Opinión
Bretón no es un monstruo, ni Martín el nuevo Capote

Frente a la libertad sin peros que defienden unos, la responsabilidad de muchos: la de ciudadanos y librerías que se niegan a comprar o vender, respectivamente, el libro que Anagrama ha tenido a bien materializar.
Concentración feminista en Madrid en protesta por los  asesinatos machistas - 9
Concentración feminista en Madrid en protesta por los asesinatos machistas Álvaro Minguito

He leído mucho sobre El odio, el libro que Anagrama ha tenido a bien realizar y que Luisgé Martín ha tenido a bien proponer y escribir. Pero no, no he leído El odio. En parte porque no ha llegado a mis manos —con el retraso de su publicación por las barreras legales, en muy pocas manos—, y en parte porque no sé qué me aportaría.

Al margen del contenido, mi primera duda sobre si un libro así debería salir a la luz es su propósito. ¿Acaso quiere reparar la memoria de los niños asesinados, Ruth de seis años y José de dos, en 2011? ¿Acaso busca minimizar el daño que cometió su asesino y que está recogido en su sentencia de 2013 de 40 años de pena?

Parece que ni el título ni el perfil que hacen del asesino en su promoción tienen mucho que ver con estos objetivos. Y lo cierto es que había muchos más a los que atenerse en caso de querer sacar un título que aportara a la sociedad: entender cómo evitar una situación así, ejemplificar por qué fue necesaria la modificación en 2021 de la ley integral contra la violencia machista de 2004 en la que se fija el término “violencia vicaria”, dar a entender por qué el entorno (y no solo la víctima) puede dar la voz de alarma en caso de violencia, etc.

Al autor, Luisgé Martín, no se le ha ocurrido (o ha evitado) hablar con la víctima que aún sigue viva, de alguna u otra manera

Pero no. El objetivo más allá de llamar la atención, conseguir ventas o lograr visibilidad con los detalles escabrosos se me escapa. Empezando porque al autor, Luisgé Martín, no se le ha ocurrido (o ha evitado) hablar con la víctima que aún sigue viva, de alguna u otra manera. Esta mujer a la que su exmarido dijo en el juicio que quería “matar en vida” y por eso asesinó a sus hijos. Esa mujer para la que el asesino se ha guardado un as en la manga 14 años después y con el único objetivo de hacer el máximo daño posible de nuevo.

Pero si era algo que ya estaba dicho y evidente a los ojos de todos, ¿cómo se le ha podido pasar al autor? ¿Y a la editorial? Para Anagrama, que estos días está muy ocupada peleando en los tribunales para que les dejen poner a la venta el libro en cuestión, parece que tampoco lo vio. Me gustaría pensar que no ha sido solo por ventas, que ha habido un esfuerzo en pensar argumentos para el sí a publicar un libro que puede revictimizar y perturbar a una víctima y puede generar un halo de negación de la violencia machista en estos tiempos de discurso ultra ya encaminado a ello.

Me gustaría pensar que no ha sido solo por ventas, que ha habido un esfuerzo en pensar argumentos para el ‘sí’ de publicar un libro que puede revictimizar

Y digo puede porque no lo hemos leído. Y digo negar la violencia machista porque eso es lo que se hace cuando se tacha de “monstruo” a un hombre que asesina a sus hijos para “matar en vida” a su expareja. Ni Bretón era un monstruo, ni Martín es el nuevo Capote. No creo que el libro en cuestión nos acerque al lado oscuro de la mente humana, cuando hay décadas de estudios feministas que explican con luz y taquígrafos lo que pasó. Igual, además de ‘olvidarse’ preguntar a Ruth Ortiz sobre un libro que claramente vulnera su derecho a la intimidad y a la memoria de sus hijos, también se olvidó de documentarse sobre lo que era la violencia vicaria.

Contra un trabajo que puede estar muy mal hecho, la respuesta. Porque más allá de ir hacia el debate de si es bueno o malo prohibir en tribunales la publicación de un libro, está la responsabilidad como ciudadanía. Ya son muchos los que se han animado a poner en redes sociales su compromiso a no comprar el libro en cuestión. También son otras tantas las librerías que mientras escribo esto están anunciando que ellas no pondrán a la venta ningún ejemplar.

Y es que, por mucho marketing que haya y mucha campaña del odio contra las mujeres, la violencia machista es imposible de no ver para una mayoría cada vez más numerosa. Ojalá que las editoriales y los escritores se unieran a ella.

Arquivado en: Opinión
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
Opinión
Laicismo Cementerios públicos, enterramientos y ritos religiosos
Que el Estado español se define constitucionalmente como aconfesional parece, más que una realidad, un objetivo que se antoja a muy largo plazo.
Opinión
Opinión Sindicalismo que gana: la clave no es la unidad, sino organizar a las mayorías
Mientras el anarcosindicalismo debate estructuras, las plantillas siguen desmovilizadas. La verdadera batalla es organizar a las mayorías. Sin victorias concretas, incluso el modelo más puro es papel mojado.
Sirianta
Sirianta
26/3/2025 12:54

Pues me repugna profundamente que este hombre y la mencionada editorial se hayan atrevido a sacar al mercado un libro así, pero estoy en contra de su prohibición. Sí creo que podría usarse la ocasión para hacer una enorme campaña de concienciación social acerca de la violencia vicaria, que aún es un tema que cuesta mucho que entre en ciertas cabezas. Lo de "es un monstruo" es un comentario común en este tipo de casos, y este puede ser el momento para aprovechar la marea y explicar esas cuestiones que el feminismo tiene ya muy masticadas, pero que no parecen haber calado aún en el público general.

