Precariedad laboral
De sinkies, mileuristas y ninis: ponle ya un nombre a tu mierda

La pobreza de toda la vida, hasta que no le pones un nombre con tirón que te quepa en un titular y atraiga clics, no existe.

Eurostat
Las primeras reclamaciones de las familias en situación de pobreza es la obtención de un alquiler social. Pablo García
Sarah Babiker
25 nov 2017 06:00

El otro día leí un artículo sobre los sinkies. Aunque tengan nombre de dibujos animados esconden una realidad muy chunga. Son como los hermanos pequeños de los mileuristas y los primos pringados de los ninis. Son básicamente, gente que currando mucho, viviendo en pareja, y sin tener que cuidar a nadie más que a un gato, andan más que justos porque ganan una mierda. Son, dice Europa, una novedad. Qué cosas. La pobreza de toda la vida, hasta que no le pones un nombre con tirón que te quepa en un titular y atraiga clics, no existe.

Hay una tienda de alimentación muy cerca de mi casa, aquí en Usera. Es un local pequeño en el que se apilan paquetes y latas, botes, bolsas de bollos y galletas. En las ruidosas cámaras frigoríficas se apelotona una babel de bebidas esperando que alguien se las lleve. El nuevo propietario se llama Osama, se nos presentó hace dos meses, cuando compró el traspaso a una familia china. Estaba entusiasmado, ya tenía algo suyo para vivir dignamente, atrás quedaban la incertidumbre y los jefes jodidos. Ahora solo necesitaba trabajar, planificar, estar, ser simpático.

¿Cómo lo llamamos a Osama? ¿y a todas esas personas que ven sus negocios vacíos incapaces de competir con los supermercados, pasando la vida tras un mostrador?

Pero no es fácil: hay cuatro tiendas más de alimentación en la misma manzana y un DIA a cien metros. Paso siempre por delante y ahí está Osama, arañándole vida al escaso margen que se puede extraer vendiendo cosas baratas a gente precaria, pensando si le alcanza para la libertad, si puede permitírsela. Osama que amanece joven y cuando vuelves bien tarde a la noche y ves la luz de su tiendita aún encendida, lo imaginas envejecido, haciendo cuentas que no salen, soñando dinero que no llega. ¿Cómo lo llamamos a Osama? ¿Y a todas esas personas que ven sus negocios vacíos incapaces de competir con los supermercados, pasando la vida tras un mostrador? 

Son las 9.20h de la mañana, somos casi todas mujeres, vamos en metro. Ya hemos dejado a nuestros niños en el colegio, ahora toca trabajar. Sea lo que sea que vayamos a hacer no puede durar tanto como sea lo que sea que hacen las personas que echan al menos ocho horas en el tajo. Tampoco estará remunerado del mismo modo, ni igualmente valorado. El problema no es que trabajemos menos horas, el problema es que ni aún trabajando el día entero alcanzaría para mantener un hogar y unos niños. Salarios de pacotilla, ingresos que aún se entienden como complementarios, y nos hacen inviables como enteros económicos. No hay nada que te lance más eficazmente a la pobreza que pertenecer a una familia monomarental. Por eso, para tantas, la separación es un viaje de ida a la intemperie, un salto a veces más terrible que quedarse quietas en relaciones violentas. ¿Cómo llamamos a las mujeres que trabajan y trabajan y no llegan? ¿A quienes nunca llegarán?

Tomo el mismo día un AVE. Ida y vuelta. Ahí viaja otro país: me parece ver más hombres. Bien vestidos, las chaquetas planchadas, sin pinta de tener prisa por llegar a poner cenas, con tiempo para demostrar lo que valen, de progresar. Bajo del tren en Atocha, es viernes, diez de la noche: camino a Lavapiés. La calle está alfombrada de ropas viejas y zapatos, baterías de cocina, manteles, muebles extraños, cuadros y juguetes macabros de tan viejos. De pie, custodiándolos ante el frío, muchos hombres y algunas mujeres, muchos de piel oscura, y algunos más claros. Esperando que alguien se interese por esa mercancía de descarte: una gran oferta, para una demanda escasa. ¿Cómo llamamos a esos vendedores del margen, mártires de las aceras, condenados a esperar?

