Teatro
Carlos Olalla regresa a los escenarios tras su exilio en protesta por el IVA cultural

Tres años después de bajarse de los escenarios en protesta por el aumento del IVA cultural, Carlos Olalla vuelve con un texto propio, Vía muerta. Cuando el 1 de junio convierta la Sala Mirador en un campo de refugiados, se habrán cumplido 1.174 días de su “doloroso” exilio. Reaparece con la misma coherencia con que se bajó, para hacer del teatro una herramienta de transformación social.

Carlos Olalla 3
El actor Carlos Olalla, en Madrid. David F. Sabadell

Carlos Olalla llegó tarde a la interpretación, pero temprano a la vida. Es de esas personas a las que les gusta pasear “con el corazón en la mano”. Sin problemas para moverse por los extremos vitales. Se enamoró de la profesión dando la réplica a Christian Bale en The machinist y acuciado por el paro no dudó en leer poesía en el metro de Madrid para sobrevivir. Graba una escena para la nueva serie de TVE, La otra Mirada, y a la media hora coge un bus para compartir una actividad con los niños de la Cañada Real.

“El teatro es mi pasión, lo amo como quizá pocos puedan amarlo y, precisamente por eso, por el profundo amor que siento por él, he decido dejarlo, bajar del escenario y no volver a subirme a él hasta que este país deje de asesinar a la cultura con un 21% de IVA”, escribió el 13 de febrero de 2015 en su blog La Placenta del Universo, en aquella despedida que marcaría el comienzo del exilio. “Se acabó. Me bajo del escenario”, sentenció.

No le asustaban los cambios. Había trabajado en el mundo de la gran empresa y fue director de un banco inglés. A los 45 años lo despidieron porque “era demasiado viejo”. Se encontró en el paro de repente y acompañando a una grabación a su madre, la escritora y actriz Cristina Maristany, descubrió en el mundo de la interpretación su verdadera pasión.

Ahora regresa y lo hace como él quiere. Con un texto propio para hablar de las cosas que le mueven en su activismo. Vía muerta, una obra que presenta el 1, 2 y 3 de junio en La Sala Mirador, en el marco del Festival Surge Madrid.

¿Cómo te sientes ante este regreso?
Se vive con mucha ilusión, lo que más me gusta es el teatro, el único medio donde eres el amo de la interpretación. Haber renunciado a eso durante 1.174 días es un exilio muy duro. Tengo muchas ganas de volver a un escenario porque concibo el teatro como una herramienta de transformación social, cada vez hay más causas que apoyar y no puedo seguir renunciando a algo que quizá es un arma fundamental. Como decía Celaya, un arma cargada de futuro, pero también de presente. Todo artista, antes que artista es ciudadano. Y un ciudadano tiene que tomar partido. Hoy no tomar partido es ser cómplice, y yo no quiero serlo.

El papel del artista es intentar mejorar esta mierda de mundo en el que vivimos. No podemos ir con respuestas ni grandes discursos, pero sí poner un espejo delante de los espectadores para que ellos se hagan las preguntas.
El director del Museo de la Ciencia de Barcelona, Jorge Wagensberg, decía algo que está más actual que nunca: “cambiar de respuestas es evolución, cambiar de preguntas es revolución”. Es el tiempo de las preguntas, de cambiarlas, tenemos que aprender a mirar desde otro lado. Y en eso el teatro tiene mucho que decir.

Vía muerta es una apuesta bastante agresiva en la que el público está sentado en el suelo del escenario, como refugiados, separado de la platea por una alambrada, viendo las butacas vacías

¿Te has imaginado ese 1 de junio?
Tengo miedo de emocionarme demasiado porque soy de lágrima fácil. Es un momento muy especial por volver en una sala como la Mirador donde he participado en recitales de poesía, homenajes y actos; y más hacerlo con una obra que he escrito yo. Es una apuesta bastante agresiva, transformar la sala en un campamento de refugiados. Toda la representación el público está sentado en el suelo del escenario, como refugiados, separado de la platea por una alambrada, viendo las butacas vacías, en una clara imagen de lo que es esa Europa donde tendrían cabida, pero se la niegan.

