Derecho a la ciudad
Seguridad y urbanismo, el relato perdido de las izquierdas

Un reciente estudio ha puesto de manifiesto las diferencias de criterio a la hora de medir los efectos de la gentrificación. En esta divergencia subyace un debate ideológico. La existencia de alternativas o límites a la gentrificación no se ha traducido en políticas concretas en ciudades como Madrid. La derecha y las promotoras siguen teniendo la sartén por el mango.

Niños en Vallecas
Niños paseando por el barrio de Vallecas, Madrid David F. Sabadell
24 ago 2019 06:04

El pasado 19 de julio Juan Ramón Rallo publicaba en El Confidencial un artículo bajo el titular “Viva la gentrificación” en el que desgranaba las bondades del fenómeno gentrificador usando como justificación de sus tesis el reciente estudio “Los efectos de la gentrificación en el bienestar y la oportunidad de los residentes originales adultos y niños”.

En esencia, Rallo aseguraba que la gentrificación es un proceso bueno para los barrios ya que supone la recuperación de zonas deprimidas y la llegada a las mismas de individuos de mayor nivel educativo y adquisitivo. Afirmaba además que el número de población original desplazada tras el proceso de transformación es mucho menor que el que la izquierda —y sus, según él, atávicos prejuicios— quiere hacer ver a la opinión pública. Como era previsible, la columna tuvo considerable eco entre quienes enarbolan la bandera del neoliberalismo económico aplicado a los entornos urbanos —Begoña Villacís de Ciudadanos la retuiteó por ejemplo—.

El artículo, basado en el estudio realizado por el Federal Reserve Bank of Philadelphia, sostiene que el porcentaje de población original que se ve obligada a desplazarse del barrio gentrificado apenas llega al 3% y que, por regla general, la población total de estas áreas urbanas aumenta, aunando a la gran mayoría de pobladores anteriores al proceso de cambio y a esos nuevos habitantes de extracción educativa y financiera más alta que llegan con él. Serían estos últimos quienes hacen disminuir el nivel de pobreza de estos barrios, que su población infantil tenga más posibilidades de ingresar en la universidad, que los precios de los inmuebles aumenten con todos los beneficios que ello supone para sus dueños, etc.

Sin embargo, existen ciertos elementos a tener en cuenta cuando se trata de medir los efectos de los procesos de gentrificación. Es difícil justificar la extrapolación de las conclusiones del informe cuando las mismas se basan en un objeto de estudio muy concreto: los suburbios gentrificados de Estados Unidos.

Álvaro Ardura, arquitecto urbanista y profesor en la Universidad Politécnica de Madrid, no cree que los casos europeos y estadounidenses sean comparables. “Hay una gran diversidad contextual que hace que los procesos de gentrificación sean distintos en cada caso. En primer lugar, por la historia: en las ciudades continentales europeas las clases medias nunca han abandonado los centros urbanos de una manera tan fuerte como en Estados Unidos (con un fuerte componente racial) o en Inglaterra (en este caso por presión de la industria), así que las condiciones de partida son distintas”, explica.

O sea, la estructura e idiosincrasia propia de los barrios no hace posible calibrar de la misma manera los procesos de gentrificación en Estados Unidos y Europa. Un ejemplo cercano: a diferencia de los suburbios estadounidenses, barrios madrileños como Lavapiés o Tetuán no están capacitados para absorber grandes promociones urbanísticas —el caso de las torres Skyline en Tetuán es una excepción a la regla— ya que no hay suelo suficiente para acogerlas. En estas condiciones no es posible complementar a los habitantes nuevos y a los originales ya que si unos entran otros tienen que salir. La única manera de mantener a la población original sería a través de la oferta de vivienda social y la regulación de los precios de alquiler.

Otro elemento diferenciador es el del régimen de tenencia de la vivienda, es decir, si eres propietario o inquilino. “El estudio alude a los posibles beneficios para los vecinos que logren mantenerse en el barrio por el aumento de precio de su vivienda. Ese beneficio no existe para los inquilinos de viviendas en alquiler”, matiza Ardura.

Análisis cuantitivo vs cualitativo

La forma de ponderar y analizar los efectos de la gentrificación enfrenta dos posiciones: los que defienden el análisis cuantitativo como único método adecuado para identificar dichos efectos y los que acusan a los primeros de ignorar la dimensión cualitativa. El estudio del Federal Reserve Bank of Philadelphia es un ejemplo de análisis puramente cuantitativo. Para Álvaro Ardura es difícil captar cuantitativamente los problemas de la población original de un barrio ya que “no suele haber datos homogéneos longitudinales (a lo largo del tiempo), con diversidad de datos (formación, nivel de renta, etc) y suficientemente desagregados”. “Muchas veces solo se puede constatar el cambio a posteriori, no cuando el proceso está en marcha”, añade.

