Culturas
Los desafíos de la desescalada cultural

Hace unas semanas el teatro alemán Berliner Ensemble subía a las redes sociales una demoledora imagen: de cara a la nueva temporada, han quitado decenas de butacas y las pocas que quedan pegadas al suelo están separadas por unos dos metros. Esa imagen condensaba mejor que mil palabras los desafíos a los que se enfrenta el sector cultural tras la pandemia: sin público pierde su razón de ser, y aunque internet (su otrora enemigo) y las actividades paralelas ofrecen un alivio, sin apoyo institucional y sin aforos completos, su viabilidad está entre las cuerdas.

Solstice
‘Solstice’, un espectáculo de danza contemporánea dirigido por Blanca Li y estrenado en 2018. Álvaro Minguito
17 jun 2020 06:00

Si pensamos en las dificultades a las que se enfrenta la industria cultural estos días —que han llevado incluso al cierre de Casa Patas, que debiera estar protegida como patrimonio cultural de la humanidad—, cuesta creer que durante las primeras semanas de confinamiento nadie se lo pensara dos veces a la hora de regalar su obra o hacer streams gratuitos. Escritores, djs, músicos, bailarines… nadie escapa al poder del directo vía Twitch o Instagram ni a regalar su trabajo.

Estábamos ante una situación tan excepcional que, como muy bien apunta Le Parody, vivimos “en shock, entre la maravilla de la desaceleración y la descontaminación, y el horror de la ruptura total de la realidad y sus pactos de futuro…”. Pasada esa especie de hermandad universal que nos hacía creer que el mundo iba a ser un lugar mejor y que de alguna manera recordaba a los albores de internet y a ese afán por compartir conocimiento, la realidad ha caído como un mazazo sobre el sector cultural: a dos meses de parón se suma la amenaza de que el distanciamiento social se prolongue. Toca reinventarse.

Música
Le Parody, la canción del porvenir

La fascinación por los sonidos de las noches que nunca acaban, y por las máquinas que los crean, es el motor que ha impulsado a Le Parody en la grabación de su tercer disco, Porvenir. Música pesimista pero alegre, individual pero nunca solitaria.

Le Parody tardó en decidirse a dar un concierto online pero cuando lo hizo, optó por cobrar: el precio lo ponía el público y “la gente fue tremendamente generosa. Repartimos lo que sacamos entre Leo Can, que me teloneó, María Salgado, que estuvo gestionando toda la parte informática y yo. No fue equivalente al caché que cobraría por un concierto en el mundo físico pero fue una cantidad digna y suficiente”, pero como apunta, “un modelo económico basado en la solidaridad obviamente no puede subsistir en la economía del capitalismo, pero quizás ha llegado el momento en que nos abramos a la posibilidad de otras economías”.

También es consciente de que a corto o medio o plazo tendrá que buscar “otras posibilidades de ganar dinero o de no necesitarlo. Yo nunca voy a dejar de hacer música, me parece además que es un oficio importante y necesario. Pero yo soy una artista deficitaria, soy un lastre para el sistema de la plusvalía capitalista, siempre lo he sido, hago música rara, no tengo una imagen particularmente vendible... Creo que soy exactamente el tipo de cabeza de peón que rueda primero en una crisis económica. Esto no me hace sentir mal, no me preocupa, pero sí soy consciente de que voy a tener que buscarme la vida de otra manera”.

A medio camino entre la experiencia online y presencial son los conciertos que empezó a celebrar la sala Moby Dick en Madrid a finales de mayo. Hugo García, director de comunicación de la sala, explica por teléfono a El Salto que con la adquisición de cada entrada se te asignaba “un lugar específico” que había que respetar, así como las medidas de higiene (“mascarillas, desinfectante”). Con la barra cerrada y la sala a medio gas, confiesa que una de las razones tras los conciertos era la de “dar ánimos a los técnicos y mostrarles que hay algo de esperanza” y de paso asegurar a los espectadores que se conectaron por internet (“hasta gente de Japón”) una buena calidad de sonido, “ya que iba derecho de la mesa, sin interferencias”.

