En saco roto (textos de ficción)
Aguardo

Las cubiertas se fueron cuarteando con el paso de los años. Algunas hojas se despegaron del lomo. Hierbas y tallos fueron ocupando los rincones más inaccesibles del cuaderno.
Javier de Frutos
29 nov 2023 06:00

Persuadida de las bondades del aire de la sierra, cada sábado viajaba hasta el valle de la Fuenfría y se dejaba llevar sin demasiada prisa por los caminos que ascendían hasta el puerto. Caminar era una forma de no pensar o, al menos, de no pensar demasiado. Parecía fácil: un pie adelante hasta que se posaba sobre la tierra y luego el otro. Al principio del camino, miraba a sus propios pies y escuchaba su respiración agitada. Y, sobre todo, trataba de ahuyentar los pensamientos obsesivos, pero no lo conseguía. Entre sus pies surgían imágenes de obligaciones por cumplir y de gentes con las que prefería no volver a encontrarse.

Solo después de media hora caminando, con la respiración algo más pausada, empezaba a mirar a las cunetas. Y, poco a poco, al contacto de su mirada con el musgo y los helechos, los pensamientos que rumiaba durante la semana iban desapareciendo.

Al cabo de una hora, si había sido capaz de mantener el ritmo y no pararse, llegaba a una pradera en la que se encontraban varios caminos. Allí se detenía sentada sobre una piedra y comía una pieza de fruta: casi siempre una manzana, a veces una pera. Le gustaba contemplar a los grupos de excursionistas que llegaban a aquella pradera y se detenían a valorar la ruta que debían seguir.

Una de aquellas mañanas decidió continuar caminando hasta un salto de agua conocido como la Ducha de los Alemanes. Cuando llegó al lugar, se detuvo junto al cauce del río, escuchó el sonido del agua que resbalaba sobre la roca y entonces la vio. Volaba trazando pequeños círculos. Su tamaño era superior al de cualquier otra mariposa que hubiera visto antes. Tal vez por eso le sorprendió más la ligereza del vuelo y la elegancia con la que se posó sobre un lecho de tamujas. Sí, no había duda: era una mariposa isabelina.

Estuvo tentada de sacar su cuaderno de notas para describirla. Incluso pensó en fotografiarla con el móvil. Pero no hizo ni lo uno ni lo otro. Se limitó a observarla. Le sorprendió la intensidad del verde de las alas, la sensación de carnosidad que ofrecía un cuerpo tan frágil y la aparente quietud de cada uno de sus miembros. La mariposa no se inmutaba ni ante el sonido del viento ni ante la presencia de una mujer que la observaba sin poder apartar la vista. ¿Cuánto tiempo transcurrió? Puede que un cuarto de hora. Quizá algo menos. La escena concluyó cuando un grupo de excursionistas llegó junto a la cascada y celebró a voces la belleza de aquel rincón de la sierra.

Desde aquel día, volvió muchas veces. Hizo el mismo recorrido y se detuvo en el mismo lugar. Y en cada ocasión se sentó junto al cauce, escuchó el sonido de la pequeña cascada y esperó. En una de aquellas esperas, se acordó del libro de un fotógrafo francés que contaba sus intentos de ver y fotografiar al leopardo de las nieves. Aquel libro tenía como subtítulo Cuaderno de aguardo en la meseta tibetana. Así que, persuadida de las bondades del aire de la sierra e influida por el sentido de la espera de un fotógrafo francés, sacó su cuaderno de notas y anotó en mayúsculas en la portada una sola palabra: “aguardo”.

