Coronavirus
Lecciones nucleares del coronavirus I

Las labores de adaptación al coronavirus nos permiten reflexionar acerca de la crisis climática y de cuánto tenemos que hacer. Ante los planes de EDF, empresa estatal francesa, de construir una central nuclear en Suffolk, Inglaterra, que amenaza con destruir una de las reservas naturales del país, es preciso considerar las consecuencias de construírla, operarla y mantenerla en tiempos tan complicados como estos.
Las tormentas y aumento del nivel del mar representan un grave riesgo en las costas, incluyendo las centrales nucleares. Fuente: Beyond Nuclear
Las tormentas y aumento del nivel del mar representan un grave riesgo en las costas, incluyendo las centrales nucleares. Fuente: Beyond Nuclear. Beyond Nuclear
www.beyondnuclear.org
11 may 2020 04:20

Artículo publicado originalmente en Beyond Nuclear International.

No hay lugar para la nuclear en tiempos de pandemia y caos climático

No hay nada como encerrarte en tu propia casa, junto a tus seres queridos, para centrarte en las crisis que asedian el mundo más allá de tus puertas y ventanas.

Y hablamos de crisis en plural porque, aunque ahora nos centremos en el coronavirus, existe otra, gigante, que se acerca con la promesa de una devastación mucho mayor, y que sin embargo no genera el mismo tiempo de reacción inmediata. Se trata, claro está, del cambio climático.

Pensar en el coronavirus desde mi despacho, tranquilo, sin el ruido del tráfico llegando desde la calle y con el canto de los pájaros como fuente de distracción, me conduce inevitablemente a pensar en la crisis climática, ya que guarda una importante conexión con el covid-19. En ambos casos, necesitamos reconocer el problema; después, nos tienta pensar que se solucionará por sí solo; más adelante, que igual no será tan malo como dicen; al poco, admitimos que la situación es muy preocupante, pero no queremos hacer todo lo necesario para solucionarla; finalmente, nos toca confrontar una crisis que ya es imposible de mitigar.

La negación parece ser uno de los grandes logros humanos. Es por eso que existe la energía nuclear. Será tan barata que no nos cobrarán por ella. Ningún accidente puede ocurrir. Ya solucionaremos la cuestión de los residuos.

La crisis climática guarda una importante conexión con el covid-19. En ambos casos, necesitamos reconocer el problema; después, nos tienta pensar que se solucionará por sí solo; más adelante, que igual no será tan malo como dicen; al poco, admitimos que la situación es muy preocupante, pero no queremos hacer todo lo necesario para solucionarla; finalmente, nos toca confrontar una crisis que ya es imposible de mitigar.

Con la crisis climática, debería quedar claro que construir centrales nucleares, donde sea, no es una idea inteligente. La subida del nivel del mar es segura, y los incendios, inundaciones y tormentas aumentarán en frecuencia y fuerza. Además, los terremotos no se irán a ningún lado. Construir centrales repletas de combustible, destinadas a generar radioactividad, en un entorno así es una locura. Además, construírlas en las costas, como Hinkley, y como se considera para Sizewell y para Wylfa (todas en Reino Unido), implica una irresponsabilidad.

La crisis del coronavirus, con toda probabilidad, no será la única plaga bíblica que padeceremos. Si no aprendemos la lección ahora, no estaremos preparadas/os y volveremos a las cuarentenas y a convertir en oficinas nuestros hogares. Pero mientras los aerogeneradores seguirán girando y los paneles continuarán recogiendo la luz solar sin precisar nuestra ayuda, los/as trabajadores/as de una central nuclear no pueden dejarla desatendida. Sabiendo esto, cuesta entender que se quiera construir una central que no puede abandonarse con tranquilidad.

La respuesta, por supuesto, es el dinero. Pero no el de la industria. El nuestro. Somos las personas normales quienes mantenemos las centrales en activo, y quienes sufragamos los costes de construir una nueva.