Entre el público se vivió como una forma de apoyar la escena que no puede reemplazar la antigua normalidad. Ana, que se conectó online, lo vivió como “una experiencia agradable, simpática, diferente y que para nada sustituye a la experiencia de estar todos juntos” pero imprescindible: “Si te gusta la música en vivo y puedes contribuir, creo que asistir a conciertos online de pago para apoyar a tus bandas o a tus salas favoritas, es una opción que la gente debería considerar, porque en este momento lo necesitan”. Hugo García, de hecho, es tajante cuando se le pregunta por la sostenibilidad: “Si la cosa sigue así mucho tiempo va a ser complicado, ya has visto lo que ha pasado con Casa Patas [anunció el cierre a finales de mayo], nosotros siempre podremos operar como bar, pero como sala de conciertos, en estas condiciones, no es rentable”.

La opción de celebrar conciertos al aire libre manteniendo la distancia social es la que ha llevado al Primavera Sound a organizar “Nits del Fórum”. Aleix Ibars, desde prensa del festival, asegura que aún no puede dar detalles de cómo se organizará el aforo porque “se están desarrollando y ajustando de acuerdo con la administración y según las recomendaciones sanitarias”. Otro factor a tener en cuenta es asegurar la sostenibilidad del ciclo sin subir las entradas de forma drástica a un público empobrecido tras la pandemia: “Los precios y los cachés de los artistas siempre se ajustan en función del aforo y de los gastos de producción, y en este caso también ha sido así”, asegura Aleix.

Culturas
¿Quién genera la cultura gratuita?

La gratuidad de los productos culturales repercute directamente en una exclusión de clase para la creación de esos productos culturales y en el monopolio de las grandes cadenas de producción, cuyos intereses tienen mucho más que ver con el capitalismo que con la cultura.


Fuera de la industria musical, la situación es más compleja dependiendo si se trata de cines, con luz verde para abrir este verano, o salas de teatro, que funcionan por temporadas. La Filmoteca de Barcelona abrirá sus puertas “el 26 de junio, en paralelo a los cines comerciales y ya cuando Barcelona estará en Fase III, con lo que el aforo podrá ser del 50%”, explica Esteve Riambau, su director, a quien no le preocupa que la pandemia desanime al público: “Me consta que nuestros espectadores tienen muchas ganas de volver a ver cine en pantalla grande”, comenta. La apertura será escalonada con 18 sesiones semanales en vez de 27 y la esperanza de aumentar a 24 en septiembre. Al ser una institución pública, la supervivencia de la Filmoteca y sus 50 empleados no está sometida al éxito comercial.

Cine
La ficción audiovisual en la era del covid-19

La hecatombe provocada por el coronavirus ha removido las placas tectónicas del tejido cultural global. El cine no ha esquivado la tremenda sacudida. Ahora los principales interrogantes se ciernen sobre esta fase de reactivación de los rodajes con la que se pretende aliviar la atrofia muscular del sector. Hablamos con algunos cineastas de relevancia de nuestro territorio para que arrojen algo de luz al respecto de la ficción cinematográfica venidera y el difícil trance hacia el horizonte más inmediato.


Para las salas de teatro el reto es mayor: a una temporada que no comprende el año completo se suma la dificultad de reducir el aforo sin que repercuta en el precio de la entrada. Javier G. Yagüe, director de la sala Cuarta Pared, explica que la subida de precios no es una opción porque creen en “un teatro al alcance de todos”. El emblemático teatro está en una situación relativamente privilegiada porque desde el principio optó “por desarrollar otras actividades paralelas que ayuden a financiar la sala, que solo con la taquilla es deficitaria con pandemia o sin pandemia”.

Casi medio centenar de personas están implicadas en la “exhibición, producción, formación e investigación” de la sala, y aunque están acostumbrados a crisis cíclicas que capean gracias a “la implicación e identificación de todos con el proyecto y la capacidad de sacrificio y compromiso” del personal, reconoce que en esta ocasión hace falta un apoyo extra: las medidas anunciadas por el gobierno, aunque aún sin concretar, son “imprescindibles para resistir en esta situación tan dura”.

