Coronavirus
El poder de la mentira

Ante el desbordamiento del presente, echar la vista atrás para entender la estructura de nuestras sociedades y el papel que juegan los bulos y las mentiras.

24 abr 2020 06:00

La Historia es la venganza que el ser humano ejecuta contra su naturaleza mortal. La Historia niega la superstición de que nada cambia, ni puede hacerlo, y nos libera del pasmo circense inducido por la avidez idiota de novedades. Conociendo la Historia, se desmiente la singularidad contemporánea del bulo, pero también se atisba cuán peligroso llegan a ser fuera de madre.

En Antropología se sabe que hay pocas cosas con tanto poder de control social como la maledicencia. Bajo cada hecho social opera lo que castizamente se conoce como el qué dirán: la mirada recíproca que permite a cada cual ser juez y parte en las situaciones a las que concurre. En términos generales uno se expone constantemente al albedrío del grupo pero conoce las claves para fiscalizar a los demás, y puede manejarlas en su provecho fingiendo que se pliega al consenso general. Podemos llamarlo, si nos place, hipocresía: “entre gitanos, nos mentimos, pero no nos engañamos”. Sin embargo, cuando se produce un desgarramiento social y se cuela una autoridad que trata de imponer su discurso, el tránsito de rumores populares puede convertirse en un crescendo de mentiras alimentadas desde el poder: es el cinismo elevado a institución política. Algo mucho más peligroso.

La epidemia de peste bubónica del siglo XIV nos legó las caricaturas de la bruja y del judío y los fenómenos del auto de fe y de los primeros pogromos que coincidieron, además, con la pugna entre las monarquías, que no acababan de asentarse, y las jurisdicciones feudales, renuentes a ceder su poder. Las leyendas de brujas y judíos municionaron en parte esa guerra en la que reyes y señores trataban de atraerse a la servidumbre cada cual para su causa. Ahora, como entonces, cuando una fantasía deja sus cauces ordinarios generales (el habla común, los libros, el cine, la televisión o los canales de YouTube), se instila en lo cotidiano y pasa a ser manejada desde intereses concretos, se acaba, en el mejor de los casos, con el “Capitán de la Nave del Misterio” asesorando sobre el coronavirus al presentador de un noticiario radiofónico. O en el peor, con la ofensiva más sórdida de embustes burdos que han conocido las instituciones españolas, que ya es decir.

El bulo es deudor del modelo productivo. Con la sociedad fabril y las grandes oportunidades de la segunda mitad del XIX, el bulo se difunde a escala industrial y de la mano de oportunistas. Su uso actual es heredero directo del que se desarrolló en aquella época, sólo que a éste le han colocado fibra óptica en casa. Veamos tres ejemplos.

En la hoja de servicios de Hubert-Joseph Henry hay un apunte de 1872, cuando era teniente, en la que sus mandos le describen como un chusquero de los que sólo la milicia puede criar y que ascendería, con suerte, a base de trienios. 1893: ya comandante de Inteligencia tras años de arrastrarse por las moquetas del Estado Mayor, le llega la ocasión de su vida: el que pasaría a la posteridad como “affaire Dreyfus”. Henry no duda en amañar documentos para procesar por espionaje al capitán Alfred Dreyfus hasta que se descubre su trama. Arrestado, apela a la de afeitar y se corta el gaznate en la trena del Fort du Mont Valérien el 31 de agosto de 1898. La ultraderecha francesa, pese a la restitución plena del capitán en 1906, insistirá reivindicando la trola de Henry como “faux patriotique” (una “mentira patriótica imprescindible para evitar la guerra con Alemania”) y acusando de traidores a los intelectuales y políticos izquierdistas que apoyaron la causa de Dreyfus. Los reaccionarios galos arrastrarán ese discurso hasta la invasión alemana de Francia en 1940.

