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Pueblo gitano
Candidaturas gitanas se abren paso camino a los ayuntamientos
El 16 de mayo de 1944 fue una fecha de terror para el pueblo gitano, pero también de resistencia. Aquel día, 6.000 romanies internados en Auschwitz (Polonia), supieron que iban a ser gaseados inminentemente. Entonces optaron por la resistencia: hombres, mujeres, niñas, ancianos plantaron cara a las SS armados de palos y piedras, frustrando, al menos temporalmente, sus planes de aniquilación.
En España, el pueblo gitano cuenta con sus propias memorias del genocidio. El mayor exponente de la voluntad institucional de acabar con el pueblo gitano es la Gran Redada, o Prisión General de Gitanos, planeada y ejecutada por el Marqués de la Ensenada el 31 de julio de 1749. Desde el reinado de los Reyes Católicos hasta la muerte de Francisco Franco un total de 360 leyes han nutrido la historia del antigitanismo institucional.
En los últimos años, el debate sobre el antigitanismo y la memoria histórica ha tomado protagonismo, gracias al activismo crítico de gitanas y gitanos, y a los avances en el ámbito institucional, con un Pacto de Estado contra el Antigitanismo recientemente aprobado, y la inclusión del este tipo de racismo como delito de odio en el Código Penal. La presencia de representantes públicos gitanos en las instituciones ha sido fundamental para estos avances.
Con la cercanía de las elecciones municipales son varias la personas gitanas que se presentan en las listas de diversas formaciones políticas. La mayoría proceden del asociacionismo o del activismo gitanos. Pese a la diversidad de formaciones, comparten una alianza transversal para lograr avances en la lucha contra el antigitanismo y mejoras en las vidas de un pueblo históricamente marginado y perseguido.
Pueblo gitano
Pueblo Gitano 16 de mayo, día de la Resistencia Romaní
Del activismo al partido
A María Hernández Pérez, candidata de Unidas Podemos- Izquierda Unida por León, no le hablaron en el colegio nunca de la resistencia de los gitanos frente a los nazis, aquel 16 de mayo de 1944, tampoco le mencionaron nada de la Gran Redada. Lo que sí tuvo que afrontar en la escuela de monjas donde estudiaba en León fue que su tutora le recitara todos los días los primeros versos de la Gitanilla de Cervantes: “Nacen de padres ladrones, críanse con ladrones, estudian para ladrones”, evoca. Fue en aquella época, con tan solo diez años, cuando descubrió el antigitanismo. Y contra él lucha desde que tiene memoria. Durante una temporada, Hernández colaboró con el Secretariado Gitano, pero no compartía su visión, a su juicio paternalista, de afrontar el antigitanismo. “Por algo es una entidad surgida de la Iglesia”, apuntilla.
“Empecé a explorar otras otras vías. Hace unos cuantos años, antes de la pandemia, coincidimos unos cuantos activistas en una plataforma que montamos que se llamó Camelamos”, desde ahí hacían, explica la leonesa —aclarando que no le gusta particularmente esa palabra— lobby político. Como activista, Hernández se ha centrado en el comercio ambulante, ámbito en el que trabaja. Reivindica que es un sector históricamente relegado y sin embargo fundamental: “Hablándote desde la España vaciada somos los únicos que llegan a sitios donde no llega nadie más”. Para la activista, su función es doble: actúan como pacificador social al disponer de productos más asequibles, por otro lado llevan cosas donde nadie más las lleva: “Pienso en la señora que si no va mi primo y le baja a León con las recetas y se las coge y se las sube al siguiente mercado, pues nadie se lo hace”.
A María Hernández, candidata de Unidas Podemos- Izquierda Unida en León, no le hablaron en el colegio nunca de la resistencia gitana, lo que sí tuvo que afrontar fue que su tutora le recitara todos los días la Gitanilla de Cervantes: “Nacen de padres ladrones, críanse con ladrones...”
Hernández entró en el Ayuntamiento de León de 2015 a 2019. Formaba parte de una agrupación de electores, vecinas y vecinos de los barrios que se juntaron al calor del municipalismo de la época. Antes de eso, había llegado a Podemos de casualidad, un día que vio “una noticia muy chiquitina”, de un periódico en un bar, anunciando la primera asamblea de la formación en León, vio que estaba a tiempo de ir y para allá y tiró. “Y así empezó mi vida en la política: me acerqué a oler y, pues mira, me quedé ahí y acabé siendo incluso la responsable de Feminismos en Castilla y León”.
