Economía social y solidaria
De la economía social y solidaria al emprendimiento empresarial

El ayuntamiento de Madrid no renueva el proyecto Mares, que se basaba en entender la economía a través del fomento de diversas redes solidarias en los barrios y trabajar áreas como los cuidados, la sostenibilidad medioambiental o la inmersión empresarial.

Mares
Uno de los proyectos de economía social y solidaria llevados a cabo por MARES
31 oct 2019 17:24

Una cooperativa de riders que fomente buenas prácticas laborales y garantice un reparto de comida, paquetes y objetos de forma sostenible ecológicamente y también humanamente. La Pájara es uno de los proyectos que nació de MARES, una iniciativa europea para fomentar la economía social y solidaria en Madrid. Otros han sido la academia de la energía, el mercado de la moda sostenible, la toma de ideas para implantar supermercados cooperativos en la ciudad o la capacitación profesional para personas desempleadas. Eran muchos mares que constituían entre ellos una gran marea.

Es evidente que la forma de entender la economía que tenía el consistorio de Manuela Carmena y la que tiene ahora José Luis Martínez Almeida es muy diferente. Entre los acuerdos para gobernar de Ciudadanos y el PP, están un coworking en Pan Bendito o reabrir la escuela municipal taurina. Por contra, uno de los mayores proyectos de Ahora Madrid fue el fomento de la economía social y solidaria a través de este programa, financiado casi en su totalidad por fondos europeos. De los 6 millones de euros que se invirtieron en MARES 4,4 millones procedían de la Unión Europea y 1,6 millones los puso el consistorio madrileño. Ahora el equipo de Almeida ha decidido no continuar con este gran proyecto, que se dedicaba, entre otras cuestiones, a investigar sobre la soledad urbana.

Un proyecto así tiene que fomentar el empleo digno, pero también educar en otras formas de entender la economía

“MARES ha sido un proyecto piloto en el que se pretendía experimentar a través de la implementación de la economía social y solidaria en cinco sectores”, cuenta Nacho García, uno de los integrantes de su comité de dirección. En este tiempo se han creado 48 entidades, 300 iniciativas económicas se han beneficiado de las propuestas del proyecto y 13.000 personas han participado en cerca de 1.000 eventos. Según Nacho García, “un proyecto así tiene que fomentar el empleo digno, pero también generar formas de entender la economía”. Es aquí donde difieren los dos equipos de gobierno. “El nuevo ayuntamiento no tiene la misma idea de fomentar la economía social y solidaria, más bien fomentan el emprendimiento”.

Pero MARES no es un proyecto de Carmena, como hemos leído en algunos medios de comunicación. Nunca lo fue, sino que partió de Urban Innovative Actions como vivero de iniciativas ciudadanas. Son proyectos similares a los que se realizan, también con fondos públicos, en muchas ciudades europeas como Copenhague, Berlín o París.

Las patas principales de MARES eran movilidad, alimentación, y otras como reciclaje, energía o cuidados. La cooperativa de Julio Campo participó en la parte energética del proyecto. “Esto marcará un antes y un después. Que se aborden temas tan polarizados políticamente, como la instalación de energía fotovoltaica y la vulnerabilidad energética de nuestros barrios, desde el autoempleo colectivo, no debería ser motivo de discrepancias”. Entre las cosas que se trabajaron, talleres para reducir el consumo energético o cómo cambiar la tradicional compañía eléctrica por otras que utilicen fuentes de energía renovables como La Corriente, por ejemplo.

Mares 2
Uno de los proyectos de economía social y solidaria llevados a cabo por MARES

Una de las ramas fundamentales de MARES han sido los cuidados. Tanto de personas mayores, niños o el autocuidado. Paula Moreno explica que su área “ha acogido a un mayor número de entidades, hemos cumplido con todos los indicadores”. Así que no entiende que Almeida no quiera continuar con este proyecto. “Hemos sido la primera cooperativa madrileña de consumo de atención domiciliaria y de cuidados”. Una de sus iniciativas pasaba por suplir la falta de plazas en escuelas públicas de familias de 0 a 3 años. Lo hicieron con una red de familias organizadas convenientemente. Otro de sus proyectos era para que los profesionales de la salud compartiesen gastos, recursos y servicios y que esto sirviese para ayudar a salir de la economía sumergida.

