Opinión
¿Qué tienen que ver el conflicto catalán y las elecciones en Alemania?

Tras la Gran Recesión y la crisis del euro, Alemania ha exportado a Europa el auge del discurso nacionalista.

merkel pegida
La canciller alemana, Angela Merkel, caricaturizada con un velo y partidaria del multiculturalismo por parte de manifestantes del movimiento islamófobo Pegida. strassenstriche.net
Víctor Prieto Rodríguez
24 sep 2017 13:30

Dada la vertiginosa aceleración de la historia en los últimos años, plantear aquí una genealogía de la crisis europea requeriría de un esfuerzo ímprobo –en el doble sentido de agotador e ingrato-, si no fuera porque la forma actual de la crisis europea es esa misma vorágine de acontecimientos políticos que se multiplican a nuestro alrededor. Me explico.

Al inicio de la crisis, el colapso económico produjo la interrupción de la lógica de funcionamiento que había reinado en Europa, al menos, desde los años noventa, esto es, desde el Tratado de Maastricht y la aplicación de los criterios de convergencia para la puesta en marcha de una moneda única. A la Europa de la ciudadanía -principal instrumento de legitimación discursiva-, la última década del siglo XX pudo añadirle el músculo neoliberal, que acentuó la profunda división nacional del trabajo (y del paro) y que trajo una artificial homologación de los estándares de vida gracias a la homogenización de los hábitos de consumo (gracias, a su vez, a la facilidad de acceso al crédito). 

La explosión de la burbuja inmobiliaria en 2008 marca un punto de inflexión en esta dinámica. El “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” pone nombre a un cortocircuito sistémico que permite desvincular el modelo económico de la Unión Europea del modelo político y, por supuesto, del modelo social, quedando estos dos últimos, dada la excepcionalidad del momento, férreamente supeditados al primero. Sarkozy llegará a hablar de “la necesidad de refundar el capitalismo”.

Las políticas de austeridad en todos los países de la Unión fue acompañada de un discurso ideológico que azuzaba al “laborioso norte” contra los “vagos sureños"

Esta bifurcación de la economía, la política y la sociedad supuso la aceptación del divorcio definitivo del binomio democracia liberal/capitalismo, lo que propició una respuesta bastante unánime -puede que también bastante instintiva- en las sociedades de la periferia europea, afectadas por el crecimiento del desempleo y el sobreendeudamiento privado. Pese a la incontestabilidad del poder europeo a lo largo de décadas, o puede que por ello mismo, la reacción de las sociedades del sur fue recibida con desconcierto en las instituciones comunitarias, que no tuvieron otra respuesta que dejar el trabajo sucio a los gobiernos nacionales. Además, la aplicación rigurosa de las políticas de austeridad en todos los países de la Unión fue acompañada de un discurso ideológico que azuzaba al “laborioso norte” contra los “vagos sureños”. Esta combinación une fraternalmente a las dos fuerzas sobre las que se asienta actualmente el recompuesto poder europeo: neoliberalismo y nacionalismo.

En el traslado de la responsabilidad -del lugar donde se toman realmente las decisiones al lugar donde se aplican-, la Unión Europea pudo protegerse de un contradiscurso en crecimiento que había ampliado su campo semántico a través del establecimiento de relaciones metonímicas entre la misma Unión, la Troika, el BCE o Alemania. Pero en ese mismo desplazamiento del foco fueron los Estados del sur los que entraron rápidamente en apuros. Desde entonces, cada uno de los países que conforman la Unión Europea ha sufrido su crisis política correspondiente, como un ejercicio de traducción de la quiebra del modelo sistémico a la lengua nacional. No es de extrañar que en aquellos países que manejan varias lenguas la violencia de la traducción haya multiplicado las vías de agua. En este sentido, el conflicto catalán clama sobre el estado de la UE.

