Opinión
Una moción de "cesura"

Si la moción de censura ha despertado tales reacciones de enfado, desprecio y hostilidad es porque, llevada a cabo en el lugar sacrosanto del poder, se presenta en realidad como una moción de cesura. Como un corte.

Irene Montero
Dani Gago Irene Montero

En un capítulo de Los Simpson, Marge le dice a Homer: "Homer, esta es la peor estupidez que has hecho", a lo que él contesta: "Lo has dicho tantas veces que ha dejado de tener sentido". La repetición nos inmuniza. Podemos horrorizarnos si un solo día, en un único evento, mueren 16.000 niños. Algo así nos resultaría intolerable, ajeno a toda comprensión. Pero ante el hecho cierto de que esa cifra de muertes, por causas fácilmente evitables, se repite en nuestro mundo cada día, no movemos ni una ceja. Interiorizamos este horror cotidiano como rutinario, como producto del estado normal de las cosas.

La repetición inacabable de atrocidades se ofrece como un cálculo. Como algo puramente numérico, alejado de toda reflexión. Citando a Byung-Chul Han, el cálculo es "ciego para los acontecimientos" y "ni siquiera está en condiciones de averiguar la relación causal… Esto es así y punto. La pregunta por el porqué [de las cosas] está aquí de más. Es decir, no se comprende nada... Sin darle más vueltas, nos dejamos llevar por: Esto es así y punto".

El nivel de corrupción política que soportamos los españoles no tiene parangón con ningún otro país desarrollado. Corrupción protagonizada sobre todo por el Partido Popular, que cuenta entre sus filas con cientos, miles, de altos cargos condenados por corrupción. En un número tal que es ya tan inabarcable como el de las cifras del hambre en el mundo o la pobreza. En una frecuencia tal que ya no se puede hablar de eventos concretos sino de un único evento repetido infinitamente: en algo puramente numérico. Y, volviendo a Chul Han, lo numérico hace que lo igual se perpetúe.

Los medios de comunicación del poder, los creadores de opinión, los partidos políticos del régimen, convierten la inacabable sucesión de escándalos de corrupción del PP en "nuevos casos". Nuevos casos que tienen la capacidad en sí mismos de hacer olvidar los anteriores. La Púnica hace que abandonemos a Rita Barberá; Gurtel, desvía la atención sobre Camps y, a su vez, los corruptos de mañana tenderán un manto de olvido sobre los ladrones de hoy.

De hecho, parece incluso que, de algún modo, la coincidencia temporal de varios casos de corrupción no solo no hace que los vivamos como algo más insufrible sino que genera el suficiente ruido informativo como para que se enmarañen y creen más confusión que hartura. Para que se vuelvan solo números.

El mundo gira. Esto es así y punto. Debemos acostumbrarnos a que nos roben, a que nos gobierne una organización criminal dedicada al saqueo, del mismo modo en que nos acostumbramos a que se derritan los polos, a que se extingan algunos bichos y a que haya niños que mueran de inanición. El sistema funciona. Y no, por supuesto, porque pueda evitar este estado de criminalidad institucionalizada sino porque, de cuando en cuando, produce impulsos de autoregeneración falsa. De la misma manera que una catástrofe humanitaria concreta produce una efímera corriente de solidaridad que, al no cuestionar causas ni efectos, sirve como justificación ética ilusoria: algo se está haciendo.

En ese estado de cosas, los defensores del sistema pretenden que todo siga girando en ese rodar perpetuo. Que cada escándalo simplemente concite las rutinarias muestras de inútil indignación en las redes sociales. Que repitamos una y otra vez palabras como "indecencia", "intolerable", "indignante", "vergonzoso" que, como le pasa a Homer, dejan de tener sentido. O que sirva para que los tuiteros desencadenen una inocua competición de chistes, burlas y gracietas. Como si a aquellas personas sin escrúpulos que nos desvalijan les fuese a molestar que nuestra única y pobre respuesta sea la sátira.

Viene a decir Monedero que, a lo largo de la historia de España, es esa burla impotente contra el poder expresada en forma de sátira el desahogo que hace más soportable para el pueblo el saqueo del que es víctima. Por eso el poder la tolera. Pero lo que no tolera es la censura efectiva, la censura expresada cara a cara, en los espacios propios del poder que hoy ve usurpados por unos desarrapados que vienen aquí a cuestionar las leyes naturales.

