Opinión
Iniciativas populares vs pactos institucionales: caminos colectivos frente a los callejones sin salida

Mientras el pasado martes la perseverancia de los colectivos migrantes se anotaba una victoria en el Congreso, el miércoles el Parlamento Europeo ratificaba de nuevo, como único horizonte, la razón securitaria.
Sarah Babiker
15 abr 2024 06:28

Quizás lo más difícil en estos tiempos sea perseverar. Por eso, en los últimos años, el léxico de la superación personal tiene entre sus figuras estrella el término resiliencia: resistencia ante la adversidad, entereza ante las dificultades. No soltar. Lo tomo de prestado para hacer balance de lo que ha hecho estos años el movimiento Regularización Ya: no han soltado. No han rebajado sus demandas, ni han matizado lo que exigen en un ejercicio de tacticismo. No se han dejado apaciguar por discursos no acompañados de medidas políticas, ni por medidas políticas estériles en transformaciones necesarias para alcanzar su objetivo. Llevan cuatro años peleando por lo mismo.

Quizás justo el verbo pelear no sea el apropiado, pues resuena a esos asaltos que si no se ganan te dejan frustrado y sin aliento. Pelear suena a usar más que la mente el músculo, más que la palabra el ruido, más que la alianza la oposición. Y sin embargo, lo que se consiguió el pasado martes 9 de abril es fruto de una inteligencia colectiva puesta al servicio de un objetivo común, del diálogo y el convencimiento artesanal, de las conversaciones de tú a tú, pliego de firmas bajo el brazo, de juntar energías y alcance con organizaciones, grupos, colectivos, con los que no necesariamente irías a todas partes, pero que tienen claro que a esto quieren ir contigo.

Migración
Derechos humanos La ILP por la regularización de personas migrantes entra en el Congreso con el sí mayoritario de los grupos
Todos los grupos, exceptos Vox, dan el sí a que la Iniciativa Legislativa Popular que propone la regularización del medio millón de migrantes que se encuentran en situación irregular en territorio español comience a caminar en el Congreso.

Quizás lo que se celebró el martes sea solo un paso entre muchos otros pasos, pues caminar está hecho de avances pequeños que precipitan desplazamientos de cómo eran las cosas, que posibilitan que lleguen otras, esas cosas por las que nunca hay que dejar de esforzarse, esas cosas que nunca hay que soltar. Pues soltarlas implica dejar atrás a una gran parte de nosotras, firmar un contrato social que sabemos caduco y enfermo. Soltarlas implica no dejar nunca atrás, lo que debe ser dejado atrás.

Los grupos políticos tendrán que salir del marco de la imposibilidad, de que Europa no nos deja,  y explicar por qué no quieren que medio millón de personas en el país tengan derechos

La Iniciativa Legislativa Popular ya está dentro del congreso: no se podrá mirar a otro lado, los grupos políticos tendrán que salir del marco de la imposibilidad, de que Europa no nos deja (la falsedad de esto ya la aclaró Regularización Ya en su momento), y explicar por qué no quieren que medio millón de personas en el país tengan derechos. Por qué los quieren desamparados mientras hacen los peores trabajos, por qué los necesitan sin libertad y con miedo. Van a tener que explicar si votan la igualdad prometida en las flamantes discursos, o votan al apartheid que somete a miles de personas al terror y a la explotación, que se escenifica cada día en las redadas racistas en Lavapiés, en los alrededores de las paradas de metro, en los bancos de tu barrio donde se sientan jóvenes que no son blancos.

El miércoles 10 de abril los partidos, en su formato europeo, ya dieron una pista. El voto del Pacto Europeo de Migración y Asilo dijo sí a la razón securitaria, esa tan alejada de la inteligencia colectiva, del diálogo en las plazas, de la alianza para alcanzar un bien común que nos interpela y desborda. El pacto institucional para administrar y financiar la muerte de los otros se ofició sin necesidad de mucha perseverancia o resiliencia. Para sellar una condena de detención o abandono para las personas migrantes no tuvieron más impedimento que decenas o cientos de colectivos y organizaciones publicando manifiestos, Davides que perseveran ante un Goliath que ni siquiera se digna a mirarles.

Huelga hablar del riesgo de un crecimiento de la ultraderecha en la UE, a las personas migrantes probablemente les dé igual que los gobiernos que las detengan, expulsen o abandonen en el medio del mar, sean más o menos gritones. Comparten su eco asesino el bruto lenguaje de Orban y el mudo apoyo a un Grande Marlaska que se negó a dimitir tras el 24J en Melilla. Lo que se votó el miércoles en el Parlamento Europeo es un callejón sin salida. Las políticas migratorias europeas ya no llevan a ninguna parte, no facilitan nada, no impiden nada: solos sirven para generar más sufrimiento y alimentar la industria securitaria, niña de los ojos de nuestros tiempos, en los que todo luce tan aparentemente sofisticado, y sin embargo, todo el horizonte político de la UE parece resumirse últimamente en que viene el coco.

El coco, la llegada masiva de personas migrantes, agente invasor que el organismo europeo no podrá absorber sin quebrantarse, dice la extrema derecha, como si no hubiera capacidad de transformación en ese organismo europeo que nadie sabe muy bien de qué esta hecho. Como si hubiera un organismo europeo ajeno a las migraciones. Como si fuera competencia de alguien decidir quién se mezcla con quién, ilegalizar ansias de supervivencia, legítimos proyectos de vida.