La complementariedad entre el neoliberalismo de las instituciones comunitarias y el nacionalismo es determinante en la política alemana. Para empezar, habría que decir que las palabras “Alemania” y “Europa” funcionan de manera reversible en la política germana, otorgándole a Merkel la posibilidad de situar los límites de lo aceptable en lo que económicamente beneficia a Europa (o sea, a Alemania), y lo que Alemania (o sea, Europa) no está dispuesta a consentir políticamente.

El auge del nacionalismo alemán es un operador político de primer orden, al que el gobierno de la Große Koalition ha sabido sacar un partido inmejorable. Sirvió para cerrar filas en torno a Merkel en el momento en el que la crisis de la UE era trasladada a las periferias, y sirve ahora para construir el antagonismo determinante de la política interna entre una derecha de orden (la CDU y su apéndice, el SPD) y una derecha de desorden (la ultraderecha de Alternativa por Alemania). Lo cierto es que se trata de un antagonismo impostado –ya que la AfD no podría ganar jamás-, pero que devuelve a Merkel a la centralidad del tablero, permitiéndole aparecer como la benefactora de los refugiados sirios. ¡Justo a ella, que dicta el rumbo de la Unión Europea fortaleza!

La complementariedad entre el neoliberalismo de las instituciones comunitarias y el nacionalismo es determinante en la política alemana

Esta reversibilidad de los conceptos “Alemania” y “Europa” en la política germana es el mecanismo que ha permitido pasar del nacionalismo alemán (y, activados por él, del nacionalismo francés, italiano, polaco, griego, etc.) al repliegue identitario de toda Europa en torno a un determinado concepto, más o menos vacío, de civilización. La “Gran Alemania” de otras épocas es hoy la “Europa de las libertades y los valores democráticos”, un dispositivo de seguridad que encuentra en el terrorismo internacional su excusa perfecta. Su razón de ser se halla, no obstante, en la respuesta dada ante la creciente desestabilización que ha conllevado el abandono definitivo del modelo de la ciudadanía y la asunción de que la correspondencia entre capitalismo y democracia es ya imposible.

En todo momento debe quedar claro que de lo que aquí se habla no es del renacer, por otras vías, del imperialismo alemán, ni nada por el estilo. Esta es una conclusión que, sin duda, dejaría muy tranquilas a las élites gobernantes del resto de países. Por el contrario, se trata de comprender que esta es la forma adoptada por el poder europeo tras el momento de crisis, la vía seguida para su recomposición. Otra historia es ya saber si no se trata más bien de una descomposición que no cesa.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Opinión
Opinión La eclosión del autoritarismo reaccionario y otras nueve tesis sobre la victoria de Trump
La victoria del candidato republicano nos ha demostrado que estamos en una nueva era: la del neoliberalismo autoritario, en donde el camino del mal menor propuesto por los Demócratas ha sido la fórmula más rápida para llegar al mal mayor.
Segovia
Opinión Agarrarse a un clavo ardiendo: comprar unas llaves
La quimera de un vivienda digna y accesible en Segovia seguirá incrementándose si el Ayuntamiento, la Junta de Castilla y León y el Gobierno central no adoptan las medidas necesarias.
Opinión
Opinión Non sempre ter moitas luces é sinónimo de intelixencia
Que impacto ecolóxico e social produce a iluminación do Nadal de Vigo? A cidade sofre máis aló da masificación, o caos de tráfico, as molestias á veciñanza, o malgasto ou os recortes en orzamentos de emerxencia social.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Pontevedra
Ecoloxismo Unha investigación revela alta contaminación por nitratos en augas superficiais da comarca do Deza
Os resultados da análise de Ecoloxistas en Acción, con máis de 80 puntos de mostraxe, reflicten concentracións xeneralizadas e moi altas de NO3. Só o 19% das augas superficiais analizadas están “fóra de toda sospeita”.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.
Comunidad de Madrid
Violencias machistas Huelga en la red de atención a la violencia de género de la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid el próximo 25N
Las trabajadoras de ambas redes se unen para reivindicar mejoras laborales y de atención a las mujeres víctimas en un paro de 24 horas. “Te sientes impotentes porque no puedes ayudar como deberías”, explican.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.

Recomendadas

Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.