Marie Joseph Gabriel Antoine Jogand-Pagès (“Leo Taxil”) fue un avispado periodista famoso por sus polémicas. En 1873, a través de cartas anónimas a su propio periódico, La Marotte, alerta de que una plaga de tiburones en la rada de Marsella. El pánico desatado obliga al Gobierno a despachar tropas para hacerse cargo de los inexistentes escualos. Condenado por ello a ocho años, huye a Suiza, donde usa el mismo método para anunciar el descubrimiento de una ciudad romana sumergida en el lago Lemán. Vuelve a Francia en 1878 y comienza a escribir coléricos panfletos anticlericales. En 1881 ingresa en la Francmasonería, de la que es expulsado el año siguiente. En 1886 se convierte al catolicismo y aprovecha su corta experiencia para editar libros y folletines antimasónicos que, cuanto más disparatados se volvían, mayor aceptación lograban entre los católicos. El retablo pintado por Taxil abunda en descripciones grotescas, apariciones de Satanás, orgías, sacrificios infantiles y personajes imaginarios que cita como fuentes de la “información secreta” que maneja. Cuando el 19 de abril de 1897 declara en público que todo ha sido un engaño, sus seguidores están a punto de lincharle. El desmentido no consigue que la mentira se disuelva y su modelo sirve para armar a día de hoy cualquier teoría de la conspiración que incluya las maquinaciones de alguna sociedad secreta.

El último falsario que citaremos es un opúsculo: “Los Protocolos de los Sabios de Sión”, panfleto publicado por vez primera en San Petersburgo en 1902. Es un refrito que pretende descubrir la mano de los judíos tras todo intento de transformación revolucionaria plagiando el libelo de Maurice Joly contra Napoleón III “Diálogos en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu” (1864) y la obra de Hermann Goedsche “Biarritz” (1868). En su elaboración estaban implicados muy probablemente los servicios secretos de Rusia, bastión de la monarquía absoluta, que bullía en movimientos reformistas clandestinos. A principios de los años veinte el diario The Times descubrió la obvia mixtificación de los Protocolos. Sin embargo su influencia se extendió como parte de la propaganda anticomunista que crece a partir de la Revolución rusa de 1917, y todavía hoy son citados de soslayo como fuente plausible.

Estos ejemplos comparten características. El “fraude de Henry” sucede en una Francia herida todavía en su patriotismo por la pérdida de Alsacia y Lorena frente al Imperio Alemán; las mixtificaciones de Taxil florecen amparadas por un Vaticano dolido de que la reunificación italiana redujera los territorios pontificios a un barrio romano; los Protocolos aparecen cuando se inicia la pendiente que termina en 1917. Aunque contaban con los prejuicios sociales, las tres fueron mentiras promovidas por oportunistas emboscados en la prensa, el ejército o los servicios secretos y, sobre todo, las tres continuaron circulando.

Conclusión: por mucho que nos obstinemos en adjudicar su causa última a oscuros conciliábulos, lo cierto es que el bulo no sólo va orientado a calumniar algo sino a “premiar” a los calumniadores anónimos. Para ello se debe buscar quiénes están dispuestos a difundirlo y debe pergeñarse el relato de la mentira mentira de forma que coincida con sus prejuicios. Así, el que se propale a través de los medios o desde los escaños un embuste que pocos se atrevían a soltar en público empodera y anima a quienes son propicios a hacerlo. Es la famosa “pérdida de complejos” o la “incorrección política” que adornan desde el más remoto difusor de las pseudociencias hasta los líderes de la ultraderecha. El poder del bulo estriba en que empuja a su objetivo a desmentirlo infructuosamente, en que se fortalece con cada intento que se hace por negarlo y en que ofrece a los calumniadores el placer de saberse poderoso vicariamente sin tener que esgrimir argumentos complicados.

En la tesitura de esta pandemia, el bulo es la voz que los oportunistas reaccionarios prestan a sus bases para que ejerzan una forma de participación política cuyo fin paradójico es ocluir el debate político. Los embustes de la ultraderecha parlamentaria española y sus acólitos en prensa, aparato del Estado y redes sociales sirven para mantener a sus seguidores en una algarabía antipolítica permanente. Y, en última instancia, (“piensa el ladrón...”) para avivar la idea de que cualquier discurso político es un conjunción de bulos. Tv qvoqve, por lo tanto, empate.

