Culturas
El Instituto Francés de València cierra sus puertas tras más de un siglo como punto de encuentro cultural

Sus 133 años de historia y la presión de la plantilla, la ciudadanía e incluso varios actores políticos no han sido suficientes para frenar una “reorganización” del Instituto Francés de València (IFV) que supone el despido colectivo de 25 de los 28 trabajadores y el fin del disfrute del emblemático edificio céntrico como punto de encuentro cultural.
bruno laurent 1
Bruno Laurent, bibliotecario y representante del personal del Instituto Francés de València. Gabriel Rodríguez
29 may 2021 06:00

Se respira un ambiente extraño al atravesar la puerta del emblemático edificio que alberga el Instituto Francés de València (IFV), en el casco histórico de la ciudad. Los ánimos se perciben decaídos y no es para menos: apenas queda un mes de trabajo para la inmensa mayoría de empleados. Solo 3 de las 28 personas directamente empleadas por el Instituto seguirán trabajando ahí a partir del 1 de julio. El resto serán despedidos. Y el portón de madera que la ciudadanía valenciana, de origen galo o no, ha cruzado durante más de un siglo para acercarse a la cultura francesa dejará de estar abierto.

En la entrada, uno de los trabajadores comenta cómo ha cambiado el centro en los últimos años. Recuerda la gran cantidad de eventos culturales que se organizaron bajo otras direcciones generales y lo animado que solía estar el espacio. Bruno Laurent, bibliotecario en el Instituto Francés y representante del personal, apoya el testimonio de su compañero. “Últimamente se hacía difícil poner en marcha actividades, pero hemos tenido responsables que estaban abiertos a todo tipo de proyectos, que conseguían hacer una gran programación cultural aunque el presupuesto fuera escaso”. Él mismo tenía una propuesta vinculada con la fonoteca que gestiona. No pudo llegar a proponerlo: el 30 de abril fueron avisados de que se iniciaría el proceso de 'reorganización' del centro.

Primar la rentabilidad económica

Laurent se remonta a mitad de abril: en ese momento, cuenta, el Ministerio envió a la embajada de Francia y a la dirección general del Instituto Francés de España un correo exponiendo que quería 'reorganizar' el IFV siguiendo tres caminos: suprimiendo las clases de francés, manteniendo los exámenes oficiales y desarrollando la “cooperación cultural, universitaria y educativa”. “Me imagino que no les dieron instrucciones claras, pero desde la embajada y la dirección general decidieron ejecutar un despido colectivo, de lo cual fuimos avisados el 30 de abril, justo antes del Día del Trabajador”, lamenta el bibliotecario. Los primeros siete días, denuncia, reinó la desinformación; más tarde se abrió el expediente y durante dos semanas se mantuvieron reuniones para abordar el despido colectivo. 

“Parece que tenían la idea de despedir a 25 personas sí o sí con un sobre de dinero preparado”, denuncia Bruno Laurent, representante del personal del IFV

Laurent cuenta que hicieron todo lo que pudieron por salvar el máximo número de puestos posibles, pero fue difícil y apenas encontraron documentación legal a la que poder aferrarse para paralizar una decisión que justificaron por razones de rentabilidad. “Parece que tenían la idea de despedir a 25 personas sí o sí con un sobre de dinero preparado”, denuncia. “Hemos negociado directamente las indemnizaciones, que han sido buenas para la mayoría; estuvimos estudiando la posibilidad de denunciar que el despido era improcedente, pero en tan poco tiempo era difícil demostrarlo”, lamenta.

En paralelo a las negociaciones, se apresuraron a montar la Plataforma Salvem IFV “para intentar que reflexionaran sobre la decisión”. Aunque valora muy positivamente la implicación de la ciudadanía e incluso algunos actores políticos como el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, Laurent critica con ahínco la forma en la que se ha gestionado la 'reorganización' del centro: “No han dicho nada a los alumnos ni a mis compañeros, hemos sido nosotros quienes hemos avisado a los trabajadores, a otros institutos, a la prensa... Me parece una falta de respeto”.