Para Hernández, el espacio municipal es un lugar privilegiado para hacer políticas reales y de reparación. Entre los logros de su etapa como concejala destaca cómo se consiguió que la celebración del 8 de abril, Día Internacional del Pueblo Gitano, pasara de ser responsabilidad de Servicios Sociales a responsabilidad de Cultura. También trabajó en la modificación de la normativa municipal de la venta ambulante. De aquellos cuatro años de gestión también salió un Consejo de la población gitana “donde están representados desde los ancianos hasta asociaciones que son gitanas o que son progitanas, o que trabajan con personas gitanas, desde ahí se pueden abordar muchísimos temas”.
Paqui Maya Heredia, regidora de Sabadell, también piensa que desde los municipios se pueden hacer políticas fundamentales para el pueblo gitano, y no solo. Procedente del ámbito social, con experiencia en inserción laboral y educación, Heredia entró en política de la mano de Esquerra Republicana. Desde la agrupación conocían su labor en las políticas municipales dada su participación en diferentes mesas del ayuntamiento. “Una de las propuestas que tenía muy clara Esquerra Republicana aquí en Sabadell era poder incorporar a personas de la ciudad que pudieran representar otros sectores, y no fuera toda la representación de personas blancas, payas, no gitanas, sino tener un reflejo más real de quienes vivimos aquí, donde hay casi un 5% de población gitana”. Heredia califica su invitación a incorporarse al partido como “una grata sorpresa”.
Antigitanismo
Pueblo gitano La lucha dentro y fuera de las instituciones consigue convertir el antigitanismo en delito
Todo esto Heredia lo cuenta desde la conciencia de que la incorporación de personas gitanas, (y en general de minorías) a las listas puede verse criticada como un ejercicio simbólico que conviene a los partidos para mostrar diversidad, para llenar una cuota que realmente no cambia sus políticas. “Pero esto ya se ha debatido en el caso de las mujeres, y gracias a estas iniciativas, a las cuotas, hay mujeres representando y ocupando espacios a los que antes no teníamos acceso. Yo nunca me he sentido un objeto, no me siento un florero, no me siento la pieza cultural de la comparsa dentro de la orquesta”. Y espera que del mismo modo que estas políticas positivas han servido para normalizar la presencia de mujeres en lugares de toma de decisiones, “esto también evolucione y dentro de pocos años tengamos gitanos en puestos mucho más importantes”. Entre los logros derivados de la incorporación de personas gitanas a las instituciones, Heredia cita el Pacto de Estado contra el Antigitanismo. Ella espera repetir como regidora de su ciudad, está en el puesto número seis y las encuestas son favorables.
Sin salir de Catalunya, en Barcelona, Ricardo Valentí aspira a entrar en el ayuntamiento de la mano de Junts Per Catalunya. Este activista cuenta con una larga trayectoria al frente de la asociación de gitanos referente del barrio de Gracia y ha podido interactuar desde el Consejo Gitano del Ayuntamiento de Barcelona, con representantes de diversos partidos: “En este contexto me ofrecieron por primera vez hace cuatro años ir en las listas de Junts per Catalunya, y este año me lo han vuelto a ofrecer. Es gente que conozco, una de las personas en la lista será la presidenta del Consejo Gitano del Ayuntamiento de Barcelona”.
Velentí considera que no hay nada nuevo en que los partidos sumen a activistas tras ver su trayectoria. De hecho, explica, la presencia de diputados o eurodiputados gitanos es importante. “Tenemos a Bea Carrillo, Sara Jiménez e Ismael Cortés, y ellos también empezaron desde abajo, cada uno con su partido, cada uno con su ideología. Nos respetamos todos, somos gitanos todos y todos somos hermanos”. Para dar fe de que este es un proceso de larga data, Valentí cita a Juan de Dios, el primer eurodiputado gitano. ¿Cómo empezó? Pregunta el candidato de Junts: también por la base, recuerda, y añade: “La Constitución Española lleva su firma”.
