Opinión
Las cosas más chiquititas o Zona Temporalmente Autónoma

En tiempos de apatía e incertidumbre nos quedan nuestras cosas chiquititas, nuestras Zonas Temporalmente Autónomas
CosasChiquititas
Cuatro amigas caminan por la playa Sonia Salmerón Fructuoso
Aurora Báez Boza

@laespigaora.bsky.social

23 jun 2023 06:00

No sé en qué momento los días se han convertido en una ceremonia de luto por la vida que soñamos y deseamos, que nunca llega a existir. Ya no sueño grandes cosas y por eso cada vez que una de mis amigues se levanta por la mañana, es capaz de ducharse e incluso de prepararse algo rico para comer, me vuelve la vida al pecho. Ahora mismo, para mí no hay nada más bello que ver a mis amigues dormir, beber agüita y limpiar su casa.

Miro a mi alrededor y veo el mismo panorama, una incertidumbre pegajosa adherida a la piel que está enfermando a la gente que quiero. Un padecimiento que ha cambiado nuestras conversaciones —de cómo arreglar el mundo, cómo incendiar las calles, cómo construir nuestra autonomía— por una retahíla de trucos para dormir, falsos impulsos para salir de la cama y opiniones sobre ansiolíticos.

Salud mental
A veces las mujeres necesitan una mijita, una mijita, una mijita de Orfidal
Para las que no podemos permitirnos ‘un año de descanso y relajación’ nos consuela saber que podemos tener al alcance de la mano por lo menos una noche de descanso absoluto.

Demasiadas imágenes se nos amontonan a lo largo del día. La tierra seca, los cielos despejados y los 44 grados diarios frente a un ventilador estropeado. El cadáver de una adolescente palestina asesinada por el ejército israelí llevada a hombros por sus compañeras de instituto. El cuerpo de un bebé que llega sin vida a las costas del Estado español. El desahucio de una vecina que lleva más de cuarenta años en su casa. La frutería a la que ibas se convierte en una cafetería especializada en brunchs carísimos.

Los precios que no paran de subir, el sueldo que no acaba de llegar o ni siquiera llega. Un asentamiento de chabolas de temporeras sale ardiendo al lado de tu pueblo mientras escuchas comentarios racistas en el bar donde has pasado toda tu infancia. Alguien quita la bandera LGTBIQ de un balcón y la quema en medio de la calle y nadie hace nada, y vuelve el recuerdo de los días donde pensabas que tu existencia era un error.

La expansión de la ultraderecha ha pasado de ser una amenaza que nos activaba y enfurecía a una realidad asumida con apatía y dolor. Las izquierdas parlamentarias no se salvan del automatismo al que estamos sometidas y han pasado de intrigar y estimular con sus debates y diferencias a aburrir profundamente y acrecentar el desasosiego. Todo envuelto en una deriva conservadora a la que no se escapa ninguna sigla, ni siquiera las progresistas.

Por si fuera poco, esta deriva derechista se traduce en una represión total a los movimientos sociales, espacios colectivos, centros sociales y cualquier intento por ampliar, horizontalizar y humanizar la política más allá del marco institucional. Desalojos, desahucios, campañas mediáticas están dejando las ciudades vacías de proyectos alternativos en los que encontrarnos y hacer políticas, y a sus participantes machacadas por la violencia.

Le tengo mucha tirria a la palabra resistir, pero en momentos como estos cada cosa chiquitita la recibo como un regalo: que el gato de mi amiga quiera dormir conmigo, comerme un potaje en compañía, escaparnos a descansar unos minutos bajo un árbol, despertarnos cada día.

Cada gesto me ilumina en el alma esa frase que encontré en Fragmentos de una antropología anarquista de David Graeber: “En la medida de lo posible, una debe anticipar la sociedad que desea crear en sus relaciones con sus amigas y compañeras”. Y siento que podemos convertir cada habitación o cada momento juntes en una Zona Temporalmente Autónoma, aquellos espacios donde la coerción social no llega a encontrarnos.

