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Eléctricas
Es hora de que General Electric abandone el negocio nuclear
Las complicaciones del negocio nuclear en Estados Unidos están poniendo en apuros al gigante General Electric, y desde el sector de las inversiones se alzan las voces para que lo abandone por completo.
Artículo originalmente publicado en Beyond Nuclear.
Ha llamado nuestra atención un artículo en la revista de inversiones Seeking Alpha Pro al avisar de que es hora que General Electric (GE) abandone el negocio nuclear. Es nuestro punto de vista que ya hubiese sido una buena idea en los sesenta, pero la opinión experta del mundo de las inversiones en el presente siglo deja aún más claro cuán legible está esto “escrito en las paredes”. Don Beynon, que escribe sobre industrias, valores e inversión en crecimiento de dividendos, lo deja bien claro en su 'General Electric: Selling the Nuclear Business is Good for Investors' ('General Electric: La venta en el negocio nuclear es bueno para los inversores'). No hay planes para nuevas centrales nucleares en EEUU dados los costes asociados. Y, pese a las extensiones de licencia de operación, varias se están cerrando. La generación solar y eólica de energía está comiendo terreno a los combustibles fósiles y la fisión nuclear en los mercados de todo el mundo. Y la eficiencia energética y las tecnologías de conservación están conduciendo a una reducción en la demanda de electricidad. Hay inversiones más inteligentes para GE, precisamente en áreas como los aerogeneradores. En resumen, los inversores deberían prescindir de la carga económica que supone la nuclear. El problema, recordando a los Monty Python, es quién querrá comprar un loro muerto.
Beynon apunta que GE, asociada con la japonesa Hitachi desde hace largo tiempo, obtiene menos del 1% de los ingresos de su empresa conjunta, GE Hitachi (GEH), aproximadamente mil millones de dólares estadounidenses en 2017. Si miramos otro caso de colaboración nuclear japo-americana, la de Westinghouse Electric y Toshiba, se llegó a admitir que era una operación “no realista" que terminó con la bancarrota de Westinghouse al meterse de lleno en la arriesgada construcción de nuevos reactores en Carolina del Sur y Georgia, en los Estados Unidos. El irrefrenable gusto de esta industria por los incontrolados gastos de construcción y su incompetencia para terminar los proyectos en el tiempo acordado resultó en la cancelación del espectacularmente caro proyecto de la central V.C. Summer. El de Georgia, las unidades 3 y 4 de Vogtle, sigue sufriendo de sobrecostos y retrasos.
GE ha pasado de construir centrales nucleares a proveer combustible para su decreciente flota y servicios de desmantelamiento para las que se van cerrando. Los nuevos proyectos de construcción en Michigan y Virginia, que ya han recibido los permisos del gobierno federal para la nueva tecnología de reactores de GEH, el Reactor nuclear económico simplificado de agua en ebullición (ESBWR por sus siglas en inglés) sigue sin avanzar más allá de sus fases iniciales. El proyecto para la unidad 3 de la central north Anna, de Dominion Energy y sita en Virginia, ya se estima que esté costando 19 mil millones de dólares más de lo esperado. Todo esto para un único reactor antes siquiera de que se empiece con la construcción.
Dados estos hechos, Beyond Nuclear mantiene que salirse del negocio nuclear sería positivo para accionistas y empleados.
Traducción de Raúl Sánchez Saura