Por ejemplo, el aludido estudio solo tiene en cuenta el desplazamiento directo. “Marcuse ya habla desde los ochenta de otros tipos de desplazamiento: el indirecto, que impide la llegada de nuevos vecinos de clases bajas, y la presión de desplazamiento que sufren los vecinos originales que permanecen al dificultarse su vida por cambios en la estructura comercial, aumento de precios de productos básicos o desaparición de las redes sociales”, señala.

Especialmente hiperbólicas son las medidas que el consistorio de Almeida aplicará en Lavapiés, Puente de Vallecas o Bellas Vistas (Tetuán), donde se instalarán cámaras de vigilancia

Precisamente el reciente artículo de Loretta Lees (entre otros autores) “Medición y mapeo del desplazamiento: el problema de la cuantificación en la batalla contra la gentrificación” pone el foco en cómo las diferentes investigaciones cuantitativas analizadas han fallado a la hora de mostrar estimaciones significativas del número de individuos desplazados por la gentrificación y, en general, en la dificultad de medir solo cuantitativamente sus consecuencias. También hay ya investigaciones que buscan dar a lo cualitativo un papel central en el análisis. El estudio “Gentrificación y salud en dos ciudades globales: una llamada para identificar los impactos para los residentes socialmente vulnerables” investiga cómo se ve afectada la salud y el bienestar de residentes de larga duración por los procesos de gentrificación en Boston y Barcelona a través de datos cualitativos.

Políticas contra el desplazamiento

Por más que los agentes neoliberales reivindiquen la gentrificación como la panacea que transforma áreas urbanas deprimidas en nuevas Arcadias, es evidente que el fenómeno del desplazamiento —directo o indirecto— es una realidad palpable que afecta sobre todo a las rentas más bajas. Los ayuntamientos, empero, tienen la posibilidad de llevar a cabo políticas que al menos limiten ese desplazamiento, a través de la promoción del valor de uso de la vivienda frente al valor financiero por ejemplo, lo que es para muchos una utopía.

“Habría que generar un parque de vivienda social y blindarlo de posibles privatizaciones como las que hemos vivido en España”, afirma Ardura. Una alternativa complementaria sería la de promocionar alquileres fuera de mercado (más baratos) y limitar los precios como ya se está haciendo por ejemplo Portugal. Ardura amplía el abanico de posibilidades: “Habría que estimular otros tipos de regímenes de vivienda, mejorar la protección de los inquilinos, aumentar la duración de los contratos de alquiler o gravar fiscalmente las transmisiones especulativas de vivienda”.

Seguridad, terreno vedado para la izquierda

Estas políticas suponen poco menos que una ofensa ideológica para la derecha neoliberal, por lo que se antoja difícil que puedan realizarse en ciudades como Madrid donde las nuevas autoridades han retomado la campaña de difamación contra barrios que interesa que sean percibidos como conflictivos. Ciertos medios y parte de la opinión pública han hecho suyo el relato.

Especialmente hiperbólicas son las medidas que el consistorio de Almeida aplicará en Lavapiés, Puente de Vallecas o Bellas Vistas (Tetuán), donde se instalarán cámaras de vigilancia y se van a destinar grupos de antidisturbios municipales bajo la eufemística denominación de Unidades de Apoyo a la Seguridad (UAS). Cabe destacar que, aunque la implantación de cámaras se va a realizar en esta legislatura, las medidas se aprobaron durante el mandato de Manuela Carmena —en Puente de Vallecas con los votos a favor de todos los partidos y en el caso de Tetuán con la única oposición de Ahora Madrid— y que también se planteó la presencia de UAS durante el mismo.

Gonzalo Gárate Prieto, exasesor del gabinete del área de salud, seguridad y emergencias del Ayuntamiento de Madrid, no cree que estas medidas vayan a redundar en una disminución de la criminalidad en esas zonas. “Los indicadores de delincuencia no eran elementos en principio diferenciales. Creo que ha sido más el ruido mediático generado alrededor de estos barrios lo que ha propiciado la implantación de las cámaras. Viendo los datos del distrito Centro, observamos que la delincuencia no disminuye sino que se desplaza a otras zonas sin cámaras o con menor presencia policial. La delincuencia, como la energía, ni se crea ni se destruye, solo se transforma”, señala. “Las cámaras vienen a generar una sensación mayor de seguridad subjetiva que facilita el paso a los procesos de gentrificación, como ha ocurrido en Malasaña o Lavapiés”, concluye.

