Laboral
No hay atajos

Secretos de un Organizador Exitoso 6. Viene de la quinta parte. Enlace al primer artículo de la serie aquí.

Muchas veces lo que tenemos que hacer es simple, pero no es fácil. Es difícil encontrar el tiempo para conversar, escuchar de verdad y superar los obstáculos que suponen tiempo y esfuerzo.

A menudo es tentador aprovechar algo que prometa resultados rápidos. “¡Tal vez esta nueva app hará que nuestros compañeros de trabajo se entusiasmen con el sindicato!” “Si comenzamos a pedir pizza para las reuniones, ¡todo el mundo vendrá!” Pero lo que suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo es.

Los fundamentos de la organización no cambian. No se puede usar una varita mágica e instantáneamente obtener poder en el trabajo. Eso sólo se logra llevando a cabo el trabajo paciente de construir relaciones, identificar problemas y realizar campañas. Como el famoso organizador Fred Ross lo dijo: “Los atajos por lo general terminan en desvíos, que a su vez conducen a callejones sin salida”.

A continuación hay algunos ejemplos de atajos que irán en su contra a largo plazo:

• Ir solo a la gerencia para resolver el problema tú mismo, en vez de lograr que tus compañeros de trabajo te acompañen.
• Confiar continuamente en los mismos activistas, en lugar de formar nuevos.
• Descartar las malas ideas, en vez de hacer preguntas que ayuden a tus compañeros a darse cuenta de por qué la idea no va a funcionar; e incluso dejarlos a veces cometer sus propios errores.

• Usar Facebook para “invitar” a la gente a asistir a una actividad sindical, en lugar de tener una conversación en persona.

El sindicato de maestros en Puerto Rico pasó años fomentando una cultura democrática, desarrollando líderes de base y estableciendo relaciones entre maestros y familias. Los maestros lo hicieron a través de varias pequeñas luchas concretas como eliminar el asbesto y tener clases más pequeñas y mejores materiales escolares y fuentes para beber.

Lo que suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo es.

La preparación de todo este trabajo minucioso desembocó una huelga de diez días en 2008 que incumpió las leyes y, más adelante, derrotó una incursión de un sindicato más adinerado que había invertido decenas de millones de dólares en el intento. Como dijo su presidente Rafael Feliciano Hernández: “El camino largo es el camino corto”.

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