La verdad no sirve. Quizás la forma más efectiva de luchar contra ellos cuando termine la cuarentena sanitaria sería retomar la costumbre ancestral del vacío social, romper con la hipocresía, asumir una insumisión que comience con lo virtual y termine con el distanciamiento con respecto de quienes sepamos infectados por el “coronabulo”. Dejar de hablar con quienes difunden las mentiras, y que sepan por qué.

Arquivado en: Coronavirus
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Un rayo de esperanza tras cinco años de los protocolos de la vergüenza
A punto de prescribir los posibles delitos, un avance judicial abre la puerta a conocer quién decidió no derivar a hospitales a ancianos en residencias en la Comunidad de Madrid.
Comunidad de Madrid
Comunidad de madrid Los familiares de los fallecidos en residencias piden una rectificación a la Fiscalía
Marea de Residencias y Verdad y Justicia celebran que se pida declarar a los “autores intelectuales” del protocolo de exclusión y que sean 17, no solo nueve, las denuncias presentadas por la fiscal superior madrileña.
#61184
20/5/2020 19:29

Me parece increíble como se puede escribir tanto sin decir absolutamente nada . Ni siquiera firma

1
3
#58642
27/4/2020 10:07

Cuesta asimilar la desvergüenza con que cierta gente de la clase política y periodística miente en algunos programas de TV. Da la sensación de que esos programas y esos medios necesitan esas mentiras y esas desvergüenzas como personajes de una mala novela, para implementar su trama: confrontamiento y polarización de la sociedad, para crear audiencias y así vender sus productos. Todo vale. Libertad de expresión a costa de la verdad. Ahora cualquier titular tiene sus efectos automáticos, inmediatos, en los sentimientos, o resentimientos, de las personas de uno u otro bando. Ese resentimiento, infectado, no da tiempo a pensar si eso que se está leyendo o se oye es verdad o no. ¡Que importa la verdad! Lo que cuenta es la necesidad de agarrarse a eso que se lee o se oye para reafirmarse en la inquina o devoción por tal o por cuál. El confinamiento en sus casas de la sociedad les ha venido muy bien a este tipo de medios para seguir implementando sus estrategias sin escrúpulo. Pienso que hay medios que siguen ofreciendo buena información y eso da mucho más importancia y valor a su trabajo. Pero hecho de menos más crítica y menos corporativismo en la profesión periodística. Para responder al Covid-19 y a otros retos que tiene la sociedad todo lo anterior no ayuda.

0
0
Asanuma
24/4/2020 15:20

Si nos ceñimos al momento actual estaría bien recoger -en un libro- todos los bulos, fake news y declaraciones fraudulentas que se filtran por las redes sociales, YouTube y lo que es más grave, por los medios de comunicación. También en los comentarios fangosos que los fascistas suelen dejar en medios independientes, como éste, abiertos a la libre opinión sin que sea requisito necesario estar suscrito.

5
6
Salario mínimo
Salario mínimo PSOE y Sumar intentan llegar a un acuerdo para no perjudicar con el IRPF a los trabajadores con el SMI
La ministra de Hacienda ha confirmado que sería “algún tipo de medida que permita compensar a aquellos pocos trabajadores” en la situación de tener que tributar con el salario mínimo.
Residencias de mayores
Residencias Fondos de inversión y residencias: la mano invisible que retuerce los cuidados
Mientras DomusVi, en manos del fondo de inversión ICG, ya es la empresa con más residencias privadas del Estado, residentes, familiares y trabajadoras explican lo que supone que las prácticas especulativas acunen la vejez de las personas.
Opinión
Opinión Bretón no es un monstruo, ni Martín el nuevo Capote
Frente a la libertad sin peros que defienden unos, la responsabilidad de muchos: la de ciudadanos y librerías que se niegan a comprar o vender, respectivamente, el libro que Anagrama ha tenido a bien materializar.
LGTBIfobia
Manifestación Plataforma Trans planta cara a la transfobia con una manifestación contra el odio
La convocatoria el 29 de marzo denuncia un contexto internacional antiderechos. La organización pide a partidos y sindicatos que se sumen a la marcha porque la transfobia es un problema social, y por lo tanto también político, explican.

