Editorial
Mareas contra el temporal

Quien trabaja en la hostelería sabe que se expone a tener el salario más bajo de todos, normalmente un 40% menor que la media.

26 feb 2018 21:55

“Tras la barra del bar, una vida se va…”, comenzaron a cantar Platero y Tú hace casi un cuarto de siglo.

Ciertamente, la hostelería es una ocupación que consume muchas de las energías de quien se dedica a ella. Pero si Fito hubiera compuesto la letra en el año 2017, seguramente diría que una vida también se va por las mesas de los veladores, que su jefe es ahora el director de una cadena de bares y que las barras tras la que pasa su vida van cambiando, bien porque lo han despedido o bien porque el negocio ha cerrado o ha tenido que trasladarse a causa de un alquiler que no puede asumir.

Quien trabaja en la hostelería sabe que se expone a tener el salario más bajo de todos, normalmente un 40% menor que la media; eso a pesar de que se trata del sector que crea más empleo y de que la crisis económica no incidió en él de forma tan agresiva como en otras áreas económicas. Un camarero también sabe que se expone a estar dado de alta dos horas al día teniendo jornadas de diez o doce horas. O a no tener ningún día de descanso si el contrato es por la temporada de verano. Y si, además, es una camarera, a todo lo anterior se le suma que puede ser cosificada y despedida si no acepta ese rol.

Que la realidad más precaria de Andalucía se encuentra en la hostelería es poco cuestionable. Que siempre haya sido así, es otra cuestión. Cuando el motor económico era la agricultura, jornaleras y jornaleros aguantaban sobre sus hombros la mayor desprotección laboral. Más tarde, según el proceso de industrialización llegaba, masas de mano de obra barata emigraban para conseguir trabajo en los núcleos industriales y enviar parte de sus salarios de vuelta a su pueblo. Sus condiciones precarias fueron mejorando según la lucha organizada en los lugares de trabajo fue aumentando.

En la actualidad, cuando la economía de Andalucía está más condicionada que nunca por el turismo, lo que produce incluso fenómenos como la baretización de algunos barrios, son precisamente las personas que trabajan en estos sectores quienes más sufren los efectos de la precariedad laboral.

Por eso, en esta edición, además de dar cuenta de situaciones que reflejan dicha precariedad, mostramos que los movimientos por reducirla también existen. La Marea Café con Leche es un ejemplo de ello: un movimiento de empleadas que se extiende por la provincia de Cádiz y que ya preocupa, y bastante, al empresariado hostelero.

Arquivado en: Hostelería Editorial
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Editorial
Editorial Ciudades de lujo para la clase obrera
La ciudad puede ser un espacio donde la producción se autogestione, la reproducción se comunalice y la distribución se organice para garantizar la vida en libertad.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Editorial
Neofascismo La peste en Euskal Herria
Cada vez que el régimen de acumulación capitalista se enfrenta a una crisis estructural es el momento de los chivos expiatorios y del disciplinamiento duro del trabajo.
Medio rural
Medio rural A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Ourense
Ourense Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.
O Salto medra contigo
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
A Catapulta O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria

Recomendadas

Feminismos
Feminismo Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.
Medio ambiente
Medio ambiente Iberdrola proxecta un parque eólico que pon en risco un dos maiores xacementos fortificados de Galiza
A Xunta vén de declarar a utilidade pública para o parque eólico Castro Valente, a pesar de que a súa construción está suspendida cautelarmente polo Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.