Sistémico Madrid
Vall Esquerda, yo como pienso y engordo

El mayor productor de carne del país, propiedad de la familia catalana Vall, pasa desapercibido a ojos de personas y animales en un edificio de rancio abolengo del barrio de Salamanca de Madrid.

Sistémico Madrid -Vall Companys
El edificio de la calle Goya donde tiene su sede Vall Companys. Felicia Barrio
22 dic 2019 06:00

Núñez de Balboa 35 no es un centro de despiece porcino ni un matadero donde se sacrifican 16.000 animales al día, como el de Ejea de los Caballeros. Es un edificio de oficinas con aire retro, bien iluminado y mejor ubicado. Pero si yo tuviera que liberar mi rabia por el obeso-mórbido y deshumanizado devenir (y porvenir) del sector cárnico español, plantaría mis reales en la planta cuarta de este edificio. El final de ese río de dinero que genera el negocio de la carne de cerdo en España está aquí, lo pone en un cartel de la entrada: Vall Companys SA, 4ºA, líder del sector en España. Tres plantas por encima de una tienda de accesorios de lujo para mascotas, tres plantas por debajo de la embajada de Suiza. Una mina de oro, paletilla y vísceras en el corazón del barrio de Salamanca de Madrid.

Nada me impide confundirme con los empleados que bajan, fuman, chatean y suben de nuevo. Ninguno va a las oficinas de Vall Companys, un conglomerado de empresas que mueve 2.000 millones de euros pero que nadie sabe de verdad a cuántos trabajadores ocupa. Unos son autónomos, otros temporales procedentes de ETT y otros muchos, pequeños productores que les venden su cabaña. En mayo, los sindicatos pactaron la regularización de 500 falsos autónomos que operan en el citado matadero Cinco Villas de Ejea (Zaragoza). El sector necesita asear su imagen para contrapesar la mala fama.

Para los hermanos Vall Esquerda, los dueños del emporio, el margen de mejora es total, ya que no se les conoce el rostro. En la era de las redes sociales y los drones que reconocen las facciones desde 70 metros de altura, nadie ha publicado nunca una foto suya. Solo se sabe que son tres —Óscar, Meritxell y José— y que poseen mataderos, plantas de corte y confección de carne a medida de la gran distribución, harineras, fábricas de pienso, secaderos de jamón, inmuebles en alquiler, fincas y sicav.

También se sabe que ubican sus empresas más grandes en Lleida y Zaragoza, las que heredaron tras la muerte de su padre, José Vall Palou, en octubre de 2015. Él las había recibido a su vez de su padre, José María Vall Companys, que, como en el cuento de la lechera, pasó de la agricultura extensiva a fabricar harinas, y luego piensos, y después a criar pollos, y finalmente a matar cerdos, hasta convertirse en el primer productor de carne porcina de Europa. Tres meses antes de morir, Vall Palou constituyó tres empresas en Madrid —Cava Roure SL, Noma 2015 SL y Spirit Capital SL—, las firmas que los Vall Esquerda usan para repartirse Inversions Fenec SL, un holding que consolida activos de 1.400 millones de euros, también radicado en la misma oficina desde 2018.

Porque un cerdo industrial, cuando le llega la hora fatal, pesa lo mismo que 80 pollos y consume 100 veces más agua, más fármacos y más maíz, la industria porcina es una de las más destructivas para un territorio. Y en España no deja de crecer en uso de tierras para producir comida para animales y en recursos (combustible, agua, fertilizantes, plaguicidas, antibióticos…).

Me he hecho crudivegana al quinto párrafo y me ha durado solo una frase. En abril de 2019 nació Zyrcular Foods, una sociedad que distribuye productos de proteína vegetal, entre ellos las hamburguesas de origen vegetal Beyond, que saben igual que las de carne. Aplauso para el que bautizó esta empresa para regocijo de veganos y animalistas, porque su domicilio social está en la calle Núñez de Balboa 35 y es propiedad de los Vall Esquerda.

Una vieja amiga con memoria indeleble de historiadora curtida en el gimnasio y en los mejores bares me ha recordado estos días que, cuando bajaba hacia el instituto por la calle Goya, en la esquina con Núñez de Balboa casi vivía allí apostado un falangista que vendía retratos de Franco y José Antonio, pegatinas franquistas junto a puños americanos y camisetas de Skrewdriver y Combat 64. Sus dientes marronáceos, cosidos por el sarro, asomaban cuando los viejos del barrio se paraban a hablar con él. ¿Se habrá muerto? En esa esquina hoy venden retratitos de Tintín. Desde luego…, qué falta de visión comercial.

cómo llegar
Calle Núñez de Balboa 35 (esquina Goya), 4ºA, Madrid. 3,4 km desde la Plaza Luca de Tena, nº 13
(sede de la redacción de El Salto).
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Sistémico Madrid
Sistémico Madrid La red de arrastre de Manuel Lao
En un casino siempre gana la banca y Manuel Lao fue la banca muchos años. Ahora, en su turno de jugar, sabe cómo mover sus cartas y ha puesto a medio Madrid encorbatado a apostar su dinero.
Sistémico Madrid
Sistémico Madrid Álvaro y Antonio Muñoz Beraza, pozos de ambición a la murciana
Lejos de la huerta y en plena conquista del mercado mundial de la fruta, los hermanos Muñoz han plantado en el lujo de la calle Serrano de Madrid su filial AM Fresh Iberia.
Sistémico Madrid
Sistémico Madrid Domínguez de Gor hace amigos en Madrid
La familia dueña de la textil malagueña Mayoral ubica en la capital la sociedad que orquesta sus inversiones financieras (1.350 millones), que crecen más allá de su obviamente próspera firma de moda.
CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
CRTVG A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
A xornalista Concepción Pombo substituirá, co único aval do Partido Popular, a Alfonso Sánchez Izquierdo. O Goberno de Alfonso Rueda modificou a lei de medios para que os votos do seu partido fosen suficientes para elixila.
Altri
Altri A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
A veciñanza da comarca máis afectada escolleu entre dúas listas logo de non chegar a un consenso. A gañadora tratará de ampliar a súa base de socias e socios por toda Galiza e abrirá máis as portas ás grandes organizacións do país, como a CIG.
El Salto n.79
Altri A celulosa ou a vida: xornalismo situado e loita social para frear un ecocidio
O xoves 17 de xullo esperámosvos no CS 'A Nubeira' de Vigo para presentar o último número da revista El Salto xunto a algunhas das súas principais protagonistas: as que loitan contra o macroproxecto de celulosa liderado por Altri e avalado pola Xunta.
Altri
Altri Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
A Catapulta O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria

Recomendadas

Medio rural
Medio rural A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Feminismos
Feminismo Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Ourense
Ourense Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.