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Memoria histórica
El mayor asalto de la historia, “el atraco de la Resistencia”
El desconocido asalto al tren de Neuvic por parte de la resistencia francesa, con participación de varios guerrilleros españoles, cuyo botín equivaldría hoy a más de 400 millones de euros.
No dejo de asombrarme. Yo que me considero un gran seguidor de toda esa gente que opta por la clandestinidad, que falsifica contra los estados y las normas, que roba a los bancos y a las grandes fortunas, que si encima le dan un toque político o social al asunto, ya me deshago; y resulta que era un total ignorante del mayor robo de la historia.
Y esto son palabras mayores, ¡¡¡el mayor robo de la historia!!! Miro por internet el listado de los diez golpes más sonados, pero en el que hoy nos centramos no aparece. Pero si comparamos el botín, es el “nº1” con diferencia. Además, si investigamos y vemos quienes fueron los autores del asalto y quienes los robados, aún mejora todo el conjunto.
Ahora viene lo de los agradecimientos. Y van para la periodista y escritora Evelyn Mesquida. La misma que sacó a la luz la memoria de los españoles de “la nueve”, aquellos que liberaron París en agosto del 44, y entre los que había muchos anarquistas. Ahora vuelve a la carga con un nuevo libro titulado “Y ahora, volved a vuestras casas”. Y no es un título cualquiera, pues es la frase que les soltó De Gaulle a los resistentes españoles tras liberar una buena parte del sur de Francia. Sobre ellas y ellos, esas gentes venidas de España huyendo del terror franquista, que una vez en Francia se integraron en la resistencia, trata este nuevo libro de Evelyn.
Y de entre la abundante e interesante información que se puede encontrar en su investigación, descubro “el asalto al tren de Neuvic”. Y en este asalto nos vamos a centrar hoy.
Todo comienza a finales de primavera de 1944. Los ejércitos nazis están perdiendo la guerra, pero aún controlan un enorme territorio en Europa, y entre ese territorio ocupado, están las tierras de Francia. La marina de guerra alemana (Kriegsmarine), solicita un importante envío de fondos de las arcas francesas. El dinero solicitado se encontraba guardado en Périgueux, departamento de la Dordoña y debía ser trasladado hasta Burdeos, cuyo estuario servía como importante base naval para los nazis. Gracias a la filtración del prefecto de Dordoña, Jean Callard, la resistencia supo con exactitud cuando se iba a realizar el traslado y por donde, de la nada despreciable cifra de 2.280 millones de francos de la época, algo más de 400 millones de euros en la actualidad. Pues sí, habéis leído bien... algo más de 400 millones de euros.
Ni los golpes del tren de Glasgow, ni del centro diamantista de Amberes, se acercan en la cantidad robada. De hecho, el que se supone mayor atraco de la historia, el del museo Isabella Steward Gardner de Boston, del que se sustrajeron 13 cuadros de Rembrandt, Veermer y Degas, el botín se cuantificaba en 300 millones de dólares, algo más de la mitad de lo robado en Neuvic. Aunque si somos fieles a la historia, si que es cierto que hay un golpe mayor, donde el botín ascendió a 1000 millones de dolares. Un golpe sin atraco, solo hizo falta la orden presidencial. Todos esos millones fueron los que se llevaron Sadam y su hijo del Banco Central de Bagdad. Cuando pillaron a Sadam, en su palacio tiempo después, aparecieron 650 de aquellos millones, los demás aún siguen en paradero desconocido.
Me estoy dispersando, volvamos al asunto que nos compete. Resulta que el departamento de la Dordoña era un territorio con abundante y activa presencia de grupos resistentes, hasta 140 se llegaron a contar. Y en dichos grupos, destacaba la numerosa presencia de guerrilleros españoles (entre ellos una buena cantidad de libertarios) sobre todo en los grupos de Carlos, en el maquis de Belbés, en el grupo FTP de Firbeix-Sarlande, en el grupo MOI de Mazeyrolles, en el grupo de Pinocho, en el maquis de Fraicherode, en el grupo Bir-Hakeim, en el grupo de Saint Martin de Astier, en el grupo MOI Martínez, en el grupo Roland y sobre todo, en el mayor de ellos, en el grupo Soleil.
Sabemos de la presencia de varios españoles que combatían en el grupo Roland durante el golpe, entre ellos, el anarquista Pedro Alba. De hecho, fueron los miembros de dicho grupo los que se encargaron tanto de los viajeros, como de los empleados de la estación, como de descargar las sacas y transportarlas a los camiones. Mientras, los grupos Valmy, Ancel y Paul-Henry se encargaban de controlar el itinerario y los accesos a la estación.
