Sidecar
El embrollo de Baluchistán

Irán atacó la base de un grupo separatista armado, ubicada en la provincia paquistaní de Baluchistán; dos días después, Pakistán desencadenó un ataque contra militantes baluchíes localizados en el lado iraní de la frontera
Jaish al-Adl
Jaish al-Adl (Ejército de la Justicia) de Baluchistán.
26 ene 2024 04:39

El nivel de ignorancia presente en la cobertura occidental de los enfrentamientos fronterizos entre Irán y Pakistán no debería sorprender. Tampoco debería sorprender la declaración del Departamento de Estado estadounidense de que la respuesta de Pakistán ha sido «proporcionada», afirmación que suscita inquietantes comparaciones con la matanza masiva que está perpetrando otra entidad financiada y armada por Estados Unidos situada no muy lejos de allí. Para tener una idea clara de los últimos ataques –Irán atacó el martes [16 de enero] la base de un grupo separatista armado, el Jaish al-Adl [Ejército de la Justicia], ubicada en la provincia paquistaní de Baluchistán; dos días después, Pakistán desencadenó un ataque con aviones no tripulados contra «escondites terroristas» de militantes baluchíes localizados en el lado iraní de la frontera– tenemos que disipar el entramado de mentiras y mistificaciones que rodea a estos hechos.

Baluchistán es una región montañosa partida por la frontera que separa Pakistán e Irán, al igual que las tierras pastunes están divididas por la correspondiente frontera afgano-pakistaní. Los nacionalistas baluchíes llevan mucho tiempo sufriendo el control, a menudo brutal, ejercido indistintamente por los gobiernos iraní y pakistaní. Históricamente, sin embargo, mientras que los dirigentes baluchíes iraníes eran políticamente conservadores, los principales líderes tribales baluchíes pakistaníes eran todos progresistas, próximos en algunos casos a las corrientes comunistas tradicionales características del subcontinente. Antes de la revolución clerical iraní de 1979 se habló incluso de unificar las dos provincias en una república autónoma.

He participado en innumerables conversaciones con líderes tribales y activistas radicales baluchíes en esa época. Había una corriente marxista independiente, activa en las diversas tribus, dirigida por intelectuales baluchíes de izquierda y sus aliados no baluchíes de las provincias de Punyab y Sind. Su revista, Jabal (Montaña), publicó algunos de los debates más interesantes sobre la cuestión nacional, repletos de referencias a los textos de Lenin sobre la autodeterminación nacional. La analogía de la división entre Etiopía y Eritrea se discutió incesantemente en su páginas. Una figura destacada de ese periodo, Murad Khan, argumentó que con el derrocamiento acaecido en 1974 del régimen proimperialista de Haile Selassie en Addis Abeba, las condiciones objetivas de la lucha eritrea habían cambiado y la situación socioeconómica en ambas regiones bien podría desarrollarse en la dirección de una unidad de clase que trascendiera el puro nacionalismo. La mayoría de los baluchíes también querían algún tipo de autonomía política o, en su defecto, la independencia.

Pakistán estaba sometido a fuertes presiones del sah de Irán para aplastar la insurgencia baluchí. A Teherán le preocupaba que las corrientes radicales pudieran cruzar la frontera. Zulfikar Ali Bhutto, entonces primer ministro, capituló y el ejército pakistaní aplastó a los rebeldes. A partir de 1977, Pakistán fue dirigido por una feroz dictadura militar respaldada por Estados Unidos (como lo es ahora, en lo que respecta a Baluchistán, bajo el actual gobierno «provisional»). En 1979 los militares ahorcaron a Bhutto, el primer líder elegido democráticamente en Pakistán, lo que brutalizó la cultura política nacional. Mientras tanto, en Irán, la nueva República Islámica suscitaba esperanzas populares y el nacionalismo baluchí se vio obligado, durante algunos años, a pasar a un segundo plano.