0
0
Stirner
26/3/2025 1:13

¿Y mi comentario de hace horas? ¿No os ha gustado?

0
0
Stirner
25/3/2025 23:08

Mis primeros 25 años de vida bajo el franquismo, experiencia de la que probablemente carecen los defensores de censurar el libro, me llevan a gritar con todas mis fuerzas: ¡no a la Censura! Ni previa, ni posterior. Los católicos y los fascistas también se daban "razones" para censurar, prohibir y hasta quemar los libros. No vale que ahora los que se dicen "progresistas" o "de izquierdas" crean que sus "razones" son moralmente superiores. ¡No a la censura! Si les repugna el contenido, no lo compren, pero no coarten a los demás la libertad de hacerlo o no hacerlo. Tienen el reaccionarismo español vía franquismo metido hasta los tuétanos, y no se dan cuenta.

0
0
Palestina
Genocidio Israel sigue atacando hospitales, la ONU habla del peor momento en los 18 meses de asedio
No hay tregua en Gaza, donde Israel ha recrudecido las matanzas y sigue sin permitir el acceso de alimentos y productos de primera necesidad. La ONU denuncia asimismo el asesinato de más de 70 civiles en Líbano.
Grecia
Grecia Frontex pone de nuevo la mirada en Grecia
En enero de 2025 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acusó a las autoridades griegas de llevar a cabo devoluciones forzadas de manera sistemática.
O Teleclube
O Teleclube 'Sorda' o debut persoal de Eva Libertad chega a 'O Teleclube'
A directora murciana estrea a súa ópera prima ao carón da súa irmá e protagonista, Mariam Garlo.
Crisis climática
Balance climático El Mediterráneo se consolida como zona especialmente vulnerable al cambio climático
Las víctimas de la dana suponen dos tercios de las muertes por fenómenos extremos en Europa en 2024, según un informe conjunto de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial que hace un balance climático del continente el pasado año.
Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
Comunidad de Madrid
Memoria histórica Contra la basura y el olvido: tras la pista de los cuerpos y de la memoria de los brigadistas internacionales
El Salto acompaña a un contingente internacional de políticos, políticas y activistas en una ruta en memoria de los brigadistas internacionales que acudieron a luchar a España contra el fascismo, en un ejercicio inspirador para el presente.

Últimas

Barcelona
Barcelona Activistas de los derechos humanos piden la retención de un barco dispuesto para armar a Israel
La naviera Maersk está transportando estos días componentes para los cazas F-35. El Estatuto de Roma sobre genocidio contempla acciones legales contra las empresas que favorecen las masacres.
Partidos políticos
CIS de abril La ultraderecha recorta votos al PP arrastrada por el efecto Trump
El barómetro de abril vuelve a situar al PSOE como fuerza más votada. La izquierda española sigue su contienda por todo lo bajo.
El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Comunidad de Madrid
Educación El Gobierno de Ayuso deberá pagar 1.000 euros a una profesora por el exceso de horas lectivas
Según CCOO, hasta 6.500 profesoras y profesoras se podrán acoger a esta sentencia que supone una penalización a la Comunidad de Madrid por el exceso de horas extras que realiza el profesorado.
Ayuntamiento de Madrid
Huelga de basuras Huelga indefinida de basuras en Madrid desde el 21 de abril tras romperse las negociaciones
Los representantes sindicales fuerzan el paro para obligar a las empresas subcontratadas por el Ayuntamiento a escuchar sus propuestas. El Ayuntamiento fija servicios mínimos del 50 %.

Recomendadas

Poesía
Culturas Joan Brossa, el mago que jugó con la poesía para reinventar el poder de la palabra
Casi inabarcable, la producción creativa de Joan Brossa se expandió a lo largo —durante medio siglo XX— y a lo ancho —de sonetos a piezas teatrales, pasando por carteles o poemas objeto— para tender puentes entre el arte, la política y el humor.
República del Sudán
Sudán Cara a. Un Sudán en guerra
Se cumplen dos años de una guerra que ya deja más de 13 millones de personas desplazadas y más de ocho millones de sudaneses al borde de la inanición.
Galicia
Galicia La TVG se gasta 839.772 euros en un programa de Miguel Lago y deja de emitir nuevas entregas tras hundirse en audiencia
El programa ‘O novo rei da comedia’ apenas llegó a los 36.000 espectadores de media en su estreno y cayó en picado en su hasta ahora última emisión al 3,4% de cuota de pantalla en una cadena que tuvo de cuota media en marzo un 8,1%.
Globalización
Crisis del multilateralismo El terremoto Trump sacude las instituciones del orden mundial y la “globalización feliz”
Muchas de las instituciones que marcaron la vida internacional desde la caída del Muro han entrado en crisis. ¿Todas? No, especialmente aquellas que intentan regular los derechos humanos, de los pueblos y de la naturaleza.