Cuéntanos algo más de la obra... 
Es un montaje que denuncia la tragedia provocada por las políticas migratorias de la Unión Europea. Son cuatro personajes: un policía, un refugiado y dos voluntarias de ONG. Uno de ellos es Iván Prado, de Pallasos en Rebeldía, a quien admiro y quiero mucho. Muy comprometido políticamente. Ha estado en los campamentos de Grecia, el Sáhara, Palestina. Su papel es el de un clown que actúa para los refugiados. Estará Willy Toledo, que en cuanto ha conocido el proyecto se ha apuntado de cabeza. Será una maravilla verlo en el papel de policía. Y Elena Olivieri, actriz y también clown, de origen italiano, que lleva aquí muchos años. El espacio sonoro y el espacio lumínico van a tener una gran presencia, porque quiero que se mastique el silencio, que es lo que pasa en los campamentos de refugiados.

¿Cómo nació la idea y por qué Vía Muerta?
Lo que inspiró el texto fue una fotografía de la colección “El camino de la vergüenza” de la fotógrafa Mai Saki, donde se ve una vía de tren atravesada por una valla. Tan anacrónica esa imagen. No queríamos proyectar las fotografías, pero contaremos con la colección para ponerla en la entrada del teatro. Fotos increíbles de Idomeni (Grecia) y de la frontera con Macedonia, que te hacen revolver muchas cosas en tu interior. 

Un número lleno de historias

Los 1.174 días que Carlos Olalla va a cumplir abajo de los escenarios teatrales no son números vacíos. Él mismo se he encargado de llenarlos de historias protagonizadas por personas anónimas que fue descubriendo en ese andar “con los ojos bien abiertos”.

Historias como la suya, alejada de cualquier presunción de fama, que se construye también desde una mesa modesta en el Café del Real, su “oficina”, donde concurre a despertar su inspiración literaria. En 2017 publicó El aroma de la luna, un libro en el que reflexiona sobre el ser humano en el mundo de hoy, su vulnerabilidad y el necesario —otra vez— compromiso con lo que le rodea.

¿En todo este tiempo de exilio teatral, hubo algún momento de arrepentimiento, de dudas?
La duda se produjo cuando veo que bajan el IVA de espectáculos en directo, la música y el teatro, pero no del cine. Yo hablaba del IVA cultural, y ese no lo han bajado, así que lo estuve pensando mucho. El IVA cultural no solo es el de la distribución de la cultura, el de las entradas. También las empresas productoras están sufriendo un porcentaje que no tiene razón de ser. Vuelvo, entonces, porque siento que tengo que hacer lo imposible para modificar la realidad que estoy viendo, que me parece una atrocidad.

Nos estamos acostumbrando a trabajar en condiciones de esclavitud y el colectivo que se está levantando es el de los jubilados. ¡Los que ya no trabajan!

Se ha precarizado el mercado laboral, nos estamos acostumbrando a trabajar en condiciones de esclavitud y el colectivo que se está levantando es el de los jubilados. ¡Los que ya no trabajan! ¿Qué está pasando aquí? La transición ha sido la dormidera. Orwell se llevaría las manos a la cabeza de ver la primera generación de esclavos que no se revela, porque se cree libre.

Precisamente, en el mundo de las artes escénicas la precarización es de escándalo.
En nuestra profesión, tanto a nivel técnico como artístico sabemos que hoy estamos en esta serie, pero cuando termine vamos a la puta calle o matan al personaje y derecho al paro. Y voy a intentar sacar adelante mi carrera profesional sabiendo que ese es mi futuro a corto plazo. Nosotros con cada casting tenemos una entrevista de trabajo, tenemos el culo pelado de ir a entrevistas de trabajo, estamos acostumbrados a no tener seguridad, a vivir con eso.

Desde ese aspecto podemos ayudar mucho, por ejemplo, dando talleres a personas que se están planteando buscar un trabajo. Enseñarles a mejorar su dicción, a cómo expresarse públicamente, a comportarse en una entrevista, qué es lo que está expresando su cuerpo. Todas herramientas que son muy válidas y los actores lo que tenemos es tiempo. ¡Si estamos en paro la mayoría!

No claudicar, pese a todo

Las dudas tampoco le surgieron a Carlos Olalla cuando en 2016 se vio obligado a salir al metro junto a su madre a recitar poesía para poder sobrevivir. “Tenía claro que nunca iba a pedir, sino que iba a dar. A dar lo que soy”, cuenta.

¿Cómo fue aquella experiencia?
Les decía “hola, soy Carlos Olalla, me recordareis de algunas series de televisión como El tiempo entre costuras, como la mayoría de los compañeros de profesión estoy en paro. Ella es mi madre, con 84 años que también está en paro. Y venimos a leer unos poemas por si nos queréis ayudar, pero sobre todo queremos que juntos reivindiquemos algo que les pertenece a vosotros, que es el derecho a la cultura, y eso es algo que nos están robando”.