Gárate Prieto se muestra pesimista: “La reflexión sobre la seguridad que se ha realizado desde las izquierdas ha sido históricamente muy deficiente”

Montserrat Galcerán, exconcejala de Ahora Madrid en Tetuán (aunque fue en la lista de Madrid en Pie en las últimas elecciones), habla del caso de Bellas Vistas: “La instalación de cámaras no ayuda en demasía y puede provocar otros problemas. Nuestro convencimiento y el de muchos vecinos es que éste es un problema de convivencia más que de seguridad”. Además, Ciudadanos viene utilizando la supuesta inseguridad del barrio como arma arrojadiza en la Junta de distrito y Ahora Madrid no introdujo un cambio sustancial en términos urbanísticos. “La política urbanística ha sido manzana de la discordia en el grupo municipal. Todos firmamos un pacto contra la especulación urbanística que no se ha respetado. La amenaza de que las promotoras nos llevarían a juicio ha sido constante, pero aún así mi opinión es que se admitió con demasiada ligereza que no podía hacerse más”, lamenta Galcerán.

Gárate Prieto se muestra pesimista: “La reflexión sobre la seguridad que se ha realizado desde las izquierdas ha sido históricamente muy deficiente, lo que ha permitido que ese campo quede como terreno exclusivo para la derecha”.

De este modo, con la derecha detentando la hegemonía del relato de la seguridad y con la permanencia del poder coercitivo de las grandes promotoras urbanísticas, el futuro en los centros de las grandes ciudades no parece halagüeño. Así y todo, es lícito enumerar las alternativas existentes a un modelo de ciudad que, además de ignorar a un porcentaje alto de población, amenaza con extenderse como un virus respondiendo a la inclemente lógica del mercado.

Arquivado en: Derecho a la ciudad
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Sevilla
Sevilla Los vecinos del centro de Sevilla se levantan contra la venta de su pulmón verde
La Plataforma vecinal Pulmón Verde Sevilla denuncia que el Ayuntamiento de Sevilla ha incumplido la promesa de convertir el solar en un espacio verde para el vecindario
Cortes de Luz
Cortes de luz en Granada Sin luz no hay derechos: desestimada la demanda contra Endesa, la lucha vecinal en Granada continúa
Después de ser admitida a trámite y de cinco años de espera, la denuncia a ENDESA por parte de los vecinos del distrito norte afectados por cortes de luz ha sido desestimada.
Personas sin hogar
Personas sin hogar Diez muertos desde junio y cero recursos nuevos para las personas sin hogar de Granada este invierno
La plataforma ‘La calle mata’ denuncia la falta de inversión del Ayuntamiento de Granada para dotar de recursos de asistencia inmediatos y urgentes a las personas sin hogar
Tunigu
24/8/2019 10:51

https://www.elsaltodiario.com/vivienda/zona-cero-gentrificacion-valencia
Aquí un estudio con testimonios"cualitativos".
Resulta evidente que"el interés de la rentabilidad" se ha convertido en un principio moral social de primer orden. El condicionamiento mediático en la codicia y la "guerra de todos contra todos" al que conduce el liberalismo desde Locke hasta nuestros días con sus diferentes modalidades, nos conduce a la barbarie, la soledad, el aislamiento y al miedo, mucho miedo.
Sólo la unidad de acción en aras a la protección recíproca -democracia- nos puede guiar hacia una experiencia vital que merezca ser vivida.

1
1
Genocidio
Genocidio El TPI emite la orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
COP29
Cumbre del clima La COP29 encara su última jornada con un final agónico sin acuerdo en los temas clave
Los borradores de los textos de negociación sobre la mesa quedan muy lejos de un acuerdo sobre financiación climática en línea con las necesidades para que el planeta no rebase los 1,5ºC de calentamiento medio.
Ocupación israelí
Ocupación israelí El Congreso de EE UU vota la “ley más peligrosa para las libertades” desde la Patriot Act
En Gaza, Cisjordania y Líbano, nuevos ataques israelíes dejan más de un centenar de muertos. En Washington, el Congreso vota una ley que permite quitar fondos a ONG, universidades y colectivos sin pruebas ni un proceso transparente.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Opinión
Opinión Non sempre ter moitas luces é sinónimo de intelixencia
Que impacto ecolóxico e social produce a iluminación do Nadal de Vigo? A cidade sofre máis aló da masificación, o caos de tráfico, as molestias á veciñanza, o malgasto ou os recortes en orzamentos de emerxencia social.
Más noticias
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.

Recomendadas

Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.