Renta básica
En busca del apoyo ciudadano a una renta básica universal en Europa

A un año de la presentación de la Iniciativa Ciudadana Europea por la renta básica, lejos de llegar al millón de firmas necesario, los colectivos promotores ensayan nuevas formas de convencer a una sociedad que no acaba de decidirse por este reclamo.
25 sep 2021 09:41

25 de septiembre de 2020, el mundo lleva en pandemia varios meses, una amenaza que ha hecho tomar a los gobiernos de todo el globo medidas inéditas: distintos grados de confinamiento que han conllevado un parón económico y un montón de puestos de trabajo suspendidos hasta una vuelta a la normalidad que no parece estar próxima. El inicio de la crisis sanitaria, con la súbita interrupción de la actividades, había espoleado el debate sobre la renta básica universal, particularmente en los primeros meses de la pandemia.

En este contexto, hace justo un año, se presentaba la Iniciativa Ciudadana Europea por la renta básica universal, que aspiraba a llevar el debate a las instituciones comunitarias y de ahí a las de los estados miembro. “Nuestro objetivo es la implantación de rentas básicas incondicionales en toda la UE que garanticen a cada persona su existencia material y la oportunidad de participar en la sociedad como parte de su política económica”, expone la propuesta en la web destinada a su firma. Para ello necesitan reunir un millón de rúbricas en toda Europa, teniendo que superar cada país un umbral mínimo. Un año después solo Eslovenia ha superado su mínimo, y algo más de un 15% de las firmas han sido conseguidas (151.046 firmas a 25 de septiembre), sin embargo, la UE ha otorgado un periodo extra para alcanzar el millón, concediendo una prórroga de durará hasta el 25 de junio de 2022.

Como actividad de la Semana Europea por la Renta Básica, y para mantener viva la demanda de que los estados miembros estudien cómo aplicar esta medida que implicaría establecer que cada ciudadana y ciudadano reciba una transferencia monetaria mensual, suficiente para cubrir sus necesidades básicas, que no esté sujeta a ninguna condición (una renta básica universal e incondicional), durante el día de hoy se ha convocado una acción de tintes internacionales.

“Se trata de una marcha virtual que implicará gente de todo el planeta, desde lo más oriental hasta llegar a América. La gente participará o se conectará, depende del potencial activista, unos harán una marcha, otros un manifiesto, otros cantarán algo”, explica la activista Mayte Quintanilla. En Madrid, por ejemplo, se unirán para cantar en la plaza de Callao a las 19 de la tarde. Un tema inventado para la ocasión que integrantes de Eureka —Plataforma que promueve la ICE a nivel estatal— han preparado a lo largo de las últimas semanas.

Y es que a la iniciativa europea le hace falta un buen empellón, aunque ha obtenido un generoso tiempo extra para intentar alcanzar su objetivo. “Si llega a respetarse la fecha para el 25 de septiembre que es cuando empezamos, sería fatal”, admite Quintanilla. Y no será porque no lo están intentando. Asambleas virtuales quincenales para pensar estrategias y diseñar acciones, carteles y posters con el Qr que lleva a la página para firmar en muchos espacios de paso y reunión, manifiestos mensuales que toman como punto de partida uno de los días internacionales de la ONU y argumentan de qué manera la RBU contribuiría a garantizarlos: una intensa actividad que no acaba de recoger los frutos esperados. España ha alcanzado unas 24.000 firmas, menos de un tercio de su umbral mínimo.

Entre las personas activistas “comentamos las resistencias ideológicas y sobre todo culturales a una renta básica universal. El ‘ganarás el pan con el sudor de tu frente’, la idea de que las prestaciones económicas producen vagos porque la gente no quiere trabajar”

Aunque las firmas “anden flojas”, en palabras de Quintanilla, toda esta actividad ha servido para “mejorar la articulación del activismo en torno a la renta básica, hay un montón de colectivos que se han sumado, hemos creado la plataforma Eureka...”, se trata de una treintena de colectivos que abordan distintas temáticas y tienes distinto arraigo territorial. Activistas de la plataforma acuden allá donde algún grupo quiere organizar un acto de sensibilización o difusión de la ICE para apoyarles. “Eso sube mucho la moral del conjunto y fortalece también porque produce un intangible muy potente y es la sensación psicológica y física de que no están solos en la causa, de que hay gente de otros lugares que están trabajando por lo mismo”.

La demanda 

Uno de los colectivos que integran Eureka es el Observatorio de la Renta Básica Universal de Attac Madrid. Su coordinadora, Berta Lago Bornstein, también socia de la Red Renta Básica, explica que el debate de por qué a la iniciativa le está costando alcanzar sus objetivos forma parte de las conversaciones de los activistas. “Ayer mismo en uno de los grupos alguien comentaba las resistencias ideológicas y sobre todo culturales. El ‘ganarás el pan con el sudor de tu frente’, la idea de que las prestaciones económicas producen vagos porque la gente no quiere trabajar”, una premisa que para esta veterana activista no se sostiene, primero porque en este largo proceso de contracción del mercado de trabajo acelerado por la crisis conseguir un empleo no depende del individuo, pero también porque las rentas condicionadas generan  la trampa de la pobreza cuando las personas temen perder su prestación al aceptar trabajos mal pagos e inciertos, explica Lago Bornstein.

El bajo número de firmas en España sorprende, existiendo un importante tejido ‘rentabasiquista’ en el país que mantienen activo el debate —aunque, como señalas las activistas, los medios no siempre acompañen. En Mayo de 2020, una encuesta de la Red Renta Básica sobre aceptación de la medida en el Estada apuntaba a que un 56% de la población sería favorable a su implementación. Con la llegada del debate sobre el Ingreso Mínimo Vital la atención se fue desplazando hacia la aprobación de esta medida y su conflictiva y limitada ejecución.