Hace poco estuve en una sala con 75 personas, justo antes de no poder hacerlo, en Suffolk, Inglaterra, escuché discursos muy elocuentes en contra de los planes de construir una nueva central, Sizewell C, allí. El evento estuvo organizado por las Autoridades Locales Libres de Nucleares (Nuclear Free Local Authorities en inglés). El proyecto de Sizewell C, que aporta dos nuevos reactores a los que siguen operando en Sizewell B, amenaza con destruir una de las reservas naturales más ricas, frágiles y diversas de todo el país, Minsmere. Además de que la quieren construir directamente en la playa.

Mientras los aerogeneradores seguirán girando y los paneles continuarán recogiendo la luz solar sin precisar nuestra ayuda, los/as trabajadores/as de una central nuclear no pueden dejarla desatendida. Sabiendo esto, cuesta entender que se quiera construir una central que no puede abandonarse con tranquilidad.

Algunos fragmentos de estas presentaciones, en inglés, se pueden ver aquí.

EDF, la empresa estatal francesa responsable del proyecto, insiste en su página web que “tiene en cuenta la sensible naturaleza del entorno circundante, al tiempo que provee de suficiente espacio para la construcción y operación, segura y eficiente, de la central”. Esto es mentira.

Las primeras tres personas que hablaron nos recordaron la impresionante belleza de Minsmere y de los animales, insectos, pájaros y repitles cuyas vidas cambiarían, si acaso no terminarían, solo por la construcción. Otras personas nos centramos en los riesgos climáticos y radiológicos en caso de que Sizewell C llegara a operar. Vimos diapositivas no solo de estos animales, si no una exótica variedad de vida vegetal que perderíamos. La construcción diseccionaría e interrumpiría los hábitats de estas especies, espantándolas y obligándolas a huir, ya que implica luces las 24 horas del día, ruidos, maquinaria pesada, tráfico y la tranformación de este espacio natural. La vida natural, que ya está desapreciendo a una velocidad espeluznante, desaparecería.

Después de escuchar las presentaciones del periodista de medioambiente y deportes Simon Barnes, de Ben Mcfarland, responsable de conservación del Fondo de Vida Natural de Suffolk (Suffolk Wildlife Trust), y de Rachel Fulcher, de Amigos de la Tierra - Costa de Suffolk, era imposible para mí no preguntarme cómo permitimos todo esto. Pero hasta ahora, el Consejo del Condado de Suffolk -la autoridad local- sigue adelante con los planes, salvo por algunas advertencias hacia EDF.

Aún podemos hacerles cambiar de opinión.

Continúa en la segunda parte.

Traducción de Raúl Sánchez Saura.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Centrales nucleares
"Radioactivo" “Radioactivo” es un espectáculo irresistible
Una nueva película muestra las experiencias de las mujeres en el accidente nuclear de Three Mile Island.
Centrales nucleares
Análisis Cierre de las nucleares y comienzo de la gestión eterna de sus residuos
Ante las voces que periódicamente se levantan en contra del cierre de Almaraz, una pertinente reflexión sobre las implicaciones reales de una central nuclear, de su vida, de su clausura y un recordatorio de su declive frente a las renovables.
Energía nuclear
Una niña evacuada Las palabras de una niña evacuada de Fukushima
Cuando se cumplen trece años del accidente de Fukushima, una niña evacuada comparte su experiencia y lo que ha perdido desde entonces.
Educación pública
Iglesia Semana Santa: negocios, procesiones en colegios, inmatriculaciones y fervor
Más allá de la expresión cultural, la Semana Santa tiene una esfera económica que genera millones de euros y otra social que le sirve a la Iglesia Católica para legitimar sus privilegios dentro del Estado español.
Memoria histórica
Marc Solanes “Mi bisabuela luchó en el frente y fue considerada una mala madre, pero lo hizo por sus hijas”
En ‘Las niñas de Elna’ (Pollen, 2024) el periodista reconstruye la historia de las mujeres de su familia resolviendo enigmas para resignificar la imagen de la mujer en la historia.
Palestina
Palestina Viaje al fondo del horror
El fotoperiodista Javier Bauluz cubrió la primera Intifada, la primera gran rebelión del pueblo palestino desde la creación del estado israelí.
Poesía
Poesía La generación beat sigue latiendo
La generación beat es la del ritmo, del golpe, la de superar, la del latido en el papel y fuera de él. La del sentimiento desgarrador que sale del individuo, pero llega a la sociedad.
Literatura
Literatura ‘La santita’ de Mafe Moscoso: para escribir sobre el fin del mundo
‘La santita’, libro de relatos de Mafe Moscoso, es el método pero también es el fin: pone a convivir lo precolonial con las formas de nuestro presente ultracapitalista, ultramuerte, sin exclusiones ni jerarquías.
Maternidad
Maternidades Reaprender la espera
El tiempo de gestación es largo y va a un ritmo distinto al que acostumbras: el ritmo natural al que desarrolla una playa, un monte, un océano. Y no estamos ya habituados a darle la mano a la pausa.
Momus Operandi
Momus operandi Todo es una narración
Nos dicen que las mentiras son la única realidad. Que aprendamos a mentirnos, que nos engañemos, que no nos importa la salud, ni los derechos laborales, ni las violencias estructurales.