Te sorprendería ver la respuesta de la gente, era increíble. No oímos un solo comentario en contra, malsonante o agresivo; la mayoría nos miraba con cariño, sonreían, nos abrazaban, muchas veces aplaudían, y te encontrabas con una situación en la que ellos mismos decían que sentían vergüenza de que tuviéramos que hacer eso.
La gente es sensible, entiende lo que está pasando, pero vivimos aislados porque este sistema te lleva el aislamiento. En lo que abres el corazón o pides que te echen una mano, consigues que los demás despierten.

Hablas de tiempo disponible y la necesidad de mirar el mundo con los ojos bien abiertos. ¿A dónde diriges la mirada?
Siempre cuento que cuando grababa la película de Lasa y Zabala (2014) en Donosti, una mujer que tenía de amiga en Facebook, que no conocía de nada, me contó su vida. Una historia de amor clandestino, con un tal Juan Carlos, que era de Tolosa, con el que se veía una vez al año y, cuando decidió irse con él, este le desveló que tenía leucemia. Murió a los tres meses, a ella siempre le quedó la ilusión de llevarle flores a la tumba y leerle el poema preferido de ambos, “La elegía”, de Miguel Hernández.

Así que en un hueco del rodaje fui a Tolosa. El hombre de la floristería me esperaba con un ramo de flores que ella había pagado. “Me he permitido ponerle esta cinta que dice ‘te querré siempre’. No creo que le moleste”, me dijo el hombre.

Privatizaciones
La privatización encubierta de la Zarzuela

Los trabajadores del Teatro de la Zarzuela han convocado paros laborales del 5 al 26 de abril por el plan del Ministerio de Cultura para fusionar el Teatro de la Zarzuela con el Teatro Real. Los trabajadores denuncian que se trata de una estrategia para desmantelar poco a poco la cultura pública.

Cogí un taxi, al conductor le conté un poco para que me grabara con el teléfono. Al llegar al cementerio salen a recibirme: “Carlos, ven, que te acompaño donde es”. Leo el poema, dejo las flores y, cuando volvemos a la estación, el taxista no me quiere cobrar, el importe de la carrera era su contribución a aquella historia de amor.
Cuando nos abrimos a los demás suceden cosas maravillosas, esa mujer pidiéndonos que la ayudáramos nos hizo el mejor regalo. Un actor, un tío que tiene una floristería, un taxista y un enterrador, y los cuatro nos identificamos con la historia de dos personas que ni conocíamos. A mí esas cosas me indican cómo tienes que andar por la vida.

Y seguir...

Y ahí anda en la vida Carlos Olalla, disfrutando de los talleres de cine con los más pequeños de la Cañada Real, dándole herramientas para que puedan contar su propia historia, sus sueños. “Hay talento, hay dignidad, hay ganas de vivir y salir de la exclusión. Hay niñas y niños señalados, con condiciones de vida durísimas y soñando con hacer algo por ayudar a los demás. Eso habla de la calidad humana de la Cañada”, grafica.

O con el compositor Rafa Sánchez, acompañando a un grupo de mujeres de la asociación SOS Bebés Robados en un taller de donde ha nacido la nana “Hay un hueco en mi alma”, de próximo estreno, dedicada al bebé que les quitaron. “Una de las experiencias más bonitas” de su vida, asegura.

Cuenta que se identifica mucho con esa sensación de que hay un hueco en el alma de cada una de las personas que estamos en el mundo y que la sensibilidad es la que nos permite llenarlo. 

Arquivado en: Teatro
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Teatro
Teatro ‘1936’: unha ferida aberta sobre o escenario
A nova produción dirixida por Andrés Lima converte a Guerra Civil en materia escénica, abrindo un espazo de reflexión crítica sobre as súas pegadas no presente.
Teatro
Teatro ‘1936’: una herida abierta sobre el escenario
La nueva producción dirigida por Andrés Lima convierte la Guerra Civil en materia escénica, abriendo un espacio de reflexión crítica sobre sus huellas en el presente.
Granada
Violencia Sexual Tres mujeres más denuncian agresiones sexuales del director de la escuela de teatro La Seducción en Granada
Las exestudiantes describen tocamientos y besos no consentidos durante su estancia en la escuela por parte del director, una denuncia que se suma a la interpuesta por otras seis exalumnas contra el docente, de la que informó El Salto Andalucía.
#15979
13/5/2018 0:21

Hermosa entrevista. Gracias!

