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Dependencia
El negocio de la dependencia ante la falta de inversión pública en Cartagena
El colectivo Yayoflautas de la ciudad portuaria denuncia que la creciente necesidad de plazas para personas dependientes y la escasa oferta pública con la que se está respondiendo está siendo aprovechada por el sector privado para habilitar residencias que resultan inasequibles para la mayoría de la población.
La población sigue envejeciendo y cada vez son más las personas que necesitan cuidados. Parece una realidad obvia y que requiere de una respuesta política, pero la administración no la da —o no lo hace al menos de manera satisfactoria—, según denuncian Yay@flautas de Cartagena. El colectivo destaca la gravedad de la situación de las personas mayores en la Región de Murcia al sostener la ratio más baja de todo el territorio español en plazas totales de residentes mayores, según datos del IMSERSO. Ante esta situación proponen soluciones: transformar el abandonado Hospital Naval de Cartagena en un centro para personas mayores.
El edificio, que está abandonado desde hace diez años, ha sido proyectado durante ese tiempo como sede que albergara varias instalaciones —desde un Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) hasta la nueva sede de la Ciudad de la Justicia de Cartagena—, pero desde Yay@flautas de Murcia inciden en la idoneidad del bloque para ser empleado como residencia para personas mayores: “Consta de 350 plazas y, como antiguo hospital que ya tiene sus habitaciones y preinstalación hospitalaria, creemos que es una buena opción para convertirlo en un centro de día”, resume Vicente González, portavoz del colectivo en Cartagena.
González añade, no obstante, que están abiertos a cualquier otra propuesta que suponga una ampliación de plazas públicas para las familias que no se pueden permitir pagar los importes de las residencias privadas. En la Región de Murcia casi el 80% de centros residenciales son privados, según datos del CSIC. “El pasado 26 de junio nos anunciaban la licencia para construir otra residencia privada en la Barriada San Félix, en Cartagena, concedida en esta ocasión a Clece, empresa del omnipresente Florentino Pérez, y a su socio inversor Thor Private Equity Spain SL. Pero no será para las clases populares, que no pueden pagar esos precios tan excesivos”, señala en un comunicado Pedro Castaño, también portavoz del colectivo cartagenero.
En junio se anunciaba la licencia para construir otra residencia privada en Cartagena, concedida en esta ocasión a Clece, la empresa de Florentino Pérez, y a su socio inversor Thor
El edificio de titularidad privada gozará de todas las instalaciones. “Cuando hay mucha demanda y poca oferta por parte de la administración, las multinacionales de servicios y cuidados y los fondos de inversión aprovechan para construir y gestionar residencias para mayores y/o dependientes“, afirma Castaño.
González fundamenta también lo positivo de emplear el Hospital Naval como residencia para mayores por motivos económicos: “La empresa de Florentino Pérez va a construir una residencia de mayores de 180 plazas que costaría unos 3,5 millones de euros. Reutilizar el bloque saldría mucho más barato que construir uno nuevo”, detalla. Sin embargo, el portavoz aboga también por abordar el problema de manera más amplia: “No nos centramos solo en la residencia, creemos que a los mayores hay que darles atención domiciliaria, o buscar alternativas como el cohousing”.
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Vivir una vejez activa y en comunidad
Cada vez son más las personas mayores que apuestan por la vivienda colaborativa y autogestionada como alternativa a las residencias o a los cuidados en casa.
La situación de las personas mayores en Murcia
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un 5% de plazas en residencias por cada 100 mayores. Solo Castilla y León alcanza este porcentaje con financiación pública, según un estudio de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales, en el que se señala también que las plazas públicas de la Región de Murcia no alcanzan el 1,5 de ratio —1,42, frente a la media española de 4,2—, lo que supone un déficit de 8.364 plazas residenciales. “En julio Cartagena contaba con 35.506 personas mayores de 65 años, por lo que le corresponderían 1.775 plazas residenciales según la recomendación de la OMS”, detalla González. Cartagena solo cuenta con 806 plazas acreditadas, según datos de la región de Murcia, “lo cual supone un 2,25 de ratio, menos de la mitad de lo aconsejado, y solo 587 son públicas”.