Últimas

Industria
Transición industrial Mecaner, un cierre injusto o cuatro alternativas con mirada ecosocial para mantener la fábrica de Urduliz
ESK y LAB han presentado el ‘Plan de Transición Ecosocial’ que ha elaborado la cooperativa Garúa como una herramienta para la búsqueda de soluciones al ERE propuesto por la multinacional Stellantis.
Sidecar
Sidecar Crisis intratable en la República Democrática del Congo
Una y otra vez los actores externos han fracasado a la hora de contener la escalada de violencia en la República Democrática del Congo.
Más noticias
América Latina
Caribe Haití: el fracaso neocolonial y el “eterno castigo de su dignidad”
La crisis de gobernabilidad que vive Haití después del alzamiento paramilitar que liberó a más de 3.600 presos y expulsó al primer ministro es un capítulo más de una historia colonialismo y dependencia.
El Salto Twitch
El Salto TV Economía y titulares de guerra
En el programa en directo de Economía Cabreada del 26 de marzo se hizo un análisis de la deriva bélica de la Unión Europea, sus gobiernos y de los grandes medios con Tica Font y Miquel Ramos.
Sidecar
Sidecar Soluciones bonapartistas
Las turbulencias en el seno de los dos partidos estadounidenses dominantes refleja el problema más amplio de un sistema capitalista cada vez menos capaz de proporcionar ganancias materiales a la clase trabajadora.
Memoria histórica
Memoria histórica Las nuevas leyes de memoria histórica recuperan la “concordia” franquista
La ofensiva legislativa de gobiernos autonómicos como el de Castilla y León y el País Valencià, adoptan un enfoque revisionista que amenaza los avances en el reconocimiento memorialista.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda La PAH València clama por el derecho a una vivienda digna: “¿Duermen tranquilos?”
Centenares de personas protestan frente al palacio de la Generalitat para exigir que se haga efectivo el derecho a la vivienda ante la insoportable alza de los precios.

Recomendadas

Investigación
Investigación O Goberno galego repartiu 4.000 millóns de euros en contratos a dedo en só seis anos
Desde 2018, a Xunta asinou 1.034.964 contratos sen sacalos a concurso: algo máis do 30% do diñeiro do que dispón para o exercicio de 2024. Ademais, 35.362 deses contratos teñen un importe entre 14.000 e 14.999 euros, o límite legal.
Ríos
Radiografía fluvial de España La tierra que no amaba sus ríos
Los ríos ibéricos agonizan. Casi la mitad de las masas de agua está en mal estado. Presas, sobreexplotación, contaminación y crisis climática son sus principales amenazas, con la agroindustria como mayor agresora.
Cine
María Alché y Benjamín Naishtat “El cine puede proponer imágenes y reflexionar, y por eso Milei necesita destruirlo”
María Alché y Benjamín Naishtat dirigen ‘Puan’, una película optimista y amarga, entre la comedia y el cine social, que ofrece nuevas lecturas tras los primeros cien días de gobierno de Milei en Argentina.