Crisis climática
La amenaza contra el clima que no viene de Trump

La Unión Europea clama contra el presidente de EE UU tras su anuncio de abandono del Tratado de París. Sin embargo, Europa y Canadá ultiman el acuerdo comercial CETA, cuyos efectos sobre el clima serán igualmente graves. 

Ilustracion Donald Trump
Donald Trump. Eduardo Luzzatti

El anuncio, anoche, de que EE UU se desvincula del acuerdo del clima de París ha consternado a los líderes europeos. Alemania, Francia e Italia ultiman una declaración pública de rechazo a la decisión de Donald Trump de no cumplir los objetivos de reducción de emisiones de gases.

El Gobierno del Reino Unido, donde el 8 de junio se celebran elecciones, no ha dado pasos después del anuncio de Trump, pero el tema se ha metido en campaña de la mano de Jeremy Corbyn. La UE, a través del presidente de la Comisión Europea, ha dicho que el continente seguirá sus pasos hacia una transición verde. Y en España… en España, como se ha dicho en Twitter, el presidente está preparando la final de la Champions.

Mientras Europa trata de sostener el apretón de manos de Trump, la política de los “negocios como siempre” se imponen sobre la retórica. Así sucede con el tratado comercial de la Unión Europea con Canadá, conocido por sus siglas en inglés como CETA. Un acuerdo por el que la Comisión ha apostado con contundencia, hasta el punto de ejercitar una presión fuera de sus competencias contra quienes se han opuesto o han dudado de los efectos que tendrá sobre su tejido productivo, como es el caso de la región belga de Valonia.

Este acuerdo con Canadá supondrá, según datos del Banco Mundial –los últimos, de 2013–, un bloque de emisiones, formado por la UE y el país norteamericano que superará los cuatro millones de kilotoneladas de CO2 emitidas a la atmósfera, solo un millón por detrás de las emisiones de Estados Unidos, el segundo país que más dióxido de carbono emite a la atmósfera, después de China. EE UU mantendrá así su liderazgo en emisiones per cápita, pero la UE, a través de su acuerdo con Canadá, mantendrá una hoja de ruta basada en los combustibles fósiles, por más que Miguel Arias Cañete haya sacado pecho tras las declaraciones de Trump.

El paripé europeo

Para Ecologistas en Acción, el anuncio de Trump es muy grave. Tom Kucharz, de la campaña contra los acuerdos comerciales de esta organización, denuncia la decisión explicitada ayer pero también en decisiones como el nombramiento de un exCEO de Exxon Mobil como secretario de Estado, la reactivación de proyectos como los oleoductos Keystone XL y Dakota Access Pipeline en tierras sioux o el Plan Energético América Primero, una apuesta decidida por la extracción y el uso son límites de los combustibles fósiles. “Decisiones que agravarán mucho más el calentamiento global que la salida del Acuerdo de París”, subraya.

Según Kucharz, “la decisión del presidente va a matar cientos de miles de personas en todo el mundo y también en Europa, Canadá y en Estados Unidos. Trump tiene vocación de genocida y usa la salida del Acuerdo de París para desviar de los problemas internos por la investigación de los contactos con Rusia”.

Pero la UE ha aprovechado la corriente de antipatía hacia Trump para seguir escondiendo las consecuencias de su proyecto con Canadá. “La Unión Europea va utilizar a Trump como coartada para seguir con su inacción e implementar políticas favorables a los intereses privados de las grandes corporaciones y las industrias más contaminantes que son igual de nefastas y genocidas que las intenciones de Trump”, denuncia Kucharz.

Cómo afecta el CETA al cambio climático

¿Es compatible el acuerdo entre Canadá y la UE con el acuerdo de París? Un grupo de diputados del Parlamento Europeo, agrupado en la campaña Descifrando el CETA dice que no: “El CETA es un obstáculo para la transición a un sistema energético, justo y democrático”.

