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“Ahora nosotras somos la gasolina” parece un lema de cualquier manifestación feminista de los últimos meses, pero es una rima de “La Gasolina”, una de las canciones que Bea Pelea ha colado en la lista de lanzamientos virales de Spotify en poco más de tres semanas y que tiene el mérito de hacerte bajar hasta el piso mientras se reivindica la sororidad.
No es de extrañar que este tema, en el que participa La Favi, sea el favorito de su autora: “Es en el que más veo la esencia de lo que quiero transmitir. Apoyarnos entre nosotras y ser capaces de ver que estamos aquí para vivir nuestra propia vida y no para depender emocionalmente de nada ni nadie, pienso que es muy bonito y necesario”, reconoce a El Salto.
Bea Pelea pertenece a esa generación de mujeres que, como Tomasa del Real (Chile) y Rosa Pistola (Colombia, aunque reside en México), están escribiendo un nuevo capítulo en el reguetón desde los márgenes, sin más apoyo que el de sus fans, mientras la mayoría de los medios andan dando palos de ciego y metiendo en el mismo saco estilístico a cualquier artista menor de 25 años, haga trap, reguetón, pop, flamenco o música de baile, y ya de paso criticándoles con dureza “por puro desconocimiento y porque la gente está muy aburrida. Centrémonos más en actuar acorde a lo que creamos y menos en criticar cosas que ni somos capaces de sentir”, sentencia Pelea no exenta de razón.
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'Tamos redy', Tomasa del Real, préndelo
Buena parte de las críticas que reciben, de hecho, recuerdan a las de cualquier generación anterior arqueando las cejas cuando sus hijos han escuchado a Elvis, o a los Beatles, o a los Sex Pistols o a Nirvana o a lo que quiera que tocase defenestrar en ese momento, y casi siempre, con el mismo argumento: “Eso no es música”. Pero mientras muchos se empeñan en aferrarse al pasado, ellos se van comiendo el mundo y no hay festival que no se los rife.
Con Reggaeton Romántico (Vol.1) Bea Pelea va camino de “pegarse” tanto como algunos de sus coetáneos (Bad Gyal, Rosalía, Yung Beef, C. Tangana), ¿pero quién es Bea Pelea?
Beatriz Constenla, que debe su sobrenombre a “ser una peleona”, ha vivido en tantos lugares que “no podría elegir uno. Todos me han aportado y me siguen aportando cosas diferentes y en cualquiera de ellos me siento en casa”.
Aunque ahora vive en Barcelona, nació en Málaga, pasó su adolescencia en Granada y su infancia en Latinoamérica (“viví en Mexico, en Cancún y DF, y en Guatemala, en Panajachel y Livingston de los cinco a los nueve años”). Fue allí donde descubrió el reguetón: “Me acuerdo perfectamente del primer tema que escuché de reguetón por unos vecinos, ‘Yo soy tu maestro’ del Rookie. Pero era pequeña, simplemente me encantó pero no pensé componer, claro, realmente nunca decidí tal cosa, surgió”.
Pese a todo, tampoco esperó mucho a escribir su propia música: “De pequeña me dio por ahí una época con una amiga, pero era patético. Todavía tengo que tener por ahí las letras [risas] te meas. Pero bueno, así ya en serio en 2016 con ‘Papi dime a ver’”.
Fue precisamente esa canción, en la que participan Ms Nina y La Zowi y en la que ya se oían letras como “este culo es tuyo pero no mi corazón”, quien puso a Bea Pelea en el mapa gracias a la fiesta organizada por La Zowi y en la que se subió por primera vez a un escenario. Tras aquella experiencia, Bea se dedicó a compatibilizar el trabajo y sus estudios de Psicología. “Me llaman mucho la atención el individuo y su comportamiento, me gusta intentar entender a los demás y ver cómo perciben lo que les rodea y lo que les pasa”, aclara.