Para Escudero, la política va de ayudar a la gente de su barrio, y espera “dar ese punto de realidad que muchas veces falta en las instituciones”. Defiende que hacen falta más gitanos y gitanas en la política y la administración
Mucho después de que Juan de Dios se convirtiera en referente de los políticos gitanos nació Samuel Escudero León, hace ahora 24 años. Ya desde muy pequeño sintió la llamada de la participación, primero en espacios juveniles y de estudiantes. Escudero viene de Vallecas y se presentará a las elecciones en la lista de Más Madrid. Si piensa en qué es la resistencia gitana, le vienen a la mente resistencias cotidianas, como lo que implica levantarse en la madrugada para trabajar en el mercadillo, las madres que se baten por sus hijos, el apoyo mutuo cuando las instituciones te abandonan, como sucedió durante la pandemia, compartir en la pobreza, como le contaba su abuela que hacían en los años más duros y siguen haciendo.
Pese a formarse en un centro público impregnado de la diversidad del barrio, este joven tuvo su primer encontronazo con el antigitanismo encarnado en un profesor, fue en primero de la ESO, era un solo docente que “tenía ciertos estereotipos, prejuicios. Cuando llegué a clase recuerdo que me dio un dibujo y un boli y me dijo ponte atrás, no molestes”.
Escudero no lo dejó pasar y lo contó en casa. La asociación de Vallecas de la que formaba parte, su madre y su tía intervinieron, a Escudero no le iban a impedir estudiar como cualquier otro compañero, el centro también reaccionó. A parte de este caso, Escudero recuerda su instituto como un espacio de buenos profesores, mentores, dice, donde además fue estrenando su inquietud participativa: fue delegado, representante de los alumnos, y responsable de igualdad.
Pronto empezó a dar charlas en centros educativos, como referente positivo para el alumnado: “En algún momento, con 16 años, acabo en el Parlamento Europeo hablando del pueblo gitano y sobre todo de la juventud”, recuerda. De los años de combatir el antigitanismo con sus primos, gente que ahora es familia, surgió su primer contacto con lo que entonces era Ahora Madrid. En 2019 se incorporó, ya con Más Madrid, como vocal vecino de Vallecas: “Los últimos cuatro años estaba trabajando en propuestas de mejora del barrio, en juventud, en deporte, en infancia, en movilidad, que en las pocas competencias que tiene la Junta de Distrito respecto a la educación”.
En esas estaba, y en trabajar como cocinero cuando un día, “lleno de guacamole”, puntualiza, le llaman para invitarle en las listas autonómicas. Tras pensarlo un ratito, dijo para adelante. Pensaba que se trataría de un puesto simbólico pasando el número 50 pero al salir las listas provisionales vio que estaba en el número 32. “Por las encuestas salen entre 28 y 30 diputados, estoy a un pie de entrar como diputado en la Asamblea de Madrid”, se sorprende Escudero que se presenta a sí mismo como “joven, gitano y vallecano”.
Para Escudero, la política va de ayudar a la gente de su barrio, y espera “dar ese punto de realidad que muchas veces falta en las instituciones”. Defiende que hacen falta más gitanos y gitanas en la política y la administración. En ese sentido, coincide con el candidato de Junts per Catalunya en que hay una agenda transversal que une a los y las gitanas que entran en política y que trasciende las siglas de los partidos a los que pertenecen: “El bienestar de nuestro pueblo, de nuestra gente, está por encima de todo. Se notó en el Pacto de Estado contra el antigitanismo en esa subcomisión que consiguió estipular el antigitanismo como delito de odio. Seguí en vivo la retransmisión mientras se me salían las lágrimas viendo a esos tres grandes gitanos de distintas formaciones, hablar y defenderlo”.
