Ecuador
Por la lucha contra las violencias hacia las mujeres en Ecuador: ninguna violencia más, ni una menos

¿Cómo se articulan las desigualdades de género con la idea de clase, raza y nacionalidad? y ¿cómo estas relaciones afectan a la vida de las mujeres?  ¿Cuál es el rol de los estados-nacionales en este contexto? ¿Es posible hablar de patrones transnacionales de dominación de las mujeres o resistencias que van más allá de las fronteras?

Ecuador CAPAS 3
Estatua grafiteada en las protestas de Quito en octubre (cedida por CAPAS)
Colectiva antipatriarcal
25 nov 2019 16:16

Con motivo del 25 de noviembre, día destinado, a nivel global, a la visibilización de la lucha contra las violencias hacia las mujeres, desde CAPAS Colectiva Antipatriarcal sumamos nuestro grito de indignación y re-existencia antisistémica como un soplo de aire que se suma al vendaval feminista anticapitalista que, con firmeza, desde el Ecuador, pasando por toda América Latina y llegando a todos los rincones del mundo, continúa apagando las fogatas de la violencia patriarcal, que todavía una vez fueron incendio pero que apostamos a que mañana sólo sean cenizas nomás.

En el día de hoy, queremos que nuestra voz, nuestro mensaje, aporte a esta gran almáciga colectiva que es la memoria feminista. En nuestro ejercicio de deconstrucción paradigmática, hemos de situar sobre el “tapete” una reflexión vital que marcó el nacimiento de nuestra colectiva.

Al proponer un debate amplio y público sobre el carácter estructural de las violencias de género, CAPAS se preguntaba: ¿cómo se articulan las desigualdades de género con la idea de clase, raza y nacionalidad? y ¿cómo estas relaciones afectan a la vida de las mujeres? O sea, ¿cómo se generan situaciones de vulnerabilidad, en las cuales la subordinación socio-económica y el status de reconocimiento se mezclan con territorio y cuerpo? Y ¿cuál es el rol de los estados-nacionales en este contexto? ¿Es posible hablar de patrones transnacionales de dominación de las mujeres o resistencias que van más allá de las fronteras?

Nuestra propuesta surgía de un senti-pensar concreto y doloroso: el asesinato brutal de Diana Carolina Ramírez Reyes en manos de su pareja en enero de 2019. De este repudiable hecho deriva la interpelación que originó el proceso colectivo de CAPAS.

Al imponer una homogeneidad ficticia –de clase, raza y grupos étnicos–, la Convención de Belém do Pará oculta el carácter estructural de las múltiples violencias de género

En aquél entonces, ya nos generaba cierto ruido la propuesta de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, que consiste en el desarrollo de mecanismos de protección y defensa de los derechos de las mujeres. Esta convención fue ratificada por el Estado de Ecuador el 15 septiembre 1995 y defiende que: “[la] violencia contra la mujer trasciende todos los sectores de la sociedad independientemente de su clase, raza o grupo étnico, nivel de ingresos, cultura, nivel educacional, edad o religión y afecta negativamente sus propias bases”.

Una afirmación hermosa en sus objetivos, pero totalmente ajena a la realidad de los grupos sociales más afectados en el país por esa misma violencia de género que, dependiendo de muchos otros factores igual de esencializantes, termina no siendo tan misma. Al imponer una homogeneidad ficticia –de clase, raza y grupos étnicos–, la Convención de Belém do Pará oculta el carácter estructural de las múltiples violencias de género que se configuran y varían en su intensidad en tanto que entroncan con otras violencias, dejando desatendido el hecho de cómo las desigualdades son distribuidas y reforzadas por estructuras socio-económicas que se asientan en la expropiación de las riquezas, tierras y territorios.

Una expropiación que se sustenta en el control de la fuerza de trabajo y de la reproducción, en la legitimación de la apropiación en nombre de la propiedad privada, para mantener intactos los privilegios de una élite que, si bien, por un lado, goza del beneficio del capital simbólico que le otorgó la blanquitud a lo largo de los siglos, por otro lado, se siente amenazada por las palpables transformaciones sociales de la última década. La arremetida contra el cuerpo-territorio femenino constituye, por consiguiente, una reacción que denota el nivel de brutalidad que puede llegar a alcanzar la maquinaría del despojo colonial, racista y patriarcal.