Últimas

AGANTRO
Agantro Tatuaxe: terapia e tendencia
Da marxinación á moda, o carácter simbólico e ritual da tatuaxe atópase actualmente erosionado polas dinámicas capitalistas.
Música
Música Pervertidos y puritanos, a los pies de Ethel Cain
Proyectos musicales como ‘Perverts’ de Ethel Cain son capaces de imponer silencio en medio de tanto ruido para pensar en un momento en que las redes sociales son herramientas tendenciosas para la difusión de propaganda de ultraderecha.
Gasto militar
Gasto militar “No nos resignamos a la guerra”: 70 organizaciones rechazan la deriva militarista de la UE y el Gobierno
Más de 70 organizaciones y personalidades de la cultura y el activismo firman un manifiesto que rechaza la escalada belicista y el rearme frente a una posible agresión rusa.
Palestina
Cisjordania Hamdan Ballal, codirector de ‘No other land’, agredido por colonos israelíes
Según los testigos que presenciaron el ataque, el cineasta está herido. Poco antes de las 14h el codirector de la cinta ha anunciado que Ballal ha sido puesto en libertad.
Minería
Minería estratégica en Extremadura La Comisión Europea declara “estratégicos” tres proyectos mineros en Extremadura
Las Navas (Cañaveral), Aguablanca (Monesterio) y La Parrilla (Almoharín) obtendrán financiación, verán facilitados sus procesos de tramitación y se beneficiarán de plazos más reducidos. La mina de Valdeflores no es considerada estratégica.
Más noticias
Obituario
Obituario Jesús Santos, el basurero que se ganó el corazón de Alcorcón
Alcorconero de toda la vida, teniente alcalde, activista social y sindicalista, Jesús Santos hizo que aquellos que le acompañaron en su camino se ilusionaran por la política.
Israel
Genocidio Mercadona vende tampones y patatas procedentes de Israel
En 2024 se produjo una reducción de las importaciones de tampones y patatas israelíes. Mercadona es una de las plataformas que trabajan con estos productos.
Madrid
Madrid La Sareb amenaza con el desahucio a dos jóvenes activistas en Carabanchel
Cadete 7, el bloque en lucha del que el ‘banco malo’ prevé desalojarles de forma inminente este jueves 27, fue el primero recuperado por el movimiento de vivienda de Madrid en 2013 tras haber permanecido deshabitado desde 2008.
Palestina
Palestina Egipto abre la puerta a un nuevo alto el fuego en Gaza con el visto bueno de Hamás y EEUU
A cambio de la retirada gradual de la tropas de Israel en la Franja, serían liberados cinco rehenes cada semana. El Gobierno de Netanyahu no se ha pronunciado y siguen los ataques contra población civil.

Recomendadas

Medio ambiente
Medio ambiente Milleiros de persoas enchen A Pobra do Caramiñal para berrar contra a celulosa de Altri e a mina de Touro
Unha grande multitude por terra e centos de embarcacións por mar esíxenlle ao Goberno de Alfonso Rueda que “recúe” ante o potencial desastre ambiental que sobrevoa Galiza.
Guerra en Ucrania
Guerra en Ucrania Colegios underground en Járkov después de tres años de guerra
La ciudad ucraniana construye escuelas subterráneas, preparadas para aguantar ataques balísticos y nucleares.
Feminismos
Irene García Galán “La memoria feminista hay que construirla desde abajo, desde nuestras casas”
‘Hilaria’ (Errata Nature, 2025) es un libro dedicado a la tatarabuela de Irene García Galán, pero también un ensayo político que navega a través de la memoria feminista, el antipunitivismo y el anarquismo.
Argentina
Estela de Carlotto “Faltan todavía muchos nietos por encontrar”
Al cumplirse 49 años del golpe cívico-militar, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo dialogó con El Salto y apuntó contra el Gobierno de Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que encabeza la represión de la protesta social.