La geopolítica aplastó todas las visiones utópicas originadas en Baluchistán. El colapso de la Unión Soviética provocó la implosión de los grupos de izquierda baluchíes en Pakistán. Los mulás iraníes afirmaron su autoridad en su lado de la frontera. La represión en el Baluchistán pakistaní fue feroz e implacable. La ejecución de Bhutto desató una situación de turbulencia en todo el país y pronto toda una tribu baluchí, los marris, liderada por Sardar Khair Baksh Marri (de inclinación semimaoísta) escapó cruzando la frontera hacia Afganistán, donde acamparon y recibieron refugio, alimentos y armas del gobierno prosoviético del Partido Democrático Popular de Afganistán. Se afirmó que Marri y sus principales colaboradores habían volado a La Habana vía Moscú en busca de asesoramiento de Fidel Castro, aunque este hecho nunca ha sido confirmado por ninguna de las partes. Esta fase terminó con la llegada del gobierno civil a Pakistán, pero el ejército pakistaní siguió gobernando prácticamente la provincia.

La represión del pueblo baluchí ha sido atroz durante las últimas décadas. El alivio temporal de esta situación bajo algunos gobiernos civiles nunca duró mucho y recientemente la represión se ha intensificado. Hace unas semanas me pidieron que firmara otro llamamiento a la solidaridad con los baluchíes, después de que la policía disolviera en Islamabad una concentración totalmente pacífica y relativamente pequeña de disidentes baluchíes y sus partidarios pastunes y punyabíes, detuviera a sus líderes y apaleara brutalmente a algunos de ellos. Mi primera reacción fue «¿por qué ahora?». En aquel momento, semejante brutalidad arbitraria tenía poco sentido. Ahora sí lo tiene. Es obvio que la inteligencia militar pakistaní tenía órdenes de impedir cualquier muestra de disidencia baluchí en Pakistán. Optar por provocar a Irán justo ahora sólo causaría más quebraderos de cabeza a Washington. Al mismo tiempo, por supuesto, ello dividiría aún más al mundo musulmán en un momento en que Yemen, aunque no Egipto, Arabia Saudí o los títeres que gobiernan los Estados del Golfo, está ofreciendo una forma sorprendentemente eficaz de solidaridad con los asediados palestinos.

Dudo que este intercambio de fuego cruzado entre los dos Estados se convierta en una guerra en toda regla. Pakistán, que ya es un Estado huérfano del FMI, sufriría más. Y China ha hecho un llamamiento a ambos países para que procedan a un alto el fuego inmediato. China tiene cierta influencia. Tiene una gran base económico-militar en Gwadar, ciudad situada en la costa baluchí de Pakistán, y mantiene estrechos lazos económicos con Irán. La caballería de Pekín estará trabajando duro entre bastidores, pero las implicaciones políticas de este estallido son dignas de mención.

El grupo atacado por Teherán, el Jaish ul-Adl, es una filial de Al Qaeda, que lleva más de una década operando desde el Baluchistán pakistaní. El grupo mantiene estrechas relaciones con Ansar al Furqan [Partidarios del Criterio], su equivalente suní en Irán. ¿Quién financia estas organizaciones? ¿Por qué la Dirección de Inteligencia Interservicios de Pakistán, que se muestra tan diligente en hacer desaparecer a nacionalistas baluchíes desarmados, no se ocupa de estos fanáticos suníes bien pertrechados? Son ellos quienes han atacado y asesinado a las fuerzas de seguridad iraníes, incluyendo el último ataque contra la sede de la policía en Rask, la ciudad fronteriza iraní, en el pasado mes de diciembre. Irán ha suplicado a Pakistán en numerosas ocasiones que ponga fin a estos atropellos. Ninguna respuesta, salvo palabras melifluas. ¿Hay alguien financiando a este grupo terrorista? ¿Israel? ¿Los saudíes? ¿Algún interesado? No lo sé, pero nada sorprendería en estos días en los que nadie se toma demasiado en serio los dobles raseros occidentales en materia de «derechos humanos» y en asuntos de «derecho internacional» excepto los colegas también incluidos en nómina.