De las 1.775 plazas residenciales que le corresponderían a Cartagena, solo hay 806 acreditadas, de las cuales 587 son públicas
A esto se le añaden otras cifras alarmantes relativas a la dependencia: “En Cartagena hay 1.000 dependientes reconocidos sin atender y otras 1.000 personas sin calificación de grado de dependencia; es decir, 2.000 personas solo en Cartagena en el limbo de la desatención más absoluta”, explica Vicente González. La Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios sociales ya advertía que en 2019 había 20.000 personas más “en una lista de espera que ya se eleva a 270.000 personas con derecho a servicios o prestaciones que no reciben”. La Región de Murcia era una de las comunidades en las que había aumentado la lista de espera, en un 4%.
“Cartagena cuenta con una partida de veinte millones de euros procedente de la comunidad autónoma —que en esta materia tiene las competencias— destinados a la dependencia, a todas luces insuficiente para atender a todas sus necesidades”. Esto se traduce en cuidados a domicilio a menudo no remunerados: Oxfam Intermón ya alertó hace poco que el valor económico del trabajo de cuidados no remunerado que llevan a cabo en todo el mundo las mujeres de 15 o más años asciende al menos a 10,8 billones de dólares anuales. “Ahora mismo la cuota media de una residencia privada está en 1.900 euros al mes, ¿qué pensionista puede pagar eso? Ninguno. La mayoría de los pensionistas están siendo atendidos por las hijas, las mujeres suelen ser las más perjudicadas, o cuidadores extranjeras que en muchos casos no tienen buenas condiciones laborales”, defiende González.
“Al negocio privado le interesa que las plazas en residencias se sigan manteniendo por debajo de la recomendación de la OMS porque les permite aumentar sus precios”, resume González. Cada vez hay más personas mayores y este crecimiento no está viniendo acompañado de un aumento a la dependencia ni un incremento de plazas residenciales. “Esa descompensación entre la oferta y la demanda se traduce en una burbuja, otra más. Faltan más de 100.000 plazas públicas, y ante eso los inversores están haciendo su agosto comprando y construyendo residencias”, defiende el portavoz.
Asimismo, González señala que la tipología de estos centros no es banal: “Las empresas van a mirar por la obtención de beneficios, y se pueden reducir costes a base de menos trabajadores, de bajar la calidad de la alimentación, de reducir la asistencia sanitaria... No sucede así en todos los casos, por supuesto, pero ya hemos conocido varios ejemplos y hay asociaciones de familiares que están denunciando estas situaciones”.
UNa demanda sin responder
Ante esta situación, Yay@flautas se ha movilizado para conseguir llevar al Ayuntamiento su propuesta. Después de una moción presentada al Pleno consistorial, aprobada por unanimidad en el Pleno Municipal a fecha de 5 de septiembre, el colectivo dejó de recibir noticias sobre los avances en materia de dependencia y la valoración de su propuesta de utilizar el edificio.
Consiguieron que se preguntara por la cuestión en el Pleno municipal del pasado 28 de enero. “La contestación del equipo municipal es que desde septiembre, que ya han tenido tiempo, solo han mantenido una reunión con el Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria para pedir que aumentaran las plazas concertadas, es decir, para darle más dinero a las residencias privadas”, actualiza González. “En España se necesitan alrededor de 150.000 plazas públicas, y solamente en Cartagena hacen falta 800. El Hospital Naval puede remediar unas 350, por eso abogamos por esto como una solución más”, incide.
El colectivo sugiere la necesidad de que el Gobierno de Coalición trabaje en este sentido: “Esperamos que a nivel estatal esto tenga otro giro con el nuevo gobierno y que fuercen a que la situación cambie, pero no vemos ninguna intención porque desde el Ayuntamiento no vemos movimiento y aquí en Cartagena esto urge, y mucho”.
El próximo 10 de febrero Yay@flautas celebrará una concentración y una manifestación, como cada segundo lunes del mes. Abordarán la situación de la dependencia en Cartagena, pero también hablarán “del problema que se viene si el nuevo ministro de Seguridad Social sigue en sus trece de continuar con la línea que ya implantó Zapatero de reducción de las pensiones, que se está traduciendo en una reducción entre el 15-20% de lo que deberían estar cobrando las personas que se han jubilado desde el año 2015”, justifica González. Esto, dice, será un problema para los futuros pensionistas: para toda la población.