Arquivado en: Música Teatro Culturas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Libertad de expresión
Arte y política La censura sobre Gaza fue una de las principales amenazas a la libertad de expresión artística en 2024
El informe anual de la organización Freemuse sobre el estado de la libertad de expresión artística en 2024 alerta del incremento de la censura y la persecución en un contexto de guerra e inestabilidad.
Culturas
Opinión Macrofestivales o la romantización del hiperconsumo
No hay macrofestival ético, del mismo modo que no hay banco que piense en las personas. La forma de construir relaciones sociales, así como el lugar desde donde estas se producen son importantes.
A Catapulta
A Catapulta O mapa afectivo conectado a través da poesía
O poeta, escritor e dinamizador Tiago Alves visita A Catapulta e reflexiona sobre as conexións na lusofonía
Galicia
Galicia A Xunta aprobou a celulosa de Altri argumentando que a súa cheminea de 75 metros sería “icónica”
O Informe de Patrimonio Cultural, favorable á multinacional, emitiuse con base en dúas encargas externas, contratadas e pagadas pola empresa ao ex presidente e ao actual tesoureiro de Icomos-España.
República Dominicana
República Dominicana El Gobierno de Abinader desafía a la ONU expulsando mujeres embarazadas y recién paridas desde los hospitales
La campaña contra las migrantes haitianas del Gobierno de República Dominicana ha llegado a las maternidades. Decenas de mujeres embarazadas o con sus bebés en brazos han sufrido esta política.
Reducción de jornada
Trabajo El Gobierno aprueba el proyecto de ley para reducir la jornada laboral a 37,5 horas
La norma pasará al Congreso donde no cuenta con los apoyos necesarios de todos los socios de Gobierno, por lo que la Ministra de Trabajo ha apelado a la responsabilidad del Partido Popular para que esta nueva jornada laboral salga adelante.
Israel
Israel Netanyahu acelera los planes de ocupación total de una Gaza diezmada por el hambre
El ejército israelí quiere movilizar a 30.000 reservistas para una nueva expansión de la ofensiva sobre Gaza. Las organizaciones dependientes de la ONU alertan de la hambruna y las enfermedades en un enclave en el que escasea el agua potable.

Últimas

Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Madres organizadas contra los arrancamientos piden una reunión con Infancia
Pamela L.C. ve a su bebé dos horas a la semana después de que se lo retiraran dos días después de su nacimiento. Ella y otras madres han decidido organizarse para pedir medidas que frenen los arrancamientos.
Madrid
Madrid Sareb amenaza con desahuciar el centro social La Animosa, en Hortaleza
Los colectivos que participan del centro social okupado, y que han dado vida a este espacio durante los últimos cuatro años, convocan a defender su permanencia aunque se ha retrasado la fecha de desalojo hasta el 26 de mayo.
Opinión
Opinión España ya roza el 2,5% en gasto militar
Según el autor, investigador del Centre Delàs, el gasto militar real del Estado español será de 40.457 millones de euros y representará respecto al PIB el 2,48%. A esto se sumarán las inversiones comprometidas en programas de armamento.
Comunidad de Madrid
Universidad pública El alumnado de la UNED denuncia el “modelo antipedagógico” tras la supresión de tutorías presenciales
El proceso de eliminación de clases se remonta a 2008, aunque ha sido este año, con el nombramiento Claudia Sevilla como directora de centros asociados de Madrid, cuando el gobierno de Ayuso “ha pisado el acelerador”.
Opinión
Opinión El rentismo es racismo
La posición de las personas migrantes y racializadas en el conflicto del alquiler nos coloca como sujetos esenciales e imprescindibles en la lucha por la vivienda.

Recomendadas

Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Alemania
Alemania Ines Schwerdtner: “Los conservadores tienen esta estrategia de normalizar la AfD, pero eso ha salido muy mal”
De profesión periodista, Ines Schwerdtner ha sido una de las responsables del ascenso de Die Linke, un partido que pasó de no aparecer en las encuestas a superar el 8% en las elecciones de febrero.