Genocidio
Colombia suspende la compra de armamento israelí tras la matanza de personas que esperaban comida

Colombia da un paso más en la condena hacia el Estado de Israel con la prohibición anunciada por el presidente Gustavo Petro de comercio de armas con el régimen de Benjamin Netanyahu.
La decisión ha sido tomado después de la divulgación de un vídeo en el que se ve cómo las Fuerzas Armadas de Israel disparan a un centenar de personas que estaban esperando comida de un camión de ayuda humanitaria. El ataque ha causado más de un centenar de muertos y más de 700 heridos, según el Ministerio de Salud del territorio de Gaza.
El ataque ha tenido lugar en el suroeste de la ciudad de Gaza, en el barrio de Nablsi, donde la población se enfrenta a una crisis de hambre sin precedentes. Una multitud se había congregado a las espera de camiones de ayuda con harina. Inicialmente, el ejército israelí ha culpado a las avalanchas de personas de la masacre, para después argumentar que sus tropas se han sentido asediadas y han abierto fuego. Posteriormente, testigos presenciales han denunciado que las tropas israelíes han pasado con tanques por encima de los cuerpos abatidos.
Petro, al igual que otros presidente sudamericanos como Gabriel Boric y Lula da Silva han sido agentes importantes de la condena internacional a los crímenes de Israel.
El 10 de enero, el Gobierno colombiano saludó la demanda presentada por Sudáfrica contra Israel en el Tribunal Internacional de Justicia. En las últimas horas la tensión entre ambos países se ha extendido con la llamada a consultas del embajador israelí en el país sudamericano.
La llegada al poder de Petro en el año 2022 supuso también un giro en las relaciones del país con Israel. Reserva del militarismo de extrema derecha en la región, el cambio provocado por el nuevo gabinete ha llevado a la revisión de esas relaciones.
Como ha explicado el periodista Antony Loewenstein, hasta bien entrada la década de los 2000, oficiales de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) formaron a escuadrones de la muerte en Colombia. En uno de los países con más conflictos abiertos del mundo, el paramilitarismo, vinculado al narcotráfico, recibió la formación de unas tropas de élite prestigiosas en la esfera militar, así como armas. “Los infames rifles Galil de fabricación israelí, alguna vez utilizados en el genocidio guatemalteco, terminaron en manos de los narcotraficantes colombianos a finales de los años 1980. Fabricadas por Israel Military Industries, adquirida por Elbit Systems en 2018, las armas formaban parte de una presencia israelí mucho mayor en Colombia”, explicaba Antony Loewenstein en su libro El Laboratorio palestino (Capitán Swing, 2024).
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