La violencia contra las miles de mujeres, niñas y guaguas que se levantaron a lo largo del #Paro Nacional de octubre de 2019 es un ejemplo elocuente de esa rígida primacía por salvaguardar la acumulación capitalista, que en tiempos de neoliberalismo autoritario, recrudece y se traduce en la violencia más cruda y arbitraria contra los cuerpos rebeldes de las mujeres que osan luchar por la vida y contra la desposesión. Contra los cuerpos que imponen un límite a la voracidad ilimitada del capital e inscriben otros sentidos frente a la narrativa única del poder financiero transnacional.

La violencia contra las miles de mujeres, niñas y guaguas que se levantaron a lo largo del #Paro Nacional de octubre de 2019 es un ejemplo elocuente de esa rígida primacía por salvaguardar la acumulación capitalista.

No es una coincidencia que la fecha del #25N se fijara en honor a las hermanas Mirabal -Minerva, Patria y María Teresa-, quienes fueron asesinadas por la dictadura de Rafael Trujillo en la República Dominicana. No es una coincidencia que hoy, tras casi 60 años, nos veamos obligadxs a seguir haciendo memoria de este día, recordando a todas las hermanas que fueron masacradas desde entonces, desde México hasta Argentina, desde Chile hasta Brasil, en callejones oscuros o de día en la casa, en el carro, en la tienda, en el transporte. Y más aún por estos tiempos violentos en la región, en medio de las hordas racistas y misóginas alimentadas por el plan golpista en Bolivia, en la interminable guerra que recrudece en Colombia en manos de un gobierno acólito del paramilitarismo, el narcotráfico y el expolio territorial, en Chile con las infinitas violaciones a los DDHH y especialmente los abusos sexuales a las mujeres.

En el Ecuador, mujeres fueron detenidas, heridas y una mujer asesinada en manos de la policía en el marco de las protestas del #Paro Nacional de Octubre de 2019. Todas ellas encarnan la evidencia de una violencia explícita en contextos álgidos, comúnmente cincelados de altas dosis de misoginia y racismo, que no puede disociarse de todo un continum de múltiples violencias silenciadas que siembran el terreno para el control de los cuerpos de las mujeres, en cuanto que objetos deshumanizados con valor de cambio en el mercado: el aborto inseguro y criminalizado en el Ecuador desde 1837 —cuyas causales para la despenalización, que permanecen detenidas desde 1938, pudieran ampliarse, próximamente, en virtud del fallo del Tribunal Constitucional, para que, como mínimo, el aborto sea legal en los casos en los que la salud de la mujer corra peligro y/o el embarazo sea fruto de una violación— produce cada año innumerables lesiones irreparables y muertes de niñas y mujeres. No es casualidad, tampoco en este caso, que desde 2015, según datos gubernamentales, ya se hayan abierto causas a 378 mujeres por motivos relacionados con el “aborto no espontáneo”; como así tampoco parece un misterio irresoluble el hecho de que la mayoría de las mujeres que caen en el radar de la criminalización del aborto se encuentren en una condición de profunda precariedad.

La faceta represiva del estado neoliberal en el octubre rojo deja en evidencia el vínculo entre los feminicidios y la vorágine de las fuerzas del orden y su complicidad con el proyecto imperialista patriarcal: una vocación para la muerte, en lugar de la vida.

Mientras el estado neoliberal continúa, insistentemente, rechazando su responsabilidad en los 95 feminicidios que ocurrieron desde el 1 de enero al 18 de noviembre de 2019 en el país, su faceta represiva en el octubre rojo deja en evidencia el vínculo entre los feminicidios y la vorágine de las fuerzas del orden y su complicidad con el proyecto imperialista patriarcal: una vocación para la muerte, en lugar de la vida.

Desde CAPAS nos pronunciamos precisamente por la vida y aportamos a la construcción de una memoria subjetiva, una memoria que es radicalmente antipatriarcal, anticapitalista, anticolonial, antirracista, antifascista y antifundamentalista y que nace, precisamente, desde un sentir inequívocamente político, sin miedos ni complejos para posicionarnos por favorecer la reivindicación de lxs olvidadxs, oprimidxs, explotadxs, en desmedro de quienes ya tuvieron suficiente con imponer, por siglos, el relato con el que legitimar su violenta maquinaria de dominación. Y lo hacemos desde el permanente movimiento, cuestionando, desnaturalizando, interseccionando, uniendo, y es —entendemos— la única forma de alcanzar el ansiado desarme de un histórico mecanismo de acumulación de plusvalía y de poder tiránico.

En el actual contexto, repudiamos profundamente todas las formas de violencia y nos comprometemos en la apuesta permanente a transformar nuestras condiciones de existencia desde los saberes pero fundamentalmente desde las cuerpas que encarnamos subjetiva y colectivamente desde nuestras tierras y territorios.