“Para grabar, me grabo sola y componer, bueno depende del día, a veces [la inspiración] me viene en cualquier lao, saco el móvil y lo escribo. Hacer melodías sí que me cuesta más
Con breves incursiones en el mundo de la música, como las remezclas que hizo a La Favi para “Sirena” o subiéndose al escenario con amigos —y ahora colaboradores— como El Mini, lanzarse a grabar una mixtape no entraba, pese a todo, en sus planes: “Estos dos años entre trabajar y estudiar tampoco tenia mucho tiempo para centrarme en la música. Tampoco tenía pensado dedicarme a esto en un principio ni tomármelo muy en serio, pero entre la buena acogida que tenía entre la gente y colegas que me han animado incluso han querido formar parte de ello y que me estaba gustando lo que me iba saliendo, aquí hemos acabao”.
Como los demás miembros de esta nueva generación de artistas que está sacudiendo la escena musical en España (La Zowi, Ms Nina, Yung Beef, Bad Gyal), para componer Reggaeton Romántico (Vol.1) lo único que ha necesitado Bea es un móvil, un ordenador e inspiración: “Para grabar, me grabo sola y componer, bueno depende del día, a veces [la inspiración] me viene en cualquier lao, saco el móvil y lo escribo. Hacer melodías sí que me cuesta más”.
Y fiel al espíritu DIY (hazlo tú misma), solo ha tirado de colaboración externa para la postproducción, de la que “se han encargado LosdelControl, que la verdad trabajan súper bien”, pero aclara que la única ayuda que acepta es la moral: “Quien me conoce sabe cómo hago música y que, por mi personalidad, no dejaría que nadie hiciera las cosas por mí. Si hay alguien detrás de esto es mi representante y la verdad que trabajamos muy en equipo en todo, también ha sido un gran apoyo mi expareja y amigos pero como apoyo moral y consejeros, nunca haciendo las cosas por mi. De hecho, a veces me siento mal por no dejarme ayudar”.
Que no le guste dejarse ayudar no significa que no le guste trabajar con sus amigos: La Favi, Ms Nina, Somadamantina, Kaydy Cain y El Mini aparecen en la mixtape (fuera se han quedado La Zowi y Bad Gyal, pero Bea advierte que ya están preparando cosas juntas), y si tuviera que elegir sello discográfico —a los que se declara alérgica— solo pasaría por el aro con el mismo con el mismo que edita a mucho de los anteriores: “El único sello que vale en España ahora mismo es La Vendición y es con el único que voy hacer cosas de momento”.
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Trap: de los suburbios al éxito de masas
Al contrario de lo que hacen los sellos tradicionales, La Vendición se autodefine como una plataforma de jerarquía horizontal que edita únicamente lo que le gusta sin pensar en el beneficio económico que les puede reportar, desconoce el formato físico y cree firmemente en la autosificiencia, algo que casa bien con la forma en que Bea Pelea trabaja y que le puede dar el apoyo extra que necesita por más que le guste “hacer las cosas como quiera” cuando quiera. “A veces te desesperas por no tener los medios suficientes para hacerlo y necesitas mas apoyo psicológico para no mandarlo todo a la mierda. Por suerte, tengo muchos amigos que me han dado ese apoyo y que tienen un gran criterio musical porque son casi todos artistas”, valora.
Reggaeton Romántico (Vol.1), como su propio título indica, ahonda en el sonido más denostado del momento, pero incluye hasta una cumbia absolutamente adictiva (“Sé que me buscas”): “El reguetón claramente me sale más fácil y es más alegre, estoy en un momento que me apetece estar contenta [risas]. La cumbia me hacia ilusión un poco como reto, pero lo que sí me encantaría hacer es una salsa, escucho mucha más salsa que cumbia, de hecho”.
Tampoco descarta que su afición al reguetón tenga que ver con una forma de conectar con esa infancia vivida en Latinoamérica, una manera de mantener el hilo de unión. “Quizás —reflexiona—, incluso lo es sin darme cuenta”.
La pregunta, entonces, cae por su propio peso: ¿se atrevería Bea Pelea con el flamenco, como lo ha hecho Rosalía? “Bueno, ojalá, cantar flamenco bien tiene que ser una sensación increíble, es un género muy especial que si lo sientes es un desfase. Pero bueno, dudo que me alcance la voz aunque igual algo así light te lo hago”, concluye riendo.
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