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Municipalismo
Raquel del Olmo: “Empadronar es una llamada a la solidaridad ciudadana”
Activista de Ongi Etorri Errefuxiatuak.
La primera vez, hace ocho años, empadronó a un músico callejero. Después, a una familia con dos hijos. Hoy, a un joven de 21 años que llegó hace seis meses a Bilbao y aún vive en la calle. Raquel del Olmo (Barakaldo, 1944) ha sido sindicalista toda su vida, desde que comenzó a trabajar nada más cumplir los dieciocho hasta que se jubiló de administrativa en el sindicato ESK en 2004. Siempre ha estado “100% identificada” con la gente más desfavorecida, con el ecologismo, el feminismo y la lucha contra el racismo. Ahora, lo está con su activismo en la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak.
¿Por qué empadronas en tu casa?
Porque ves y sientes el enorme agradecimiento de la persona que empadronas. Es absolutamente desproporcionado el esfuerzo y el beneficio que supone, muy pequeño para quien empadrona y enorme para la persona empadronada. Pero, sobre todo, lo hago para mostrar a las instituciones la necesidad de resolver un problema. Que no lo ignoren y que no lo tenga que solucionar de manera individual quien lo sufre. Además, empadronar es también una llamada a la solidaridad ciudadana.
¿Qué ha supuesto para esas personas?
Lo más importante que les aporta el padrón es sentir que superan el primer gran obstáculo para formar parte de la comunidad, más que el beneficio real o el cambio en su modo de vida. Rompen la primera barrera para acceder a algunos de nuestros derechos, pero siguen teniendo las mismas dificultades de cobijo, trabajo, ayudas… Su futuro sigue siendo muy incierto.
¿Y para ti?
Conocer a personas que en una situación extrema mantienen intacta su honradez, su dignidad, es ¡toda una lección! Porque no es lo mismo comportarse con honestidad y transparencia cuando necesitas de todo que cuando tienes una calidad de vida más o menos cómoda y no dependes de nadie.
Todo un aprendizaje.
Sí. Te das cuenta de la diferencia que hay entre ser ciudadana de un país u otro. Cuando oyes a la gente que justifica los abusos y las corruptelas diciendo que es cuestión de oportunidades te das cuenta de que todas las personas no somos iguales. Hay quien tiene principios hasta en situaciones muy complicadas. Quien peor vive aquí está mejor que cualquiera que llega de allí. Y cada día su existencia depende de la caridad de sus compatriotas o de los comedores sociales porque, pese a lo que digan las instituciones, los lugares de acogida están colapsados o, en muchos casos, son tan deficientes que prefieren quedarse en la calle a compartir suciedad, malos olores, ruidos…
Tú vives en Bilbao, ¿qué le pides al ayuntamiento? ¿Y al resto de instituciones?
Es incomprensible que desde los municipios no se resuelvan los problemas con el padrón. Deberían facilitar ese trámite y registrar a todas las personas que lo solicitan, vivan donde vivan. Sería más sencillo si no condicionasen algunas ayudas sociales a la unidad familiar o a la vivienda. Eso da origen a abusos y trampas, a que exista un comercio y negocio con el padrón.
¿Volverás a empadronar?
Sin duda. Porque no solo buscamos una sociedad más justa, que en sí mismo ya sería un objetivo, sino que queremos esa sociedad porque viviríamos mucho mejor en ella. Si hay personas que no tienen nada, que dependen de la mendicidad o de la caridad, nunca seremos una sociedad amable. Nos conviene a todas.