0
0
Investigación
Investigación Varios refuxiados denuncian á ONG Rescate Internacional por explotación laboral e agresión sexual
A Garda Civil investiga o centro de Mondariz-Balneario tras varias denuncias por parte de voluntarios migrantes que aseguran traballar sen contrato a cambio de 50 euros semanais. A ONG xestiona 1.700 prazas do programa estatal de acollida.
Comunidad de Madrid
Luis A. Ruiz Casero “Durante la transición la cárcel de Carabanchel albergó a más presos que en algunos años del franquismo”
De los presos franquistas que construyeron el penal, pasando por los que fueron fusilados, hasta los revolucionarios que pusieron patas arriba el centro penitenciario con iniciativas como la COPEL, Luis A. Ruiz Casero ofrece en 'Carabanchel. La estrella de la muerte del franquismo', un documentado homenaje a las luchas de las personas internas.
Industria armamentística
Genocidio Las relaciones armamentísticas de España e Israel han sido “más lucrativas que nunca” desde octubre de 2023
Un informe del Centre Delàs señala diferencias significativas en las armas que España dice que ha vendido a Israel y las que Israel registra. Las empresas israelíes han firmado 46 contratos con las administraciones por más de mil millones.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'Os Pecadores' loitan contra montruos reais e mitolóxicos no novo episodio de 'O Teleclube'
O dúo do director Ryan Coogler e o actor Michael B. Jordan estrean unha película sobre a experiencia afroamericana cunha ameaza sobrenatural engadida.
Opinión
Opinión ¡A la mierda Europa!
Hay otra Europa que es víctima de la Europa neoliberal y belicista que apuesta por la industria de las armas a costa de los derechos sociales, es una Europa que se muere de vergüenza cada vez que ve imágenes de Gaza o Cisjordania.
Laboral
Laboral Al borde de la huelga en la educación pública vasca
Los cuatro sindicatos convocantes denuncian que el Departamento de Educación vasco no se han sentado a dialogar hasta este viernes pocos días antes de los paros
Laboral
Laboral Los sindicatos convocan huelga en Mediapro durante las últimas jornadas de la liga de fútbol
El final de la liga de fútbol podría no verse en televisión si la empresa HBS, nueva adjudicataria de la producción de La Liga, no garantiza la subrogación del personal. Los sindicatos han convocado huelga del 13 al 27 de mayo en el grupo Mediapro.
Palestina
Ocupación Isarelí Primera movilización unitaria contra el genocidio en Palestina y por el fin del comercio de armas con Israel
Este sábado 10 de mayo se espera en Madrid una asistencia multitudinaria de personas venidas desde cientos de municipios de todo el Estado español para concentrar la protesta de los ataques indiscriminados del Israel contra la población palestina.
Tribuna
Tribuna Para acabar de una vez con las nucleares: sobre el último intento de prolongar la vida de las centrales
Los voceros de la nuclear han encontrado la oportunidad ideal para difundir sus bulos con el apagón del 28 de abril. Quieren generar polémica para mantener operativa una infraestructura innecesaria, peligrosa y que genera residuos incontrolables.
Análisis
Análisis ¿Existe una identidad europea?
El 9 de mayo se celebra el “día de Europa”, que conmemora la paz y la unidad en el continente y que coincide con la declaración presentada en 1950 por Robert Schuman que sentó las bases de la cooperación europea. Pero, ¿qué es Europa realmente?
Estados Unidos
Libertad de expresión Canadá recomienda al profesorado LGTBQ+ o crítico con Trump no viajar a Estados Unidos
Una circular de la Asociación Canadiense de Profesores Universitarios (CAUT) recomienda “encarecidamente” que el personal académico viaje a los EEUU “solo si es esencial y necesario”.
El Salto Radio
El Salto Radio Malismo
Hacerse el “malote” aporta beneficios: entrevista con Mauro Entrialgo, autor de Malismo, un ensayo sobre los mecanismos de ostentación del mal

Recomendadas

Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Pensamiento
Lola Olufemi “No me atraen las utopías lejanas, estoy más interesada en el ahora”
La escritora e investigadora británica Lola Olufemi trabaja desde la certeza de que el presente no es una jaula, desde la confianza en que viviremos cosas diferentes aunque no se sepa exactamente de qué tipo van a ser.
Catalunya
Acción directa Las Sublevaciones de la Tierra francesas llegan a Catalunya: “Necesitamos una forma nueva de luchar”
Una acampada de tres días y una acción simbólica han sido el pistoletazo de salida de Revoltes de la Terra. La organización ha sido capaz de unir a ecologistas de campo, de ciudad y campesinado en una dinámica de lucha “nueva”.