Sidecar
Artículo original: The Baluchistan Imbroglio publicado por Sidecar, blog de la New Left Review y traducido con permiso expreso por El Salto. Véase Tariq Ali, «Guerra en Oriente Próximo», NLR 38, y «El turno de Yemen», NLR 111.
Arquivado en: China Irán Pakistán Sidecar
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Sidecar
Sidecar El mismo filo de la navaja: Starmer contra la izquierda
Desde el principio de su liderazgo, Starmer y su equipo decidieron confundir el apoyo acrítico a Israel con una postura ecuánime contra el antisemitismo para poder utilizar esta confusión como un arma con la que matar a la izquierda.
Sidecar
Sidecar Control de daños en la República Islámica de Irán
El Estado iraní se enfrenta a una plétora de contradicciones estructurales. La elección de Masoud Pezeshkian, un reformista, representa el modo elegido para intentar superar esta crisis múltiple.
Sidecar
Sidecar Victoria aplazada de la izquierda francesa
Al disolver la Asamblea Nacional, Macron, el 'enfant roi' del Elíseo ha roto sus juguetes y ha pedido a otros que los arreglen.
Política
Xosé Manuel Beiras “A esquerda estatal á esquerda do PSOE leva ano e medio dando un recital de apoio ao PP”
O histórico líder nacionalista analiza devagar os erros das coalicións coa esquerda federal e acredita en que o futuro da transformación social está fóra das institucións.
Migración
Migracións Burocracia para os 'refuxiados de segunda': sete rapaces malianos ante o bloqueo do Estado ao pedir asilo
Presos da guerra, chegan a un novo territorio en procura de mellores oportunidades, pero son presos de temporalidades e trámites administrativos, minguando o seu estado anímico e deixándolles estancados nun limbo temporal que os anula como cidadáns.
Ocupación israelí
Ocupación israelí El Gobierno español permite el tránsito hacia Israel de combustible para aviones de guerra
El movimiento de solidaridad con Palestina acusa al Gobierno español permitir la escala del buque ‘Overseas Santorini’ en Algeciras, prevista para el 30 de julio, con un cargamento de combustible militar con destino a Israel.
Baleares
Baleares Formentera, el paraíso que fue
La más pequeña de las Balears se enfrenta, con una fuerte división interna, a la crisis de la vivienda generada por el turismo.
Juegos olímpicos
Juegos Olímpicos París 2024, del brillo olímpico al reverso de los focos
Comienzan unos Juegos Olímpicos marcados por el fuerte enfoque securitario y la expulsión de miles de personas sin hogar de la ciudad.
O Salto medra contigo
O Salto medra contigo Eles por diñeiro, nós por un futuro mellor: subscríbete ao Salto
Sempre que unha multinacional ou un goberno intentaron cometer un atentado medioambiental no noso territorio estivemos alí para contalo. Puidemos facelo porque a nós sostennos a nosa comunidade, pero queremos chegar máis lonxe e por iso precisámoste.
Bolivia
América Latina Bolivia: la guerra fratricida que está autodestruyendo el proceso de cambio
La transformación de Bolivia iniciada en 2006 con la llegada de Evo Morales al poder se encuentra en uno de sus peores momentos por las luchas entre este histórico líder y el actual presidente y exaliado Luis Arce.

