Opinión
Carta de despedida a una parte de mí

Cuando caes en un trastorno de conducta alimentaria no es que simplemente quieras adelgazar. Existe un rechazo profundo hacia tu cuerpo, pues este es la ventana al mundo exterior y lo último que quieres es que alguien abra esa ventana.
26 ago 2023 06:00

Hace quince años —mes arriba, mes abajo, pero vamos, tercero de la ESO—, mi madre me acompañó a la hora de cenar, cosa que no solía suceder, pues en mi casa las cenas no han sido nunca importantes. Ese día yo corté el pescado que había en cachitos diminutos y tardé mucho más de lo necesario en medio acabar el plato. Y me acuerdo de la lentitud, de mi madre desesperada para que acabase, de que era pescado y no carne porque ese fue el día en el que había decidido dejar de comer a conciencia y con determinación.

Para ese entonces ya llevaba un tiempo leyendo blogs sobre lo que se conoce como “Ana” y “Mía” —los nombres de las enfermedades de anorexia y bulimia en la red—. No sé cómo llegué ahí, solo sé que leía entradas a diario y que todo lucía entre rosa y gótico. Yo gótica no era y el rosa nunca había sido de mi agrado, pero encontraba ahí objetivos muy claros, sencillos y directos en un momento en el que todo era duda y desorientación.

No solo leía las “motivaciones”, también leía multitud de artículos que alertaban sobre los peligros de los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) porque me estaba metiendo en algo que intuía dañino, pero que iba a ser mío, por lo que necesitaba tener claros los límites para que nadie se tuviera que ocupar de mí y así todo bajo control, ¿no?

Sería muy sencillo decir que ese fue el inicio: una adolescente infeliz de familia desestructurada que encuentra refugio en otras adolescentes infelices con sus respectivos problemas y cuyo objetivo, al final, es morirse

Sería muy sencillo decir que ese fue el inicio: una adolescente infeliz de familia desestructurada que encuentra refugio en otras adolescentes infelices con sus respectivos problemas y cuyo objetivo, al final, es morirse. Si bien la semilla del TCA se sembró mucho antes de decidir no comerme ese pescado.

La comida es un ritual que une. En los encuentros familiares, con amigos, en los cumpleaños y en las grandes celebraciones, siempre hay comida. Pero en lo simple también, pues comer con tu familia a diario es un ritual para contarse qué ha pasado y compartir un tiempo que, fuera de la mesa, quizás no se tiene. En el momento en el que ese ritual diario tiene una estructura distinta, tu relación con la comida inevitablemente cambia. En mi caso, mi madre, como toda migrante, trabajaba horas indecentes para que no nos faltara de nada —y nunca nada nos faltó—, por lo que el momento de comer era a solas o con la tele; algo que había que hacer, pero que no era importante. Luego, todos los sabores y texturas de los alimentos, menos el chocolate, me causaban un rechazo terrible siendo niña. Podía comer ensalada, pero solo de lechuga; huevos revueltos con patatas, pero no en forma de tortilla; pollo, si estaba sazonado al estilo de mi madre, no de otros; y así un sinfín de detalles que me hacían ver que, al menos para mí, comer no era más que un trámite que había que hacer como ser humano, pero cuyo disfrute no entendía.

A esta base, que es muy interna y personal, hay que sumarle lo externo: los estándares de belleza de la sociedad occidental y la presión social que existe sobre el cuerpo de la mujer para que lo cambie y moldee eternamente. Y durante los años 2000 lo que se llevaba era la delgadez extrema: pantalones de tiro bajísimo, huesos marcados, caras cadavéricas... Y luego estás tú, que eres una persona racializada, con unas características físicas muy distintas a Kate Moss y, aunque Beyoncé también era un referente por esa época, tu actitud está a años luz de acoger con fortaleza ese tipo de cuerpo. Entonces viene la gran capa que une el combo: la falta de autoestima, la autopercepción y la gestión de las emociones.