El lenguaje de la gestión es el de la banalidad del mal: un resorte automático que se alimenta del frío de los despachos, del poder de abstracción que permite la distancia

El coco, la llegada descontrolada de gente, dicen los defensores de una gestión de los flujos migratorios más exitosa. Apologetas del “lo importante es evitar que lleguen” ejecutan las mismas políticas que los otros, solo que sin pasión, a veces incluso con un tímido desasosiego que neutralizan sin esfuerzo con unas dosis de “no se puede hacer otra cosa”. El lenguaje de la gestión es casi peor que el lenguaje del odio. El odio refleja una pasión, confiesa un miedo. Ayuda a entender, empuja a reaccionar. Pero el de la gestión, es el lenguaje de la banalidad del mal: un resorte automático que se alimenta del frío de los despachos, del poder de abstracción que permite la distancia.

Rescatar a la política de la necrodistancia de las instituciones, perseverar ante la negación mecánica de derechos que deberían ser indiscutibles, rebatirle al prepotente lenguaje de la gestión las mismas premisas sobre las que construye sus excusas: eso ha conseguido la ILP Regularización. Abrir caminos en la dirección opuesta a este callejón sin salida hacia el que persiste en llevarnos la lógica institucional imperante. Caminos que se conjugan en colectivo, que son conscientes de que se avanza paso a paso, y que nunca dejan de apuntar al horizonte político decidido en común, que perseveran a pesar del viento en contra y del ruido.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Grecia
Grecia Frontex pone de nuevo la mirada en Grecia
En enero de 2025 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acusó a las autoridades griegas de llevar a cabo devoluciones forzadas de manera sistemática.
Fronteras
Fronteras El Gobierno de Mauritania alerta de que ya son más de cien cadáveres hallados en sus costas en 2025
Desde 2023 Mauritania es el principal punto de salida de embarcaciones hacia las Islas Canarias. El Gobierno reconoce el hallazgo de cuerpos. Mali reclama un trato humanitario a las personas que permanecen varadas en el país vecino.
Fronteras
Fronteras 24 horas en un albergue de Tijuana: “Que no se olviden de nosotros”
Unos 80 migrantes siguen con preocupación la política de cerrojazo y militarización de la frontera de Donald Trump desde sus casas de nylon.
gabrielfdpb
15/4/2024 16:07

Bravo, ¡perseveremos!

0
0
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El PSOE se mira en el espejo de Canadá
La irrupción de un enemigo exterior poderoso como Trump ha provocado un giro rotundo en las elecciones del país norteamericano, catapultando a los progresistas tras estar al borde de una dura derrota.
Economía social y solidaria
Cooperativismo Economías tejidas por mujeres: feminismo y cooperativismo en Madrid, una genealogía por contar
La Economía Social y Solidaria feminista no ofrece fórmulas mágicas, pero sí un horizonte: uno donde lo productivo y lo reproductivo, lo económico y lo afectivo, dejen de estar enfrentados.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'Os Pecadores' loitan contra montruos reais e mitolóxicos no novo episodio de 'O Teleclube'
O dúo do director Ryan Coogler e o actor Michael B. Jordan estrean unha película sobre a experiencia afroamericana cunha ameaza sobrenatural engadida.
Opinión
Opinión Sobre la guerra y la paz
Parece que los alemanes y el resto de europeos no aprenden con la historia que ellos mismos han protagonizado en los últimos 400 años. Ni siquiera con la historia del siglo XX, tan inmediatamente próxima y tan inmensamente trágica.
Energía
Energía La organización colectiva, el verdadero kit de supervivencia en tiempos de emergencia y caos
Decenas de centros sociales, cooperativas y grupos autogestionados de vecinos en todo Madrid hicieron frente a los embates del parón eléctrico a través de improvisadas iniciativas comunitarias.
Oriente Medio
Oriente Medio ‘Aliadas’, un libro para imaginar otra Shatila y recordar Palestina
Hablamos del libro, el deporte, la vida en Shatila y el genocidio en Gaza con la autora, Txell Feixas, junto a Majdi y Razan, padre e hija que protagonizan esta historia de rebeldía y amor por la vida en el campo de personas refugiadas del Líbano.
Más noticias
La vida y ya
La vida y ya Unas horas sin luz
Edu, un amigo que es conserje en un colegio público, me escribe para contarme que quienes más se angustiaron fueron las familias más vulnerables.
Maternidad
Maternidades Maternar sola, precaria y sin que se note
Actualmente, asistimos a un nuevo modelo de súper madre que es la monomarental, precaria, activista feminista, que hace malabares para que sus criaturas no se enteren de las patrañas que nos rodean sin perder de vista la crianza respetuosa
Argentina
Argentina Argentina encadena su destino al FMI por las próximas generaciones
A corto plazo, el nuevo acuerdo permitirá equilibrar el balance de pagos, pero a costa de que la economía se incline hacia la recesión
Málaga
Lucha por el agua Victoria parcial para la Mesa del Agua
Tras meses de lucha ciudadana, el equipo técnico de la Junta de Andalucía rechaza la concesión de agua al proyecto Transcendence sobre El Llano de Matagallar (Málaga)

Recomendadas

Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Galicia
Galicia Vigo, A Coruña e Ourense mercaron material policial a Israel por medio millón de euros en só catro anos
O alcalde ourensán, Gonzalo P. Jácome, adxudicou un contrato por 70.000 euros días despois do sete de outubro. Abel Caballero asinou outro de máis de 200.000 euros e a alcaldesa da Coruña seguiu a estela cun contrato de 170.000 euros.