizó el cannabis recreativo en el estado, el 2014, comenzaron a registrarse denuncias e intoxicaciones porque menores habían consumido golosinas con THC y habrían sufrido los efectos adversos de la sustancia. Por ello, pocos años después, en 2016 comenzarían a proponerse medidas de reglamentación en torno al cannabis en comestibles similares a las del alcohol o el tabaco.
Ese mismo año, sería el propio Departamento de Salud Pública el que propondría que estos productos comestibles con cannabinoides comenzaran a venderse como píldoras, pastillas o capsulas para que esto mismo no pasara.
Por el momento este tipo de productos, como ya os hemos contado, seguirá comercializándose pero siempre que respeten las nuevas normas que se han impuesto en el mercado. Nada de colores estridentes en los envoltorios, nada de formas caricaturescas o que nos recuerden a las gominolas de toda la vida. Comestibles sobrios, que harán el mismo efecto y no reclamaran la atención ni la curiosidad de pequeños adolescentes que puedan acabar ingiriéndolos y pasando un mal rato. Hay que recordar que estos productos, menos los que lo usan por placer o uso recreativo, ayudan y contribuyen a mejorar la salud de muchas personas, siendo totalmente parecido, a los medicamentos que se recetan en las prescripciones médicas. Esperemos que con estas medidas se obtengan los resultados que se quieren tener.