El cuerpo se transforma en el principal objeto de control, pudiendo centrar cualquier conflicto a través de este. Cumplir objetivos te da paz y placer, generando en el cerebro alteraciones en la liberación de dopamina, manteniéndote enganchada a la enfermedad durante años

Cuando caes en un TCA no es que simplemente quieras adelgazar. Existe un rechazo profundo hacia tu cuerpo, pues este es la ventana al mundo exterior y lo último que quieres es que alguien abra esa ventana. El cuerpo se transforma en el principal objeto de control, pudiendo centrar cualquier conflicto a través de este. Cumplir objetivos te da paz y placer, generando en el cerebro alteraciones en la liberación de dopamina, manteniéndote enganchada a la enfermedad durante años.

Porque es una enfermedad. Parece obvia esta mención, pero comentarios del tipo “pues come”, “déjate de tonterías”, “qué pesada, siempre con lo mismo” se han repetido de manera incesante por parte de personas que, sobre todo, se sienten incómodas ante alguien que se pone a hablar sobre una enfermedad tan silenciosa. Pero hasta que no se habla de ella no existe, y hacerla real es clave para la recuperación.

Recuerdo que, hace un par de años, escuché a una compañera de trabajo hablar de que había tenido un TCA sin ningún pudor. Me sorprendió muchísimo, porque nunca había escuchado a alguien hablar de ello con esa naturalidad, sin que fuese algo privado, algo de lo que te avergüenzas de algún modo. Le abrí conversación por Teams para saber más, yo que tan acostumbrada al pudor y al miedo estaba, y ella siguió siendo tan natural que me inspiró, pues vi que había otra manera de llevarlo. Ese momento abrió una veda porque, conforme fui cogiendo confianza para hablar de la enfermedad, fui descubriendo que había gran cantidad de personas a mi alrededor que habían lidiado con un TCA o con algún conflicto alimentario. Y de alguna manera dejé de estar sola.

Evidentemente, cada TCA es un mundo. No hay dos experiencias iguales, pero sí existen patrones de conducta comunes. Cuando empiezas a hablar con otras personas que se han recuperado o se encuentran en proceso, eres capaz de ampliar tu perspectiva, de conocer cómo otras han superado conflictos que te atraviesan, te animas a probar otras técnicas de cuidado y, cuando tienes una crisis, se abre la posibilidad de recurrir a alguien que no te va a juzgar porque es capaz de comprender por lo que has pasado.

El papel del psicólogo es clave, pero no siempre es una opción cuando la precariedad domina. En mi caso, cuando me sentí capaz de buscar ayuda profesional, una psiquiatra —paso inevitable antes de que te deriven al psicólogo— se vio en el poder de decirme que, con el tiempo que llevaba enferma, no me iba a curar, y me apuntó el número de una clínica carísima para que me ayudasen. El dinero acelera muchos procesos. Seguramente, de haberlo tenido, no estaría escribiendo esto quince años más tarde, pero gracias, señora psiquiatra, por su comentario de mierda. Tanto estudiar para acabar siendo más insensible que una piedra pómez. En fin, volvamos.

La fase de recuperación ha sido, en mi caso, la más dura porque, sí, estás mejor, pero no bien; te empiezas a reconocer y a querer mostrarte al mundo, pero no demasiado; puedes comer sin recurrir a ninguna trampa, pero los pensamientos intrusivos son a veces más fuertes que antes y los momentos en los que piensas “para qué tanto esfuerzo, con lo agotador que es y lo fácil que sería quedarse en la enfermedad”, se multiplican.

A lo largo del último año entendí que estaba atravesando un duelo. Tras haber pasado la mitad de mi vida con TCA, escuchando esa voz instalada dentro de mí cada día, la ventana al fin se estaba abriendo

A lo largo del último año entendí que estaba atravesando un duelo. Tras haber pasado la mitad de mi vida con TCA, escuchando esa voz instalada dentro de mí cada día, la ventana al fin se estaba abriendo. Después de tanto tiempo con las persianas bajadas no sabes si la luz te gusta o si estás mejor refugiada dentro, que es lo que conoces, lo que has sido. Salir de ese refugio es despedirse de esa persona que no supo hacerlo mejor y que, a su vez, lo hizo lo mejor que pudo; es pedirse perdón por hacerse tanto daño; es aceptar que no se puede huir y que todos estos años forman también parte de ti, de tu historia.