Quizás no son infelices, pero si mañana se accidentaran, si se enfermaran ellos o sus padres: se abriría el abismo. Hay quienes ya habitan en él, en el abismo 

Mientras escribo esto, un ejército de freelances redacta contenidos para páginas web por dos euros la pieza, las escriben en español y en inglés, cortan y pegan de otros espacios, buscan títulos atractivos que llamen al clic, y sueñan que algún día, sumando un poquito de aquí, un poquito de allá, podrán construir algo parecido a una seguridad. Quizás no son infelices, pero si mañana se accidentaran, si se enfermaran ellos o sus padres: se abriría el abismo. Hay quienes ya habitan en él, en el abismo. Los ves en invierno, engañando al frío en la calle, te buscan en verano, mientras tomas cervezas en las terrazas. Circulan de mesa a mesa, te miran negarles el euro que gastarás en una caña más. Desigualdades cotidianas a las que nos acostumbramos, tenues sombras de culpa ahogadas en el fatalismo. Aceptar esa desigualdad sin conflicto implica aceptar todas las demás, lo sabes, suspiras, y apuras tu cerveza. ¿Cómo les llamamos a quienes piden en las calles? ¿Y cómo nos llamamos a nosotros, con nuestros gustos de alegre juventud? Capeando imprevistos gracias a la generosidad de nuestros padres, sorteando precariedades o dejándonos medio sueldo en un alquiler que se eleva desbocado.

En fin, Osama, ponle ya un nombre a tu mierda. Mujeres que no llegan, vendedores del margen, náufragos entre terrazas, acróbatas del abismo que os aferráis a una cerveza, freelances que comen aire, gente que se quedó afuera. Pongámosle un nombre a nuestra mierda y ocupemos titulares al menos por un segundo. Que la lucha de clases ya es una cuestión de branding.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Laboral
Cuidados precarios Tres de cada cuatro empleados de hostelería hospitalaria han sufrido lesiones en su trabajo
Un estudio de Comisiones Obreras presentado este miércoles retrata un sector mal valorado, con alta temporalidad y en manos de empresas privadas
Cine
El Salto recomienda Las diez mejores películas en Filmin sobre trabajo: paro, explotación y mucha solidaridad de clase
Una selección realizada por la periodista de El Salto Sara Plaza Casares sobre las mejores películas sobre el mundo del trabajo en el catálogo de Filmin.
Lola
26/12/2017 14:28

Más que poner un nombre habría que poner una carga de dinamita o varias

0
0
cierzo
16/12/2017 0:32

Gracias por tus artículos

0
0
#4133
5/12/2017 10:53

Y que cansancio...y seguir, seguir

1
0
#4120
5/12/2017 8:54

Gracias, como parte de la multitud de precarias me he sentido muy identificada, aunque nos engañamos y no nos autodenominamos ni nos organizamos como pobres pensando en la gente que aun está mucho peor

2
0
Andres Bermejo
30/11/2017 19:38

Antes los llamaban "pobres vergonzantes", pero creo que lo de "vergüenza" no debería ser por estas personas que siempre tendrán su dignidad, si no por la "vergonzante" sociedad a la que pertenecemos, y dentro de ella a los que pueden y muchas veces no quieren solucionar estos "problemas" una vez conseguido el voto. El resto de las personas "no vergonzantes" siempre podemos hacer un poco mas por ellos.

3
0
Seba
30/11/2017 1:33

Excelente

0
0
Pilar
28/11/2017 16:19

Muy bueno....dan ganas de llorar literalmente....que asco de país....

2
0
#3817
28/11/2017 13:46

Me ha encanto el artículo. Felicidades a la autora.

0
0
Jaime
28/11/2017 9:22

Gracias. Desde luego que hay que ponerle nombre al sufrimiento, y al esfuerzo y a la dignidad de las personas y comunidades pobres que inventan apoyos mutuos, solidaridades limitades y el intento de una vida libre y plena. Es necesario encontrar las palabras y nombrar la vida, sobre todo por quienes la viven en peores condiciones, hasta hacer que el principio de democracia, el punto de referencia colectivo de nuestra prosperidad sean las condiciones de vida, libertad y dignidad de las personas en situaciones más graves de pobreza. Ninguna sociedad puede dar lecciones a otra sobre la erradicación de la extrema pobreza, es necesario unirse con humildad y determinación y aprender una nueva forma de humanidad que no deje a nadie atrás.