Lago Bornstein contempla las cifras desde Alemania, donde reside temporalmente, lugar en el que, celebra, en plena campaña electoral se pueden ver los carteles del Partido Pirata reclamando la renta básica como una de sus propuestas. “Alemania va muy por delante, está por encima del 70% aún cuando en este país hay más y mejor protección”. A la activista le cuesta entender por qué en España cuesta tanto apuntar a esta demanda y recuerda cómo en 2013 una ICE de las mismas características no llegó al mínimo necesario. “Pero el escenario era otro, ahora mismo mucha gente de más o menos clase media está en situaciones de empobrecimiento muy fuerte, parecería lógico una mayor demanda de esta medida”. La cultura trabajista junto al “pensamiento neoliberal de quien quiere puede”, apuntando a la voluntad individual e invisibilizando las causas estructurales de la pobreza, estarían, para la activista, en el origen de esas resistencias.

Convencer

A las razones culturales que señala la coordinadora del observatorio de Attac, Quintanilla añade el desconocimiento sobre la medida, un obstáculo que tratan de contrarrestar innovando en su labor de convencer: “Lo que estamos intentando es seguir pertrechándonos de argumentos rápidos para que cuando paramos a la gente en la calle les den que pensar. Nos hemos dado cuenta que el nivel atencional del común de los mortales ha bajado a microsegundos, entonces si en el primer microsegundo no has conseguido shockear a tu interlocutor, sale corriendo”.

“Vemos que a todas las capas de la sociedad les interesa la RBU. Vamos aprendiendo y vamos comentando qué argumentos están empezando a funcionar para que la gente al menos escuche”

Salir a la calle, observar a las personas, imaginar qué argumentos específicos pueden resonar en ellas, está siendo un ejercicio fértil. “Vemos que a todas las capas de la sociedad les interesa la RBU. Vamos aprendiendo y vamos comentando qué argumentos están empezando a funcionar para que la gente al menos escuche”, explica Quintanilla que aunque no se atreve a aventurar que para junio hayan llegado al objetivo, no se rinde: “Estamos intentando tocar todas las teclas posibles del piano a ver si alguna suena y se multiplica y se disparan las firmas”. Por otro lado, desde Eureka ven una actitud abierta por parte de la Unión Europea a esta y otras ICE, pues les han ido ampliando los plazos sin que tan siquiera lo hubiesen solicitado, obteniendo nueve meses extra.

Para quienes se baten por que la renta básica universal llegue a las instituciones europeas, esta se trataría de una conquista enorme, una transformación sustantiva de la justicia social. “Daría sentido a las leyes: no me sirve la declaración universal de derechos humanos mientras no exista renta básica. No estamos haciendo posible que se cumplan los derechos que establece no solo la ONU, sino también la Unión Europea o la propia Constitución española”, concluye Lago Bornstein.

Arquivado en: Europa Renta básica
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Análisis
Análisis Las fronteras selectivas: discriminación en los movimientos y migraciones globales
Los países poderosos implementan políticas que protegen sus intereses estrechos, seleccionando a los migrantes en función de su capacidad de “adaptarse” a la sociedad receptora o basándose en criterios raciales, culturales y religiosos.
Austeridad
Reglas fiscales ¿Tenemos un plan para la gente y las futuras generaciones?
VV.AA.
Si el Gobierno aspira a una transición ecológica justa completa, también debe asegurar que el gasto público sea coherente a la hora de garantizar derechos e invertir en bienestar.
Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)
30 años del levantamiento del EZLN ¿Qué aprendimos de la Gira Zapatista? Otra Europa es posible
Décimo sexta, y última entrega, del especial que conmemora la aparición pública del EZLN hace tres décadas. El autor se centra en tres posibles aprendizajes que la “Europa insumisa” pudo experimentar con la Gira Zapatista de 2021.
Opinión
Opinión Non sempre ter moitas luces é sinónimo de intelixencia
Que impacto ecolóxico e social produce a iluminación do Nadal de Vigo? A cidade sofre máis aló da masificación, o caos de tráfico, as molestias á veciñanza, o malgasto ou os recortes en orzamentos de emerxencia social.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto como el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Más noticias
Pontevedra
Ecoloxismo Unha investigación revela alta contaminación por nitratos en augas superficiais da comarca do Deza
Os resultados da análise de Ecoloxistas en Acción, con máis de 80 puntos de mostraxe, reflicten concentracións xeneralizadas e moi altas de NO3. Só o 19% das augas superficiais analizadas están “fóra de toda sospeita”.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el estado español.
Comunidad de Madrid
Violencias machistas Huelga en la red de atención a la violencia de género de la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid el próximo 25N
Las trabajadoras de ambas redes se unen para reivindicar mejoras laborales y de atención a las mujeres víctimas en un paro de 24 horas. “Te sientes impotentes porque no puedes ayudar como deberías”, explican.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Opinión
Opinión La eclosión del autoritarismo reaccionario y otras nueve tesis sobre la victoria de Trump
La victoria del candidato republicano nos ha demostrado que estamos en una nueva era: la del neoliberalismo autoritario, en donde el camino del mal menor propuesto por los Demócratas ha sido la fórmula más rápida para llegar al mal mayor.

Recomendadas

Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Redes sociales
Redes sociales Bluesky, la red social donde se libra la batalla por el futuro de internet
Ni es descentralizada ni está fuera de la influencia de los ‘criptobros’ que han aupado a Trump a la Casa Blanca, pero ofrece funcionalidades útiles para recuperar el interés por participar en redes sociales.