Cine
Los atajos de la poligamia son chungos

Las películas francesas Dobles vidas y Un hombre fiel coinciden en la cartelera para brindar dos visiones de cómo afecta la curiosidad en el amor.

Dobles vidas - 01
Juliette Binoche, en una escena de ‘Dobles vidas’. © BTEAM Pictures
@Orenrobac
17 may 2019 06:00

A Olivier Assayas le da por jugar con sus personajes como hámsters en una caja. Raro es que no se acuesten todos con todos. En Dobles vidas, el francés dirige y guioniza a un reparto de consagrados compatriotas como Guillaume Canet, en el personaje de Alain, y Juliette Binoche, en el de Selena. Ambos forman un matrimonio bien avenido que se enreda por la crisis de la mediana edad, haciendo bueno el refrán de otro vendrá que bueno me hará.

La infidelidad es un arma de doble filo y lo comprueban en distancias cortas. Alain es un editor cuarentón que ama a su mujer, pero le atrae su joven compañera de trabajo Laure (Christa Théret); con inquietudes más cercanas, les apasiona una industria sin rumbo por el 'e-book' dando bandazos. Por otra parte, Selena es actriz en una famosa serie de televisión y se siente estancada porque el reconocimiento llegó en un tren tardío, tras cumplir los 50.

El embrague de ese matrimonio es Léonard (Vincent Macaigne), escritor amigo de ambos y que no halla inspiración fuera de su propia rutina. Más radical que Alain, y por tanto más frustrado con el paso de los años, Léonard vive con su novia Valérie (Nora Hamzawi); pero la relación hace aguas y él busca un reemplazo, como respuesta a su dependencia casi patológica de las mujeres. Así, los cinco protagonistas vuelcan muchos traumas en el sexo y pasan de puntillas por el amor.

La promoción de esta comedia ha invocado a Woody Allen, quizá por la trama sin tapujos y el tono mordaz, pero Dobles vidas desprende más sobriedad que las recientes obras allenianas. Se ve a la legua un fuerte contraste entre la actitud de Alain y la de Léonard, y además la neura no se propaga, como sí es costumbre en las cintas de Allen. Son solo dos muestras del billón de matices, pero con ellos se ve que Assayas hila fino sin usar estridencias.

No se recuerda fácilmente una escena de manipulación tan sibilina como la que abre aquí el tercer acto, con Canet al saque y Binoche al resto. Solo por eso ya merece la pena ver este filme, que en 2018 compitió por el León de Oro veneciano junto con Van Gogh, a las puertas de la eternidad, Roma, First Man, Los hermanos Sisters, Suspiria y La favorita, entre otros títulos de postín en el festival que daba el pistoletazo de salida a la anterior temporada de premios.

Garrel, entre lo ideal y lo banal

Desde entonces, Dobles vidas se ha cruzado en más de un camino con Un hombre fiel y ahora incluso comparten cartelera. Se trata de una cinta dirigida y coguionizada por Louis Garrel, con él mismo de protagonista junto a Laetitia Casta y Lily-Rose Depp. El tono de los tres en cada conversación es más pausado y profundo, como si sus sentimientos fueran más desgarradores que en la peli de Assayas. Y hay más primeros planos y más planos detalle, con propósito de ganar intimismo.

No en vano, Garrel ha trabajado bajo las órdenes de Bernardo Bertolucci (Soñadores, 2003) y de Michel Hazanavicius (Mal genio, 2017), por lo que de forma involuntaria ha mamado de dos estilos de altísima reputación. En Un hombre fiel, el personaje de Marianne (Casta) deja a su novio Abel (Garrel) para casarse con Paul, su mejor amigo y padre del hijo que está esperando. Pero ocho años después, Paul muere y entonces Abel retoma su relación con Marianne inmerso en un mar de dudas.

Eso provoca los celos del hijo de Marianne y especialmente de Eve (Depp), hermana del difunto y enamorada en secreto de Abel desde la adolescencia. Su obsesión se extiende como una mancha de aceite y Marianne no ve con malos ojos la poligamia, como cierta estrategia de redención respecto a su anterior etapa con Abel. Y en esa situación consentida se desarrolla la trama, la cual envuelve al espectador con recursos como la voz en 'off' de los protagonistas.

La juventud de Eve hace que sea inestable e impulsiva, que su corazón le juegue una mala pasada y que la rutina de Abel acelere o frene, según conveniencia. Por contra, la madurez y entereza de Marianne es su mayor anhelo, pero entra en conflicto consigo mismo porque quiere llevar las riendas de una relación que jamás será domesticada. Abel discurre entre la idealización y la banalización, aunque sin saber hasta el final si él es parte de la solución o del problema.

Arquivado en: Cine Sexualidad Cine Cine
Sobre o blog
Todo es política. Cine y series.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Cine
Cine Rezad por los viajeros
‘Les voyageurs’, ópera prima del camerunés David Bingong, es un retrato de la vida de los inmigrantes que esperan para cruzar la frontera que separa Marruecos de España.
El Salto Radio
EL SALTO RADIO Podcast familiar Caleidoscopio, episodio 26: Y... ¡Acción! (Segunda parte)
Los pequeños colaboradores y colaboradoras nos cuentan cómo sería su película ideal, cuánto creen que tardarían en grabarla... y cómo imaginan que sería su estreno.
Opinión
Opinión Sirat y las zonas temporalmente autónomas
En la película de Olivier Laxe prevalece el relato sobre la deserción del mundo que una mirada a la propia creación de la comunidad que surge en torno a las raves.
Sobre o blog
Todo es política. Cine y series.
Ver todas as entradas
CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
CRTVG A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
A xornalista Concepción Pombo substituirá, co único aval do Partido Popular, a Alfonso Sánchez Izquierdo. O Goberno de Alfonso Rueda modificou a lei de medios para que os votos do seu partido fosen suficientes para elixila.
Altri
Altri A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
A veciñanza da comarca máis afectada escolleu entre dúas listas logo de non chegar a un consenso. A gañadora tratará de ampliar a súa base de socias e socios por toda Galiza e abrirá máis as portas ás grandes organizacións do país, como a CIG.
El Salto n.79
Altri A celulosa ou a vida: xornalismo situado e loita social para frear un ecocidio
O xoves 17 de xullo esperámosvos no CS 'A Nubeira' de Vigo para presentar o último número da revista El Salto xunto a algunhas das súas principais protagonistas: as que loitan contra o macroproxecto de celulosa liderado por Altri e avalado pola Xunta.
Altri
Altri Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
A Catapulta O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria

Recomendadas

Medio rural
Medio rural A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Feminismos
Feminismo Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Ourense
Ourense Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.