Racismo
Por qué son necesarias muchas sirenitas negras

Hay una frase muy gastada, esa que dice que los niños y las niñas no ven colores. No lo hacen las criaturas blancas, criadas en un entorno totalmente estandarizado y acorde a sus características. Pero la infancia racializada, por puro instinto, busca referentes.
La Sirenita
Fotograma de la película de Disney "La Sirenita"

Sucedió una tarde de invierno. Mi hijo tenía cuatro años y examinaba con detenimiento las fichas del Quién es quién al que estábamos jugando. Quería ganar, descubrir mi personaje, pero no solo. “Mamá, ¿por qué no hay ninguna persona marrón como yo?”, me preguntó. Desde su más pura inocencia buscaba referentes en un mundo construido para blancos. No había rastro de reproche, ni ninguna alusión al racismo en su expresión. Él solo estaba descubriendo su cuerpo y situándose en un entorno en el que, en ocasiones, no se encuentra representado.

Hay una frase muy gastada, esa que dice que los niños y las niñas no ven colores. No ven colores las criaturas blancas, criadas en un entorno totalmente estandarizado y acorde a sus características. No ven colores las que abren un libro o se sientan en una butaca de cine y no tardan mucho en encontrar a alguien con su tono de piel. Pero la infancia racializada, por puro instinto, busca referentes.

¿En qué imaginario colectivo nos estamos amparando para rechazar las representaciones con gente racializada? ¿Es que un espectador caucásico tiene más derecho a sentirse representado que uno afroamericano?

Por eso, la polvareda que ha levantado el adelanto del tráiler de La Sirenita, con una Halle Bailey rompiendo moldes, rema en contra de los tímidos avances que, luchando contra la incomprensión y con mucho sudor, han conseguido las personas racializadas en los espacios culturales. Por eso va contra los intereses de esos niños y niñas que necesitan un mundo inclusivo para desarrollarse plenamente como personas. 

Mientras, se hace visible cómo el racismo no se destruye, solo se transforma. Señores de izquierdas expresando que la aparición de una sirena negra es forzada. Que es una estrategia de marketing. Y que no es real. Todo lo real que puede ser un personaje mitológico. ¿Qué leyes marcan que las sirenas tengan que ser blancas? ¿O que no pueda haber elfos negros? ¿En qué imaginario colectivo nos estamos amparando para rechazar las representaciones con gente racializada? ¿Es que un espectador caucásico tiene más derecho a sentirse representado que uno afroamericano?

Que si Disney y su monopolio, que si el capitalismo, que si el blackwashing. En medio, criaturas celebrando que van a tener a un referente en la pantalla. El ruido ensordecedor que eleva el argumento de que se está “forzando” una figura para dar dinero a una gran multinacional silencia el júbilo con el que los grupos de madres racializadas se organizan para hacer una quedada y llevar en masa a ver la película a sus criaturas. Y eso que se estrena en 2023.

Una maraña de argumentos, hilvanada con el privilegio blanco, no está permitiendo que una parte de la ciudadanía festeje lo que para muchas es un avance

Una maraña de argumentos, hilvanada con el privilegio blanco, no está permitiendo que una parte de la ciudadanía festeje lo que para muchas es un avance. Las generaciones que hemos crecido con nuestros referentes atados a la factoría Disney hoy pensaríamos diferente si, desde hace mucho tiempo, se hubiera incluido a personajes racializados en todas sus cintas. Nadie hablaría de personaje “irreal” o “forzado”. No tocaría batallar con tan surrealistas argumentos.

Cuenta la cómica guineana Asaari Bibang que una vez hizo un casting en España para interpretar un papel de administrativa. La rechazaron porque no parecía real. Acto seguido, cogió su bolso y se fue a trabajar de administrativa, que era, en realidad, su empleo. Estas ironías se producen mientras la crítica audiovisual se echa las manos a la cabeza porque hay una sirena negra o en la nueva entrega de El Señor de los anillos: los anillos del poder hay demasiado personaje “diverso”. ¿Pero cómo se atreven a poner a un hobbit negro?

Estamos lejos, sí, muy lejos. Mientras, toca escapar del ruido y seguir caminando hacia la inclusión como se pueda. Y no, mi hijo, con cuatro años, no estaba “adoctrinado”. No respondió así en base a ninguna chapa que le hayamos soltado desde el mundo adulto. En casa aún no se había introducido ninguna conversación sobre las diferencias raciales. Desgraciadamente, un día el odio lo encontrará de frente. Como le ha pasado a la nueva Sirenita.

Arquivado en: Racismo
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

En el margen
En el margen Aisetou Kajakeh: “Nosotras no estamos rompiendo techos de cristal, sino sorteando muros”
Esta socióloga española asegura que las asociaciones gambianas en España mantienen un vínculo directo con el lugar de origen, lo que hace que nunca pierdan la conexión con las raíces.
Alquiler
Racismo y alquileres Siete de cada diez migrantes se ve en la necesidad de vivir de alquiler frente al 14% de los hogares españoles
“El precio del prejuicio” es el título del más reciente estudio del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona, IDRA, en el que disecciona la relación entre las personas migrantes y su acceso a la vivienda.
València
València Arranca el juicio por racismo contra el comisario que vinculó migración y delincuencia
La fiscalía y las acusaciones populares piden tres años de prisión e inhabilitación para el inspector Ricardo Ferris, quién vinculó en un acto de Vox la delincuencia a la migración.
Altri
Altri Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.
Medio rural
Medio rural A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
O Salto medra contigo
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.
Ourense
Ourense Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
Medio ambiente
Medio ambiente A loita polo monte galego: lumes, eucalipto e ameazas á propiedade común
Galiza concentra un terzo dos incendios forestais rexistrados no Estado. Mentres a Xunta apunta aos montes veciñais, comuneiros e ecoloxistas denuncian unha estratexia política para favorecer a privatización e a expansión da industria madereira.

Recomendadas

Feminismos
Feminismo Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.