Últimas

Caso Carioca
Caso Carioca O caso Carioca a través dunha migrante explotada sexualmente: indemnización mínima e complot policial
O garda civil Armando aliábase con proxenetas e abusaba sexualmente de mulleres prostituídas facendo uso da súa capacidade para regularizar a súa situación.
Palestina
Genocidio España tratará a 15 niños y niñas palestinas mientras quedan 10.000 pacientes que necesitan evacuación
El director general de la OMS agradece el gesto mientras pide evacuaciones médicas ampliadas, ya que solo 5.000 palestinos y palestinas han sido trasladados desde que comenzara la ofensiva israelí el pasado 7 de octubre.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Israel declara “terrorista” a la UNRWA y le prohíbe operar en el país
Días después de que Reino Unido reinicie el financiamiento de la agencia de refugiados de la ONU, el Parlamento israelí aprueba tres leyes que prohíben la actividad de esta organización y criminaliza a sus 30.000 trabajadores.
Personas sin hogar
Personas sin hogar Granada sobrepasa los 40 grados sin Centro de Día para las personas sin hogar
La plataforma ‘La calle mata’ exige al Ayuntamiento de Granada y a la Iglesia un Centro de día y comedores para atender durante el verano a las personas sin hogar
Sanidad pública
Sanidad a la madrileña Más de 1.500 kilómetros en bici para reclamar un centro de salud digno
Tras más de 140 manifestaciones, 3.000 reclamaciones entregadas y recurrentes encierros durante cuatro años de lucha, vecinos y vecinas de Abrantes (Madrid) acudirán a la ONU para reclamar su acceso a la sanidad.
Más noticias
Ocupación israelí
Ocupación israelí Palestina y el derecho a la resistencia: tácticas de la resistencia armada palestina
Los ataques del 7 de octubre supusieron un punto de inflexión en el retorno del debate sobre la lucha armada en Palestina, una vía no cerrada de resistencia frente a la ocupación israelí que tiene más de medio siglo de historia.
Violencia machista
Comunidad de Madrid Denuncian “castigos” a las trabajadoras de un centro de atención a víctimas de violencia machista de Madrid
El comité de empresa del centro Ayaan Hirsi Ali, dependiente de la Comunidad de Madrid, vincula la no renovación del contrato de una educadora social con el cambio de empresa licitadora y sus nuevas condiciones laborales.
Venezuela
Elecciones presidenciales Venezuela hacia el 28J: unas elecciones en las que por primera vez en una década cualquier cosa puede pasar
La oposición de derechas concurre sin exclusiones, vetos ni llamadas a la abstención con un candidato de consenso, Edmundo González, que podría arrebatar el poder a Nicolás Maduro.
Trabajo sexual
Ordenanza municipal La Coordinadora Feminista de Cádiz califica de punitivista la ordenanza contra la prostitución de Jerez
La Coordinadora que aglutina a colectivos feministas de toda la provincia denuncia que las medidas que anuncian la erradicación de la prostitución solo aumentan la precariedad y los riesgos.
Turismo
Turistificación La Malvarrosa: de barrio obrero a paraíso turístico
El barrio que toma su nombre de la playa urbana de València vive un proceso de turistificación acelerado mientras el tejido vecinal continúa su lucha para conseguir equipamientos básicos.

Recomendadas

Galicia
Xosé Manuel Beiras “La izquierda estatal a la izquierda del PSOE lleva año y medio dando un recital de apoyo al PP”
El histórico líder nacionalista analiza con calma los errores de las coaliciones con la izquierda federal y confía en que el futuro de la transformación social está fuera de las instituciones.
Arte político
Soledad Urzúa “Utilizar un desecho agrícola para crear obras de arte permite transmitir un mensaje de amor”
Llega a Madrid “Metáfora Vegetal”, una exposición de la artista chilena Soledad Urzúa. Sus obras, creadas armónicamente con colores de óleo y materiales desechados como hojas de maíz, despiertan los sentidos.
El Salto n.75
Revista 75 Activismo feminista contra la gordofobia y la deshumanización
El número de verano de nuestra revista trimestral llega cargado de un poder femenino que intersecciona desde muchos ángulos y que esperemos se reproduzca en vuestras manos.
Ocupación israelí
Ocupación israelí El teatro de la libertad de Yenín: resistencia a través del arte
Una iniciativa de teatro social en medio de la ocupación y las incursiones armadas israelíes en Cisjordania.