Una situación tan excepcional de descrédito de las instituciones y gobierno del crimen organizado requiere igualmente de un posicionamiento nítido excepcional

Si la moción de censura ha despertado tales reacciones de enfado, desprecio y hostilidad (si es tan inútil, ¿por qué jode tanto?) es porque, llevada a cabo en el lugar sacrosanto del poder, se presenta en realidad como una moción de cesura. Como un corte. Una situación tan excepcional de descrédito de las instituciones y gobierno del crimen organizado requiere igualmente de un posicionamiento nítido excepcional. Y no importa que la moción no triunfe. Su utilidad no es solo censurar sino expresar un imperativo moral que nos obliga a decir: "Hasta aquí". Y romper ese ciclo eterno de escándalos-quejas-más escándalos-más quejas que en nada modifica la realidad.

Una cesura que recupera el valor de las palabras. Estas están hoy huecas, deshinchadas por esa rutinario pataleo, que nada transgrede, en las redes sociales. Hoy, cuando repetía una y otra vez Irene Montero: "¡qué vergüenza, qué vergüenza", deberíamos llenar esa expresión de su verdadero significado. Sentir la vergüenza como una herida. Y, mientras ella hablaba, imaginarnos a los cómplices del saqueo, los corruptos de mañana que aún no han sido detenidos, riéndose de ella, repantigados en sus escaños. Qué vergüenza, qué vergüenza. Y nos debería hasta doler la expresión. Escocernos, enfermarnos. Deberían volver a tener peso las palabras "indecencia", "indignante", "intolerable" más allá de su repetición ritual. Si algo es "intolerable", simplemente es porque no podemos tolerarlo. Porque nos impulsa a una acción con contenido, más allá de un tuit banal.

Este es el verdadero valor de la moción: el tratar de impedir, con un gesto extraordinario, la normalización de la vileza. Marcar una ruptura, una cesura, entre lo tolerable y lo intolerable

Este es el verdadero valor de la moción: el tratar de impedir, con un gesto extraordinario, la normalización de la vileza. Marcar una ruptura, una cesura, entre lo tolerable y lo intolerable. Una cesura entre quienes lo toleran y quienes no lo toleran. Una cesura entre aquellos para los que el combate contra la rapiña se vuelve un imperativo, una voz imposible de no atender y aquellos otros para los que es poco más o menos que una cansina repetición de condolencias.

En la métrica, la cesura es una pausa que se hace en el verso. Luego el verso continúa y también continúa el poema. Es solo una pausa. Un coger aire. No rompe nada ni termina nada. Habrá quien piense que coger aire es poca cosa. Pero es únicamente la existencia aún, en algún lugar, del aire puro, la que presenta tal cual es atmósfera en la que vivimos, hedionda y asfixiante. Y lo normal no es vivir acostumbrándose a la tos, a la nausea y al ahogo. Lo normal es respirar.

Cargando valoraciones...
Comentar
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
A xornalista Concepción Pombo substituirá, co único aval do Partido Popular, a Alfonso Sánchez Izquierdo. O Goberno de Alfonso Rueda modificou a lei de medios para que os votos do seu partido fosen suficientes para elixila.
Altri
A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
A veciñanza da comarca máis afectada escolleu entre dúas listas logo de non chegar a un consenso. A gañadora tratará de ampliar a súa base de socias e socios por toda Galiza e abrirá máis as portas ás grandes organizacións do país, como a CIG.
El Salto n.79
A celulosa ou a vida: xornalismo situado e loita social para frear un ecocidio
O xoves 17 de xullo esperámosvos no CS 'A Nubeira' de Vigo para presentar o último número da revista El Salto xunto a algunhas das súas principais protagonistas: as que loitan contra o macroproxecto de celulosa liderado por Altri e avalado pola Xunta.
AGANTRO
O desprazamento forzoso en Chiapas: metáfora da vida núa
Conversamos coa investigadora América Navarro sobre o desprazamento forzoso en Chiapas.
Altri
Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.

Últimas

O Salto medra contigo
O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.
Orgullo
O Orgullo Crítico enche de diversidade e de humanismo Galiza: “Transfeministas con Palestina”
Crónica visual de como unha enorme multitude encheu de diversidade o centro da cidade de Vigo.
O Teleclube
'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria
O Teleclube
'O Teleclube' pecha a temporada cos supervivintes de '28 anos despois'
Danny Boyle e Alex Garland volven ao mundo dos infectados que inspirou o renacemento dos 'zombis'.

Recomendadas

Medio rural
A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Feminismos
Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Migración
A veciñanza mobilízase para acoller migrantes tras o peche de centros de Rescate Internacional en Galiza
Tras o progresivo desmantelamento de varios dispositivos de acollida, moitos refuxiados foron trasladados a outros puntos do Estado sen aviso previo. Outros son simplemente desaloxados trala denegación da súa solicitude de asilo.
Ourense
Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.
Comentarios

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...