6
0
#3787
27/11/2017 11:47

Brutal artículo. Muy interesante el contenido, y espectacular la forma de contarlo y de expresarlo. Gran carga política y una estética literaria muy cuidada. Un diez :)

12
0
Cris
26/11/2017 19:46

Horrible verdad que observamos a diario. Nos vamos a pique señores y lo gordo de todo esto es que aún poniendo ahora medidas para empezar a subsanar la situación actual....es tarde.
Todo esto escondido tras la guerra de banderas, nacionalismos, partidos de fútbol o cualquier mierda que ni siquiera es relevante después de todo. Que lo importante se ha dejado de lado. Coger la batuta y hacer las maletas en busca de mejor suerte en otra parte, o resignarse y desear que ojalá vivan nuestros padres y abuelos lo suficiente para poder sobrevivir el tiempo suficiente. Curioso, el avance medico que nos alargará los años, sobrepasando la media de nuestros abuelos, es ahora inversamente proporcional a la calidad de vida y oportunidades que se nos ofrecen mientras estamos vivos. Crazy world.

15
1
Vero
26/11/2017 16:34

Viven en Europa, en el primer mundo. Los comparó con la gente que de 30 años a la fecha no sale de esa condición aqui , en Sudanerica; cualquier país. No se quejen

1
9
#3788
27/11/2017 12:02

¿Comparaciones entre pobres? ¿División entre los pobres? Lo siguiente serán las rencillas y el enfrentamiento entre pobres...¿Pretende usted también esa miseria añadida? En Europa se fraguaron las ideas de igualdad, libertad y solidaridad, y se produjo la lucha de los pueblos por la justicia social. Y la lucha continúa. Los pobres europeos nos quejamos por la tremenda injusticia que supone la pobreza, ¡aquí y en todo el planeta! ¡Nos seguiremos quejando y luchando, por que jamás nos resignaremos ante el reparto injusto que condena nuestras vidas!!

8
5
#3789
27/11/2017 12:05

Vero, si no nos quejamos, en lugar de que todos los países (los Sudamericanos también) caminen hace el desarrollo, retrocederemos todos hacia la precariedad. Más que "no se quejen", para mi el mensaje es "quejémonos todos". Porque los derechos perdidos cuestan muchísimo de recuperar. Y porque el hecho de que haya otros peor que tú (siempre habrá alquien peor y alquien mejor), no quiere decir que tengas que conformarte, ni en Europa, ni en Sudamérica, ni en la conchinchina (que se dice aquí). ;)

16
2
Paco
27/11/2017 20:17

Más que quejarse hay que aprender a reclamar. Empezando por asociarse.

4
0
XSolench
26/11/2017 11:57

Me ha encantado, felicidades por la reflexión.

5
0
#3739
26/11/2017 5:04

Te han faltado los "moles" Topos de 50 a 65 años que empezaron a trabajar a los 15, han pagado pensiones de los demás durante 35 años o más y ahora no son nada, ni trabajadores ni jubilados. Enterrados en vida, callados, ocultos y subsidiados, sin respirar casi, venciendo cada día la tentación de acabar con todo, esperando el milagro de una mísera pensión que les devuelva la mínima dignidad.

63
0
#3736
25/11/2017 22:39

Me parece una descripción fantástica y realista de la España de nuestros días.
Triste realidad!!!! Difícil futuro!!!!!

16
0
#3733
25/11/2017 19:32

Muchas gracias por su trabajo! Por explicarnos como estamos y hacerlo tan bien.

9
0
#3722
25/11/2017 15:11

Triste realidad

6
0
Marina
25/11/2017 15:07

El "re-branding" de la miseria, la pobreza y/o el precariado (ninis, sinkies, mileuristas) se tapa muy fácil con propaganda de Venezuelas, hackers rusos, Catalunya y/o banderas varias. Que la realidad no estropeé un buen relato de posverdad !.
Gracias por el artículo.

25
1
Marc
25/11/2017 13:53

Y por la noche, encienden la tele: Catalunya.

11
1
#3715
25/11/2017 13:28

Excelente crónica de la VIDA REAL. Felicitaciones!

