Feminismos
Las alumnas que plantaron cara a la diputada de Vox, Alicia Rubio: “Decía que el feminismo es un invento de progres”
La integrante de la formación ultraderechista, que asegura que el feminismo es un cáncer, fue sustituida como jefa de estudios del instituto en el que trabajaba tras la presión de la comunidad educativa

El 15 de marzo de 2017 a las 14: 30 horas el IES Arquitecto Peridis de Leganés (Madrid) se vestía de protesta. Banderas LGTBi, carteles contra la homofobia y gritos como “que no nos representan” en boca de alumnas y alumnos que clamaban a sus puertas, indicaban que el vaso ya se había colmado.
El director del centro, Antonio J. Fraguas, y la jefa de estudios, Alicia V. Rubio, de marcada ideología conservadora, habían participado en un acto intimidatorio de Hazte Oír en la Complutense. Además, se había retirado una bandera multicolor de una de las clases. La comunidad educativa ya no podía soportar más la situación y exigían el cese de ambos miembros de la junta directiva. Dentro del instituto, un cónclave de profesoras y profesores abordaban el asunto. Los otros dos jefes de estudio habían puesto su cargo sobre la mesa, ante el distanciamiento ideológico. “La profe nos dice que el feminismo no existe”, se quejaban las alumnas fuera.
El director del centro, Antonio J. Fraguas, y la jefa de estudios, Alicia V. Rubio, de marcada ideología conservadora, habían participado en un acto intimidatorio de Hazte Oír
El 14 de noviembre de 2019 la Asamblea de Madrid debatía una Proposición No de Ley (PNL) propuesta por Unidas Podemos para combatir los estereotipos sexistas en las aulas. Alicia V. Rubio volvía al centro de la polémica, hoy como diputada de Vox y no en un aula, sino en la tribuna de la soberanía popular. “El feminismo está anegado de comunismo” aseguraba Rubio para criticar lo que a su juicio eran “tontadas” contenidas en la PNL. “Empodera mucho coser un botón. Yo propondría como Vox en vez de feminismo, asignatura obligatoria costura”, aseguraba firme ante la cámara.
En su intervención repasó a su manera algunas de las corrientes feministas “sin mencionar el lesboterrorismo y el pornofeminismo y otros posteriores que cuidadito”, ironizaba. “Como dice Milo Yannopoulus, el feminismo es cáncer”, concluía. “Si realmente quieren erradicar la violencia y los crímenes contra las mujeres empiecen por hacer una honrada detección de las causas con medidas eficaces y no majaderías ideológicas, que ayuden a las verdaderas maltratadas en vez de incentivar las denuncias falsas al exigir más dinero público para los lobbys que viven de esto”, acababa.
El libro de la polémica
“Todo empezó cuando ella escribió un libro. Nosotros tampoco teníamos demasiada idea. Esto ocurrió en paralelo al autobús de Hazte Oír. Apareció en los medios de comunicación y los chavales se enteraron y el claustro también. La extrema derecha no estaba bien vista por aquel entonces —hoy está más blanqueada— y hubo un claustro extraordinario. Los alumnos y alumnas comenzaron a movilizarse también. Los profesores pidieron que se la sustituyese. Ella se sintió agredida, acosada. Finalmente, se la destituyó de la jefatura de estudios”, explica a El Salto uno de los profesores que ejerció en el centro y así recuerda esa época
El libro al que alude es el ensayo de opinión que se ha convertido en la biblia contra la “ideología de género” de Vox, titulado Cuando nos prohibieron ser mujeres… y os persiguieron por ser hombres. Y es que Rubio, integrante de la ejecutiva del partido como vicesecretaria de Movilización, se encarga de los asuntos de género. Pero esto a las y los profesores les pilló por sorpresa. “Antes de que empezaran las protestas, hubo un claustro surrealista. Ella estaba a punto de publicar su libro. Se dijo que había unas jornadas de igualdad. Ella empezó a decir que la desigualdad es una falacia, que no existía entre hombres y mujeres. Todo el claustro nos quedamos ojipláticos. Nosotros éramos un claustro normal y corriente donde la igualdad era una constante”, asegura este profesor.