Ese cuaderno se fue llenando de anotaciones, de palabras sueltas y de algún dibujo. En sus páginas centrales, surgió un mapa de la enrevesada caminería del valle de la Fuenfría. En la parte inferior de las páginas impares, fue creciendo el dibujo de un bosque. En la parte superior de las páginas pares, quedaron escritos nombres inventados de animales. Las cubiertas se fueron cuarteando con el paso de los años. Algunas hojas se despegaron del lomo. Hierbas y tallos fueron ocupando los rincones más inaccesibles del cuaderno. Algunas páginas se vieron invadidas por huellas de dedos manchados de tinta, restos de rocas, tierra y gotas de lluvia. La mariposa isabelina nunca volvió. Solo quedó en el aire el temor de que apareciera y pusiera fin al aguardo.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

En saco roto (textos de ficción)
En saco roto Basalto
Y entonces, como si aquella situación solo pudiera resolverse con un gesto que le pusiera fin, él alzó poco a poco la mano derecha y, señalando con el dedo índice el dibujo de la roca con forma de rostro, dijo: “Basalto”.
En saco roto (textos de ficción)
En saco roto Viajante
Solo en el último catálogo surgía la esperada sorpresa, el objeto de edición limitada que ofrecía a personas de confianza, a quienes le unía un nexo, decía, más allá del mero vínculo comercial.
En saco roto (textos de ficción)
En saco roto Un grano de arroz
Cuando acabó con el dibujo en uno de los lados, giró el grano de arroz y ejecutó dos movimientos muy rápidos como si no quisiera perder la inspiración.
Xunta de Galicia
Sanidade A Xunta de Feijóo, condenada por negar as visitas a unha muller falecida de cancro por ter covid-19
A xuíza di que a situación requiriu medidas de prevención “flexibilizadoras”. Faleceu a principios de 2022 no Hospital Álvaro Cunqueiro durante os últimos meses de administración do xefe do PP con Julio García Comesaña como conselleiro.
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.

Últimas

Historia
Descifrando a historia Así foi a rebelión antifiscal galega de 1790 contra a burocracia española
A monarquía española quixo implantar a Contribución Única, algo que provocou fortes protestas. A máis coñecida foi o motín da Ulloa, chamado así porque se produciu nas zonas desta comarca. Foi a maior revolta antifiscal do Antigo Réxime en Galiza.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Sindicatos piden el cese de la dirección del Hospital 12 de Octubre tras las obras de remodelación
Los problemas con las nuevas instalaciones han cristalizado en una unión sindical que ha reclamado formalmente el fin de la cúpula de dirección tras ser “ignorados” de manera “sistemática”.
Madrid
Acusaciones de violencia sexual Monedero, bajo investigación de la Universidad Complutense por la denuncia de acoso sexual de una alumna
La confidencialidad del expediente no permite saber cuándo se presentó la denuncia ante la Unidad de Igualdad o cuánto se demorará la resolución. La Complutense afirma que la Inspección de Servicios está tramitando la acusación.
Más noticias
Justicia
Justicia Rubiales, condenado por agresión sexual y absuelto del delito de coacciones
18 meses de multa con cuota de 20 euros al día por un delito de agresión sexual. Es la condena al expresidente de la RFEF Luis Rubiales por los hechos ocurrido en la ceremonia de entrega e medallas del pasado mundial celebrado en agosto en Sidney.
Egipto
Egipto Ashraf Omar continúa en prisión provisional por dibujar
Ashraf Omar, caricaturista político del medio digital AlManassa, sigue en prisión preventiva indefinida tras ser arrestado violentamente en su domicilio el 22 de julio de 2024.
Fascismo
Memoria antifascista Allí donde hay humo, hay fuego
A unos días de las elecciones alemanas, donde la ultraderecha acude fortalecida, un repaso sobre el proceso de desnazificación posterior a la Segunda Guerra Mundial y sus medias verdades.
Xunta de Galicia
Vivenda O ‘teléfono antiokupas’ da Xunta recibiu só tres chamadas por ocupacións en 2024
O servizo foi renovado este ano cun orzamento de 61.000 euros, coa colaboración do Consello da Avogacía Galega e 135 avogados para atender as consultas. O pasado ano atenderon 109 consultas, a maioría sobre desafiuzamentos.

Recomendadas

Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.
América Latina
Extrema derecha Los soldados de Donald Trump en América Latina
Mientras algunos presidentes latinoamericanos, con mayor o menor ímpetu, intentan ponerle freno, otros tantos se arrodillan y le rinden pleitesía sin recibir nada a cambio. ¿Quiénes son los súbditos latinoamericanos de Trump?