Este grupo señala el detalle de que no hay ninguna referencia al acuerdo firmado el año pasado en París en el texto consolidado del acuerdo. Tampoco se establecen normas vinculantes respecto a la reducción de emisiones. Lo que sí establece el acuerdo es un tribunal de arbitraje público-privado –llamado ICS y heredero del conocido y criticado ISDS–. Los Gobiernos europeos o canadienses que quieran impulsar medidas de reducción de los combustibles fósiles son susceptibles de ser llevados a ese tribunal si las multinacionales energéticas reclaman indemnizaciones por no ver cumplidas sus expectativas de beneficios, incluso, el ICS puede obligar a que los Gobiernos locales o estatales cancelen las medidas que les afecten en esta materia: apuesta por las energías renovables o por circuitos de generación y distribución local incluidas.

Pero los temores van más allá de las referencias en el texto. La introducción del CETA, dicen estos diputados, abaratará –al eliminar los derechos de aduana– la importación de gas o petróleo, una medida que permitirá que no se detenga el ritmo de emisiones. El eurodiputado de Equo, Florent Marcellesi, ha señalado en un artículo en El País que el tratado incentiva el transporte transatlántico y frenará la producción de energía limpia local.

Además, el “bussiness as usual” ha mostrado ya otro de los riesgos medioambientales del CETA, la entrada de petróleo no convencional, en forma de las llamadas arenas bituminosas o arenas aceiteras. Uno de los principales objetivos del lobby energético canadiense fue debilitar la Directiva sobre calidad de los Combustibles (FQD) con el fin de introducir este tipo de petróleo en el pack energético europeo. Las arenas bituminosas, a las que la UE ya ha dado entrada durante la negociación con Canadá, su principal productora, aumenta las emisiones de CO2 hasta un 23% más que el petróleo convencional, según el Natural Resources Defense Council.

Los principales beneficiados de este acuerdo son las grandes petroleras con intereses en este tipo de combustible no convencional, entre las que se encuentra la empresa multinacional Repsol, “muy vinculada a los intereses políticos del Partido Popular en España”, recuerda el activista de Ecologistas en Acción Tom Kucharz.

“Este acuerdo comercial es un torpedo directo a la línea de flotación de las conquistas en materia ambiental y de seguridad alimentaria conseguidas por la sociedad civil tras décadas de trabajo”, ha declarado Greenpeace, que denuncia que la armonización entre las leyes canadiense y europeas en materia de regulación medioambiental se hará a la baja, lo que supondrá un retroceso para la UE en sus objetivos de lucha contra el cambio climático.

Trudeau pisa fuerte

Con medio mundo –incluyendo gran parte de sus gobernantes– llevándose las manos a la cabeza por el anuncio de Trump, la aprobación del CETA está pasando desapercibida. El turno, ahora, es de Canadá, la otra parte del acuerdo, cuyo gobierno está ejerciendo la misma presión sobre las instancias díscolas, en este caso el Departamento de Quebec.

Este Gobierno territorial tiene potestad para decidir si ratifica o no el acuerdo. Pese a que el Gobierno federal intentará negar la autoridad constitucional quebequense en este punto, el departamento tiene potestad para emitir una ley de aplicación del tratado. Algo que postergaría la aprobación del acuerdo al menos hasta agosto.

No obstante, el Ejecutivo de Justin Trudeau intentará promulgar una ratificación exprés que devuelva el turno a la UE para que el tratado entre en vigor, de manera provisional, a principios de julio.

El objetivo de la Comisión Europea es aprobar provisionalmente el acuerdo este verano, lo que hará más difícil que descarrile el Tratado una vez eche a andar. En España, la Comisión de Exteriores tiene previsto reunirse en junio y enviar su dictamen al senado de cara al curso que viene. A finales de mayo, el bloque formado por PP, PSOE y Ciudadanos –el mismo que defiende el tratado en el Parlamento Europeo– impidió que el CETA fuese estudiado por el Tribunal Constitucional, una medida que sí se ha tomado en países como Alemania.

Manifestación este sábado

A pesar del frente común que han hecho los partidos de la Gran Coalición europea en el Parlamento español, con el apoyo de PdeCAT y PNV, la sociedad civil sigue insistiendo en que se frene el tratado con Canadá. En febrero, 3,5 millones de personas entregaron sus firmas contra el CETA al Parlamento Europeo.