Gitanos y gitanas, pero no solo
El hecho de compartir algunos objetivos políticos en relación a su pueblo no reduce a las personas gitanas a una especie de sujeto esencialista. “Yo antes soy mujer y después soy gitana. Además, todas las cuestiones generales me afectan de la misma manera que a cualquier otro ciudadano”, recuerda Heredia. Pero también reconoce que el hecho de ser gitana aporta a la política el entendimiento de situaciones que solo pueden comprenderse a partir de haberlas vivido. “Incluir esa mirada de la diversidad cultural era una deuda que tenía la política en sí. En ese sentido, las elecciones de 2019 también marcaron una diferencia, tener a cuatro diputados, tener representación municipal en ciudades de España, de Cataluña… Lo positivo sería no frenar aquí, que esto se siga construyendo”. Para Heredia la asignatura pendiente es avanzar en memoria y reparación. “Se tiene que reconocer lo que ha pasado con el pueblo gitano históricamente, hasta que no se repare ese proceso histórico que nos ha llevado a la situación que tenemos, no vamos a conseguir tener los mismos derechos que cualquier otro ciudadano”, sentencia.
Para Valentí, la institución sin duda es un lugar desde el que combatir el antigitanismo, “pero también dedicarse a temas fundamentales que no afectan solo al pueblo gitano, como Educación, vivienda, salud y empleo”. El candidato de Junts per Catalunya quiere aclarar que como políticos gitanos no representan a la población gitana. “Nosotros no somos líderes, somos activistas. Ahora claro. Si nos piden una reunión con colectivos gitanos, pues evidentemente yo la voy a montar para que vengan y escuchen las propuestas”, la prioridad sin embargo no es convencer, sino hacer. “No se trata de: voy a buscar tu voto y después no me acuerdo. Se trata de trabajar con nuestra gente. De estar allí con ellos”.
Elecciones
Elecciones 28M Sandra Heredia: “Yo creo que la mayor formación política es estar en los movimientos sociales”
Para Escudero también es importante dejar claro que las personas racializadas no cubren una cuota en los partidos. “Mi fin no es decir, soy gitano y estoy aquí, si no, soy gitano y te hablo de educación pública, te hablo de formación profesional, te hablo de movilidad, te hablo de transporte público, te hablo de ecologismo”, reivindica el joven, que recuerda que ya cuenta con una trayectoria como vocal vecino.
Hernández tampoco viene solo del activismo gitano, en realidad su primera lucha fue de tinte laboral. “En el trabajo me llamaban la sindicalista, aunque nunca he estado afiliada a ningún sindicato. Tuvimos un proceso de ERTE en un call center en el que nos echaron a 398 personas de una tacada”. El hecho de que entrara en política le viene casi natural, su abuelo fue concejal en el primer ayuntamiento en León. “De casta le viene al galgo, la política siempre se ha mamado en casa”. Y la política, recuerda, ha estado siempre presente en el pueblo gitano, aunque ahora por fin se haya hecho más visible. “La primera manifestación que hubo en democracia fue en la Puerta del Sol, gitanos pidiendo pan y trabajo. Más político que esa primera manifestación dentro de la democracia no lo hay. Lo que pasa es que nunca se nos ha visto como sujetos políticos. Es más, casi siempre la mayoría de partidos nos han usado como para dar el toque de color, el toque folclórico”, de “Gitano de Temporá”, dice, citando la canción del “tío Raimundo Amador”. Y trae otro referente, al tío Marianet de la CNT, clave en la Guerra Civil.
Hernández va también bien posicionada en la lista, la número tres. “Creo que es muy importante visualizar a las personas racializadas, en este caso gitanos o gitanas que vamos en listas. Pero también me gustaría, como dijo el otro día la prima Sandra Heredia —que como salga alcaldesa de Sevilla nos vamos todos para allí— que algún día, y espero sea dentro de poco, deje de ser noticia que estemos ocupando los espacios que nos corresponden”. La integrante de Adelante Andalucía, es la única política gitana que encabeza una lista en las elecciones del 28M, en su Comunidad Autónoma otros dos candidatos gitanos se presentan ante las urnas: Sheila Carmona Silva, en Linares, está en la lista Izquierda Unida - Más País - Verdes Equo, mientras que al ayuntamiento de Sevilla, también se presenta el socialista Mario Vargas Camas. Su compañero de partido en Catalunya, Paco Vargas Porras, se presenta con el PSC en la localidad de Sant Adrià del Besó. Las próximas elecciones pueden pues, ser una cita clave para que las demandas del pueblo gitano entren en primera persona en muchos ayuntamientos.
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Muy buen artículo. Conozco personalmente a María Hernández, he aprendido desde su mirada a ampliar la mía sobre la cultura gitana y la historia que nos ocultaron. Gracias y suerte en las elecciones.