A veces ocurre el milagro y veo a mis amigues reírse a carcajadas, indignarse, trazar planes, soñar y crear alternativas que pongan la dignidad en el centro. Son esos momentos en los que agarramos todo lo que diariamente nos niega el poder, donde volvemos a creer en nuestra alegría de vivir, en los que sueño que quizá nuestras ZTA pueden ampliarse cada vez más, quizá hasta el infinito. Esa noche podemos dormir confiando en que la grandeza de nuestras cosas chiquititas darán sus frutos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Madrid
Manifestación 8 de marzo La Comisión 8M convoca este 2025 con el lema “Feministas antirracistas, ¡a las calles! Nos va la vida en ello”
Llaman a celebrar una jornada de lucha todo el día y confirman que la manifestación de 2025 en Madrid saldrá de Atocha a las 12h para recorrer el centro de la ciudad hasta terminar en Plaza de España.
Inteligencia artificial
Análisis Amor artificial: soledad, experiencias inmersivas y elon muskitos
La novia IA no tendrá cuerpo, ni agencia, ni necesidades ni deseo propios, pero tiene una gran facultad cada vez más rara en el mercado de los afectos: adaptarse a su novio/usuario.
Xunta de Galicia
Sanidade A Xunta de Feijóo, condenada por negar as visitas a unha muller falecida de cancro por ter covid-19
A xuíza di que a situación requiriu medidas de prevención “flexibilizadoras”. Faleceu a principios de 2022 no Hospital Álvaro Cunqueiro durante os últimos meses de administración do xefe do PP con Julio García Comesaña como conselleiro.
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.

Últimas

Historia
Descifrando a historia Así foi a rebelión antifiscal galega de 1790 contra a burocracia española
A monarquía española quixo implantar a Contribución Única, algo que provocou fortes protestas. A máis coñecida foi o motín da Ulloa, chamado así porque se produciu nas zonas desta comarca. Foi a maior revolta antifiscal do Antigo Réxime en Galiza.
Xunta de Galicia
Vivenda O ‘teléfono antiokupas’ da Xunta recibiu só tres chamadas por ocupacións en 2024
O servizo foi renovado este ano cun orzamento de 61.000 euros, coa colaboración do Consello da Avogacía Galega e 135 avogados para atender as consultas. O pasado ano atenderon 109 consultas, a maioría sobre desafiuzamentos.
Madrid
Acusaciones de violencia sexual Monedero, bajo investigación de la Universidad Complutense por la denuncia de acoso sexual de una alumna
La confidencialidad del expediente no permite saber cuándo se presentó la denuncia ante la Unidad de Igualdad o cuánto se demorará la resolución. La Complutense afirma que la Inspección de Servicios está tramitando la acusación.
Más noticias
Justicia
Justicia Rubiales, condenado por agresión sexual y absuelto del delito de coacciones
18 meses de multa con cuota de 20 euros al día por un delito de agresión sexual. Es la condena al expresidente de la RFEF Luis Rubiales por los hechos ocurrido en la ceremonia de entrega e medallas del pasado mundial celebrado en agosto en Sidney.
Egipto
Egipto Ashraf Omar continúa en prisión provisional por dibujar
Ashraf Omar, caricaturista político del medio digital AlManassa, sigue en prisión preventiva indefinida tras ser arrestado violentamente en su domicilio el 22 de julio de 2024.
Fascismo
Memoria antifascista Allí donde hay humo, hay fuego
A unos días de las elecciones alemanas, donde la ultraderecha acude fortalecida, un repaso sobre el proceso de desnazificación posterior a la Segunda Guerra Mundial y sus medias verdades.

Recomendadas

Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.
América Latina
Extrema derecha Los soldados de Donald Trump en América Latina
Mientras algunos presidentes latinoamericanos, con mayor o menor ímpetu, intentan ponerle freno, otros tantos se arrodillan y le rinden pleitesía sin recibir nada a cambio. ¿Quiénes son los súbditos latinoamericanos de Trump?