Los miembros del grupo Roland, con Roland Clee a la cabeza, entraron en la estación de Neuvic el 26 de junio de 1944, tomando el control de la misma y deteniendo a los trabajadores que en ella se encontraban. A las 19. 36 los ojeadores avisan de la llegada del convoy. A las 19.38 el tren se detiene y Roland y sus hombres ascienden al mismo. Ordenan a los pasajeros que no se apeen ni abran puertas o ventanas. Cuando suben a la locomotora, el maquinista, con indisimulada sonrisa les dice “primer vagón”.
Los hombres de Roland suben al vagón sin marcas y desarman a los guardias que lo custodian. Se suelta el vagón del dinero del resto del convoy, y es llevado a un hangar, donde le están esperando los dos camiones que acompañan a los resistentes. Mientras, dos de los hombres del grupo permanecen en la oficina del jefe de estación, tanto para vigilar a los empleados, como para hacerles dar un aviso telefónico a los alemanes, de que el tren llegará con un ligero retraso. A las 19.45 empezaba la descarga de los 150 sacos, cada uno con un peso aproximado de 40 kgs y un valor de 15.200.000 francos. Seis hombres del grupo se afanan en cargar los vehículos, cosa que harán en aproximadamente 15 minutos, con lo cual llegamos a las 20.00 horas. Una vez realizada la tarea, los miembros del grupo Roland se montan en los camiones y salen de la estación bajo la cobertura del resto de grupos. Durante la salida, dos de los sacos caen al suelo, pero uno de los trabajadores advierte al conductor y vuelve a colocarlos en el camión.Una vez fuera del pueblo, miembros de los otros tres grupos de maquis van cubriendo los cruces de carreteras y extendiendo la vigilancia, los camiones toman camino hacia los bosques que sirven de abrigo a la guerrilla. Para darle un poco de emoción al asunto, ya que todo había ido demasiado bien hasta el momento, a unos 15 kms de Neuvic, uno de los camiones se avería y no hay manera de que vuelva a funcionar. Así que en plena carretera se volvieron a traspasar las 75 sacas que llevaba al otro camión, que acabó con un enorme sobrepeso.
El propio Pedro Alba nos cuenta alguno de sus recuerdos del golpe: “Realizamos la operación sin víctimas, gracias a un golpe de audacia, y a nuestra serenidad” o también “Entregamos la cantidad íntegra al puesto de mando. Recuerdo el hecho porque ni nos dieron las gracias por ello. Nos dijeron fríamente: Dejad eso ahí; podéis retiraros”.
Y es que si hasta aquí es una historia perfecta y con final feliz, a partir de este punto se le pierde la pista al dinero. En algunos libros se comenta como se repartió alguna de las partes, pero por supuesto no hay confirmación de ello. También se dice que según salió de los camiones, ese dinero dejó de estar bajo el control de la resistencia, o se habla de mansiones, e incluso que se crearon nuevos maquis con parte de la pasta. Tampoco fue un final feliz, que al día siguiente, por medio de una delación, los nazis atacaran la aldea de Espinasse, donde se ocultaban parte de las fuerzas del grupo Roland. El resultado fue de 30 personas muertas, entre resistentes y habitantes de la aldea, que posteriormente fue incendiada. Las ofensas se pagaban caras.
En septiembre del 44 se cesó al prefecto Callard, aunque no pasaría demasiado tiempo antes de que tuviera nuevos cargos. Sobre las investigaciones, encuestas e interrogatorios realizados a posteriori, se realizaron muchos informes, aunque según parece, la mayoría de ellos directamente han desaparecido. Al igual que la mayor parte del dinero. Según nos cuenta Evelyn Mesquida, para el año 45 solo se había recuperado para el estado francés el 35% de lo sustraído... pero esto ya es tema para otro artículo. Lo que sigue siendo información para este, es que todos los libros e investigaciones sobre el tema, están de acuerdo en una cosa, ninguno de los guerrilleros participantes en el asalto se enriqueció, no se llevaron ni un céntimo.
Fuentes: resistancefrancaise.blogspot.com, ww2-derniersecret.com, Y ahora, volved a vuestras casas. (Evelyn Mesquida) y Pasión y muerte de españoles en Francia. (Federica Montseny).
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