Debates en las aulas
Sin embargo, algunos alumnos y alumnas ya conocían la ideología de esta profesora desde hace tiempo porque en clase no la escondía, según cuenta a El Salto una de ellas. “Estuve cuatro años con ella, durante un año fue profe de Educación Física y luego en Diversificación la tuve como tutora y me daba Lengua e Historia. Luego también me dio MAE, que son valores éticos”, explica esta alumna. “En tutorías hacíamos debates. Debatía sobre el aborto y nos decía que ella estaba totalmente en contra. Que había que dejarlo en manos de los médicos, que la mujer no podía decidir. Yo muchas veces le decía que si a su hija la violaban que qué haría. Me acusaba de demagoga. Yo flipaba. Éramos menores y empezaba a dar sus opiniones. Nos estaba adoctrinando”. Asegura esta alumna que en clase también repetía que el feminismo es un cáncer. “Decía que el feminismo era una invención progre para manipular a los hombres y a las mujeres. Siempre decía que igual que había mujeres maltratadas había hombres maltratados y que las víctimas eran equiparables. Yo llevaba datos para rebatirla”, asegura.
Esta alumna —que omite su nombre— cuenta que la protesta estalló un año después de que ella abandonara el instituto pero participó en ella a través de sus antiguos compañeros y compañeras. “Todo estalló cuando aparecieron en la tele con Hazte Oír haciendo declaraciones públicas. Algunos compañeros y compañeras que eran del colectivo LGTBi colgaron una bandera multicolor en clase. Les quitaron la bandera. Mis compañeros empezaron a protestar y al día siguiente pusieron pancartas y más banderas”, describe. El instituto ya se decoraba con protesta antes de la concentración.
El 13 de marzo un hilo de Twitter en el que una compañera explicaba la situación se llenó de insultos de cuentas sospechosas por su afinidad ideológica a Vox. En ese hilo se explicaba como, entre otras cosas, el 8 de marzo unas compañeras no pudieron salir del centro para realizar el paro convocado a escala nacional porque el director cerró la puerta. Después de esto, la unidad entre las y los alumnos hizo el resto. Un rudimentario cartel con una foto de la puerta del centro y letras multicolores llamaba a una concentración para el día siguiente. #LaHomofobiaFueraDelPeridis era el hangstag elegido.
“Lo que queríamos manifestar es que no pensábamos como ellos. Hay comentarios que no han de ser respetables, y que han de ser censurables”, dice un exalumno
Alberto Sánchez era alumno de Bachillerato por aquel entonces y comparte con El Salto sus recuerdos de lo sucedido. “Todos conocíamos de qué pie cojeaban. Yo estaba en bachillerato. Empezó porque salieron los dos en el autobús de HazteOír. Aquí cada uno en su casa puede hacer lo que quiera. Nosotros lo que queríamos manifestar es que no pensábamos como ellos. Hay comentarios que no han de ser respetables, y que han de ser censurables”, explica.
Finalmente Alicia Rubio fue sustituida de su cargo. Cuando Alberto piensa en aquellos días, le vuelve a la mente el orgullo por lo que organizaron y reivindica que el origen de la protesta fue única y exclusivamente el instituto, pese a que algunos medios le quisieron atribuir a Podemos la génesis de la revuelta. “Me pareció tan mal los que estaban intentando apropiarse de nuestra propuesta por un lado y por el otro. Esto nació aquí. Ver que un instituto normal y corriente nos opusimos así de esta manera, me da esperanza. Ahora te da más lástima viendo como está el panorama”, asegura Sánchez.
Aunque encuentra el lado positivo de que estas declaraciones adquieran visibilidad a mayor escala. “Para curar una herida primero hace falta ver dónde está la infección. Yo en ese aspecto me alegro de que alguien pueda escucharles. Pero lo que no estoy de acuerdo es en que puedan decir lo que les venga en gana. No es normal que esta mujer diga esas barbaridades siendo un cargo público”, finaliza.
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