Editorial
Jornada laboral: mejor partida

La jornada continua castiga a las familias con rentas bajas —ese 60% de trabajadoras y trabajadores que cobra menos de 1.000 euros mensuales— y a las mujeres en particular

Educación escuela niñas
Los programas de compensación de las desigualdades han sido los grandes perjudicados del ciclo 2009-2016. Álvaro Minguito
29 oct 2018 16:24

La jornada continua en educación es preferible cuando se cumplen los requisitos de algunos países europeos: reconocimiento social de la docencia (por encima de las profesiones liberales), recursos económicos inmensos (gracias a las políticas fiscales), modelos pedagógicos avanzados (cada vez menos autoritarios, más intergeneracionales y con un aprendizaje más basado en la autonomía del individuo) y unos equipos pedagógicos estables e integrados en la comunidad del barrio o pueblo al que pertenece el centro escolar. Así sí.

Aquí no existe eso y sí el agravante de que se detraen recursos ingentes para la educación privada-concertada. En consecuencia, la jornada continua castiga a las familias con rentas bajas —ese 60% de trabajadoras y trabajadores que cobra menos de 1.000 euros mensuales— y a las mujeres en particular. Las familias precarias son segregadas en las actividades extraescolares necesarias para completar el horario —para quien no tiene más remedio que dejar a su hijo o hija en el centro—. Mientras las de clase media se apuntan a las ofertas de pago, las de clase popular van a las gratuitas o, directamente, al patio controlado por cuidadoras. En parejas en las que los dos progenitores trabajan, las mujeres se empobrecen, porque son ellas las que mayoritariamente reducen su jornada laboral o las que abandonan el trabajo para el cuidado del niño o de la niña que sale de clase a las dos de la tarde. Acaban cotizando menos que los hombres a lo largo de la vida laboral, lo cual supone menos derechos contributivos, peores bajas y peor jubilación.

Sin embargo, la jornada continua es defendida, también, por sectores progresistas de clase media. Se reivindican las bondades de compartir más tiempo con la familia y se denuncian los horarios desmesurados de una institución disciplinaria. El problema es que ambos son argumentos ideológicos que no abordan los problemas centrales que atraviesan la educación actual. Y, no pocas veces, hay mucho de proyección sobre la descendencia biológica. Se trata de una mirada individualista que no considera que sea el hijo o la hija propia quien necesita una escolarización más intensa, y que no pone en el centro el apoyo mutuo en la comunidad (carece de propuestas para las familias de la escuela/ikastola amenazadas por un desahucio, o cuyos niños y niñas van a clase en ayunas).

Porque la jornada continua, además, se inserta en las lógicas reaccionarias de sobreprotección y control de la infancia. En la escuela pública actual hay problemas graves, pero también, en un sentido profundo y bien entendido, procesos de crecimiento compartidos con semejantes. En la escuela la diferencia se anuda a principios igualitarios como en pocos ámbitos de la vida. Por eso, la infancia, la niñez y la adolescencia, mejor cuanto menos atadas a la familia nuclear. Cuanta más compañía de otros niños y niñas —lo más diversos posible—, más libertad, y más posibilidad de desarrollarse plenamente.

Arquivado en: Educación Editorial
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Editorial
Neofascismo La peste en Euskal Herria
Cada vez que el régimen de acumulación capitalista se enfrenta a una crisis estructural es el momento de los chivos expiatorios y del disciplinamiento duro del trabajo.
Editorial
Editorial O Salto deixa de publicar en X
A asemblea deste proxecto informativo decidiu conxelar as súas publicacións na rede social propiedade de Elon Musk.
Editorial
Editorial Ni puto caso
No habrá dividendos en un mundo en llamas, no habrá bonus en un mundo invivible. No somos agoreros, lo dice la ciencia.
Xunta de Galicia
Política A Xunta recibe ao embaixador de Israel en funcións mentres Gaza agoniza ao bordo da fame
O Goberno de Alfonso Rueda escenifica a súa boa sintonía coa Administración de Benjamín Netanyahu apenas unhas horas despois de que Israel bombardease unha escola que servía de refuxio e ordenase unha evacuación masiva en Gaza.
Palestina
Genocidio La ONG anti-UNRWA lanzada por exespías y marines de EEUU siembra el caos en el reparto de alimentos en Gaza
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) creada a comienzos de este año y vinculada a agentes del ejército y la inteligencia estadounidense ha sido acusada de desaparecer a una persona y disparar a quienes estaban esperando ayuda.
Alemania
Litigio climático Un tribunal alemán abre la puerta a que grandes emisores puedan ser responsabilizados de daños climáticos
El jurado descarta la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya por entender que el riesgo a su propiedad es demasiado bajo, pero esta misma argumentación podría llevar a condenas en otros casos.
Madrid
Derecho a la vivienda Victoria contra la Sareb: 16 familias consiguen firmar contratos después de años de lucha
Un bloque en lucha de Casarrubuelos (Comunidad de Madrid) consigue formalizar contratos con el banco malo, al que acusan de actuar “como un fondo buitre”. En Catalunya, diez ayuntamientos apoyan los reclamos de 62 hogares en huelga contra La Caixa.

Últimas

Universidad
Genocidio Las universidades españolas han firmado 44 proyectos con Israel desde septiembre de 2024
Los acuerdos dentro del programa Horizon Europe se han sucedido a pesar de las declaraciones de decenas de universidades de suspensión de relaciones con Israel.

Recomendadas

Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.