“El problema es que no lo ven como una institución que da un valor a la ciudad, que ayuda a familias binacionales que no pueden meter a sus hijos en el Liceo francés, que ofrece clases o acceso a material... El gran perdedor es el público y eso no lo han valorado”

Dos semanas después del anuncio, la tristeza ha ganado terreno a la rabia. Laurent lleva diez años trabajando en el IFV y tiene su vida en València. “Para trabajar aquí pedían ser nativo con diplomas franceses, así que ahora nos encontramos un mercado de trabajo extranjero porque la mayoría tenemos nuestra vida aquí y hemos de homologar nuestros títulos”. Eso no es lo que más le preocupa, cree que algo encontrará: para él lo peor, asegura, es que se vaya a cerrar al público lo que considera un espacio de acogida e intercambio que nació con una vocación pública: “El problema de esa política de rentabilidad es que no ven al Instituto como una institución que da un valor a la ciudad, que ayuda a familias binacionales que no pueden meter a sus hijos en el Liceo francés, que ofrece clases en francés o acceso a material... El gran perdedor, además de nosotros, es el público, y eso no lo han valorado”.

Futuro incierto del edificio

Las tres personas cuyos puestos permanecerán activos —asistente de dirección y dos encargados de las certificaciones—, asegura el bibliotecario, todavía no tienen claro cómo será su trabajo ni si permanecerán en el mismo centro: a partir del 1 de julio el edificio se devuelve al Estado francés. “No sabemos qué harán con él, pero tenemos la intuición de que van a venderlo y van a buscar otro sitio para esas tres personas. Hay quien apunta que quizás lo utilicen como anexo al Liceo Francés de Paterna. En cualquier caso, el edificio que acoge a público general va a dejar de hacerlo, por eso a esto lo llamo un cierre”.

“No sabemos qué harán con el edificio, pero tenemos la intuición de que van a venderlo y van a buscar otro sitio para esas tres personas”, exponen desde Salvem IFV

En este sentido, Laurent se remite a los antecedentes. “Tenemos el ejemplo del Instituto Francés de Sevilla, pasó igual hace 15 años, la misma 'reorganización', y creo que aquí pasará algo parecido: la colaboración cultural se reducirá a cosas muy puntuales y el centro se quedará para hacer exámenes”. Los trabajadores vienen denunciando que en los últimos años se ha producido una especie de “sabotaje voluntario” para vaciar de contenido al Instituto y justificar su cierre. Tampoco ayudó que se encarecieran los cursos ni que utilizaran el balance económico del año de pandemia para subrayar las pérdidas del centro y proceder a la 'reorganización'. 

En cualquier caso, la Plataforma Salvem IFV defiende que el gran error es asumir que el Instituto tiene que ser rentable. “Estamos en una época de fuertes nacionalismos donde no se mira alrededor, y para mí esta política sigue esta tendencia”, lamenta el bibliotecario. “Creo que la cultura se comparte, que tenemos que ser instituciones humanas y humanistas, intercambiar ideas, y al monetizar todo esto se pierde toda la esencia de lo que es una lengua y una cultura; cargarse toda una red así es terrible para el público aquí instalado, tanto valenciano como francófono”.