    La economía social y solidaria tiene como uno de sus principios la conciliación. Por eso una de las claves de MARES ha sido crear tejido de barrio. Guías de crianza, acompañamiento vecinal, concursos de relatos sobre el barrio y otras iniciativas para que la gente identificase que en algunos casos lo que le ocurría era que sufría soledad no deseada en una gran ciudad, algo que puede parecer increíble pero que es perfectamente posible.

GastroLab Villaverde ha puesto en marcha la primera cocina incubadora pública de Madrid. Entre sus actuaciones, una cocina para ofrecer menús sostenibles y saludables y los supermercados cooperativos La Osa y SuperCoop, que abrirán sus puertas en 2020 en Lavapiés y Tetuán. Una de las primeras consecuencias de que el ayuntamiento de Madrid no continúe con este proyecto es que a partir de hoy cerrará sus puertas.

Desde Mares no entienden la decisión de Almeida, ya que el proyecto ha tejido alianzas que han llegado mucho más allá de Madrid. La participación de MARES en ferias de economía feminista, el foro de las ciudades o la semana de la arquitectura han hecho que se interrelacionase con otras iniciativas similares y pudiese tomar ideas. “Este tipo de economía fomenta la cooperación y la interdependencia, frente a modelos como el emprendimiento empresarial, que lo que priman es la competitividad”, explica Nacho García. Y añade que “en tiempo de crisis, cooperación y competitividad son formas muy diferentes de afrontar la merma de la economía de los hogares”.

Otros proyectos de economía social y solidaria, lejos de ser exclusivos del ayuntamiento de Madrid, se practican también en otros países. Algunos, como Nueva Zelanda, ya planifican sus presupuestos económicos en base a índices sobre el bienestar ciudadano. Para ello son fundamentales los indicadores de salud, medioambiente y prosperidad social en lugar de los habituales índices de crecimiento macroeconómico.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Cuidados
Privatización María Pazos: “El sistema público tiene que ser completamente de gestión pública y sin empresas privadas”
La economista y militante feminista repasa los cambios producidos durante la pandemia, el estado del movimiento feminista, la propuesta público-comunitaria y los límites de la política institucional.
Economía feminista
El congreso de Barcelona visibiliza la economía feminista y solidaria
Recogemos, a modo de crónica, el paso de la Economía Solidaria y Feminista por el Congreso de Economía Feminista celebrado en marzo y que ha tenido como tema articulador la economía (digital) feminista.
Economía feminista
Economía feminista Violencia económica contra las mujeres: algunas estrategias compartidas en el Congreso de Economía Feminista
La convocatoria cerró el sábado tras reunir a más de 400 personas en un encuentro híbrido marcado por la crítica decolonial y la necesidad de construir una lucha conjunta.
#42340
1/11/2019 18:16

Ahora os dais cuenta de lo importante que era Carmena en el Ayuntamieunto, pero no dudasteis en ponerla verde y así contribuisteis a que no saliera

1
1
Altri
Altri Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.
Medio rural
Medio rural A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Ourense
Ourense Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.
O Salto medra contigo
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
A Catapulta O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria
Medio ambiente
Medio ambiente A loita polo monte galego: lumes, eucalipto e ameazas á propiedade común
Galiza concentra un terzo dos incendios forestais rexistrados no Estado. Mentres a Xunta apunta aos montes veciñais, comuneiros e ecoloxistas denuncian unha estratexia política para favorecer a privatización e a expansión da industria madereira.

Recomendadas

Feminismos
Feminismo Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.