We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Deportes
Ilegales de Vallecas: rugby de barrio y deporte feminista
Todo comenzó hace más de dos años, cuando un grupo de madres que llevaban a sus hijas e hijos a entrenar al rugby se pusieron a jugar entre ellas mientras esperaban.
El campo de Rugby de Arbolitos, en el Polideportivo de Entrevías, es propiedad del Ayuntamiento. Al principio no les permitían utilizar el trozo de campo que quedaba vacío mientras los niños jugaban. Pero ellas querían jugar y hacían lo posible por entrenar.
De ahí el nombre de “Ilegales”. Durante una jornada de puertas abiertas celebrada el 8 de marzo de 2021, Cristina (Dora), del equipo Senior, se ofreció para entrenarlas y al año siguiente se unió Raquel.
El campo pasó a ser gestionado por el Vallecas Rugby Unión (VRU) y la nueva gestora les permitió entrenar y jugar a la vez que lo hacían sus hijos e hijas. Poco después, las madres decidieron seguir entrenando en un horario propio para ellas, los viernes de 17:30h a 19:30h.
Después de formarse como grupo propio, difundieron por redes la creación del equipo, convocaron jornadas de puertas abiertas y se apuntaron más mujeres: ya no eran solo madres, eran mujeres que querían entrenar y jugar al rugby. Tras dos años, por iniciativa de las entrenadoras, convocaron el I Torneo del Vallecas Rugby Unión +35 organizado por las propias Ilegales y sus entrenadoras Dora y Raquel.
El equipo de Ilegales es una propuesta claramente feminista dentro del Vallecas Rugby Unión, que aúna generar lazos entre mujeres y reivindicar el deporte más allá de la normatividad de los cuerpos
El proyecto deportivo del equipo se basa en la participación en torneos, el desarrollo del juego y la forma física del equipo. Se trata también de un proyecto de rugby de barrio, inclusivo, que utiliza el deporte como herramienta frente a la fragmentación y los problemas sociales en los barrios obreros y populares de Madrid.
El equipo de Ilegales como propuesta claramente feminista dentro del VRU aúna generar lazos entre mujeres, reivindicar el deporte más allá de la normatividad de los cuerpos (incluido el de la edad), puesto que todos los tipos de cuerpos valen para jugar al rugby, y llevar los cuidados feministas al campo de juego. “Se ha implantado el pensamiento constante de que las mujeres a una determinada edad ya no pueden hacer deporte e Ilegales quiere ser capaz de romper con esta idea”, dicen.
Les encanta el rugby, pero para organizar más torneos, desarrollar el proyecto deportivo, invitar a otros equipos y mejorar la propia gestión tanto del equipo de Ilegales como del resto de equipos del VRU, son necesarias unas las instalaciones adecuadas, como las que tienen otros polideportivos o campos de rugby de Madrid.
El riego del césped del campo, por ejemplo, ha estado mucho tiempo sin funcionar. Aunque sea artificial el hecho de que esté muy caliente implica que las jugadoras puedan sufrir lesiones por abrasamiento. No hay un edificio como tal, los vestuarios son dos barracones con tres duchas y dos aseos cada uno, no hay calefacción y la bomba de calor está junto a la puerta. En otras instalaciones deportivas los clubes o usuarios de las mismas disponen de un edificio donde poder reunirse, guardar los equipamientos. El VRU tiene que guardarlos en unas casetas prestadas de las que se ponen en los mercadillos. Llevan varios años esperando para que el campo de Arbolitos tenga unas instalaciones decentes como el resto de centros deportivos.