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Antifascismo
Leganés se moja contra el fascismo
Medio millar de personas gritaban este sábado ‘No pasarán’ en una marcha-eventazo convocada por Leganés para todas, para limpiar la ciudad del discurso del odio.
Eran las 11: 30 de la mañana del 6 de abril y el cielo estaba totalmente encapotado. Leganés, ciudad del sur de Madrid, barrio obrero y de tradición combativa, se preparaba para una jornada intensa y las nubes no eran ajenas. La asamblea Leganés para todas había convocado una manifestación-eventazo cargada de razones. Pedían a vecinas y vecinos que salieran a las calles por un Leganés feminista, antirracista, diverso y antifascista. Un chaparrón para limpiar el discurso del odio que ese día también impregnaba el ambiente. A unas calles del kilómetro cero de la protesta, el partido de Abascal había congregado a sus candidatos a las elecciones nacionales para presentar su programa en la plaza de toros del municipio (La Cubierta).
Plumeros, mochos e insecticidas, en manos de algunas manifestantes. Quedadas en Móstoles, en Alcorcón, en Parla y en Getafe para ir juntas. Asambleas feministas, colectivos LGTBIQ+. Migrantes y racializadas. Todas estaban ya en sus puestos cuando arrancaba la protesta. Había que limpiar el municipio del “discurso del odio”. Y ni el diluvio que arrancó a los 10 minutos de la primera consigna fue capaz de bloquear las ganas.
Mientras el agua mojaba calles, pancartas y batucada, las demandas se elevaban atravesando los paraguas. Medio millar de voces gritaban “Fuera fascistas de nuestros barrios” o “Ningún ser humano, es ilegal”. “No pasarán”, decían muchas. Sonaba el Bella Ciao. Parecía que, de repente, se abría un claro entre las nubes. Algunas veían el sol, aunque no estuviera. Porque calor se sentía. Y mucho.
A unas calles del kilómetro cero de la protesta, el partido de Abascal había congregado a sus candidatos a las elecciones nacionales
“Hemos salido para reivindicar una ciudad y unos barrios libres, diversos y combativos frente al fascismo y a las derechas”, explicaba a El Salto Olivia Isidoro, integrante de Leganés para todas. “Pese a que el tiempo no ha acompañado, la gente se ha movilizado, y, además, han venido otras asambleas del sur de Madrid. Hay un espíritu de plantar cara a estos nuevos tiempos que vuelven a ser los de hace décadas porque la extrema derecha se muestra de manera más impune”, sentenciaba. De repente, en la manifestación, se vuelve a escuchar el “No pasarán”. Vuelve el gris. En las nubes y en el calendario.
Insiste Ortega Smith, número dos de la formación ultraderechista Vox, en que el “enemigo común” es la “invasión islámica”. Sin embargo, para Leganés para todas, el mayor peligro de ayer sábado era que su “discurso de odio” se “normalizara y se introdujera en la opinión pública”. “Pedimos que no se ataque al que ellos señalan como diferente. Que no se ataque a las vecinas y vecinos que estamos sufriendo la crisis, la precariedad y los recortes que esta derecha pretende agravar”, aseguraba la integrante de Leganés para todas.
“La lucha será feminista o no será”, gritaban las manifestantes, a pocos metros de llegar al Parque de los Olivos, donde tendrían lugar intervenciones, actuaciones musicales y una comida popular. Feminista porque para la asamblea convocante, las mujeres son otro de los colectivos apuntados por el dardo de la nueva derecha. “Un discurso que pretende volver a convertir la violencia de género en algo privado, en cosas domésticas”, aseguran.
Ya en el parque, se sucedían las palabras intercaladas con las canciones de los grupos ‘Palabras Necias’, ‘Por Instinto’ y ‘Yo no las conozco’. Este último, un conjunto de rock femenino que reclamaba más mujeres en los escenarios. Entre las intervenciones, Paula Guerra, presidenta de SOS Racismo Madrid, hacía un inciso. “Lo primero que quiero decir es que el racismo en España no nace con Vox. Eso lo sabemos muy bien las personas migrantes que vivimos en este territorio y que vemos cómo la ley de Extranjería cruza nuestras vidas desde mucho antes de que se fundara”, aseguraba. “Lo que está haciendo Vox es exteriorizar un discurso que otros han sostenido mediante leyes, normativas y reglamentos. Ese es el peligro de Vox”, incidía Guerra.
También intervenían Cogam Jóvenes y otros integrantes de colectivos LGTBIQ+. Demandando libertad sexual y una defensa por algunos hitos conquistados, como el matrimonio homosexual, complementaban sus voces con las asambleas antifascistas de Getafe para todas, Móstoles para todas, Parla Diversa y Alcorcón, Ama tu Ciudad y Odia el Fascismo. Todas reclamaban ciudades libres de violencia, de odio e intolerancia. “Contra el fascismo ni un paso atrás, venimos a quedarnos en Leganés y a hacer fuerza con distintos municipios para reivindicar espacios solidarios y justos”, explicaba Olivia Isidoro.
Le tocaba poner el broche final a la artista Fumilayo Johnson. Escritora y actriz, decidía ese día centrar su intervención en un monólogo sobre su vida. Sobre qué significa ser negra en España. Sobre qué significa ser española de padres guineanos. “Mis padres se llaman Fernando y Juana. Nacieron en Guinea, cuando Guinea era española. Yo he nacido en España, pero no vale con enseñar mi DNI. Nadie me cree ¿Eso qué es? ¿Ignorancia o racismo?”, preguntaba incisiva desde las tablas. Fumilayo hacía un llamamiento para que, en su país —que es España— un día lo único que importe es que seas persona. Un lugar interracial, intercultural y diverso. Un lugar donde el racismo no tenga cabida. “No pasarán, no pasarán”, gritaban los manifestantes que aún quedaban al finalizar el evento. Y las nubes grises, sin que nadie se percatara, ya se habían disipado. Aunque sea, solo, por un día. Mientras, habrá que seguir peleando por un horizonte despejado.
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Puede que en la plaza hubiera 10000 "personas", pero neuronas no había ni una.
¡Madrid Antifascista!
¡Leganés Antifascista!
¡No Pasarán!
Bueno al menos con la lluvia pudieron lavarse por fin,aunque no les hiciese gracia.
Ayer dijeron que eran 300 los que se manifestaron contra vox, no 500. Por su parte, Abascal congregó a unas 10.000 personas en la cubierta de leganés. Es lo que hay.