8
0
Vigo
Sanidade Unha multitudinaria manifestación enche Vigo contra a privatización sanitaria orquestrada desde a Xunta
Ducias de miles de persoas e os partidos da oposición acoden ao chamado de SOS Sanidade Pública para reclamar “a reconstrución da área sanitaria de Vigo”, empobrecida pola privatización de servizos e os sobrecustos do Álvaro Cunqueiro.
Vigo
Política A exdirectora financeira de Povisa perfílase como a nova líder do PP de Vigo
Luisa Sánchez Méndez foi entre 1999 e 2023 alto cargo do Hospital Povisa desde onde Alfonso Rueda deulle o pulo á sanidade pública, dirixindo os Recursos Humanos da Consellería de Sanidade na área sanitaria de Pontevedra e O Salnés.
Medio ambiente
Minaría A Xunta xestiona a reactivación de 51 minas en Galiza coa licenza caducada
O goberno de Alfonso Rueda publicou medio centenar de concursos de dereitos mineiros con permisos caducados que abrirán as explotacións unha vez conclúa unha fase de análise e investigación do solo.
Rap
Poetas Puestos “Tanto los medios como la política quieren que seas un tonto feliz”
Charly Efe y Teko, acompañados de una banda, publican el disco ‘Tontos felices’ donde mezlcan su carrera en el rap con ritmos rock para crear lo que han bautizado como rap‘n’roll.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Israel firma el acuerdo con Hamás, pero todavía tiene que votarlo el Gobierno
Los representantes israelíes en Doha validan el pacto para un cese temporal de las hostilidades y un intercambio de prisioneros. Este viernes se vota en el Gobierno israelí, donde dos partidos ultras se oponen.

Últimas

Groenlandia
Análisis Por qué Groenlandia es clave en la carrera por las materias primas
El anuncio de Trump parece salido de una precuela de la película 'Don’t Look Up', en la que los intereses geopolíticos y económicos no nos dejan ver el colapso inminente.
Historia
Descifrando a historia As cortes de Melide, así foi como o medo da nobreza galega tratou de frear novas revoltas como a Irmandiña
No ano 1520 en Castela, estala a Guerra das Comunidades. Esta revolta vai ter un carácter antiseñorial e tamén en contra o novo rei, Carlos I. En Galiza, tamén tivo o seu eco.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El CIS vuelve a situar la vivienda como el principal problema de la población
Uno de cada dos votantes de las izquierdas sitúan la vivienda entre los tres grandes problemas que afronta el país. La encuesta del CIS muestra a los partidos de la izquierda en la misma situación de desinfle que el mes pasado.
Más noticias
Análisis
Análisis El PSOE intenta pescar en el río revuelto de la izquierda para acercarse al PP
Entre los votantes del PP sólo hay dos cosas que produzcan ilusión: el rechazo a Sánchez y su Gobierno e Isabel Díaz Ayuso. Feijóo, que no es una de ellas.
Galicia
Literatura Daniel Salgado reformula las claves de la poesía política en la contemporaneidad en 'Poemas realistas'
El discurso de este poemario convoca las dos ideas-fundamento que vertebran la poética de Salgado: la constatación de la ruina y la perseverancia en la posibilidad de un horizonte no clausurado.
Galicia
Galicia La exdirectora financiera del mayor hospital privado de Galicia se perfila como la nueva líder del PP de Vigo
Luisa Sánchez Méndez fue entre 1999 y 2023 alto cargo del Hospital Povisa desde donde Alfonso Rueda le dio el empujón a la sanidad pública, dirigiendo los Recursos Humanos de la Consellería de Sanidade en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés.

Recomendadas

Literatura
Letras Galegas Da Sección Feminina do franquismo ao Cancioneiro Popular Galego: o pobo é quen canta e baila
As cantareiras protagonizarán o Día das Letras Galegas de 2025. Beatriz Busto e Richi Casás fálannos delas, de Dorothé Schubarth, do Cancioneiro Popular Galego e da dificultade de acceder aos arquivos sonoros que conservan as súas voces.
Historia
Historia La segunda vida de Joaquín Maurín
Alberto Sabio reconstruye en “Excomunistas” la vida y el pensamiento del fundador del POUM: desde su politización en el republicanismo hasta su giro socialdemócrata y anticomunista durante la Guerra Fría.
Ocupación israelí
Expansionismo israelí El Golán sirio, radiografía de una joya natural diezmada por la ocupación israelí
Las actividades extractivistas del Estado israelí sobre los recursos hídricos o proyecto de parque eólico en las tierras colonizadas amenaza el sustento diario de las comunidades locales.
Represión
Represión Cómo descubrir a un infiltrado, el manual
Un grupo de afectadas por el espionaje policial publica un texto colectivo como herramienta y reflexión sobre este fenómeno.