Algo ha muerto, y toda muerte genera una reacción, pero también da cabida a un nuevo espacio, una nueva voz. En ese espacio la luz entra regia por un ventanal enorme que se puede abrir, desde el que se puede ver y hasta en el que se puede entrar. A veces se baja un poco la persiana, pues los expertos recomiendan no exponerse de manera prolongada al sol —aunque no hay que hacer demasiado caso a los expertos, pues en realidad no tienen mucha idea de la vida—, pero siempre acaba llegando el ánimo para volverla a subir, abrir sus puertas de par en par y dejar entrar a otras personas para compartir, por qué no, un sancochito con su ají y todo.

Esta es una carta de despedida a una parte de mí que, tras mucho trabajo, acompañamiento y paciencia abrazo, acepto y perdono.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Israel no puede perder una “humanidad” que nunca tuvo
Un editorial reciente de Haaretz afirmó: “Israel está perdiendo su humanidad en Gaza”, pero esto ignora la brutal historia de la colonización sionista de Palestina, de la cual el genocidio de Gaza es sólo el último capítulo.
Opinión
Subcontratas La precariedad que no termina: sobre la salida de Disport y la subcontratación que se queda
Ahora que al fin desaparece Disport, es un buen momento para analizar cómo funciona la subcontratación y la responsabilidad del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz sobre las condiciones precarias de los trabajadores subcontratados.
Opinión
Opinión Abran paso, que llega Lalachus (o la revancha millennial)
Lalachus y otras muchas creadoras han demostrado que necesitábamos hablar desde nuestras referencias, problemáticas y universos más allá del discurso de las grandes popes de casi todo.
Paco Caro
31/8/2023 17:32

Cualquier enfermedad sólo puede tratarse desde la óptica de la Ciencia, y nunca desde la óptica de la moral judeocristiana. La anorexia o la bulimia, la depresión, el alcoholismo, la ludopatía, el sida, la obesidad, etc., solemos enfocarlas de forma moralista, como si fuese culpa del paciente, y con un poco de “fuerza de voluntad” (un concepto inexistente para la medicina), se pudiesen curar. Cuando alguien te dice que tiene una gripe, le aconsejas un fármaco, no le culpas de haberla cogido. Con lo demás pasa lo mismo.

1
0
alf ralf
27/8/2023 11:23

Enhorabuena por el artículo.

0
0
Amiga
26/8/2023 10:30

Felicidades y adelante, compañera!!

0
0
Siria
Fotogalería La Administración del Noreste de Siria reclama su voz en el futuro del país
Después de la caída de Bashar Al Assad Siria vive una etapa de incertidumbre, la AANES de Siria, que comenzó a andar bajo el impulso kurdo, quiere negociar sobre el futuro del país con el islamismo del HTS que domina Damasco.
Pesca
Tormenta Milei Informe sobre la pesca argentina: España lidera las exportaciones
Radiografía de la pesca comercial argentina, entre el auge exportador de los langostinos y una nueva crisis de la merluza.
Argentina
Dolores Reyes “La literatura es la verdadera libertad, no la que Milei propone”
‘Cometierra’, de Dolores Reyes, fue un hito literario en 2019. Ahora el Gobierno de Milei lo ha incluido en una lista de libros calificados como “degradantes”, “inmorales” o “degenerados”.