Sobre o blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Granada
Abuso policial Los feminismos de Granada exigen el cese como jefe de estudios del subinspector investigado por el Caso Viogén
Los feminismos denuncian la pasividad del Ayuntamiento en el caso que investiga a seis policías por rastrear a una víctima de violencia de Género y exigen el subinspector acusado de violencia machista nombrado jefe de estudios de la Policía Local
Sobre o blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas as entradas
La vida y ya
La vida y ya La primera vez
Nos confirmaron lo que ya intuíamos pero no supimos hacer. Lo única regla importante es romper el silencio.
Argentina
Argentina Argentina, un año y medio después de Milei
Este investigador profundiza en las claves de la victoria de Milei, las principales medidas de Gobierno, el sustancial apoyo que tiene y sus perspectivas a medio plazo.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda KKR y el negocio del ladrillo: de vender pisos en territorios ocupados a gestionar las viviendas de la Sareb
Desde 2022, el fondo proisraelí KKR es el encargado junto a Blackstone de gestionar la cartera residencial del banco malo. En verano vencen sus contratos y los fondos presionan para seguir sacando rédito del patrimonio público.

Últimas

Materias primas
Consumo España entra en déficit ecológico este 23 de mayo
El país ya ha consumido, a fecha de este viernes, todos los recursos naturales por año que le corresponderían en un reparto justo que permitiera al planeta regenerarse.
Opinión
Opinión Y ahora les duele Gaza: Europa ante el genocidio
Europa no ha dejado de vender armas a Israel, ni de recibir su tecnología militar; sin embargo, ahora no sabe cómo salvar al país de sus propios impulsos autodestructivos.
Madrid
Madrid Más de 200.000 personas salen a la calle contra el “abandono deliberado” de la sanidad pública madrileña
Madrid se enfrenta a la política sanitaria de Ayuso en una gran manifestación compuesta de cuatro columnas reclamando mejoras en Atención Primaria, en las urgencias extra hospitalarias, en los equipos de salud mental y exigiendo más pediatras.
Albania
Albania Albania: más de 30 años de democracia corrompida
El Partido Socialista de Edi Rama se mantiene en el poder gracias a un sistema de redes clientelistas y una desilusión que ha hecho que más de la mitad de la población se haya resignado.
Más noticias
Opinión
Opinión Sentido y senilidad
La senilidad que he estado viendo en la industria cinematográfica no se limita a la edad de ciertos directores. Es algo mayor que eso, se ha convertido en una manera de pensar, en un fenómeno cultural.
Comunidad de Madrid
Pseudomedios Ayuso y Almeida han inyectado más de 400.000 euros a ‘Periodista Digital’ en cuatro años
El medio de Alfonso Rojo que emplea al agitador Bertrand Ndongo ha recibido más dinero que medios con mucho más alcance como ElDiario.es mientras El Salto sigue siendo totalmente discriminado por el Partido Popular.
Opinión
Opinión La hidra de la lucha por la vivienda
Un sector del movimiento de vivienda pone el foco en los grandes propietarios y los fondos de inversión para entender la actual crisis de vivienda. Otro, a la clase media propietaria. Cada enfoque lleva a estrategias distintas.
Navarra
Opinión Diez años de corralito progre en Navarra
VV.AA.
En las elecciones municipales y forales del 24 de mayo de 2015 se propagó la confianza en un futuro en el que la hegemonía conservadora del corralito foral diera paso a algo muy diferente y mejor.
LGTBIAQ+
Sentencia El TSXG reconoce que el asesinato de Samuel Luiz fue un crimen de odio
El tribunal ha ratificado las penas de entre 20 y 24 años para los tres acusados y ha absuelto al joven condenado a diez años de cárcel como cómplice del asesinato.

Recomendadas

Pensamiento
Paulo Tavares “La imaginación es el primer acto político”
El arquitecto e investigador brasileño Paulo Tavares cuestiona las ideas fundacionales del pensamiento, el diseño y la ciudad occidentales en el marco de la crisis ecosocial.
Culturas
Bob Pop “Mis poemas son unas croquetas sabrosas y no congeladas”
Escritor y vedete intelectual, acaba de publicar ‘De cuerpo presente’, un poemario donde responde 27 años y un diagnóstico de esclerosis múltiple después a sus miedos ante la enfermedad en la juventud.
México
México Desenterrar el dolor: los desaparecidos de Jalisco
El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, el mismo que descubrió el campo de exterminio de Teuchitlán, halla un punto de venta de droga activo del Cártel Jalisco Nueva Generación con varios cuerpos enterrados.