Al atravesar la biblioteca en la que Bruno Laurent ha pasado tantas horas durante los diez años que ha trabajado en el centro, un mural del artista Paco Roca reposa en el patio interior del edificio. El diseño inmortaliza a los combatientes españoles que participaron en la Liberación de París de 1944. Los trabajadores no saben qué pasará con el mural de 'La Nueve'. Tampoco existe todavía un destino claro para el fondo documental de la biblioteca, y si lo hay, lamenta Laurent, no se lo han comunicado. De momento le siguen dejando hacer préstamos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Culturas
Opinión Macrofestivales o la romantización del hiperconsumo
No hay macrofestival ético, del mismo modo que no hay banco que piense en las personas. La forma de construir relaciones sociales, así como el lugar desde donde estas se producen son importantes.
A Catapulta
A Catapulta O mapa afectivo conectado a través da poesía
O poeta, escritor e dinamizador Tiago Alves visita A Catapulta e reflexiona sobre as conexións na lusofonía
Culturas
Culturas En la industria editorial el libro ya es lo de menos… pero leemos más y mejor que nunca
Expertos, editores y libreros analizan cómo el libro-evento y los denostados como “libros-basura” sostienen un sector en el que, por otra parte, los números dicen que leemos más y con más variedad que nunca.
Comunidad de Madrid
Universidad pública El alumnado de la UNED denuncia el “modelo antipedagógico” tras la supresión de tutorías presenciales
El proceso de eliminación de clases se remonta a 2008, aunque ha sido este año, con el nombramiento Claudia Sevilla como directora de centros asociados de Madrid, cuando la CAM “ha pisado el acelerador”.
València
València Rechazada la querella por tortura contra Ramón, policía infiltrado en València
Un juzgado de València desestima el recurso presentado por Alerta Solidària contra la inadmisión de la querella criminal por torturas contra el agente que pasó dos años infiltrado.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El PSOE se mira en el espejo de Canadá
La irrupción de un enemigo exterior poderoso como Trump ha provocado un giro rotundo en las elecciones del país norteamericano, catapultando a los progresistas tras estar al borde de una dura derrota.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'Os Pecadores' loitan contra montruos reais e mitolóxicos no novo episodio de 'O Teleclube'
O dúo do director Ryan Coogler e o actor Michael B. Jordan estrean unha película sobre a experiencia afroamericana cunha ameaza sobrenatural engadida.
Economía social y solidaria
Cooperativismo Economías tejidas por mujeres: feminismo y cooperativismo en Madrid, una genealogía por contar
La Economía Social y Solidaria feminista no ofrece fórmulas mágicas, pero sí un horizonte: uno donde lo productivo y lo reproductivo, lo económico y lo afectivo, dejen de estar enfrentados.
Huelva
Huelva Jornaleras de Huelva en Lucha interpone la primera denuncia por el despido de una temporera marroquí
La sección sindical, recién constituida, asegura que “abren la veda” para denunciar otros atropellos laborales similares en contratos fijo-discontinuos de trabajadoras contratadas en origen.
Artes gráficas
Andalucía Poevélez: Cuando poesía e imagen mezclan, funden y subliman
La muestra colectiva de diversos artistas del panorama nacional nos presenta ejercicios de poesía visual desde diversas disciplinas como el collage y la fotografía y se puede visitar en la Fundación Eugenio
Más noticias
Opinión
Opinión Sobre la guerra y la paz
Parece que los alemanes y el resto de europeos no aprenden con la historia que ellos mismos han protagonizado en los últimos 400 años. Ni siquiera con la historia del siglo XX, tan inmediatamente próxima y tan inmensamente trágica.
Energía
Energía La organización colectiva, el verdadero kit de supervivencia en tiempos de emergencia y caos
Decenas de centros sociales, cooperativas y grupos autogestionados de vecinos en todo Madrid hicieron frente a los embates del parón eléctrico a través de improvisadas iniciativas comunitarias.
Oriente Medio
Oriente Medio ‘Aliadas’, un libro para imaginar otra Shatila y recordar Palestina
Hablamos del libro, el deporte, la vida en Shatila y el genocidio en Gaza con la autora, Txell Feixas, junto a Majdi y Razan, padre e hija que protagonizan esta historia de rebeldía y amor por la vida en el campo de personas refugiadas del Líbano.
La vida y ya
La vida y ya Unas horas sin luz
Edu, un amigo que es conserje en un colegio público, me escribe para contarme que quienes más se angustiaron fueron las familias más vulnerables.

Recomendadas

Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Galicia
Galicia Vigo, A Coruña e Ourense mercaron material policial a Israel por medio millón de euros en só catro anos
O alcalde ourensán, Gonzalo P. Jácome, adxudicou un contrato por 70.000 euros días despois do sete de outubro. Abel Caballero asinou outro de máis de 200.000 euros e a alcaldesa da Coruña seguiu a estela cun contrato de 170.000 euros.