Últimas

Feminismos
Resumen del año Siete palabras para entender los feminismos en 2024
La vergüenza ha cambiado de bando, los linchamientos han cambiado de sentido y he escrito por primera vez las palabras “haguear” y “niñismo”. Un resumen del año en siete palabras y cinco nombres propios entre el que está, claro, el de Gisèle.
Opinión
Opinión Israel no puede perder una “humanidad” que nunca tuvo
Un editorial reciente de Haaretz afirmó: “Israel está perdiendo su humanidad en Gaza”, pero esto ignora la brutal historia de la colonización sionista de Palestina, de la cual el genocidio de Gaza es sólo el último capítulo.
Opinión
Opinión Abran paso, que llega Lalachus (o la revancha millennial)
Lalachus y otras muchas creadoras han demostrado que necesitábamos hablar desde nuestras referencias, problemáticas y universos más allá del discurso de las grandes popes de casi todo.
Fronteras
Europa Fortaleza La militarización del Mediterráneo empuja a miles de personas hacia la ruta canaria, la más letal
Un informe advierte que el “alto nivel de violencia” que padecen las personas que migran desde Argelia o el norte de Marruecos “ha obligado” a que opten por la ruta canaria a pesar de ser más peligrosa.
Memoria histórica
Memoria histórica Los restos de Eloísa Martín Canal, granadina de 19 años ejecutada en 1936, vuelven con su familia
Su hermano Mario, que tenía tres años cuando se llevaron a Eloísa, ha recogido los restos de la primera mujer identificada en las exhumaciones del Barranco de Víznar 89 años después de su ejecución en una emotiva ceremonia.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Madrid Díaz y sindicatos denuncian dos convenios por coartar el derecho a la protesta de empleados públicos
CGT y SATSE se han querellado contra la firma de los convenios; Trabajo ha impugnado uno de ellos a la Fiscalía. Ambos textos explicitan el “compromiso” de los sindicatos firmantes a no convocar protestas mientras esté vigente el convenio
Series
Series El Circo de los Muchachos (2024), de Elías León Siminiani
Una miniserie de cinco capítulo aborda la historia de la primera escuela de circo de España, fundada por el padre Jesús Silva Méndez en 1963, un experimento educativo innovador y no exento de polémica.
Extrema derecha
Código Penal El Gobierno modificará en 2025 el delito de “ofensas religiosas” aplicado por los ultras contra Lalachus
El paquete de regeneración anunciado por el Gobierno incluye una modificación de los artículos por los que fue condenada una integrante del Chumino Rebelde de Málaga y un joven que se caracterizó como Cristo en un fotomontaje.
Análisis
Análisis Retos ineludibles de la economía española
El crecimiento de España tiene pies de barro si no se abordan problemas estructurales de fondo, especialmente en un contexto global cambiante y con desafíos crecientes.
Sevilla
Racismo Instiucional Sevilla se manifiesta contra la muerte del mantero Mahmoud Bakhum
La comunidad senegalesa de Sevilla exige “responsabilidad” a los medios de comunicación en el tratamiento del fallecimiento de Bakhum y denuncian que se está estigmatizando y criminalizando la protesta del colectivo.

Recomendadas

Literatura
Letras Galegas Da Sección Feminina do franquismo ao Cancioneiro Popular Galego: o pobo é quen canta e baila
As cantareiras protagonizarán o Día das Letras Galegas de 2025. Beatriz Busto e Richi Casás fálannos delas, de Dorothé Schubarth, do Cancioneiro Popular Galego e da dificultade de acceder aos arquivos sonoros que conservan as súas voces.
Siria
Siria Un nuevo activismo político se despierta en Siria desde la caída de Assad
En las primeras semanas tras la caída de Bashar al Assad, miles de personas en Siria se debaten entre la alegría por el fin del régimen y el temor ante un horizonte incierto bajo un HTS oportunista que no puede ocultar sus antecedentes extremistas.
Personas refugiadas
Personas refugiadas Dos tiktokers piden asilo político en Senegal tras denunciar fraude electoral en Mauritania
Procureur Général y Commisaire Diallo son activistas mauritanos forzados al exilio tras denunciar el racismo que subyace a un régimen donde el fraude electoral es el último mecanismo para mantener al líder de la oposición, negro, fuera del poder.
Palestina
Palestina El dominó tras el 7 de octubre sacude Oriente Medio en 2024
El ataque de Hamás contra Israel y la ofensiva israelí contra la franja de Gaza siguen comportando consecuencias imprevisibles tanto dentro como fuera de la Palestina histórica.