Las movilizaciones no cesan, y este fin de semana una manifestación recorrerá el camino entre Atocha y el Congreso de los Diputados. La convocan grupos sociales como Attac, organizaciones agrarias como COAG, la Marea Verde y la Marea Blanca, sindicatos como CGT, CCOO, UGT y USO, organizaciones ecologistas como Ecologistas en Acción, Greenpeace, Amigos de la Tierra, y partidos políticos como Podemos e IU. El objetivo de la movilización es demandar la no ratificación del tratado de libre comercio entre Canadá y Europa y exponer las demandas por parte de la campaña contra este tratado.

Arquivado en: Crisis climática
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Crisis climática
Crisis climática Archivada la causa por la protesta en Arcelor contra las ayudas a la industria más contaminante
La Audiencia Provincial de Asturias ha sobreseído el caso contra cinco activistas de Extinction Rebellion que cortaron el acceso a la planta de la siderúrgica en Gijón en el marco de la campaña Stop Subsidios Fósiles.
Crisis climática
Crisis climática La factura de 30 años de desastres climáticos en España: 27.000 muertes y 24.000 millones de euros
El Índice de Riesgo Climático Global coloca al Estado español en el octavo lugar en la lista de los países más afectados por los fenómenos meteorológicos extremos.
Xunta de Galicia
Sanidade A Xunta de Feijóo, condenada por negar as visitas a unha muller falecida de cancro por ter covid-19
A xuíza di que a situación requiriu medidas de prevención “flexibilizadoras”. Faleceu a principios de 2022 no Hospital Álvaro Cunqueiro durante os últimos meses de administración do xefe do PP con Julio García Comesaña como conselleiro.
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.

Últimas

Historia
Descifrando a historia Así foi a rebelión antifiscal galega de 1790 contra a burocracia española
A monarquía española quixo implantar a Contribución Única, algo que provocou fortes protestas. A máis coñecida foi o motín da Ulloa, chamado así porque se produciu nas zonas desta comarca. Foi a maior revolta antifiscal do Antigo Réxime en Galiza.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Sindicatos piden el cese de la dirección del Hospital 12 de Octubre tras las obras de remodelación
Los problemas con las nuevas instalaciones han cristalizado en una unión sindical que ha reclamado formalmente el fin de la cúpula de dirección tras ser “ignorados” de manera “sistemática”.
Madrid
Acusaciones de violencia sexual Monedero, bajo investigación de la Universidad Complutense por la denuncia de acoso sexual de una alumna
La confidencialidad del expediente no permite saber cuándo se presentó la denuncia ante la Unidad de Igualdad o cuánto se demorará la resolución. La Complutense afirma que la Inspección de Servicios está tramitando la acusación.
Más noticias
Justicia
Justicia Rubiales, condenado por agresión sexual y absuelto del delito de coacciones
18 meses de multa con cuota de 20 euros al día por un delito de agresión sexual. Es la condena al expresidente de la RFEF Luis Rubiales por los hechos ocurrido en la ceremonia de entrega e medallas del pasado mundial celebrado en agosto en Sidney.
Egipto
Egipto Ashraf Omar continúa en prisión provisional por dibujar
Ashraf Omar, caricaturista político del medio digital AlManassa, sigue en prisión preventiva indefinida tras ser arrestado violentamente en su domicilio el 22 de julio de 2024.
Fascismo
Memoria antifascista Allí donde hay humo, hay fuego
A unos días de las elecciones alemanas, donde la ultraderecha acude fortalecida, un repaso sobre el proceso de desnazificación posterior a la Segunda Guerra Mundial y sus medias verdades.
Xunta de Galicia
Vivenda O ‘teléfono antiokupas’ da Xunta recibiu só tres chamadas por ocupacións en 2024
O servizo foi renovado este ano cun orzamento de 61.000 euros, coa colaboración do Consello da Avogacía Galega e 135 avogados para atender as consultas. O pasado ano atenderon 109 consultas, a maioría sobre desafiuzamentos.

Recomendadas

Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.
América Latina
Extrema derecha Los soldados de Donald Trump en América Latina
Mientras algunos presidentes latinoamericanos, con mayor o menor ímpetu, intentan ponerle freno, otros tantos se arrodillan y le rinden pleitesía sin recibir nada a cambio. ¿Quiénes son los súbditos latinoamericanos de Trump?